viernes, 27 de julio de 2012

Cinefilia y laberinto pasional en el París del 68'




Por: Alexiel Vidam

París, Mayo del 68’. Por las calles se respira idealismo, revolución mental, revolución social, revolución sexual, y revolución cultural. Un joven norteamericano llena su soledad con su pasión por el séptimo arte. En este contexto, conoce a los mellizos Theo e Isabelle, quienes deciden invitarle a participar de sus juegos, sus excentricidades, y sus controvertidos acercamientos…

Los hermanos Theo e Isabelle.
Siempre me ha llamado la atención el tema del incesto, sobre todo porque soy de aquellas personas que piensan que la satanización del mismo viene más de una cuestión cultural, social, económica, y de los males congénitos que podría acarrear. No me parece tirado de los pelos que dos personas que conviven bajo el mismo techo desarrollen atracción debido a la cantidad de vivencias que puedan compartir, más aun si son de la misma edad, como sucede con los gemelos Theo (Louis Garrel) e Isabelle (Eva Green), coprotagonistas del filme The Dreamers, de Bernardo Betolucci. Según Theo, él y su hermana son dos partes de una misma persona; según Isabelle, Theo está siempre dentro de ella. Tienen una suerte de relación simbiótica en la cual ambos comparten los mismos sueños, pasiones, aficiones (por el cine, en especial), ideales, y juegos eróticos, que realizan en secreto durante las prolongadas ausencias de sus padres, quienes a menudo escapan a su casa de campo.

Mathew conoce a Isa.
Mientras tanto, en las calles se siente la coyuntura. Los jóvenes realizan protestas en contra del consumismo, del imperialismo, y en pro de la cultura. En este contexto, los gemelos conocen a Mathew (Michael Pitt), el narrador; es a través de sus ojos que vivimos el Mayo Francés, y la convivencia con los hermanos. Mathew es un joven norteamericano que comparte con ellos la pasión por el cine, el arte y la política. Él ha llegado a París para estudiar cine, y se encuentra completamente solo;  entablar esa nueva amistad, le hace sentirse aceptado y acogido. Sin embargo, la realidad comienza a golpearle cuando despierta su atracción por Isabelle.

Isabelle corresponde a esa atracción, pero al mismo tiempo se siente contrariada por sus sentimientos hacia Theo, quien hace sentir también su posesividad, encarando a Mathew y dejándole en claro que siempre será un invitado, que el vínculo entre él y su hermana es indestructible.
Mathew e Isabelle; Theo aparece reflejado en el espejo.

Mathew, Theo, e Isabelle: Los soñadores

Lo más rico de la película, está en sus personajes;  ellos vibran, y hacen vibrar con su propia emoción. Pertenecen a un tiempo idealista en el los jóvenes movían masas en pro de transformar el mundo, de acabar con la guerra, con la injusticia, de promover el arte, la conciencia social, y el amor.

Theo e Isabelle sueñan, juegan a representar diálogos y escenas de películas, y sostienen debates acalorados sobre temas filosóficos y sociales. Pronto, hacen parte de ello a su nuevo amigo, Mathew, un extranjero, un solitario que reclama amor en silencio; en Theo e Isabelle, Mathew cree haber hallado una familia.

Por su parte, los hermanos sostienen un vínculo que tiene mucho más de romance que de fraternidad. A menudo duermen en la misma cama, comparten la tina, salen juntos, y participan de juegos que coquetean muy de cerca con el incesto. Cansados de la monotonía (por más extraño que suene), deciden incluir a Mathew, con quien se encariñan rápidamente, pero, cuando empiezan a hacerle parte de su intimidad, éste acaba por convertirse en un elemento disonante y de conflicto…

Revolución interior

Prácticamente toda la película se desarrolla dentro de la casa de los hermanos. Es allí donde viven su revolución; con ello, el autor pretende transmitir que la revolución empieza en la mente, en el mundo interior del individuo. No obstante, nos coloca también frente a una marcada contradicción, representada por la escena en que Mathew encara a sus compañeros, haciéndoles ver que se encierran en su pasión del uno sobre el otro, en lugar de salir a defender aquello en lo que supuestamente creen.

El final es bastante desgarrador y desconcertante… nos deja sensación de vacío, y nos lleva a cuestionar sobre el sentido de nuestras acciones y pensamientos… sobre de qué manera marcamos la diferencia. Este vacío, sin embargo, es el contraste que permite terminar de saborear esa atmósfera cálida y apasionante que nos envuelve desde el inicio del filme, que nos seduce, y nos traslada de inmediato a una época cargada de intensidad y romanticismo.


Ficha técnica:

Dirección: Bernardo Bertolucci
Producción: Jeremy Thomas
Guión: Gilbert Adair (Basado en su novela The Holy Innocents)
Protagonistas: Michael Pitt, Eva Green, Louis Garrel
Género: Drama
Año: 2003
Países: Reino Unido, Francia, Italia




martes, 24 de julio de 2012

Ridley Scott contraataca


Prometheus y el universo Alien


Por: José Abelardo Güich
(Escritor)

Mucho ruido y quizá no tantas nueces como presumíamos desató Prometheus, el esperado nuevo filme de Ridley Scott, quien en 1979 fijó con Alien una serie de hitos inamovibles en el género de la ciencia ficción, en su vertiente de “horror espacial”. Ha corrido agua bajo el puente desde que la pantalla mostró por primera vez a la famosa criatura extraterrestre, perfecta máquina de matar que da cuenta rápida de toda una tripulación de curtidos navegantes. La película inauguró una saga extendida hasta Alien: Resurrección. Pero ninguno de estos productos superó al original, cuya estima se ha incrementado durante los treinta años transcurridos desde el estreno.

Alien no brindaba muchas pistas sobre cómo se originó el casi indestructible ser; apenas unas huellas que el espectador procesa, pero no se convierten en un eje primordial, pues toda la historia gira en torno de la desesperada lucha de los tripulantes de la nave de carga “Nostromo” por eliminar al organismo invasor. El llamado space jockey, cuyo gigantesco esqueleto llama la atención de los exploradores, y por otro lado, el depósito de huevos de donde emergen los  fertilizadores; son las únicas marcas  fehacientes que conectan más o menos a las dos producciones,

Prometheus no es, en realidad, parte del ciclo, como ya lo ha sostenido Scott en varias entrevistas anteriores al lanzamiento. No se trata de una “precuela” (vaya palabra), sino de un relato autónomo con respecto al universo que la primera película establecía. Quien esperaba una nueva batalla contra el babeante espécimen puede, en cierta medida, salir defraudado y hasta pensando en la devolución del dinero.

La perspectiva está enfocada desde la inquietud de unos investigadores por descifrar un misterio (la existencia  de  muchas civilizaciones coincidentes en la representación de humanoides de gran estatura que señalan un grupo de estrellas en el firmamento). Con el apoyo obviamente interesado de la corporación Weyland (nombre que ya figura en Alien, y que se asume como el consorcio dueño del “Nostromo”), la nave “Prometheus” -clara alusión al mito griego del titán que obsequió el fuego divino a los seres humanos y por ende, es castigado por sus pares- emprende su viaje hacia el planeta que podría ser la clave para la solución del enigma a propósito del origen de la humanidad.

A partir del conflicto entre las inquietudes de los científicos y las motivaciones empresariales, los hechos se suceden con fluidez hasta aproximadamente la mitad de la película; luego, sobreviene un enrarecimiento que hace más lentas las acciones, en contraste con el ritmo eficazmente administrado por Scott hasta ese instante. Ése es el punto débil, pues esa disminución de la velocidad no llega a calzar con las intenciones filosóficas o especulativas que parece querer insuflarle el realizador. Esto genera desconcierto en quien seguramente ansiaba un panorama de sorpresas permanentes y de apariciones súbitas de criaturas que salen de cualquier parte para abrirles el cráneo a sus víctimas atónitas y paralizadas de terror.


Se aprecian las concesiones a la industria que Scott, un buen artesano, ha debido hacer, si su primera mirada fue en realidad una aventura plagada de veladas trascendencias en medio de un despliegue tecnológico y visual subyugantes que son, al fin y al cabo, las “fortalezas” de Prometheus. La ambientación tanto del planeta como de las naves y su parafernalia, llenan los ojos, siguiendo los clásicos dictados del space opera.


El filme recupera algo del vigor inicial en la segunda parte, cuando se van aclarando elementos narrativos, sobre todo en cuanto a la identidad de la raza extraterrestre, “los ingenieros” (el space jockey es uno de ellos), que diseñaron a nuestra especie y la sembraron en la Tierra. No está ausente el efectismo tan asociado a la saga y el manejo de la angustia (hay un correlato entre el terror de Ripley –protagonista de la saga anterior- en su último encuentro con la criatura, y la escena de la arqueóloga buscando liberarse del feto alienígena que lleva en su interior), así como una advertencia sobre los riesgos de la manipulación genética y de los experimentos que salen de rumbo y  no pueden ser controlados por sus ejecutores.


Prometheus no está a la altura de su ilustre predecesora, pero sabe mantener la atención del espectador a pesar de sus abruptas aceleraciones y retardos.  Deja varios cabos sueltos vinculados con  “los ingenieros” y sus objetivos reales; en la conclusión, estos no son mostrados como una sociedad nada benéfica, sino todo lo contrario. La siguiente entrega debería profundizar en ese aspecto, más allá de tentáculos y cuerpos que se abren de parte a parte (festín siempre bienvenido en todo lo que implique la criatura del envidiable exoesqueleto).



domingo, 15 de julio de 2012

5 películas de Tim Burton que hay que ver antes de morir



Por: Alexiel Vidam


Antes de que Dark Shadows se nos vaya de la cartelera, aprovechamos para realizar este ranking dedicado a Tim Burton. 

Tengo el atrevimiento de hacer mi propio ranking (personal), puesto que he visto todas sus pelas. Las discrepancias son totalmente válidas.


Puesto 5: La Pesadilla Antes de Navidad (también conocida como El Extraño Mundo de Jack)



Una excelente película para asustar a tus primitos y sobrinitos en Navidad, especialmente si eres más tacaño que El Grinch y quieres encontrar buenos motivos para que los mocosos no quieran pedir regalo. La historia está basada en un libro de poemas del propio Tim Burton, en el cual se narra cómo el rey del país de Halloween quiso convertirse en Papá Noel y estuvo a punto de arruinar la navidad con sus macabros obsequios.


Puesto 4: Sombras Tenebrosas

 

Una peli bastante ingeniosa y original en cuanto a la construcción de los dos personajes centrales de la historia: la bruja y el vampiro, convertidos en antagonistas por los caprichos de una atracción fatal. Si eres de esos “pendeivis” sin remedio, esta película te dejará curado… o por lo menos te pondrá tan paranoico que antes de hacerte a otra, le pedirás todo su historial de vida; no vaya a ser que se trate de una bruja celosa que acabe convirtiéndote en vampiro y sepultándote por 200 años.

Altamente recomendable para quienes buscan arrastrarse de la risa. La historia está basada en una serie de mediados de los 60, que a su vez tuvo dos adaptaciones cinematográficas anteriores a la de Tim Burton: House of Dark Shadows, y Night of Dark Shadows.


Puesto 3: Ed Wood




La conmovedora historia del peor director de cine de todos los tiempos. Ed Wood, aunque con poco talento, era un apasionado del séptimo arte, gran admirador de Orson Welles (director de El Ciudadano Kane) y del actor Béla Lugosi, legendario actor de Drácula en la película de los años 30. Esta película no cuenta con personajes sobrenaturales, pero sí con la estrambótica personalidad de Wood, quien toca el corazón con sus torpezas y su amor por el cine. Un dato curioso sobre este filme es que fue grabado en blanco y negro debido a la aparición del personaje de Béla, a quien el público estaba acostumbrado a ver únicamente en esa gama cromática.


Puesto 2: Sweeney Todd




Ésta película requiere de un paladar más sanguinario. El protagonista es una suerte de Montecristo bastante más rústico pero igual de atormentado. Se trata del barbero Sweeney Todd, quien acaba de regresar a Inglaterra después de muchos años de exilio. Él alguna vez fue el bueno y cándido Benjamin Barker, un barbero de buena reputación que vivía tranquilo y feliz junto a su esposa y su pequeña hija, hasta que el malvado juez Turpin se las arrebató a las dos. Ahora el barbero está poseído por el rencor, y decidido a cobrar venganza.

Una excelente adaptación del musical de Broadway, basado en una película de los años 30, que a su vez se inspiró en el mito urbano de Sweeney Todd, el barbero asesino de la calle Fleet.  


Puesto 1: El Joven Manos de Tijeras




A mi parecer, la historia más conmovedora del director, quien además participó como guionista de este filme. No hay forma de que su protagonista no te robe el corazón (ya sea porque su historia te arrancará más de una lagrimita… o porque te da un abrazo, y de casualidad te hace “anticucho” con una de sus extremidades).

La peli trata sobre un muchacho que tenía tijeras en lugar de manos, porque el científico que lo creó falleció antes de terminar de construirlo. Cierto día, Edward, “El Joven Manos de Tijeras”, es encontrado por Peg Boggs, una vendedora de cosméticos, quien termina adoptándolo como parte de su familia. Sin embargo, la inocencia, las particularidades físicas del personaje, y su amor por Kim (hija de Peg), acabarán desencadenando el rechazo y el odio por parte de los vecinos.

Cabe resaltar que éste es el filme que convirtió a Johnny Depp en actor cinematográfico, y a la vez, significó la despedida del héroe de Burton, Vincent Price, quien falleció durante la filmación.

jueves, 12 de julio de 2012

Cinemaquotes


Por Alexiel Vidam

Hace un tiempo se me dio por publicar un post dedicado a las frases célebres de películas que me resultaron interesantes o que, según mi interacción con otros aficionados al cine, han trascendido en la memoria. A continuación, les presento mi lista de frases célebres de directores de cine. (Del mismo modo, los animo a enviar sus propias frases favoritas de películas, directores, actores de cine, etc., a: cinematosiscronica@gmail.com o alexielvidam@gmail.com.)


“Imagínese a un hombre sentado en el sofá favorito de su casa. Debajo tiene una bomba a punto de estallar. Él lo ignora, pero el público lo sabe. Esto es el suspense.” (Alfred Hitchcock)

Alfred Hitchcock
Alfred Hitchcock es conocido como “el amo del suspenso”. Sus películas en general tratan sobre asesinatos y misterios por resolver (el enigma de “encuentra al asesino”). En casi todas sus películas (no me atrevo a decir que todas, porque la verdad a mí The Birds no me convenció…), Hitchcock logra mantenernos alertas en cada segundo que transcurre. Además, suele manejar tramas complejas con giros completamente inesperados, como sucede, por ejemplo, en Vértigo, o con datos ocultos como ocurre en Psicosis.

“Siempre haga que el público sufra tanto como sea posible.” (Alfred Hitchcock)

Esta frase, que también pertenece a Hitchcock, revela lo que él considera es el ingrediente principal del suspenso: mantener al público angustiado.

Pedro Almodóvar
“En la última década puedes contar fácilmente el número de dramas de Hollywood que se hacen alrededor de las mujeres. Los estudios han olvidado que las mujeres son fascinantes.” (Pedro Almodóvar)

Me atrevería a decir que Almodóvar casi piensa y siente como mujer (como mujer histérica, eso sí)… o al menos así lo refleja en gran parte de sus películas. Las estrambóticas películas de este director, suelen presentar melodramas femeninos exacerbados a su máxima expresión (o exageración), llegando a plantear situaciones en las cuales los conflictos amorosos se “resuelven” con revólveres y persecuciones en moto.


Woody Allen
"El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía, es una de las mejores." (Woody Allen)
Si algo representa a todos los personajes interpretados por Woody (en sus propias películas), es que son muy pero muy neuróticos, y muy peor muy pero muy pero muuuuuuuuuuuuuuuuuy sexuales. Además, a pesar de ser tipos peculiares y poco atractivos físicamente, tienen un encanto especial que atrapa a las mujeres. Esta frase, representa  el peso importante que suele tener el sexo para sus personajes principales.

Quentin Tarantino
“La violencia seduce, hay que asumirlo. Es totalmente gráfica y por eso se utiliza tanto. El cine de violencia y de acción es el cine por excelencia. La cámara se inventó para besar y matar.” (Quentin Tarantino)
Queda claro que a Tarantino le encanta la violencia… y le encanta, además, llevarla al límite de la caricaturización. Sus películas tienen  mucho de western, de anime, de cine negro y de parodia. Al verlas,  hay escenas en las que uno se siente observando secuencias de comic, llenas de explosiones, rostros exagerados, golpes, balazos, y chorrazos de sangre.

Peter Jackson
“En cierta forma, todos somos Hobbits. Ellos representan al inocente que carece de experiencia en la guerra  y en conflictos, y que, repentinamente, se encuentra inmerso en todo ello.” (Peter Jackson)

La vida según Peter Jackson, director de la afamada trilogía de El Señor de los Anillos, en la cual el hobbit Frodo deja su pacífica aldea, para verse involucrado en una serie de guerras medievales con el objetivo de derrotar al malvado Sauron.

Clint Eastwood
“Cuando empezaba a dirigir, pensaba que si algún día al mirar la pantalla me cansaba de verme; me dedicaría sólo a dirigir.” (Clint Eastwood)

Antes de convertirse en director, Clint Eastwood ya era famoso por sus papeles protagónicos en spaghetti westerns como Por un Puñado de Dólares, La Muerte Tiene un Precio y, El Bueno, el Malo y el Feo; además del policial Harry el Sucio, película que marcó su carrera interpretativa. Lo curioso es que, por el contrario de lo que sugiere esta frase, Clint Eastwood no ha dejado de ser actor; por el contrario, ha seguido haciendo papeles en sus propias películas.

George Lucas

“Todos tenemos un lado oscuro, así que es necesaria una lucha continúa para hacer lo correcto. El lado luminoso es compasión y preocupación por los demás. El lado oscuro es codicia y egoísmo.”
(George Lucas)

El libre albedrío expresado en términos de filosofía Jedi según George Lucas, director de La Guerra de las Galaxias.


“Crea tu propio estilo visual. Hazlo único para ti mismo e identificable para los demás.” (Orson Welles)

Orson Welles
La película más importante de Orson Welles, El Ciudadano Kane, destaca, más que por el argumento, por la forma en que se presenta. Welles rompe la linealidad habitual del relato de la época, además de innovar un nuevo estilo de producción cinematográfica, estudiando varias formas distintas de hacer películas y mezclándolas todas. Fue también pionero en utilizar efectos visuales para rodar de manera barata.

“Nacemos solos, vivimos solos, morimos solos. Sólo a través de nuestro amor y amistad podemos crear la ilusión por un momento que no estamos solos.” (Orson Welles)
Una vez más, esta frase le cae perfecta a El Ciudadano Kane. Charlie Kane es un personaje que se siente terriblemente solo, y busca llenar esa soledad ganándose la admiración de todos; siendo el centro de atención del público, Kane supone que puede conseguir el amor de la gente. 

lunes, 9 de julio de 2012

El Adolescente Araña



Por: Alexiel Vidam

Ayer fui a ver The Amazing Spiderman (dirigida por Marc Webb). No me disgustó, pero tampoco me enloqueció. Yo la tazaría como una de esas películas entretenidas, ideales para ir con un grupo de patas a pasar el rato y tirar canchita. Creo también, que si eres fanático de los comics, es muy probable que esta película te decepcione en muchos sentidos, aunque no sabría decir si lo haría más o menos que la saga anterior, con Tobey Maguire en el papel protagónico. En todo caso, si tienes un poco más de correa y vas a un cine barato (o te pagan la entrada), es una película que se deja ver.

La historia del chico araña

Peter y Gwen
Peter Parker (Andrew Garfield) es el típico adolescente “pavo” que no sabe cómo invitar a salir a la rubia “cuero” de la clase. Le gusta tomar fotografías, y es el “nerd” del salón. Además, está medio traumado (por no decir bastante), porque hace años que sus señores padres se fueron, sin dar explicaciones, a quién sabe dónde, y lo dejaron bajo la custodia de su tío Ben y su tía May. Al poco tiempo de irse, ellos fallecieron en un accidente de avión (para quienes creen que no existe el karma).

Por las casualidades del destino, Peter encuentra un maletín que perteneció a su viejo, y, dentro de él, una foto en la cual éste aparece acompañado por un tal Dr. Connors (Rhys Ifans), a quien decide investigar, y termina descubriendo que trabaja en el laboratorio Oscorp, realizando pruebas de transgénesis (mezclando genes de animales que luego puedan ser aplicados a los humanos y curar enfermedades). Al poco tiempo, Peter interactúa con el Dr. Connors y le revela que él es hijo de su antiguo socio, ganándose su aprecio, y sorprendiéndole cuando logra resolver el algoritmo necesario para que sus experimentos dieran resultado.

Dr. Connors convertido en Lagarto.
Siguiendo las reglas de todas las películas que incluyen científicos locos (tronados en mayor o en menor medida), siempre que hay experimentos humanos, algo sale mal, y en este caso, por partida doble. Por una parte, Peter es mordido por una araña radiactiva, obteniendo fuerza y agilidad sobrenaturales, y la habilidad de trepar paredes como las arañas, lo cual resulta bastante conveniente para impresionar chicas y darle una paliza al matón que te hace bullying, pero también bastante problemático cuando decides dártelas de súper héroe y te empieza a perseguir la policía, además del lagarto gigante en el cual se ha transformado tu amigo el científico tronado.

¿Traducción? Peter Parker, con sus nuevos poderes, hacerlas de vigilante de la ciudad, con su nuevo traje de Spiderman (Hombre Araña) y su arma –creada por él mismo- para lanzar telas de araña artificiales y súper resistentes. Al principio la labor resulta bastante fácil y divertida, pero las cosas se complican cuando el enemigo es un mutante mucho más grande, poderoso que él, y encima, marginado social (“¡¡¡ME VENGAREEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!”).

Los puntos fuertes de la araña

Spiderman de 1962
Me gustó que esta versión estuviese  mucho más inspirada que la versión anterior en el Spiderman del comic original. El Spiderman de 1962, al igual que este Spiderman, era un adolescente, idea que surgió de la mente Stan Lee, cansado del concepto del muchacho joven como “escudero” del héroe principal. También se respetó el hecho de que Peter Parker fuese el creador de su propia telaraña, a diferencia de la saga anterior de la franquicia, en la cual la ésta surge del propio cuerpo de Peter (es cierto que posteriormente, existe un comic de Spiderman en el cual también lanza esta “telaraña biológica”, pero cabe señalar que esta versión fue creada después del lanzamiento de la saga anterior de películas); este dato es interesante porque resalta la capacidad creativa de Spiderman, quien, no por nada es un niño-nerd, además de que le pone en aprietos en caso de que se le termine la telaraña.


Independientemente de la fidelidad a la historieta original, esta película entretiene, engancha, nos mantiene atentos a la acción. Cabe resaltar que en este caso, el personaje femenino (Gwen StacyEmma Stone-, novia de Peter antes que Mary Jane según el comic) no se limita a ser una “damisela en peligro”, sino que se trata de un personaje inteligente, intrépido y capaz de tomar las armas tanto para ayudar a Spiderman como para rescatar civiles.


Los puntos débiles de la telaraña


Antes que nada, quisiera recomendarles que NO gasten en verla en 3D porque prácticamente ni lo sentirán, salvo en esa última toma del salto y lance de telaraña de Spiderman hacia el exterior de la pantalla.


Pasando a otros detalles, a ese Peter Parker le faltaba "echarle más papa al caldo" y meterse unos seis meses al gimnasio; muy flaquito; está bien que sea adolescente y que pretenda seguir la onda del comic de los 60s, pero al actor se le veía demasiado enclenque en el traje de súper héroe. En segundo lugar, me enervaron los diálogos románticos excesivamente cliché entre Peter y Gwen (“Ehhhh… eh… ¿quieres?... Tú sabes…” “¿Salir…? Sí, claro, pero hoy no…” “Ah, sí, yo tampoco, estoy muy ocupado hoy…” “Ah, bueno entonces, otro día” “Sí, claro, cualquier otro día… el que sea”, con cara de pavazos los dos); durante todos esos momentos me sentí en una escena de telenovela para adolescentes (si Crepúsculo es Rebelde Way con vampiros y hombres lobos, durante estas secuencias, esto fue CASI –nunca tanto- como Rebelde Way con súper héroes y villanos); pienso que, si tenían que meterle romance, podrían haberlo hecho de una manera más creativa y original.

Por otra parte, Peter, además de pavo, era “emo” (OMG!); de rato en rato tenía que hacer su pataleta por la desaparición de su viejo (y creo que a su vieja ni la menciona, lo cual me hace pensar que ésta, o era una bruja, o el chibolo sufría de papitis crónica) y hacer sentir mal a los tíos que, aunque tradicionalones, eran buena onda. Tampoco me gustó el hecho de que quisieran meterle algún raye extra sobre la desaparición del viejo, en esa escena en que el Dr. Connor está en la cárcel y una voz le pregunta: “¿Y el muchacho ya sabe la verdad sobre su padre?”… Eso me pareció taaaaaaaaaaaaaaaaaaan Star Wars (“¨¡Soy tu padre!”), y a la vez taaaaaaaaaaaaaaaaaaan querer copiar a Batman. ¡Señores, Batman es Batman! ¡Batman tiene derecho a ser medio emo porque siempre lo fue! ¡Dejen a Spiderman ser Spiderman! Está bien que haga sus chistes cojudones mientras pelea (felizmente eso se mantuvo), pues es parte de su personalidad, y si Spiderman originalmente no sabía nada acerca de sus viejos (salvo que se descalambraron en un viaje de avión) y tampoco parecía importarle, déjenlo ser, después de todo el tío Ben fue un buen tipo y bastantes traumas le transfirió con su muerte (que, en parte, culpa del propio Peter). Yo pienso que cada héroe debe tener una personalidad propia que lo defina, al igual que sucede con sus trajes y habilidades. Fórmula repetida aburre.