Por: Jorge André Ruiz
La nueva entrega de la saga galáctica más importante llegó a
nuestro país, y con ella, una gran expectativa por parte de los fans de esta
popular franquicia, entre los que me incluyo.
Han Solo: Una película de Star Wars es un spin-off bastante
agradable y fácil de disfrutar, todo ello a pesar de la polémica recepción del Episodio VIII: Los últimos Jedi; en consecuencia, el interés que tenía por ver
esta película no era muy elevado.
A ello se sumaba el mal augurio que traía el que, durante la
grabación, se haya despedido a los directores Phil Lord y Christopher
Miller (The Lego Movie). Circulaban
rumores además, sobre la falta de habilidad actoral del protagonista (Alden Ehrenreich); es decir, se
pintaba un panorama bastante caótico.
Felizmente, Ron
Howard entró a salvar el día en un momento en que la producción se estaba
desmoronando. Incluso George Lucas estuvo presente durante las grabaciones
y tuvo pequeños pero importantes aportes al producto final.
Sobre la película en sí, la trama cumplió con mis
expectativas. Fue simple, sin caer en lo predecible -excepto por algunos detalles
clave que sabíamos debían ocurrir. Mantuvo
la coherencia a lo largo de la película y pudo sostenerse por sí misma sin
necesidad de recurrir a giros radicales o forzar los eventos. Los
personajes fueron empáticos para el espectador, aunque por momentos, algunos exageraron
de forma innecesaria.
Las escenas de
acción y persecución me mantuvieron al filo del asiento y con la adrenalina
bombeando a más doce pársecs en el Corredor de Kessel. Los escenarios utilizados son
impactantes y permiten que volemos dentro de nuevos planetas y sistemas que no aparecieron
en anteriores episodios. La música está muy bien articulada con las escenas y
logra el disfrute adecuado. Punto para
el maestro John Williams y compañía.
Analizándola minuciosamente –alerta de spoilers- la historia sigue una línea común, y, hasta se podría
decir, cliché de pareja-se-separa-cuando-intentan-huir,
héroe-decide-volver-por-ella, se-encuentran-años-después-inesperadamente, vuelven-a-trabajar-juntos, las-chispas-del-amor-surgen y para
cerrar con la clásica secretos-del-pasado-los-persiguen.
Sin embargo, la historia no pierde su encanto por ello y el romance entre el joven Han Solo (Ehrenreich)
y Q'ira (Emilia Clarke) se ve convincente en la gran pantalla. Por otro lado, la cuota romántica entre
Tobias Beckett (Woody Harrelson) y Val (Thandie
Newton) me parece mucho mejor representada, pese a su brevedad.
Un tema en particular que me dejó contrariado fue la participación de la androide L3-37. Algo
que he notado en las películas de Disney, es que están mostrando una postura
interesante frente a diversos problemas sociales: el control del gobierno en Capitán América: El Soldado del Invierno;
el racismo y discriminación en Pantera
Negra y el problema frente a la
escasez de recursos en Avengers: Infinity War.
En la película de Han
Solo, L3-37 continúa con esta agenda,
ya que promueve la idea de
"igualdad de derechos y libertad para los andriodes". Incluso queda
entendido que logró impulsar una rebelión en las minas de Kessel.
Si bien la idea que plantea es válida e
interesante, me parece algo forzada en este contexto galáctico. No existe ningún otro caso, mención o
indicio de esa temática en ningún otro momento de la franquicia
cinematográfica.
Las referencias a esta idea de los
derechos de los androides sí
aparecen en la novela Last Shot (Último disparo), vinculada a este film y también en
un artículo publicado por Wizards of the
Coast en su página web en el 2004, dentro de una campaña RPG Living
Force.
El concepto, a mi entender, es que Disney está tratando de resaltar, en este caso a través de L3-37, la
lucha por las minorías con menos prerrogativas que el grupo dominante: las
mujeres, algunos grupos étnicos y la comunidad LGTBIQ, lo que ha generado que
se abra el debate sobre la vulnerabilidad en la que se encuentran estos grupos,
pese a que nos encontramos en el siglo XXI.
Sobre los roles femeninos, destaca la trama en torno a Q'ira, claro ejemplo del padecer de las
mujeres en sociedades en las que la injusticia gobierna. Hace mención a que "tuvo que hacer lo necesario para
sobrevivir". Claro que al final ella estuvo jalando los hilos de su
propio plan, pero eso es tema de otra discusión.
Otro rol femenino interesante fue el Enfys Nest (Erin Kellyman) quien al principio parece ser un
lideresa malvada, pero cuyo trasfondo es entendible y hasta honorable, ya que
más que encabezar piratas, se trata de rebeldes con causa justa: librarse del
yugo del Imperio galáctico. Tiene una impresionante aparición inicial –muy al estilo de los merodeadores de Mad Max- en una palabra, espectacular
y la música empleada, muy apropiada.
Volviendo al tema
de la acción,
las persecuciones tanto en el espacio como en los planetas son bastante intensas.
Atención a la ruta para huir del bloqueo
de Kessel. La película nos permite sentirnos –y sentarnos- en la cabina mirando
hacia la oscuridad del universo: Hay más
de una sorpresa, a la orilla de un vórtice de gravedad.
Hay algunas escenas, además, que nos recuerdan a las grandes
películas de atracos, vaqueros y forajidos, en los que la vulnerabilidad de los
rieles hacía de los cargamentos un blanco fácil para los ladrones. En este caso y yéndonos al especio, el
atraco con botas de adhesión y rayos laser le dio un sabor especial/espacial a
esta franquicia.
Con respecto a Lando
Calrissian (Donald Glover), la escena en la que Han lo reta a un juego de
cartas, nos recuerda a James Bond en Casino
Royal. En sí, la película de Ron
Howard, es una mezcla de Ocean’s Eleven y The
Italian Job, pero al estilo Star
Wars.
Como producto en sí, me gustó bastante y la considero recomendable para fans de la saga; del mismo modo, para cualquier persona que no haya visto, leído, ni oído hablar de Star Wars. ¿Existirá ese 1%?
Las dos horas de duración te mantendrán concentrado de principio a fin y no querrás perderte ningún
segundo de la trama. No importa si te gustó o pareció un desastre el Episodio
VIII, Han Solo: Una Historia de Star Wars continúa la línea de
películas que inició la exitosa Rogue One y le da una perspectiva distinta al universo de Star Wars. ¡Qué la fuerza los acompañe!
Ficha
técnica
Dirección: Ron Howard
Producción: Kathleen Kennedy, Simon Emanuel, Allison Shearmur
Guión: Lawrence Kasdan, Jon
Kasdan
Historia: Basada en los personajes
de George Lucas
Música: John Powell. John Williams
Fotografía:
Bradford Young
Reparto: Alden Ehrenreich, Woody
Harrelson, Emilia Clarke, Donald Glover, Thandie Newton, Phoebe Waller-Bridge, Joonas
Suotamo, Paul Bettany
País: Estados Unidos
Año: 2018
Género: Acción, Aventura, Ciencia ficción
Duración: 135 min.
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