sábado, 30 de mayo de 2015

Estrellada en la carretera

… O por qué NO me gustó Mad Max: Fury Road



Por: Alexiel Vidam

He visto Mad Max: Fury Road (George Miller - 2015) dos veces… Una vez en el cine –por el entusiasmo de un amigo hincha de la saga setentera-, y otra vez  en mi computadora, por un esfuerzo personal de encontrarle la genialidad… o de corroborar mi mala impresión de la primera vez.

Siendo sincera, no he podido comprender el motivo por el cual la crítica le ha reventado tantos cohetes a esta película, ni por qué hasta el momento no he encontrado una sola crítica por lo menos equilibrada sobre sus puntos a favor y en contra. Así que, bajo el riesgo de convertirme en blanco de bullying virtual, explicaré por qué motivos Mad Max: Fury Road, me ha parecido uno de los filmes más aburridos e insípidos que he visto en bastante tiempo.



*ATENCIÓN A SPOILERS*


Para comenzar, una trama floja, plana, prácticamente sin puntos de climax. La narrativa es extremadamente lineal y el argumento simplista: Estamos en un futuro postapocalíptico. Las guerras nucleares han convertido el mundo en un desierto donde los objetos más preciados son el agua y la gasolina.


Hasta aquí vamos bien, hay que admitirlo. La forma de presentar este futuro es distinta a la de otros universos distópicos; algo así como un retorno a la Edad Media, pero con vehículos gasolineros (vale decir también, que el concepto es el mismo de los Mad Max de los 70s, de modo que hasta ahí, lo que tenemos es solamente un respeto a las raíces).

Sin embargo, el inicio entusiasta se queda en ello: en el inicio. Tras ello la historia se desinfla rápidamente, en gran medida, por la falta de profundidad de sus personajes.

Max
Primero tenemos a Max (Tom Hardy), el protagonista. Él nos explica rápidamente lo que le ha sucedido al mundo, y añade que actualmente le acosan los fantasmas del pasado: los recuerdos de aquellos a quienes no pudo proteger. Ahora sólo le interesa sobrevivir. Después de eso, a decir verdad, Max no tiene un sólo diálogo interesante. De hecho, casi no habla. Su personaje es inexpresivo y plano. No es más que un sujeto duro con muchas ganas de escapar y patear traseros. Sus alucinaciones también desaparecen por completo hasta el final de la película; alucinaciones que, por cierto, son prácticamente las mismas del inicio, de modo que no aportan alguna información extra del personaje. La sensación que queda al culminar el filme, es de que no sabemos absolutamente nada acerca de su “héroe” (o antihéroe), y se supone que esta entrega debería comprenderse en sí misma, al margen de haber o no visto la trilogía setentera.

Luego, está Furiosa, interpretada por Charlize Theron.

Todas las críticas que he leído hasta el momento (bastantes), se han detenido a elogiar al personaje, dado que –según ellas- representa la encarnación del feminismo en pantalla. ¿A qué se debe esto? Lo único que se me ocurre, es que se refieren a que ella le roba bastante cámara al protagonista. Si bien la película pertenece al universo de Mad Max (remarcando el nombre de Max en el título de la saga), el verdadero foco parece ser Furiosa. Ella ha sido una de las secuaces de Immortan Joe (el tirano de turno) y, por alguna razón inexplicable, justo ahora –después de años de sumisión-, ha decidido huir y rescatar de paso a tres “reproductoras” (esclavas bonitas con cero materia gris que le dan hijos a Immortan Joe).


Furiosa

Vale. Hay que reconocer que Furiosa crea el “problema”; da el giro y, por lo tanto, crea el nudo de la historia. Aun así, me parece que es sobrevalorar excesivamente al personaje, decir que gracias a ella el filme aporta algún mensaje feminista. Furiosa es una mujer ruda y con ciertos rasgos de valentía, pero esta valentía, la intuimos únicamente de su acto de rebelión. Entendemos que, para oponerse a Immortan Joe, ella tiene que ser valiente. No obstante, tampoco conocemos ni de lejos al personaje. Sólo sabemos que fue secuestrada y obligada a convertirse en comandante. Nunca suelta alguna frase memorable; tampoco presenta matices, y en realidad lo único que la convierte en foco de la historia, es el hecho de saber pelear y que conduce la camioneta la mayoría del tiempo. Fuera de eso, no hace nada interesante. Y de las otras féminas que la acompañan, ni qué decir… De esas tres se nota que sólo han servido para procrear, porque ni siquiera demuestran la convicción suficiente en el deseo de ser libres. Prácticamente, Furiosa las arrastra.


Otro personaje al que podríamos considerar “importante” (ninguno hace más que pelar, huir y manejar autos), es Nux (Nicholas Hoult), un “warboy” (en cristiano perucho, un “carne de cañón y chupamedias del tirano”). Este warboy presenta carácter más voluble que el de una quinceañera, pues al principio le vemos vitoreando y defendiendo a capa y espada a Inmortan Joe, con un fanatismo casi religioso; sin embargo, de un momento a otro (“de la nada”, me atrevería a decir), decide que Immortan Joe le aterra y que podría quitarle la vida. ¿Qué hace entonces? Unirse al bando de los “buenos”. Ahí, inexplicablemente es recibido con tanta cordialidad, que hasta una de las huequísimas reproductoras –olvidando completamente que Nux era su enemigo-, le sujeta en brazos y le besa (*kill me right now*).

Nux y reproductora

Y en la otra esquina, está el villano: Immortan Joe (Hugh Keays-Byrne), un tirano cuyo único rasgo de autoridad es, verdaderamente, su repugnante apariencia física. Además de su figura grotesca y sus formas vulgares, no hay nada en él que provoque temor o transmita superioridad. Tampoco sucede, como en las historias de terror o suspenso, que nos sintamos acosados por la presencia de un antagonista que parece omnipresente. Por el contrario, Immortan Joe casi no tiene presencia en el filme. Le vemos aparecer en la introducción de la película (quizás el único momento en que refleja cierto poderío); luego tiene alguna entrada y salida insignificante en el medio (manejando autos –como todos los demás personajes-, o haciendo algún berrinche porque se le han escapado sus mujeres), y reaparece otra vez recién al final, en una patética caída. Por donde se le mire, un villano sin peso.


Immortan Joe y sus waboys

La forma en que se presentan los hechos tampoco es –en absoluto-, verosímil; es más bien sosa e incluso absurda dentro (de su propio contexto).

Los personajes sabotean un plan de Immortan Joe y emprenden la huida. Son seis insignificantes gatos huyendo por el desierto (de los cuales tres son las reproductoras, cuya inutilidad es total para el combate). Después se les unen dos viejas que también están casi de adorno, pues lo único que hacen es redundar en que el mundo se ha ido al demonio, y en que no hay escapatoria (todo de forma muy rápida y sin entrar en detalles que aporten al menos un poco de dramatismo). Tras esto, resulta que, luego de la corredera de casi dos horas por el desierto, los ahora siete gatos (cae uno) tienen que volver al punto inicial, para tomar la ciudadela de Immortan Joe. O sea, que no sólo la corredera ha sido en vano, sino que ahora se espera que nosotros –espectadores-, nos traguemos que los siete gatos que al principio huían asustados, vayan a poder vencer –ahora sí, como si nada- a Immortan Joe y tomar el mando de la ciudadela entera (donde, por supuesto, Immortan Joe tiene muchísimos fieles). Ridículo.




Por si fuera poco, las peleas casi  ni se aprecian. Todo es explosión y choque de autos (sin mucho detalle) o masas de cuerpos indistinguibles; no hay adorno ni apreciación clara de combates uno a uno. Tampoco hay identificación con los personajes, de modo que, cuando uno muere, el espectador no se siente afectado.

Los únicos puntos rescatables que he encontrado, son la fotografía y la música. Hay que admitir que estos últimos sí son puntos fuertes, pero, por lástima, por mejores que sean, no consiguen rescatar un guión extremadamente flojo y sin picos. 



...Honestamente, el trailer vende mucho para lo que en verdad es...
#Fin

miércoles, 27 de mayo de 2015

Dos extraños amantes



Por: Alexiel Vidam

Me es difícil definir las películas de Woody Allen… La mayoría de ellas –sobre todo en su primera etapa- no posee un argumento súper complejo, giros radicales o un final insólito. Sin embargo, tienen un encanto entrañable que nos hace sentirnos estrechamente conectados con ellas.

Annie Hall –una de las películas más importantes del cineasta- comparte estas características. Su historia brilla por su simpleza y su carácter anecdótico.

El protagonista, es Alvy Singer, un comediante cuarentón, un poco neurótico.


Él y Annie acaban de terminar, y aunque nunca estuvieron casados, Alvy siente que tuvo una vida con ella; en consecuencia, ahora se siente desubicado y deprimido. Es entonces cuando recurre al espectador para hacerle de amigo y psicoanalista. Él se acomoda frente a la cámara y nos habla directo; se desahoga y recapitula los momento memorables con Annie, y a partir de ello, hace un análisis total de su propia vida: de su infancia en Brooklyn, de la vida escolar y familiar… y por su puesto de sus dramas con las mujeres.


"Ya desde niño yo siempre me enamoraba de la mujer que no debía. Creo que ahí está mi problema, ¿sabes...? Cuando mi mamá me llevó a ver Blancanieves, todos se enamoraban de Blancanieves, pero yo me chiflé inmediatamente por la madrastra." - Alvy Singer


Todo es contado con un tono irónico, satírico, tragicómico. Ahí está la genialidad del guión de Woody; en la capacidad de enganchar mediante la caricaturización de la vida misma. Los personajes, sus diálogos y situaciones nos son cercanos; sentimos que alguna vez hemos estado en el lugar de ellos, y esto, en gran medida, se completa gracias al carisma y a la expresividad de sus dos actores principales: el propio Woody, y su musa y ex pareja, Diane Keaton, en quien está inspirado el personaje al que ella misma interpreta (de hecho, el apellido de original de la actriz era Hall, pero lo cambió por el de su madre debido a un tema de homonimia en la asociación de actores a la que ingresó).


Un filme que nadie debería perderse.






Ficha técnica

Dirección: Woody Allen
Producción: Charles H. Joffe, Jack Rollins
Guión: Woody Allen, Marshall Brickman
Fotografía: Gordon Willis
Reparto: Woody Allen, Diane Keaton, Tony Roberts, Shelley Duvall, Christopher Walken
País: Estados Unidos
Año: 1977
Género: Comedia dramática
Duración: 94 minutos
Idioma: Inglés








*Para ver la película online, click aquí.

jueves, 21 de mayo de 2015

Age of Ultron: Una Crítica Vengadora




Por: Sergio Cueto

¡Avengers, Assemble! Los héroes más poderosos de la Tierra están de vuelta. Aunque aún no hemos oído este grito de batalla en el cine (y vaya que lo esperamos), Avengers: Age of Ultron se convierte en la apoteósica culminación de la Fase 2 del Universo Cinematográfico de Marvel, en espera de la película de Ant-Man, que cerrará por completo esta fase en el 2016.

Aunque algunos dicen que ya sabían lo que iba a suceder por la cantidad de teasers, trailers, especiales, entrevistas, juguetes y demás; lo cierto es que el director Joss Whedon  ha guardado lo mejor para la gran pantalla y ha sabido articular muy bien el lenguaje de los comics que todos conocemos al cine.


Whedon, felizmente, no ha cedido ante la presión de presentarnos héroes más oscuros para transmitir más realismo (El Batman de Nolan es el más claro ejemplo); por el contrario, nos vende actualidad: La tiene clarísima; aplica lo que los fans desean, salvo en algunos obligados cambios para hacer de esta gran reunión de héroes, un todo bien ensamblado: como armadura de Iron-Man recién salida del taller.

Estamos, pues, ante una nueva historia que se nutre de sus predecesoras -además de la serie Agents of S.H.I.E.L.D-  para vendernos un universo completo. Es este punto, esta película es un puente para la tercera fase Marvel (recordemos que Avengers: Infinity War tendrá 2 partes y su continuación inmediata será la esperada Captain America: Civil War) y presenta, además, guiños a las futuras Thor: Ragnarok y Black Panther.


Podríamos considerar a Avengers: Age of Ultron como la interacción de un equipo de héroes que se ha compenetrado bastante bien; han batallado juntos y por separado y que no temen decirse las cosas como las sienten, a pesar de que los impulsos nunca sean buenos y dejen en claro que, a partir de esta película, se definen 2 equipos distintos dentro de la formación original.

Avengers: Age of Ultron inicia con una impresionante escena de acción, que lleva a los héroes  a plantearse el hecho de crear un mundo mejor para todos, a cualquier costo. Es aquí donde el ego Stark hace su aparición. Junto al Dr. Banner y a espaldas del equipo, decide construir el elemento de paz definitivo, que finalmente se vuelve contra ellos por considerarlos indignos e inferiores.

Ultron

Es éste también uno de los puntos de controversia, ya que, para los asiduos lectores de comics, Ultron, el villano de esta entrega, está ligado directamente a Hank Pym. En esta película su origen es un tanto distinto, pero entendible y posible dentro de la historia que nos cuenta Marvel y que tiene, en las grandes escenas de acción, uno de sus puntos más fuertes.

La aparición posterior de los gemelos Maximoff (Aaron Taylor Johnson y Elizabeth Olsen) no como mutantes -por problemas de derecho de copyright- sino como “alterados” en su versión doblada, nos muestra a dos anti-héroes con viejos rencores buscando cobrar su revancha a cualquier costo, incluso el de su libertad.

Scarlet Witch y Quicksilver

Quicksilver y Scarlet Witch respectivamente, son personajes que presentan interpretaciones con muchos matices: complejos y poderosos, pero también solitarios y manipulables. Vision (Paul Bettany) es un personaje que logra un tono complejo, fiel al original y que al parecer dará mucho que hablar en el futuro de los Héroes más poderosos del Planeta.

¿Y qué sucede con los Vengadores que ya conocemos? Podríamos decir que aquí se aprovechó mucho más al sarcástico Hawkeye sobre el resto de sus compañeros, ya que vemos un desarrollo muy interesante en su historia. Thor sigue en su rol habitual, pero particularmente preocupado por el futuro de Asgard. El Dr. Banner y Black Widow exploran un lado distinto de sus emociones que hasta el retraído Steve Rogers detecta. Y Tony, bueno, sigue siendo Iron Man a pesar que ya no necesita el mini-reactor en el pecho.

Vision

¿Los puntos flojos? Poco recomendada para el público no comiquero. El hilo conductor depende mucho de qué tanto sepamos de las películas anteriores. Incluso existe un comic previo a esta película, para entender a detalle la primera batalla.

Por otra parte, el mismo Ultrón es un punto un poco flojo. Aunque tuvo un buen -y hasta terrorífico- inicio, a medida que la película avanza, podemos ver que no es tan duro como esperábamos. Su potencial queda bastante limitado, salvo por algunos arranques de ira bien pautados. No llega a convencernos como la fuerza imparable que dice ser. De hecho, existen momentos en que tranquilamente podría atacar a los Avengers y darles pelea, pero no lo hace sino hasta poco antes del desarrollo final, lo cual le lleva al fracaso.


Aun así, Ultrón funciona como villano, como niño cegado por el poder y la gran cantidad de datos que absorbe; que cree, sin temor a equivocarse, que la extinción de la humanidad será su más importante y mecánico legado.

En resumen, Avengers: Age of Ultron, es una película especializada y de contrastes: mientras que para el público general puede resultar confusa, floja o a ratos incomprensible, para los fans del Universo Marvel  es una grandiosa película de aventuras; no funciona como tablero, mas sí como espléndida ficha. Tiene muchos guiños y referencias, superhéroes bien cuajados, acción y explosiones por montón, robots asesinos… y sí: Existe una escena pequeña antes de los créditos finales que nos deja con la miel en los labios a la espera de mucho más. Esta película cumple lo que promete: diversión a lo grande.


Ficha técnica:


Dirección: Joss Whedon
Producción: Kevin Feige
Guión: Joss Whedon
Idea original: Stan Lee, Jack Kirby (cómic The Avengers)
Música: Brian Tyler, Danny Elfman
Reparto: Robert Downey Jr., Chris Evans, Mark Ruffalo, Chris Hemsworth, Scarlett Johansson, Jeremy Renner, Aaron Taylor-Johnson, Elizabeth Olsen, James Spader, Paul Bettany, Cobie Smulders, Samuel L. Jackson
País: Estados Unidos
Año: 2015                           
Género: Acción, ciencia ficción, superhéroes
Duración: 142 minutos
Idioma: Inglés
Productora: Marvel Studios
Distribuidora: Walt Disney Studios Motion Pictures



martes, 5 de mayo de 2015

Viajero del tiempo



Por: Alexiel Vidam

Martin Seamus McFly –más conocido como Marty McFly-, protagonista de la trilogía Back to the Future (Volver al Futuro),  es el chico que todo infante de los 90s deseó ser al llegar a los 17: aguerrido, ingenioso, intrépido… pero sobre todo, capaz de vivir las más emocionantes aventuras de viajes en el tiempo.


¿Quién es Marty McFly?

En principio, un adolescente como cualquiera: va a la escuela, llega casi siempre tarde, no saca las mejores notas pero tampoco las peores, y tiene una novia linda que lo quiere. Además, es un maestro de la patineta y un apasionado de la música rock. De hecho, le encanta tocar en la guitarra los temas de sus rockeros favoritos: Chuck Berry, Van Halen, Huey Lewis and the News, ZZ Top.

Hasta ahí, nada fuera de lo común.

Sin embargo, Marty tiene un punto débil, y éste es su carácter de “fosforito”. Es imposible llamar al muchacho “gallina”, sin que salte de inmediato y te agarre a puñetazos. No soporta que le tachen de cobarde o de bueno para nada. No soporta, en otras palabras, que le identifiquen con su padre.

La familia de Marty es una banda de losers. Su padre, George McFly, un nerd fracasado que trabaja para el sujeto que le hacía bullying en el colegio; su madre –Loraine-, una alcohólica empedernida; sus dos hermanos mayores, otro par de pelmazos. A Marty le deprime esa realidad; es por ello que busca estar casi todo el tiempo lejos de ella, junto a su novia Jennifer Parker, o con su amigo el científico loco Emmet Brown.


Marty y su amigo el Dr. Emmet Brown

Este último, es quien le cambia la vida.

Cuando Emmet convierte un auto DeLorean en máquina del tiempo, circunstancias inesperadas terminan enviando a Marty al pasado; para ser exactos, al año 1955, durante la juventud de sus padres. Ahí, Marty, bajo el apodo de “Calvin Clein” –grabado en sus calzoncillos-, buscará la manera de ayudar a un joven George McFly, a ganar valor y ser alguien en la vida.


Marty y su padre, George McFly, en 1955.

A partir de este punto y en adelante, podemos observar la valentía de Marty para enfrentar los problemas y tratar de ayudar a la gente que ama. No obstante, su carácter de “gallito”, le causa más de una complicación, como cuando estuvo, casualmente, a punto de interrumpir el enamoramiento de sus padres –y en consecuencia, su propio nacimiento-. Otro ejemplo es el que observamos en su “yo del futuro” –en la segunda película-, arruinado por sus arranques de impulsividad que meten en peleas innecesarias o hasta a fraudes monetarios.

El Marty McFly del año 2015

A pesar de ello, cada viaje en el tiempo representa para Marty una pequeña evolución, logrando finalmente –en la tercera película, controlar mejor sus impulsos y evaluar situaciones con mayor frialdad.


Las caras de McFly

Arriba: Eric Stoltz como Marty McFly;
abajo: El Marty McFly que conocemos.
Cuenta la leyenda, que el actor Eric Stoltz estuvo destinado, en un principio, a interpretar a Marty McFly. Hay inclusive varias fotografías de lo que se había avanzado de la película con este actor, quien, finalmente, fue despedido a la quinta semana de rodaje, pues no terminó de convencer a al director Robert Zemeckis.

Lo cierto es que Michael J. Fox, a quien hoy identificamos con el personaje de Marty, había sido –desde siempre- la primera opción para representarle. Sucede que este actor se encontraba, por aquel entonces, comprometido con la serie de TV Family Ties (1982 - 1989), y por eso había rechazado el papel.

Peeeeeeeeero… Cuando Stoltz no logró convencer a Zemeckis, la oferta se presentó nuevamente ante Michael J.Fox, quien quedó enamorado del guión y aceptó de inmediato. Vale decir, que ello no significó que rompiera con la serie en la que ya trabajaba, de modo que, como tenía las mañanas y tardes ocupadas, el director de la saga adaptó el guión, de tal manera que la mayoría de escenas de la primera película fuesen de noche o de madrugada.

Como hoy sabemos bien, el éxito de la trilogía fue rotundo, y hoy es casi imposible imaginarnos a Marty McFly con un rostro que no sea el de Michael J. Fox. Lamentablemente para el actor, que había saltado al estrellato, en 1991 le diagnosticaron Parkinson, enfermedad que obstaculizó su carrera, limitándole hasta ahora a papeles secundarios en series de TV o trabajos como doblador de voz; entre ellos el del ratón Stuart Little y el de Milo James Tatch, protagonista de Atlantis.