martes, 28 de noviembre de 2023

“Cadáver exquisito”: No existe un futuro más espeluznante

Por: Alexiel Vidam

Soy amante de las distopías; las consumo en grandes cantidades, y como alguien que ha explorado a fondo el género, sé reconocer sus debilidades: muchos de sus temas están bastante quemados: androides, gobiernos dictatoriales, escasez y experimentos retorcidos. Pocas son las que logran traer un tema nuevo, o refrescar los temas frecuentes de un modo en que se sienta novedoso. Por eso, cuando me encuentro con una distopía tan original (y macabra) como Cadáver exquisito (Premio Clarín 2017), simplemente me explota el cerebro.

El universo catastrófico planteado por la argentina Agustina Bazterrica es, probablemente, el más escalofriante en el podríamos caer (toquemos madera). Es un futuro cercano en el que un virus ha infectado a todos los animales, haciéndolos peligrosos para la humanidad. Desde las mascotas hasta las bestias salvajes deben ser sacrificadas, y el consumo de carne queda completamente imposibilitado. Tras un largo debate internacional, y de la ineficacia para suplir la proteína animal, los gobiernos se ven obligados a legalizar la cría y comercialización de personas (que a partir de ahora serán llamadas “cabezas”, “reses” o simplemente “carne”) para consumo humano. Es entonces cuando la sociedad queda dividida en dos grandes clases: los que comen y los que son comidos.

El protagonista, Marcos Tejo, trabaja en un frigorífico, y convive a diario con la rutina de faenar humanos. No le gusta su trabajo, pero no sabe hacer otra cosa, y necesita la paga para mantener a su padre, que está internado en un geriátrico. Está casado con Cecilia, quien se ha alejado de él a partir de la reciente pérdida de su hijo recién nacido. Marcos enfrenta el más doloroso de los duelos, a la par que empieza a sentirse cada vez más incómodo con la realidad. Su aversión hacia la carne va en aumento, cuando uno de sus proveedores le regala una hembra PGP (“Primera Generación Pura”, es decir, carne de alta gama), y no sabe qué hacer con ella. En este mundo está prohibido mirar a estos seres como humanos (el término “carne humana” es reemplazado por el más amigable “carne especial”), así como mencionar la palabra “canibalismo”. Por supuesto, estrechar lazos con “la res” es una aberración, cosa que Marcos sabe, y que no es capaz de evitar a medida que se va sintiendo más y más alienado.

La lectura es tan incómoda como envolvente; hace que la piel se te erice desde las primeras líneas:

«Media res. Aturdidor. Línea de sacrificio. Baño de aspersión. Esas palabras aparecen en su cabeza y lo golpean. Lo destrozan. Pero no son sólo palabras. Son la sangre, el olor denso, la automatización, el no pensar. Irrumpen en la noche, cuando está desprevenido. Se despierta con una capa de sudor que le cubre el cuerpo porque sabe que le espera otro día de faenar humanos.»

Sin embargo, es interesante cómo la autora ha logrado equilibrar el lenguaje a un nivel en que perturba lo suficiente y lo necesario como para no distraer de la trama. El desarrollo del personaje central es uno de los aspectos más potentes, así como los dilemas morales y las incoherencias, tan típicas de toda sociedad, humanamente imperfecta.  El narrador nos muestra una mirada irónica y crítica, donde los mismos sujetos que se escandalizan del asesinato de unos, se muestran insensibles al mandar a otros al matadero. También nos lleva a reflexionar sobre cómo los humanos nos desconectamos del sufrimiento ajeno, con tal de conservar comodidades y placeres.

No nos encontramos frente a un libro “para todos”. Para leerlo hay que mentalizarse y tener estómago fuerte. Más de uno se detendrá a meditar acerca de la industria alimentaria, y es que todos, o la mayoría de los procesos descritos en el libro, se dan en la realidad, sólo que no los vivimos en carne propia. Al mismo tiempo, la autora realiza una metáfora sobre la “naturaleza caníbal” del individuo, que, sintiéndose en la cima de la pirámide, tiende a deshumanizar a los que están abajo.

En resumen, obra 100% recomendable para lectores recios, devoradores (valga la ironía) de historias de terror y ciencia ficción distópica.

martes, 21 de noviembre de 2023

Scott Pilgrim Takes Off: Nace un nuevo multiverso

Por: Alexiel Vidam

Cuando pensamos en Scott Pilgrimalgunas de las ideas que vienen a nuestra mente son: colores fosforescentes, comedia absurda, muchos guiños a la cultura geek, y la chica más irresistible que jamás hayan visto nuestros ojos de niños nerd: Ramona Flowers, esa enigmática joven de cabello camaleónico que trae, no uno, ni dos, sino SIETE malvados ex novios a la espalda (se pasó).

Mary Elizabeth Winstead interpreta a Ramona Flowers
en el live action de Scott Pilgrim.

Y como los comics, videojuegos y la película live action no son suficientes para saciar nuestras ansias de tramas tan ridículas que son geniales, Netflix nos hizo el favor y extendió el universo Scott Pilgrim; esta vez, mediante una animación llamada Scott Pilgrim Takes Off (Scott Pilgrim da el salto en Latinoamérica).

La historia empieza de manera bastante similar a lo visto en los comics, película y videojuegos: Scott Pilgrim es un chico de Toronto-Canadá. Tiene 23 años, no trabaja, toca el bajo en una banda de rock y vive de arrimado en la casa de Wallace, su amigo gay. Scott sale con una chica de 17 años llamada Knives Chau, al mismo tiempo que intenta superar su desastrosa ruptura con Envy Adams, una archi-famosa estrella de la música.

En medio de todo esto, Scott conoce a Ramona Flowers, quien es, literalmente, la chica de sus sueños (sí, Ramona es capaz de movilizarse por los sueños de Scott). Pronto empieza a salir con ella (¡cof! ¡cof!... sin antes romper con su novia de secundaria) y descubre que, si quiere mantener esa relación, debe vencer a la Liga de los malvados ex novios de Ramona. 


**ATENCIÓN A SPOILERS**

A partir de este punto es que las cosas cambian. En entregas anteriores de la franquicia, vemos a Scott enfrentando, uno a uno, a cada miembro de la liga, pero aquí, Scott desaparece repentinamente en medio de su pelea contra Mathew Patel (el primer ex novio malvado). Aunque todos lo creen muerto (y hasta le hacen un funeral), Ramona tiene indicios de que Scott sigue con vida, y empieza una ardua investigación sobre el paradero de Scott, y el responsable de su aparente secuestro.

Debo decir que este giro inicialmente me sacó de cuadro, pues, hasta el momento, tenía la idea de que me encontraba viendo otra adaptación de los comics de Scott Pilgrim; luego supuse que me encontraba frente a un reboot, lo cual no acabó de convencerme, pues sentí que le estaban metiendo demasiados cambios al planteamiento original. A pesar de ello, las situaciones cómicas, la música, y el colorido estilo de animación (en el diseño sí se apegaron bastante al comic), terminaron atrapándome. Seguí viendo, además, intrigada por saber hasta qué punto llegarían los cambios.

Lo cierto es que al final todo cobra sentido, pues Scott Pilgrim Takes Off –en una jugada muy a su estilo–, nos presenta su propia versión del multiverso, a partir de un despechado Scott Pilgrim del futuro, que intenta cambiar los sucesos más importantes de su vida. Esto es excusa para dar una mirada alternativa del reencuentro entre Ramona y sus ex, y se aprovecha perfectamente para desarrollar a los personajes y darles más trasfondo. En otras palabras, los ex dejan de ser simples villanos estereotipados y llegamos a entender mejor cómo fue su relación con Ramona. Al mismo tiempo, Ramona es explorada con más detalle, a la vez que su búsqueda de Scott se convierte también en su búsqueda de redención; esta Ramona quiere solucionar sus problemas del pasado antes de iniciar algo con el susodicho (una visión bastante más madura del personaje).

No es que lo que vimos en otras entregas ya no exista; todo eso pasó, pero ya no es la única versión de la historia, puesto que ya no es la única línea del tiempo. Personalmente, disfruté de esta nueva entrega, pero creo que la hubiese disfrutado más de haber sabido desde un principio que me encontraba ante una continuación/spin off. Al principio extrañé la versión más tóxica de la Liga de los malvados ex, y ver a Scott peleando en todo momento. Me gustó mucho ver más de Ramona, pero se sintió raro que el personaje de Scott estuviese tan ausente. Eso, cuando tu expectativa es una adaptación, llega a molestar. Sin embargo, cabe destacar la inteligencia del guion para generar situaciones divertidas, pues, con todo y todo, me quedé viendo, hasta que comprendí la verdadera propuesta.

Entre otros detalles, considero un acierto haberle dado más protagonismo a Wallace, un personaje que se hizo querer mucho en el live action a pesar de sus pocas apariciones. Este personaje, sin duda, se convirtió en mi favorito de esta nueva serie, con ese atrevimiento e irreverencia tan propios de él.

Por último, se aplaude el esfuerzo de la producción por contratar a los actores de la película para hacer las voces de sus versiones animadas. Directo a la nostalgia de una generación que se enamoró del filme (y de Ramona). 

¡Ah...! ¡Ni se les ocurra saltar los créditos!

Ficha técnica

Dirección: Abel Góngora
Idea original: Bryan Lee O'Malley (de su serie de comics Scott Pilgrim)
Guion: Bryan Lee O'Malley, BenDavid Grabinski
Producción: Edgar Wright
Reparto: Michael Cera, Mary Elizabeth Winstead, Kieran Culkin, Brie Larson, Ellen Wong, Anna Kendrick, Chris Evans, Brandom Routh, Jason Schwartzman         
Empresas productoras: Science SARU, Netflix, Universal Pictures
Distribuidora: Netflix

lunes, 20 de noviembre de 2023

Antes de Katniss Everdeen: Balada de pájaros cantores y serpientes

Por: Alexiel Vidam

Cuando anunciaron la precuela de Los juegos del hambre, tuve cierto temor a que no cumpliera mis expectativas (ya me había mandado tremendo tropezón con las precuelas de Harry Potter). Debo decir, sin embargo, que Los juegos del hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes, ha sido una grata sorpresa.

La historia nos traslada a Panem (una suerte de Estados Unidos distópico), pero mucho antes de Katniss Everdeen. Se da un vistazo a la etapa de Los días oscuros, para mostrarnos la destrucción provocada por los rebeldes de los distritos en el capitolio. Una de las víctimas de esta guerra civil, fue el padre de Coriolanus Snow, el protagonista, a quien conociéramos en Los juegos del hambre como el tiránico presidente que orquesta los juegos.

Luego tenemos un salto de tiempo. Nos encontramos con un Coriolanus –“Coryo” para los amigos– de 18 años que está a punto de graduarse de la Academia, y vive con su abuela (alias “Abuelatriz”) y su prima Tigris, en un departamento destartalado que revela la decadencia en la que está la alguna vez prestigiosa familia Snow. Para graduarse, Coryo y sus compañeros de clase deben superar una última prueba: convertirse en mentores para los tributos de los décimos juegos del hambre, y lograr que aumente el interés del público por esta sádica competencia. El mejor mentor no sólo obtendría reconocimiento, sino también una fuerte suma de dinero que a los Snow no les viene mal.

La suerte, sin embargo, no parece estar del lado de Coriolanus, pues le asignan por pupila a Lucy Grayd Baird, el tributo femenino del paupérrimo Distrito 12. No obstante, Coryo descubre que la actitud rebelde y habilidad para el canto de la susodicha podrían servir como “gancho” para atraer a posibles patrocinadores. Ahora él deberá poner en práctica sus habilidades estratégicas con el fin de lograr la supervivencia de su tributo.

Por el contrario de lo que podría esperarse, en esta película los juegos del hambre en sí no son el eje de la historia; de hecho, ocupan un metraje bastante pequeño a comparación de entregas anteriores. Se nota, además, que estamos en una de las primeras ediciones, pues la arena presentada es extremadamente simple, apenas se está implementando el sistema de patrocinios y apuestas, y es la primera vez en que la contienda se convierte en un evento televisivo. Aquí no hay trato especial para los tributos previo a la competencia; tampoco hay desfile ni extravagantes atuendos de alta costura. Las armas concedidas a los participantes son bastante rudimentarias y no hay tributos profesionales, así que el espectáculo visual pasa a segundo plano.

Ni lo más llamativo, ni el clímax de la película, se encuentran en descubrir al ganador de los juegos. Esta historia se centra en la lucha cerebral y el desarrollo de personajes. Básicamente, explora la transformación de Coriolanus Snow, de un joven que busca apoyar a su familia y, hasta cierto punto, logra empatizar con los tributos, a un megalómano obsesionado con el poder y con la filosofía de “matar o morir”. Esta última idea está bastante bien desarrollada, pues la trama no se corta en mostrar, con toda crudeza, cómo el peligro de muerte saca el lado más salvaje de cualquier ser humano. Quienes sobreviven nunca son inocentes; en este mundo, mantenerse con vida, implica llenarse las manos de sangre. Esto es algo que tanto Snow como Lucy Gray comprenden a la perfección, y que los pone frente a frente con la tragedia.

Personalmente, me encantó el desarrollo de los protagonistas. Tenía mis dudas acerca de que el relato fuese capaz de hacernos conectar con un personaje como Snow, a quien hemos odiado ya a través de tres libros y cuatro películas, pero vaya que lo consigue. A medida que nos dejamos atrapar por la historia, vamos comprendiendo mejor las motivaciones de este controvertido personaje y la progresiva deformación de su mentalidad. Por su parte, el personaje de Lucy Gray, aunque cuenta con menos peso que Snow, resulta carismático y admirable. No es una cazadora como Katniss (y el relato no pretende que lo sea), pero comparte con ésta el espíritu insurgente y las agallas para destacar entre los tributos. Vale decir, por supuesto, que, para buenos personajes, se necesita actores que den la talla, y tanto Tom Blyth como Rachel Zegler se notan cien por cien comprometidos con su trabajo.

Aunque no es necesario haber visto todas las películas (o libros) de la saga para entender el argumento, el filme se hace mucho más disfrutable cuando conoces el contexto bastante de cerca; esto, porque aprovecha la ocasión de hacer guiños, y mostrar los cimientos de temas que serían mucho más explotados en las continuaciones. Punto destacable, por cierto, el trabajo de dirección de arte, que se las ha ingeniado para crear una estética entre vintage y futurista, vendiéndonos por completo la idea de un Panem que apenas va tomando forma.

Ficha técnica

Dirección: Francis Lawrence
Producción: Nina Jacobson
Guion: Michael Arndt, Michael Lesslie
Idea original: Suzanne Collins (de su libro Balada de pájaros cantores y serpientes)
Música: James Newton Howard
Fotografía: Jo Willems
Montaje: Mark Yoshikawa
Reparto: Tom Blyth, Rachel Zegler, Viola Davis, Peter Dinklage, Hunter Schafer, Josh Andrés Rivera País: Estados Unidos
Idioma: Inglés
Año: 2023
Género: Ciencia ficción, acción, drama, aventura
Duración: 158 minutos

viernes, 29 de septiembre de 2023

Superhéroe (cuento)


Por: Alexiel Vidam

Boca arriba, sobre el suelo frío, veo luces blanquecinas que pretenden sacarme de este mundo al cual me aferro. Aparentemente he perdido la capacidad de gritar, porque abro la boca y hago un esfuerzo que surge desde el estómago, pero no sale más que un chillido ahogado y casi imperceptible. Aun así, sé que no puedo darme el lujo de perecer.

De niño, robé en una tienda de historietas. Cuando me encontraron, me dieron una paliza, y luego mi padre me dio otra paliza de aquellas que solía dar. Pero el número de colección Amazing Fantasy #15 brillaba en mis manos, y con él comprendí todo eso de que, a grandes poderes, grandes responsabilidades.

Por eso, cuando desperté mis habilidades, supe que mi supervivencia era más que imprescindible, y que tendría que resistir todas las veces que fuesen necesarias. Tal y como lo hago ahora.


***

A mi alrededor, escucho el sonido de las máquinas que pretenden revivirme. El Dr. Howard es el encargado de curar mis heridas, igual que siempre. Creo que en el fondo mi padre sabía que yo era especial, y por eso me presentó con él en mi décimo primer cumpleaños. Fue el cumpleaños más peculiar que tuve, pues me la pasé en la clínica. Si alguna vez en toda mi vida —incluso en mi oficio de vigilante—, sentí que realmente podía morir, fue en aquella ocasión en que no pude respirar y se me petrificaron las extremidades. Los médicos me pusieron una mascarilla de oxígeno e insistieron continuamente en que todo se resolvería si me concentraba en respirar profundo, pero yo les contestaba que no podía hacerlo. Me estaba ahogando y, lo que es peor, sentía que mis brazos y piernas, inmóviles bajo el efecto de alguna fuerza sobrenatural, eran estiradas con violencia, como si en cualquier momento se fuesen a desprender de mi tronco.

Yo le tenía mucho miedo a morir ahogado… de hecho, todavía me queda el trauma, a pesar de que soy un superhumano. Cuando tenía cuatro años estuve a punto de ahogarme en una piscina. No sé cuánto tardaron en darse cuenta de que me estaba muriendo. Luego mi padre me sacó. Por aquel entonces él todavía era un poco amable. Sin embargo, insisto en que él siempre confió en mí. De otro modo, nunca me habría presentado al Dr. Howard.

—Hola Kyle —me saludó muy sonriente aquella vez.

Yo era un muchacho bastante tímido. Recordemos además que yo estaba casi convulsionando y sin poder mover la mitad de mi cuerpo (para ese momento, la parálisis había avanzado y se había apoderado también del lado izquierdo de mi cara). No pude responder. Eso no evitó que la expresión que otros consideraban intimidante acabase por conquistarme. Después supe que el Dr. Howard tenía fama de ser el más frío en su profesión. “Incluso llegan a considerarme un sádico” —decía a menudo entre bromas—. “Aun así, mis clientes dependen demasiado de mí; saben que soy el mejor”.

El Dr. Howard se había graduado con honores de la escuela de medicina a los 21 años de edad. Tras culminar medicina general, decidió llevar no una, sino dos especialidades, convirtiéndose en el más afamado médico de la ciudad, capaz de restablecer cuerpos y mentes dañadas. 

“La cirugía es apasionante” —decía—, “pero no era capaz de llenarme totalmente, querido Kyle. Pronto descubrí que mi interés mayor estaba en la mente humana. Si eres capaz de comprender la mente, eres capaz de comprenderlo todo…”

Y tenía razón. Probablemente por ese dominio suyo sobre el cerebro humano, fue que el Dr. Howard consiguió penetrar en mi mente reprimida, y se quedó conmigo para siempre. Me contó que mi padre le estaba pagando una suma bastante jugosa para que se ocupase de mí. 

El Dr. Howard fue el único que pudo sacarme de ese estado de parálisis en el que me encontraba cuando lo conocí. Me devolvió a tierra y, desde entonces, sería el encargado de revivirme después de cada enfrentamiento con la muerte.


***

La siguiente idea me la dio el gato. Mientras recuerdo, siento el vértigo de la siguiente inyección. “Hay que operar de nuevo”, me dicen. Confirmo que realmente me han dañado más que nunca... pero yo siempre me acabo recuperando. Confío en Howard. Soy capaz de poner mi vida en sus manos. Recuerdo que cuando pasó lo del gato, también me salvó. Esa vez mi padre decidió atender la herida de inmediato, pues la cosa se veía bastante más seria.

El gato se llamaba Teseo. Realmente era el gato de mi madre, que había sido muy aficionada a la lectura y a la mitología. Se notaba que Teseo la echaba de menos, pues se la pasaba la mayor parte del tiempo sobre el techo de la habitación de mis padres, o de la biblioteca, donde mi madre también se hallaba buena parte del día. 

Un día lo estuve observando desde el jardín. Sobre el tejado, él me observaba fijamente, con sus enigmáticos ojos amarillos. Decidí que mi siguiente prueba sería trepar al tejado y saltar por los techos como lo hacía él.

Subí al ático, que tenía la ventana más elevada de la casa. Me asomé por la ventana, miré hacia abajo y por un momento me abordó esa sensación hipnotizante de saltar que provoca el vértigo. La casa que pertenecía a mi padre y ahora se encuentra a mi nombre, cuenta hasta hoy, nada menos que con tres pisos oficiales y una cuarta planta —el ático— que sigue siendo depósito de los cachivaches familiares (la casa había pasado por tres generaciones). Tragué saliva, respiré profundo y opté por mirar al lado contrario: hacia arriba, desde donde los ojos de Teseo se clavaron fijamente en los míos. Parecía que me estaba desafiando.

Sin pensarlo dos veces, acepté el reto. Me sujeté del  marco superior de la ventana e impulsé el cuerpo hacia el exterior. Luego tomé un nuevo empuje y subí una pierna y después —no sin tambalear un par de veces— la otra. Tuve que poner bastante fuerza en los dedos y en las muñecas para no caer de inmediato. La mirada retadora de Teseo no me permitió caer. Me aferré con fuerza y logré sacar el impulso necesario para terminar de subir el cuerpo al tejado. Teseo soltó un maullido apenas me vio subir. Yo me incorporé triunfante. 

En el fondo sentía envidia de él. Mi madre, en sus últimos momentos estaba completamente fuera del mundo. No nos reconocía a mi padre ni a mí, pero reconocía a Teseo. Teseo pareció develar mis sentimientos y corrió por el tejado como quien redobla el desafío. Me sentí inspirado por un torbellino de energía vital que me estremecía por dentro y me invitaba a probar mis habilidades ocultas, así que, sin pensarlo dos veces, perseguí al felino por ese terreno irregular y lleno de inclinaciones.  Nunca me había sentido tan poderoso. Era como si el vértigo, en lugar de amedrentarme, me alentara más. Teseo saltó y yo salté… una, dos, tres veces… y a la tercera mi pie se atascó con una teja. Y resbalé. Y en mi intento por mantenerme a salvo me sujeté de lo primero que encontré, sin percibir que se trataba de la cola del gato. Yo caí y Teseo cayó conmigo. Por alguna razón yo sobreviví, pero él no.


***


Despierto súbitamente. Mi frente es una roca volcánica recién formada: tiesa y muy caliente. Una mujer se acerca y me coloca un paño húmedo. Me exalto al no reconocerla.

—¿¡Dónde está el Dr. Howard!? —exclamo.

Ella luce intimidada. Percibo en su rostro el nerviosismo de la poca experiencia. 

—Tienes fiebre —contesta temblorosa—. Soy la nueva integrante del equipo especial del doctor.

Echo un vistazo al lugar intentando reconocer algún tipo de engaño. Efectivamente, me encuentro en el sótano de la casa, el que mi padre adaptase con toda su fortuna para convertirme en lo que soy hoy en día. De no ser por él y por Howard, yo no sería quien soy. Así que no puedo fallar y echarlo todo a perder. 

—¡Exijo ver a Howard! —insisto histérico.

Una energía descomunal se enciende dentro de mí. Levanto el tronco de la camilla con una fuerza desmesurada, nada acorde con mi estado. La mujer se apresura en tomar una jeringa.

—¡No lograrás hacerlo esta vez! —grito— ¿¡Quién se supone que eres ahora!? ¿¡Cómo llegaste hasta aquí!?

Mi fuerza siempre ha llegado cuando estoy furioso o eufórico. Soy un sujeto con picos de adrenalina que le hacen indestructible. La mujer se acerca temblorosa. Siento que mis ojos se encienden. Sin darle tiempo a inyectarme, la sostengo de los cabellos y la levanto. De pronto, una voz me interrumpe.

—Suéltala, Kyle.
La voz parece apagar mi energía instantáneamente. Caigo como una roca sobre la camilla. Suelto a la mujer bruscamente; ella impacta contra el suelo. Howard corre hacia ella.

—¿Se encuentra bien, señorita Sommers? —pregunta Howard a la enfermera.

Ella asiente temerosa y con gesto de dolor.

—Suele pasarle después de una batalla intensa —le dice él.

Yo me siento tan avergonzado que no puedo pronunciar palabra. De hecho, con las justas puedo respirar con normalidad. Mis poderes se van cada vez que me siento avergonzado o humillado. Es difícil dominar este tipo de habilidad. Por eso Howard debe medicarme periódicamente.

—Déjame adivinar… —dice Howard acercándose— ¿Otra vez la pesadilla del gato?

—Creí… que era Transmutador —contesto agitado.

 ***

Cierro los ojos. A veces la mejor manera de huir es, simple y sencillamente, cerrar los ojos. Recuerdo cuando por fin me convertí en Maniac Mask. 

Aunque pareciese necedad suicida, mis intentos por despertar mi habilidad oculta continuaron luego del accidente del tejado. Para entonces, mi padre ya había comenzado a ambientar el sótano. Lo primero, fue crear la sala de atención médica: un consultorio con una pequeña sala de operaciones sólo para mí. La guarida como tal se iría construyendo año tras año. Entre tanto, yo me las ingeniaba para saltar a los techos vecinos, enterrarme de cuerpo completo en el jardín, comer vidrio, meter el brazo en una fogata y otros tantos retos que para otros serían una completa locura. Previa a cada intento, sentía esa emoción descomunal. Veía en mi mente los ojos de Teseo otra vez y el miedo desaparecía. Entonces, parecía volverme inmortal… o al menos mientras durase la hazaña.

Luego de realizarla y de observar mis progresos, caía en una profunda depresión durante tres o cuatro días. Observaba en mi cuerpo las nuevas cicatrices y recordaba los órganos reventados en el cuerpo inerte de Teseo. Me quedaba encerrado en el cuarto y sólo Howard me consolaba.


Continuará...


Lee el cuento completo aquí.

domingo, 17 de septiembre de 2023

“Your Name”: Un viaje emocional a través del tiempo y el destino

 Por: Alexiel Vidam 

“Supongo que no nos veremos. Pero... hay algo de lo que estoy segura. Si nos vemos, lo sabremos de inmediato. Sabré que fuiste tú quien estuvo dentro de mí, y que fui yo quien estuvo dentro de ti…”

Esta, a mi parecer, es la frase más conmovedora que tiene Kimi no Na wa, también conocida como Your Name (2016), de Makoto Shinkai. Es una frase extremadamente poética, y estoy segura de abarca mucho más que una anécdota argumental. ¿Qué puede ser más íntimo y personal que estar en el cuerpo de la otra persona…? ¿Que ver a través de sus ojos… sentir con sus manos y conocer cada aspecto de su vida? Los seres humanos conectamos las almas a través del cuerpo, y es por eso que, en el amor, buscamos acercarnos hasta entrar en el cuerpo del otro.

Mitsuha Miyamizu y Taki Tachibana son dos adolescentes de 17 años que pertenecen a mundos distintos. Mitsuha vive a las afueras de Tokio, en un pueblito donde todos los días son similares y no hay mucho con qué entretenerse. Ella sueña con irse a la ciudad para escapar de la rutina y de las tradiciones antiguas de su familia, las cuales la convierten en comidilla de burlas entre adolescentes. Taki, por su lado, vive en plena ciudad de Tokio, donde el día a día está lleno de novedades, pero también de un ritmo frenético que obliga a no detenerse. Ellos no parecen tener algo en común, y ni siquiera se conocen… hasta que un día, amanecen, sin explicación alguna, uno en el cuerpo del otro. Esta situación se repite dos o tres veces por semana, volviendo después cada uno a su propio lugar.

En un principio ambos piensan que, el ocupar el lugar del otro, es simplemente un sueño, pero, poco a poco, los indicios del entorno dejan en evidencia que el intercambio de cuerpos es una realidad. Por este motivo, para cuidar sus estilos de vida, Mitsuha y Taki se dejan instrucciones y mensajes en el celular, en hojas de cuaderno o a veces en la propia piel. La propia necesidad de superar la confusa situación, va construyendo un vínculo profundo entre ambos personajes casi sin que estos se den cuenta. Sin embargo, cuando, notan esta conexión, los intercambios paran de manera abrupta y la comunicación se termina. Para este momento, la historia sigue a Taki en su búsqueda por comprender dónde se encuentra Mitsuha y qué ha pasado con ella.

 “Quería decirte... que donde sea que estés en el mundo, te volveré a encontrar pase lo que pase.”

Aquí hay más que distancia, y de alguna manera, la película nos lo sugiere todo el tiempo. Lo hace con la composición de los encuadres, que divide con sutileza el espacio en dos mitades. Lo hace con ciertos datos escritos a los que el ojo de primer visionado pasa por alto. Lo hace mediante la edición del opening e incluso mediante un discurso bastante simbólico de la abuela de Mitsuha.

“Entrelazar hilos es una unión, conectar con las personas es una unión, y el pasar del tiempo es una unión. Todo esto es parte del poder del dios. Los hilos que trenzamos son un lazo con él, una parte del dios, representan el paso del tiempo mismo. Se acomodan y toman forma, se enredan y se retuercen. A veces se desenredan, se rompen y se vuelven a conectar. Eso es una unión, es el tiempo.”

El tiempo es un elemento muy importante, y para reforzar su importancia, la película juega con cambios de ritmo, pasando de momentos muy pausados, a otros bastante más veloces. Taki debe derrotar al reloj, y para ello, debe renunciar a sus prejuicios terrenales, conectar con esa divinidad representada en la unión; un poder tan fuerte que es capaz incluso de romper los límites del tiempo y el espacio.

Este mensaje está muy relacionado con la cosmovisión del sintoísmo (la religión oficial de Japón), que cree en el Musubi como ser creador; una fuerza transformadora que conecta a todos los seres de la naturaleza. De aquí también nace el mito del hilo rojo del destino, según el cual, todos estamos atados a alguien mediante un hilo rojo anudado alrededor del dedo meñique. Las dos personas atadas están destinadas a encontrarse, y ninguna de ellas podrá amar a otra persona de la misma manera en que ama a quien está atada.

A través de un relato plagado de metáforas y subtexto filosófico, Your Name nos muestra la evolución de dos personajes que se buscan el uno al otro. Es una historia contemplativa, que, sin embargo, no peca de poco digerible. Logra engancharnos con la falsa premisa de una comedia romántica centrada en el intercambio de cuerpos, para luego sumergirnos en un viaje mucho más complejo y emocional. Además, contrasta la tensión con toques de humor precisos, pensados para dar un respiro al espectador sin ensuciar el tono general de la trama.

Sobre el diseño y la animación, nada más diré que son hermosas, y sobre la banda sonora, que colorea a la perfección los momentos más emotivos del relato.

 

Ficha técnica

Dirección: Makoto Shinkai
Producción: Noritaka Kawaguchi, Genki Kawamura
Idea original y guion: Makoto Shinkai
Música: Radwimps
Fotografía: Makoto Shinkai
Montaje: Makoto Shinkai
Protagonistas: Ryūnosuke Kamiki, Mone Kamishiraishi, Masami Nagasawa, Ryo Narita, Aoi Yūki, Nobunaga Shimazaki, Kanon Tani
País: Japón
Idioma: Japonés
Año: 2016
Género: Anime, drama, fantasía, romance
Duración: 106 minutos


*Esta película se encuentra disponible en HBO Max.

viernes, 1 de septiembre de 2023

“One Piece” live action: Pequeña reseña de un fan

 Por: Thomas Ríos
(Staff del círculo de anime de la ULima)

Desde su anuncio, hubo bastante controversia con respecto al live action de One Piece, uno de los animes más importantes de todos los tiempos. Y tiene sentido; los live action no suelen salir como uno espera, y mucho menos cuando los hace Netflix (¡Cof! ¡Cof! Deaht Note… ¡Cof! ¡Cof!)… Por si fuera poco, el universo de One Piece destaca por su complejidad.

Sin embargo, un rayo de esperanza apareció cuando Eichiro Oda (creador del manga original) anunció que estaría a cargo de la supervisión de la serie. Por su parte, Iñaki Godoy, intérprete de Luffy, afirmó ser fan de la obra original, y que interpretar al protagonista era un sueño hecho realidad para él.

Finalmente, el día de ayer, 31 de agosto, se estrenaron los 8 episodios, adaptando casi toda la saga del East Blue. A continuación, nuestra reseña sin spoilers.

 

¿Está bien adaptado?

Dentro de la industria del anime, muchos confunden “adaptar” con calcar la obra original, cuando realmente se refiere a recrear y ajustar la historia para otro medio; en unos casos, la adaptación puede ser bastante apegada al original, y en otros casos, mucho más espontánea. Partiendo de ahí debemos señalar que esta serie encaja más en el segundo tipo, alejándose del manga a la hora de presentar a ciertos personajes. Nami (Emily Rudd), por ejemplo, es introducida en la base de la marina de Shells Town, haciéndose partícipe en la pelea contra Morgan, como se vio en los avances. Y aunque los primeros episodios sean un poco apresurados, considero que el guion, en términos generales, está bastante bien construido, logrando que toda la historia se sienta orgánica.

De hecho, a pesar de las libertades tomadas por los directores, la esencia de One Piece se mantiene; los sentimientos que Eichiro Oda quería transmitir en momentos específicos de su obra (compañerismo, rivalidad, sufrimiento, decepción, etc.), se han respetado. En otras palabras, aunque no todos los sucesos se den exactamente del mismo modo, las sensaciones que transmiten son las mismas.


Una carta de amor a los fans

La dirección artística, vestuario y maquillaje calcan a la perfección los diseños originales. Varios lugares emblemáticos de los primeros arcos han sido replicados de manera idéntica. En algunos casos, la calidad de los dos últimos podría mejorar (ciertos personajes sí presentan “artificialidad de cosplayer”), pero, como fan, debo decir que me emociona el gesto de la producción de haber respetado las apariencias tan icónicas de Koby, Nami, Morgan, los piratas Kuroneko, Arlong, entre otros.

El cambio de tono en las peleas con algunos antagonistas es también un acierto. Hay que admitir que el arco East Blue original pecaba en exceso de alivios cómicos de poca importancia; aquí, por el contrario, los villanos, especialmente Buggy, generan la sensación de miedo que deberían causar. Para completar, los combates están muy bien coreografiados; los ángulos seleccionados son precisos para seguir los ágiles movimientos de los personajes.

De la banda sonora sí debo decir que esperaba más; no es que la música no encaje con la trama o rompa con la inmersión, pero se siente sin sello propio, como si hubiese sido compuesta para cualquier serie de piratas. No es tan épica como debería ser.

 

Iñaki Godoy es Luffy

Hace poco se reveló un video en el que Iñaki tuvo una reunión con Oda, donde ambos conversaron sobre el proyecto y cerraron agradeciéndose mutuamente. Oda mostró mucho aprecio por el joven actor, y mencionó que él es la versión live action que siempre había imaginado de Luffy. Luego de haber visto la serie puedo confirmar que, efectivamente, Iñaki Godoy es Luffy en toda regla.

Inicialmente tenía un poco de miedo, porque el comportamiento de Luffy (y de muchos personajes de anime en general) es bastante histriónico, de modo que podría percibirse sobreactuado en pantalla. Afortunadamente, Iñaki transmite todo el carisma y el espíritu de su versión anime: el de un pirata novato e inocente, soñador, relajado e impulsivo, pero, sobre todo, determinado, capaz de hacer lo imposible por alcanzar su anhelo.


One Piece para todos

En conclusión, el live action de One Piece ha sido una grata sorpresa. Realmente ha logrado transmitir todo lo que la historia original significa para los fanáticos. La supervisión de Oda y el entusiasmo de todo el equipo de producción y los mismos actores se han plasmado en un producto que refleja el cariño puesto en él. El resultado es satisfactorio, al punto en que, me atrevo a decir, esta serie gustará a quienes no son fanáticos del anime.

 

Ficha técnica

Dirección: Marc JobstTim SouthamEmma SullivanJosef Kubota Wladyka
Idea original: Eichiro Oda (del manga One piece)
Guion: Steven MaedaTom ThyndmanMatt OwensIan Stokes
Producción ejecutiva: Tetsu FujimuraMarc JobstChris SymesTim Southam
Reparto: Iñaki GodoyEmily RuddMackenyuJacob GibsonTaz SkylarVincent ReganMorgan Davies
Música: Sonya Beousova
País(es) de origen: Estados UnidosJapón
Idioma original: Inglés
Género: Aventurafantasía
Temporadas: 1
N° de episodios: 8