martes, 17 de marzo de 2020

Libro vs. película: ¿“El cielo enjaulado” o “Jojo Rabbit”?

Por: Alexiel Vidam

Anoche acabé de leer El cielo enjaulado, novela de Christine Leunens, después de haber visto Jojo Rabbit dos veces consecutivas (me encantó esa película). Para quienes no lo sabían, Jojo Rabbit se inspira en esta novela, tomando la idea original, el nombre del protagonista y varios pasajes.

Sin embargo, de ninguna manera podríamos decir que se trata de la misma historia, pues el modo en que se desarrollan las tramas y se colorean los distintos pasajes, marca una significativa diferencia; además, cada una cuenta con elementos propios que las hacen únicas, consiguiendo un impacto completamente distinto en cada caso.

Foto de la obra teatral basada en El Cielo Enjaulado,
escrita por Desiree Gezentsvey y dirigida por Andrew Foster.

Como ya hemos señalado, el punto de partida se mantiene, de modo que tenemos a Johannes Betzler (a quien llaman Jojo” únicamente en la película), un niño de diez años fascinado por Hitler, que ingresa a las Juventudes Hitlerianas (un grupo a lo boy scouts que se usó para adoctrinar a niños y jóvenes en la ideología nazi).

Tras un accidente, se ve obligado a pasar una temporada en casa, momento en el que descubre que su familia oculta a una joven judía de nombre Elsa Korr. Su presencia, genera en el protagonista un rechazo inicial que pronto se convierte en fascinación… y enamoramiento.


Y a partir de aquí comienzan las diferencias.

**ATENCIÓN A SPOILERS**

Mientras que en la novela, los hechos comienzan con la anexión de Austria —donde se desarrolla la historia— al Tercer Reich, en la película, nos situamos en Alemania (por ende, la nacionalidad del protagonista cambia). Jojo se mantiene con diez años, pues en la versión cinematográfica, todo transcurre en un año y medio; por su parte, el Johannes de la novela, empieza con diez años, pero la mayor parte de la historia se la pasa entre la adolescencia y la adultez, terminando de narrar, inclusive, cuando ya tiene canas encima.


La familia del protagonista, en la película, es básicamente la madre, pues la hermana ha muerto y el padre se encuentra ausente. En contraste, en la novela, Johannes vive con sus padres y su abuela; su hermana ha muerto de diabetes —en la película ha muerto de influenza— y el resto de personajes va desapareciendo progresivamente.


Otro detalle fundamental es el amigo imaginario de Jojo, Adolf Hitler, quien en la versión cinematográfica le hace las veces de padre y otras veces de vieja creencia; es quien representa sus conflictos y cuestionamientos acerca de lo que siempre ha creído y puede no ser verdad.

En la novela, este personaje es inexistente; casi tan inexistente como los conflictos ideológicos de Johannes. Johannes, en la novela, es un radical en todo sentido —no un niño ingenuo que sólo busca encajar—; es mucho más agresivo con sus creencias y, si bien de algún momento muestra decepción hacia Hitler, nunca llega a admitir que se había equivocado.


Pero lo más importante de todo, es lo dicho en un comienzo: el tono de la historia. El cielo enjaulado es un drama de amores tóxicos y egoístas; ahí, se confunde la intensidad del amor con la dependencia; el deseo de compañía con el apego egoísta que pasa por alto el deseo del otro.

Jojo Rabbit, es más bien una comedia dramática, donde se contrasta la caricaturización del fanatismo con la realidad cruda y desgarradora. Para Jojo, en un principio, todo parece un gran juego de aventuras, pero pronto se convierte en una tragedia donde reinan el hambre, la muerte y la soledad.


A mi parecer, Jojo Rabbit es un relato mucho más ligado a reflexionar sobre la Historia —a pesar de que, en este sentido, la novela brinde mucho más detalle—, ridiculizando el nazismo en primera instancia, y luego mostrándonos sus crueles consecuencias. La novela, por otro lado, se centra más en la obsesión del protagonista. 

Su visión del mundo ha creado una morbosa fijación en torno a Elsa, sobre quien, además, se siente por encima y con todo derecho a ejercer control sobre el curso de su vida. Se entiende, pues, que Jojo y Johannes, aunque se llamen igual, son diferentes personajes, pues en Jojo predominan la inocencia y la bondad, mientras en Johannes predominan la rabia y el egoísmo.



Si bien en gustos se rompen esquemas y ambas obras tienen sus puntos interesantes, a mi parecer, la balanza se inclina a favor Jojo Rabbit, pues presenta un relato mucho más contundente y preciso. El mensaje la película, es la pérdida de la inocencia; la mirada mágica e infantil que se derrumba ante el descubrimiento de una realidad cruda y desgarradora.

Esto se consigue, sobre todo, gracias al excelente guion de Taika Waititi —lleno de frases memorables— y a las brillantes actuaciones, destacando a Roman Griffin Davis como el entrañable Jojo, al propio Waititi como el caricaturesco Hitler y a Archie Yates como el cándido y apachurrable Yorkie.


La novela, en contraste, se centra en el amor enfermizo que surge de la atracción hacia lo prohibido. Sin embargo, el problema principal de la obra literaria, consiste en el afán de abarcar demasiado.

La historia comienza con el inicio de la II Guerra Mundial y acaba extendiéndose hasta la Guerra Fría (en la película ya nos ubican hacia fines de la II Guerra Mundial y llegamos hasta la conclusión de la misma), de modo seguimos al protagonista haciéndose mayor y los cambios que se van dando en su familia.

Esto puede sonar interesante, pero a la vez provoca que el foco se desvíe de la relación con Elsa, la cual muchas veces permanece estancada. Llega un punto en el que sentimos que el vínculo entre ambos ha agotado posibilidades; el contexto histórico, inclusive, pierde interés con el fin de la guerra, lo cual conduce a que la mentira de Johannes se vuelva tediosa y los métodos de manipulación cada vez menos verosímiles.



*Para leer el libro en pdf, click aquí.

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