martes, 29 de enero de 2013

La cara oculta de la Naranja



Por: Alexiel Vidam

Pasado mañana, se reestrena oficialmente La Naranja Mecánica (A Clockwork Orange) en las salas de los multicines UVK. Colgándonos de este regreso de Alex y sus “drugos” a la pantalla grande, les presentamos una serie de datitos curiosos que quizás no conocían sobre el filme, y sobre la novela homónima en que se encuentra basado.

La jerrrrga del futurro

Así como tú destruyes el español con tus cuchomil jergas “barruntas”, Alex, el protagonista de La Naranja Mecánica, y su banda de malandros, destrozaban el distinguido y elegante inglés británico mediante la jerga “Nadsat” (al menos la de ellos tenía nombre, o sea que igual es más “cool” que la tuya), que no es otra cosa que una mezcla entre ruso e inglés británico con un acentito Cockney, particular de los londinenses. Si se les da por la novela original (altamente recomendable), verán que estas palabras son más frecuentes que en la película, por lo cual deberán recurrir al glosario de las últimas páginas para entender qué rayos están leyendo. Aquí, algunas palabritas recogidas del filme y su significado según el diccionario nadsat: “gulivera” (cabeza), “devotchka” (mujer),  “drugo” (amigo), “moloko” (leche), “málchico” (chico). Además, el bar que frecuenta el protagonista se llama “Korova”, que proviene del ruso y significa “vaca”.


El tirano Kubrick

Kubrick es conocido por pisotear el ego (y me atrevería a decir, la autoestima) de sus actores... y sino, que lo diga Malcom McDowell (actor de Alex DeLarge), quien tuvo que soportar la presencia de Basil (la serpiente mascota del protagonista) desde que el director descubriese su fobia hacia los reptiles. Por si fuera poco sufrió un daño en la córnea mientras grababa las escenas del Tratamiento Ludovico (de hecho, el doctor que se mantiene al lado de Alex durante esa escena, es un doctor real que se aseguraba de que los ojos de McDowell no se secaran demasiado); eso sin contar con que tuvo que repetir 74 veces la escena final del filme (la más grabada de todo el guión). Según palabras del propio McDowell, “la calidad humana de Kubrick no está a la altura de su talento; se comportaba con los actores como el más terrible de los tiranos”.


Infiltrados

Roman Polanski en La Naranja Mecánica
Hay directores que son recooooooooontra poseros. Les encanta aparecer en sus propias películas aunque sea de árbol. Entre ellos tenemos a Alfred Hitchcock, Quentin Tarantino… y ni qué decir de Woody Allen. A Kubrick no le gustba figuretear tanto como a los dos últimos, pero una que otra aparición “caleta” al estilo de su colega Hitchcock, no le caía mal; y es que en la escena de Alex en la tienda de discos, el hombre que está ahí parado leyendo la prensa, es, ni más ni menos, que el mismo Kubrick. Y como a Kubrick le gustaba hacerle la “patería” a sus “amiwis” directores, coló también a su compinche Roman Polanski, nomás que en un rol menos bacán para que no le robe cámara (Polanski es el hombre que está siendo apaleado en la primera imagen del Tratamiento Ludovico).


El hombre naranja

No, no estamos hablando de la Antorcha Humana ni de tu amigo vegetariano con vitaminosis, sino del verdadero significado de “La Naranja Mecánica”. Seguro mil veces se habrán preguntado por qué “La Naranja Mecánica”. Resulta, que se trata de una mala interpretación. El título en inglés es “A Clockwork Orange”, y “orange”, en inglés, significa “naranja”, pero en verdad, el origen del título proviene de la palabra malaya “ourang”, cuyo significado es “persona”. Anthony Burgess (autor del libro) utilizó el término para realizar un juego de palabras y darle un título a su obra, cuyo verdadero significado es “El Hombre Mecánico” (es decir, Alex después del Tratamiento Ludovico).


Cantando bajo la lluvia

Cuenta la leyenda, que la canción Singing in the Rain no era parte del guión original (como podrán imaginar, esta canción tampoco aparece en la novela), sino que Mr. Kubrick se acercó a Mr. McDowell (Alex) durante la filmación y le dijo: “Mientras lo golpeas, canta algo, lo que más te guste, lo que sea”, y éste empezó a cantó Singing in the Rain porque era la única canción que se sabía de memoria. La cancioncita le salió cara al director, pues tuvo que comprar los derechos de Singing in the Rain por $ 10000 después de terminar la escena.


Libro VS. Película

Según el prólogo escrito por Anthony Burgess, existen dos versiones de su novela: la inglesa, vale decir, la que él concibió en un primer momento, y la norteamericana, a la cual se recortó el último capítulo por decisión del editor. La versión original presenta un último episodio en el cual un Alex ya maduro y agotado de la “ultraviolencia”, decide cambiar, por convicción propia. A Kubrick, al parecer no le gustó este final, y decidió quedarse con la versión americana en la cual Alex sigue siendo un desgraciado natural y orgulloso de serlo. Asimismo, como parte de la estética, el cineasta añadió una serie de detalles fálicos que no eran parte de la novela (por ejemplo, en la escena en que Alex se enfrenta a la mujer de los gatos, la escultura original era un busto de Beethoven, mientras que en la película se trata de un falo gigantesco); esto quizás, en alusión a Freud, quien hablaba del instinto sexual como una enorme fuerza impulsiva.


I am your father…
Darth Vader... sin su armadura.

¿Recuerdan al fornido guardaespaldas de Mr. Alexander?... Ah, sí, Mr. Alexander es el escritor al que Alex y sus drugos torturan casi al inicio de la película (en el filme nunca se dijo su nombre). Este fisicoculturista y experto en lucha libre, no es otro que David Prowse, el archi conocido Darth Vader de la primera trilogía de Star Wars. Sí, él es el hombre bajo la atemorizante armadura negra, como también el monstruo Frankenstein de la película Frankenstein and the Monster from Hell (el clásico de Terrence Fisher). A pesar de su destacable musculatura, el actor cayó rendido ante el sadismo de Kubrick, quien le hizo repetir hasta treinta veces una escena en que llevaba en brazos a Patrick Magee (Mr. Alexander).


Cherries por aquí, cherries por allá…

Así como le gustaba posar en sus propias pelis, a Kubrick le gustaba propagandearse al máximo mediante sus mismos filmes (y es que la publicidad siempre es cara, y hasta los cineastas platudos quieren ahorrar). Así, por ejemplo, cuando Alex entra en su habitación e introduce una cinta de la Novena Sinfonía de Beethoven, la cinta que extrae previamente pertenece al compositor Giorgi Lyghety, autor de la banda sonora de 2001: Una Odisea en el Espacio (filme anterior de Kubrick). Luego, en la escena de la tienda de discos se aprecia nítidamente la portada de la banda sonora de la misma película.


Chotes épicos

¿Se lo imaginan como Alex DeLarge?
Hacia 1968, Mick Jagger, líder de The Rolling Stones, quiso llevar la obra de Burgess a la pantalla grande, encargándose él mismo de interpretar a Alex; los drugos, serían encarnados por el resto dela banda. Anthony Burgess dio un reverendo y tajante “NO!!!”. Imaginamos que a Kubrick le habrá parecido muy gracioso el tremendo chote, pero no tanto el que recibió después por parte de la banda Pink Floyd, cuando le solicitó utilizar la música de su disco Atom Heart Mother para La Naranja Mecánica; ahí fue él quien recibió el reverendo y tajante “NO!!!”.

domingo, 27 de enero de 2013

Del papel a la pantalla

“Nunca juzgues a un libro por su película”


Por: Gianfranco Hereña

El hombre quedó congelado en una mueca inerte. Gaston Leroux (autor de la obra literaria El Fantasma de la Ópera) se hundió en su butaca, como si de pronto cada extremidad le pesara una tonelada. Impávido, viró los ojos hacia su alrededor y comprobó entonces lo que tanto había temido: el cine y la literatura estaban perfectamente emparentados, más no por ello eran hermanas de un mismo vientre. Aterrorizado, recibió la cascada de aplausos como premio a lo que acababa de ver, más no sobre aquello que había escrito tiempo atrás.

Esta situación (ficticia, claro está) probablemente no guarde relación alguna con lo que en realidad ocurrió durante aquella memorable función de El Fantasma de la ópera. En cambio, sí me queda claro que este fue el punto de quiebre entre libros y películas.

Son numerosos e indistintos los ejemplos a citar, pero el objetivo de este breve apunte es señalar la importancia de vender a las películas y los libros como productos diferenciados. Es decir, me basaré en ejemplos que tienen como punto de partida a esa versión de El Fantasma de la Ópera dirigida por Rupert Julián (1925).


Otra realidad

En tiempos donde el cine era todavía mudo, quedaba claro que los actores debían mostrar una enorme capacidad histriónica. Esto, sumado a la necesidad de mostrar texto en la pantalla, convertía al cine en un espacio capaz de conducir a la literatura hacia un nuevo horizonte. Rupert Julián empezó a gestar la idea concebida desde un punto de vista diferente y asimilando lo mejor de sus antecesores (Othelo, 1922).


Para no perder la brújula del relato, designó al propio Leroux como guionista y no dudó en llamar a actores de renombre entre los que destaca, sobre todo, Lon Chaney, mítico mil caras estadounidense y estrella de Hollywood a mediados de los años veinte. Esta mixtura entre lo audiovisual y lo escrito, funcionó como un buen maridaje. Influye también la forma en cómo se representa lo escrito en lo visual. Para no aturdir al espectador con pomposas descripciones, el encuadre* funcionó a medida de lo esperado para la época.


Ayuda, hay que decirlo, el terreno sobre el cual está siendo narrada la historia. Es decir, hablamos de la belle epoque *de París, en una Francia no tan distante al tiempo donde fue concebido el film y eso influyó mucho para que esta versión, a mi gusto, sea una de las mejores adaptaciones hechas a la obra de Leroux.

Descarto por unanimidad a los edulcorados finales Hollywoodenses posteriores. Porque para decir mucho, se necesita hablar muy poco, sino pregúntenle a Rupert Julián.

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*La Belle Epoque abarca el período comprendido a finales del siglo XIX hasta 1914 en París. Esta época se destaca especialmente por el gran número de artistas que salieron a flote y fundaron movimientos tan representativos como el Fauvismo y el Expresionismo. El fantasma de la Ópera fue publicado en 1910, quince años antes de la versión cinematográfica de Rupert Julián.

* El encuadre es la composición gráfica de cada toma (los elementos de la pantalla y cómo están colocados). La principal virtud del cine mudo consistía en abarcar un gran número de detalles para suplir la ausencia de audio. En el caso del fantasma de la ópera, estos hablan por sí mismos. Ni mucho ni poco, la cuota justa.

** Finalmente, un regalito de Cinematosis Crónica: La película completa para ver online.


viernes, 25 de enero de 2013

Quiz Tarantinesco


Por: Alexiel Vidam


¡¡¡Señoras y señoreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeees...!!! (**Repique de batería**) ¡¡¡Con ustedeeeeeeeeeeeeessssssssss...!!! (**Repique de batería**) ¡El primer concurso cinéfilo de esta web! (**Sonido de gong, aplausos y demás**). 

Bad Mother Fucker Productions vuelve al ataque con sus proyecciones de pelis de culto en pantalla gigante y formato Blu-Ray. ¿En dónde? En Drugstore Home Theaters (Av. La Encalada 741 - Surco, a 2 cuadras de Av. Primavera). Para este retorno, se cuelga del reciente relanzamiento de Pulp Fiction en multicines UVK, para traernos las escenas inéditas de la misma, seguidas por la proyección de otra película icónica del mismo director: Reservoir Dogs

A continuación, un pequeño quiz para medir tus conocimientos sobre la filmografía del Quentin Tarantino y ver si eres capaz de obtener una entrada gratis al evento, donde además se sorteará un poster (de 60x40 cms.) de Pulp Fiction. Las diez primeras personas que envíen sus respuestas a cinematosiscronica@gmail.com serán sorteadas. Se reciben resultados a más tardar mañana (26/01/13) a las 3 PM pues el evento es a las 7:30 PM. Las respuestas deberán estar acompañadas por los datos completos del concursante (nombre completo, teléfono y/o celular, mail, y número de DNI).


1. ¿Qué papel interpreta el propio Tarantino en su película Reservoir Dogs?

a. Sr. Naranja
b. Sr. Marrón
c. Sr. Azul
d. Marcellus Wallace

2. ¿Cuál es el restaurante de comida rápida al que NO fue Vincent Vega según el diálogo de las hamburguesas en Pulp Fiction?

a. Wendy’s
b. KFC
c. McDonald’s
d. Burger King

3. ¿Cuál de los siguientes temas de Chuck Berry es el que se emplea en la escena del baile entre Mia Wallace y Vincent Vega (Pulp Fiction)?

a. You Can Never Tell
b. Johnny Be Goode
c. School Days
d. Let It Rock

4. ¿Cómo se llama la guarda espaldas de O-Ren-Ishii en Kill Bill?

a. Sofie Fatale
b. Vernita Green
c. Gogo Yubari
d. Shen Long
 
5. ¿De qué manera muere Hitler en Bastardos sin Gloria?

a. Se suicida.
b. Sale a comprar chicles, se los come y resulta que estaban envenenados.
c. Está leyendo el periódico mientras “evacúa” en el baño, y lo bombardean.
d. Está viendo una película en el cine y el cine explota.


**Nota: Para mayor información sobre la proyección de Resairvor Dogs + Escenas inéditas de Pulp Fiction, visita este link: https://www.facebook.com/events/144966355660221/

miércoles, 23 de enero de 2013

Maretazo


Por: Jennifer Burga

El agua vuelve a dominar la escena. Lo Imposible nos traslada a Tailandia, durante la Navidad. María (Naomi Watts), Henry (Ewan McGregor) y sus tres hijos, intentan pasar unas maravillosas vacaciones. Una mañana, mientras se encuentran en la piscina, un terrible rugido emerge del centro de la tierra, un terremoto atroz provoca el tsunami más terrible que jamás hemos conocido. María se queda paralizada por el miedo al ver cómo un inmenso muro de agua avanza por los jardines del hotel hacia ella. A medida que el agua la va alejando, la mente de María, en rápida sucesión de recuerdos y sentimientos, lucha contra eso tan terrible que le impide estar con su familia, convirtiéndola en una desolada superviviente.

Que yo haya subrayado que el agua está presente, no quiere que decir que se repita lo ya visto en otras películas sobre el tsunami. Al contrario. Este filme de Juan Antonio Bayona, transmite algo completamente nuevo; la novedad nace de su nueva forma de narrar y carácter más atemperado: imágenes impactantes, pasión explícita y emocionante, alta tensión narrativa. Bayona maneja la realidad, la aniquilación, el caos, o lo más terrible: la muerte. La atracción de los sucesos hace que se perciban muy a flor de piel; el desgarro se siente a lo largo del filme, los sentimientos fluyen como lava fundida. Bayona utiliza todos sus elementos de manera espectacular para contar lo que ya se conocía pero que, presentado así, duele mucho más. La interacción entre la naturaleza y el hombre, la ferocidad contra la fragilidad, la soledad y la desesperación por librarse de ella, el amor desesperado y la búsqueda de la vida arrebatada, son algunas de las claves temáticas y emocionales con las que juega el director español para trasladar al espectador el universo dramático que es Lo Imposible.

Lo imposible es una película cuidada al milímetro, sin elementos al azar. La fotografía de Óscar Faura, inmejorable, y la música de Fernando Velázquez es maravillosa y aplicada a las imágenes de forma porfiada, una proeza, pues resalta los momentos más intensos y dramáticos de manera casi dolorosa, levantando una exaltación palpitante y violenta desde los sentimientos.

La película comienza volando alto y planea alto hasta el final, ayudan al conjunto las creíbles interpretaciones de un grupo de actores que hace fácil lo dificultoso, protagonistas bien seleccionados, y los secundarios, al mismo nivel, aportando actuaciones intensas. Sobre todos ellos, resalta la actuación de Naomi Watts como María, quien demuestra tener un increíble magnetismo y una presencia que llena la pantalla, empapándote de sensaciones en todo momento; hay escenas en que con una mirada te pone el corazón en un puño. Tom Holland se mete en la piel de Lucas, el hijo de María, y destila delicadeza, dureza, dolor, compasión, a la vez que una ternura enorme, se ajusta de lleno en el papel dispuesto a hacer todo lo imposible para conseguirlo.


 En Lo Imposible, la percepción no es otra que la de haber asistido a un documental brutal de sentimientos desmedidos. Superación, lucha, esperanza. Lo Imposible traduce con solvencia la historia real de una familia con suerte.


lunes, 21 de enero de 2013

Adolescentes marginados



Por: Alexiel Vidam

He visto la película The Perks of Being a Wallflower (“Las Ventajas de ser Invisible”) cinco veces en menos de un mes (hacía tiempo que no me enviciaba de este modo). Es uno de esos filmes que te “tocan” con la riqueza emocional de sus personajes y sus situaciones tan “de la vida misma”. Cuando supe que estaba basada en una novela del mismo nombre, la curiosidad me obligó a buscarla por toda la red. Dos días después de acabarla, les dejo este post de “Libro VS. Película”.

Dicen que los escritores son unos perfeccionistas obsesivos, que cada vez que releen alguna obra pasada, quedan un poco frustrados (por cuestiones personales, me atrevo a decir que estoy de acuerdo). Stephen Chbosky, director y guionista de la película The Perks of Being a Wallflower (“Las Ventajas de Ser un Marginado” en España y “Las Ventajas de Ser Invisible” en Latinoamérica) es el propio autor de la novela en la cual se encuentra basada. Tal vez, por este motivo, muchos podríamos esperar a que la versión cinematográfica fuese una suerte de calco del original, una versión “animada” de lo que el creador imaginó en un inicio. Sin embargo, tras leer la novela y repetir la película por cuarta vez, opino que convertir el supuesto en afirmación, sería un error tremendo.

Estoy de acuerdo en que el “feeling” es el mismo. Es una historia adolescente marcada por la atmósfera de los noventas (lo revelan los distintos elementos del ambiente, desde la música que escuchan los personajes, hasta la tecnología que utilizan: máquinas de escribir, cintas de audio, y sólo teléfonos fijos –nada de blackberrys ni esas cosas-), con personajes tan jóvenes como intensos, que transmiten toda su marea emocional al espectador en cada diálogo, en cada expresión, en cada gesto, en cada acción. Cada uno de ellos tiene su propio drama: Charlie (Logan Lerman), el protagonista, es un chico de 15 años que acaba de ingresar a la preparatoria, que durante los primeros días es víctima del bullying y tiene como único amigo a Bill (Paul Rudd), el profesor de literatura; por si fuera poco, se encuentra marcado por el reciente suicidio de quien fuese su mejor amigo en la primaria, y por la muerte de su tía más querida durante los primeros años de infancia. Es un personaje retraído y solitario, que lucha por pasar inadvertido en un mundo hostil, que se sorprende sobremanera al descubrir que existen otros “marginados” como él.


Los "marginados". 1er plano (de izquierda a derecha): Alice, Charlie,
Mary Elizabeth y Sam. 2do Plano (de izquierda a derecha): Bob y Patrick.
Pronto Charlie descubre que no está solo, cuando conoce a Patrick (Ezra Miller), y  su hermanastra Sam (Emma Watson), dos jóvenes de último año que se encariñan con él y le hacen parte de su mundo. Patrick es homosexual, y Sam posee muy mala reputación debido a un perturbador pasado. En su grupo, se encuentran Mary Elizabeth (Mae Whitman), una joven cuya baja autoestima se manifiesta en histrionismo, Alice (Erin Wilhelmi), una “friki” de los vampiros con rasgos de cleptomanía (roba blue-jeans a pesar de que tiene todo el dinero del mundo), y Bob (Adam Hagenbuch), un adicto a las drogas sin remedio. Junto a ellos, Charlie experimenta por primera vez lo que es romper el cordón umbilical: asistir a sus primeras fiestas de manera independiente (antes le acompañaban sus padres), descubrir el amor, lo que es ser parte de una “manada” (algo bastante típico en la adolescencia), y experimentar por primera vez el sexo, el alcohol y las drogas. En todos estos aspectos, The Perks of Being a Wallflower es una historia atrevida, que no pretende caer en patetismos moralistas tapando los excesos de la juventud, que  contrasta de manera equilibrada con los valores resaltantes del compañerismo y la verdadera amistad.



A pesar de todos estos factores comunes –al fin y al cabo el argumento es uno-, me atrevería a decir, que los personajes se “sienten” distintos, empezando por Charlie, que en el libro es un muchacho con tendencia a “estallar” con mucha facilidad, y con ello no me refiero a que tenga un carácter irritable, sino a que le es imposible no romper en llanto ante las situaciones emocionales nuevas, descomunalmente impactantes para él. Nos encontramos, pues, frente a un protagonista mucho más frágil, y con más marcados aspectos “alienantes” -“semi-autista”, me atrevería a decir-. El Charlie del libro es alguien que se siente culpable por todo (o por casi todo), que no sabe cómo comportarse ante los demás y casi siempre está viviendo la vida de otros –en lugar de la suya- buscando contentarles; en esa labor, además, resulta excesivamente torpe, pues, frente a la preocupación, son muy pocas las veces en que deja “salir” su propia personalidad. El Charlie de la película, por otra parte, si bien sigue siendo tímido y no muy hábil para interactuar, es mucho más “fresco”, se integra más rápido al grupo (aunque puede que esto también sea por el ritmo más ágil de la versión cinematográfica) y es bastante menos llorón que el de la novela (de hecho, sólo recuerdo haberle visto llorar en un par de escenas… era un llanto que se sentía intenso, sumamente doloroso, pero que se presentaba sólo como unas pocas lágrimas cayendo desde unos ojos hinchados y enrojecidos).

Se podría decir que personajes como Bob, Alice y Mary Elizabeth no cambian demasiado (aunque a la segunda se le añadió la cleptomanía –como detalle gracioso- en el filme). Patrick también permanece casi tal cual, pero Sam, si bien en esencia es la misma, en su relación con Charlie es bastante distinta. En el libro ella marca mucho más su distancia en el aspecto romántico; casi desde el inicio deja claro que él es muy joven para ella, hecho que en la película nos resulta evidente pero que nunca se declara de manera oficial (digamos que lo asumimos porque el protagonista lo asume); también es más dura con él cuando le saca en cara su irresponsabilidad para consigo mismo, para atender a sus propias necesidades y deseos; en la película esto se da de manera mucho más sutil, y el discurso lleva una carga afectiva que nos hace pensar que quizás ella también le hace un reclamo personal (que, por supuesto, la implica sentimentalmente). El libro, además, si bien no cierra posibilidades, tampoco nos deja grandes esperanzas de que surja algo trascendente entre ambos personajes (salvo por una bonita amistad), mientras que en este aspecto, la película es mucho más abierta, y hasta alimenta expectativas. En cuanto a la descripción física, la obra literaria no brinda muchos detalles, pero nos presenta a Sam como una joven de cabello largo y ojos verdes, lo cual, obviamente, se altera en la versión cinematográfica debido a que el personaje es interpretado por Emma Watson (de ojos castaños y con el cabello corto).

Por otra parte, el libro es mucho más rico en cuanto a detalles que conforman el entorno del protagonista, particularmente, en cuanto a su vida familiar. En la película, sus padres simplemente parecen “desconectados”, su hermano se encuentra lejos jugando al fútbol para mantener la beca universitaria, y su hermana Candence (Nina Dobrev), si bien parece la más interesada frente sus otros parientes, se encuentra también absorbida por sus líos personales, sobre todo, por su problemática relación con su novio Derek (Nicholas Braun). De la única que poseemos algo más de información, es de la tía Helen (Melanie Lynskey), a quien Charlie quiso mucho, y de quien sabemos tuvo una vida bastante atormentada. En  el libro, por el contrario, la familia es descrita con bastante precisión, desde la tía más importante, hasta el amargado abuelo materno. Los padres, de igual manera, aparecen mucho más implicados en la vida del protagonista, en especial el papá, que parece estar fastidiado todo el tiempo y cuya máxima preocupación es que le dejen ver el partido de hockey en absoluto silencio. El drama del suicidio de Michael (el mejor amigo de Charlie), también es narrado con muchos detalles que simplemente se obvian en la película (donde simplemente se nos dice que el personaje se suicidó).

Les parecerá curioso, seguramente, que a pesar de todos los datos que acabo de señalar aparecen en el libro y no en la película, les diga que me quedo con la película. Me quedo con su frescura narrativa, con esa ligereza que contrasta con la intensidad de escenas  específicas, las cuales, paradójicamente, acaban por sentirse mucho más (lo fuerte se siente más fuerte cuando se haya junto a lo frágil y lo sutil). Además, pienso que si bien la adolescencia es una etapa de la vida en la que todo parece vivirse con inmenso dramatismo, también es una etapa de momentos de suma de suma rapidez, donde todo acontece de manera superflua y hasta el sufrimiento resulta casi divertido, cuando nos hace sentir héroes incomprendidos, protagonistas de alguna novela tragicómica. Esa última sensación está mucho más presente en la película, así como el espíritu de los jóvenes noventeros, gracias a una excelente banda sonora (con emblemáticos temas de The Smiths, David Bowie, Dexy’s Midnight Runners, New Order, entre otros).

En mi opinión, una de las mejores escenas del filme.

Retomando la idea del párrafo inicial (acerca de los escritores como perfeccionistas obsesivos), me atrevo a decir que Stephen Chbosky mejoró su propia obra mediante la versión fílmica, y que éste es uno de los poquísimos casos en los que la adaptación supera al original. Yo, personalmente, amé la película (repito: ya la he visto cinco veces…); la recomiendo siempre que puedo como una de esas historias que te hacen sentir identificado. El libro lo leí después, y me gustó, y sé que a muchos otros les gustará, pero pienso que más que nada será a quienes ya vieron el filme y se enviciaron tanto que no pudieron dejarse las ganas de comparar y completar ciertos aspectos que hayan podido quedar un poco “en el aire”, o, mejor dicho, con final abierto.



**Aquí les dejo un regalito... dando click en el link, pueden descargar el libro de The Perks of Being a Wallflower
https://docs.google.com/file/d/0BwWlnZBExIznSDZwbGhtUDhtM00/edit**

domingo, 20 de enero de 2013

¡Pulp Fiction de vuelta a los cines!

¡Señores!... Pulp Fiction, una de las pelis más emblemáticas del director Quentin Tarantino, vuelve a las salas de cine por cortesía UVK. Les recomiendo que vayan a verla -inclusive si ya la han visto en DVD- porque de verdad que hay ciertas tomas cuya intensidad, comicidad o ironía, se perciben mucho mejor en pantalla grande.

Colgándonos del reciente relanzamiento, nuestro Otorongo cinéfilo Carlos Lavida nos regala un poco de su humor gráfico... ¡Que lo disfruten!


*Para conocer más sobre el arte de Carlos Lavida, visita http://carloslavida.blogspot.com/ 

miércoles, 16 de enero de 2013

La Vida es Sueño (o parece serlo)



Por: José Güich Rodríguez*

The Life of Pi (traducida de un modo bastante ridículo y empobrecedor por los distribuidores del área hispánica como “Una aventura extraordinaria”, según torpe costumbre marquetera), del cineasta Ang Lee, es una de esas raras sorpresas que depara la temporada previa a la entrega de los premios Oscar -dicho sea de paso, está nominada en la categoría “Mejor película”-. Porque, la verdad sea dicha, elaborar una historia sobre un muchacho indio de cultura francesa, sobreviviente de un naufragio junto a un feroz tigre de Bengala -para colmo hambriento y poco dispuesto, claro está, al diálogo-, bien corría el riesgo de convertirse en uno de esos inverosímiles y lacrimógenos artefactos saturados de “mensajes” acerca de que el amor a la vida siempre triunfa sobre todas las dificultades y aquel largo etcétera lindante con la nefasta “autoyuda” y demás charlatanerías.

La prueba ya parecía haber sido sorteada por el novelista canadiense Yann Martel, quien con su novela homónima (en la cual esta película se basa), rechazada al principio por cinco editoriales antes de su publicación, alcanzó un éxito inusitado cuando la sexta casa no le cerró las puerta en la cara mediante la clásica y aséptica fórmula “tiene grandes méritos pero no está dentro de nuestros planes”. Más de un gerente-editor se habrá arrancado los cabellos luego. Bien merecido se lo tendrían los ineptos.

La película de Lee, un realizador chino de prestigio incorporado a la gran industria, también brinda pruebas suficientes de haber enfrentado el reto, al trasladar el texto de Martel a la pantalla sin que se precipite por la borda el espíritu del original, es decir, un relato “robinsoniano” por excelencia (con isla y palmeras incluidas) que maneja con soltura e imaginación distintos niveles de realidad, aspecto al que volveremos luego. A ello se suma una inteligente capa de humor, en un registro muy diferente al de las convenciones norteamericanas, menos sutiles y, por lo general, poco elaboradas.

Piscine Molitor Patel (llamado Pi para evitar confusiones con el vocablo inglés “Piss” -miccionar- y las consabidas burlas de sus compañeros), nombre que el protagonista recibe a causa de la extravagante afición de su padre por las piscinas, crece en un mundo en el cual la racionalidad de los progenitores (él, un emprendedor hombre de negocios, dueño de un zoológico; ella, de formación científica) y las ansias precoces del muchacho (lector voraz de Verne y otros) por experimentar diversas espiritualidadeshindú, cristiana y musulmana- establecen una pugna interior que marca profundamente al personaje. Así rompe los fuegos  la película: Pi, ya adulto, narra a un escritor en busca de inspiración la increíble peripecia de 277 días en el océano Pacífico, a merced de los elementos desencadenados. Este segmento introductorio de la cinta funciona a la manera de una educación sentimental que incluye duras pruebas, como aquella escena en que el tigre,  llamado, por un curioso error de registro, Richard Parker, devora a una pobre cabra, pues el padre quiere demostrarle que no hay “alma” en animales salvajes. Por otro lado, Pi deberá separarse de una bella muchacha, su iniciación amorosa.

En el segundo segmento se produce el “viaje robinsoniano” propiamente dicho. El barco japonés en el que se traslada la familia, huyendo de la crisis política de la India, naufraga en medio de una tempestad, acabando con la vida de toda su familia (padres y hermano mayor) y de la tripulación. La mayoría de los animales del zoológico -que viajaban en el buque para ser vendidos en Canadá- perece. Pi sobrevive en un bote con reservas de alimentos, cartillas de instrucciones y agua para algunas semanas.

En este punto, las ambigüedades entre realidad y fantasía comienzan a enhebrarse de un modo tan hábil y virtuoso,  que el espectador se sumerge sin problemas en las acciones en principio no muy creíbles (el hecho, por ejemplo, de que un débil y agotado Pi sea capaz de permanecer indemne a los ataques del fiero tigre quien, aunque mareado, podría devorarlo en cualquier momento, como hace la bestia con una hiena y los restos de una cebra, así como el de un orangután hembra que también se refugiaron en el bote). Luce como un valor en sí mismo la brillante parafernalia visual a la que Lee es tan adepto –recuérdese la magnífica El Tigre y el Dragón-: aquí son  seres marinos fosforescentes, cielo tachonado de estrellas, lunas llenas majestuosas y tormentas que por milagro no se llevan al otro mundo a Pi, al tigre y las embarcaciones (el bote y una especie de chalupa que el muchacho arma con remos, salvavidas y todo lo que puede cargar en él; esta le permite marcar una precaria frontera con el animal vía una soga). La lógica resulta contundente: el tigre es un felino que nada muy bien y no le costaría nada llegar hasta el chico cuando el hambre lo enloquezca; en consecuencia, debe alimentarlo con peces y entrenarlo, de tal modo que lo considere “Alfa” y no intente almorzarlo. De este modo, la relación entre hombre y bestia se fortalece y cambia de sentido.

El arribo a una misteriosa isla flotante, de frondosa vegetación y habitada por una inmensa colonia de suricatos reconfigura la ambivalencia entre lo real y lo quizás soñado por Pi, aunque nunca se resuelve de todo ese conflicto o las sospechas alrededor de que lo que presenciamos no es la única versión de la anécdota. La isla aparenta poseer conciencia propia, dada una serie de señales tanáticas que el náufrago descifra y que lo obligarán a reemprender la travesía, siempre en compañía del tigre, quien ha sabido banquetearse  su gusto con la población de suricatos. El ciclo se completa cuando,  al borde de la muerte, con la reserva agotada, los náufragos tocan las costas de México. La desaparición de Richard Parker entre los árboles marca el cierre de esta sección.

En la tercera parte, la más breve, Pi narra al novelista su rescate e interrogatorio, por parte de representantes de la compañía naviera, en torno de las causas del naufragio. Pi les cuenta la versión que ya conocemos; ella no convence para nada a los japoneses, ansiosos por satisfacer las exigencias de la compañía de seguros. Forzado por las circunstancias, teje otra historia,  brutal, descarnada y que propone una lectura distinta de los acontecimientos a partir de esa indefinición entre lo que nunca termina de ser real o bien, imaginado, pues no hay manera de establecer una delimitación entre los dos ámbitos. Ese, pienso, es uno de los mayores logros de esta producción que, si bien es cierto, no hace explícito el perseguir honduras metafísicas o artísticas, logra convocarlas mediante el simple arte de relatar con sobriedad una aventura insólita. Esta se va tornando verosímil a medida que desarrolla, de un modo natural y espontáneo, la encrucijada de terrores humanos descrita a lo largo de sus dos horas de duración.  Nos instala en un campo minado donde campean el escepticismo y la imaginación fantasiosa como extremos de una balanza que le permite a  nuestra especie superar las trampas impuestas por el mundo y no enloquecer ante ellas. No he visto Lincoln aún, pero intuyo que The Life of Pi debe de ser una de sus más fuertes competidoras.


*Escritor. Autor de Los espectros nacionales y El misterio de la loma amarilla, entre otros libros. Es crítico literario y profesor-investigador de la Universidad de Lima.

jueves, 10 de enero de 2013

Las 5 del cine “friki” 2012


Por: Herbert “Kame” Köster

El cine "friki" o "nerd" es un género que recientemente ha tomado un carácter "mainstream". Desde el estreno de la trilogía de Lord of the Rings, este relegado sector de la industria ha superado sus orígenes, enraizados en la "serie-B", y alcanzado el cine de alto presupuesto, con resultados a veces decepcionantes, pero las más de las veces francamente satisfactorio. El 2012 fue un año que nos trajo excelentes y esperadas adaptaciones, reboots sumamente necesarios, y broches de oro a sagas empezadas años atrás. A continuación, y sin más preámbulos, mi Top 5 de películas frikis en el 2012 (en verdad es un Top 6, pero bueno...).


Mención Honrosa:

THE AMAZING SPIDER-MAN

Director: Marc Webb




Si alguna franquicia basada en comics ha necesitado tanto un reboot como Spider-Man... Bueno, han sido muchas (Hulk, Fantastic Four, el mismo Superman). Pero después de haber visto la monstruosa mutilación del mito de Peter Parker efectuada por el usualmente acertado Sam Raimi (¿recuerdan el flequillo? Gott im Himmel!), muchos estaremos de acuerdo en señalar al Hombre Araña como el principal candidato para un "extreme makeover". El guion de James Vanderbilt (conocido por su trabajo en Zodiac) toma elementos de la primera época del héroe arácnido, entre los que destacan la primera aparición de Gwen Stacy, la primera novia de Spidy. En una efectiva dinámica de "coming of age", asistimos al crecimiento de Parker y su transformación el héroe de New York, marcada por su enfrentamiento con el otrora compañero de su padre, el Dr. Connors. Es refrescante ver como se ha podido rescatar exitosamente a un héroe tan importante como Spider-Man del abismo oscuro (sin sarcasmo) en el que una serie de errores lo había sumido.


Puesto #5:

WRECK-IT RALPH

Director: Rich Moore


Una patada a la nostalgia empacada como aventura familiar en 3D. No creo que pueda definir mejor está película, la sorpresa del final del 2012. Fui a verla sin mucho interés y salí encantado, si no quizás por un guión genial o una animación espectacular, si por una serie de cameos, referencias y apariciones que sin embargo, dada la temática de la misma película, no se ven forzados o impuestos, como es el caso de series como The Big Bang Theory. Un gamer (aficionado a los videojuegos) inveterado fácilmente reconoce las apariciones de personajes de franquicias como Mario, Altered Beast, Street Fighter, Pacman, Sonic, Qbert, Frogger y otros muchos juegos retro. Sin embargo, son las referencias puras, como el uso del Konami Code (arriba arriba abajo abajo...) o el grafiti en la Estación, que reza "Aerith Lives" (una referencia a Final Fantasy VII que francamente me arrancó una lágrima), las que realmente hacen de esta película un imperdible en la colección de todo cinéfilo friki.


Puesto #4

BERSERK OGON JIDAI HEN: OU NO TAMAGO (“El Huevo del Rey”)

Director: Toshiyuki Kubooka




La primera película adaptación del Golden Age Arc del afamado manga del maestro Kentaro Miura, El Huevo del Rey es una oda a la violencia medieval a la altura de su fuente original. Asistimos a la juventud del arisco Guts, sus primeras batallas y muertes, y su encuentro original con la Banda del Halcón: con la que será su amada, Casca, y su mejor amigo y líder, Griffith, que arrastra un destino terrible, encarnado en la monstruosa joya roja que lleva en el pecho: el Behelith Carmesí, conocido como el Huevo del Rey; se dice que su poseedor está destinado a dominar el mundo y la existencia, como miembro de la Mano de Dios. Guts se verá arrastrado en un brutal mundo de política, violencia e intrigas, mientras avanza a ciegas a su propia destrucción y de su amada. La primera de una trilogía que promete muchísimo.


Puesto #3:

THE AVENGERS

Director: Joss Whedon


La narrativa intrínseca del Noveno Arte (el cómic, para los que no lo saben) es esencialmente distinta a la del cine o la prosa. El medio, en su origen cómico, exige del lector una mayor “suspensión de la incredulidad”, haciendo que este acepte como verosímiles hechos que no podría aceptar en una situación normal. Si bien el cine de súper-héroes de Disney anterior a The Avengers jugó más o menos bien con este concepto y su aplicación a la pantalla grande, es esta cinta la que logra afianzar el género en su más pura esencia. Sin caer en la réplica textual (300) o el émulo “darker and edgier” (Watchmen, V For Vendetta), ni en la ligereza y volubilidad de guión (SpiderMan), The Avengers nos demuestra una exposición técnica de color y narrativa tan cliché como refrescante y esperada. Sin embargo, y en mi humilde opinión, no posee los méritos suficientes como para ir más allá de la mera adaptación, por más genial que ésta haya sido realizada.


PUESTO #2

RUROUNI KENSHIN

Director: Keishi Outomo





Es dificil encontrar adaptaciones cinematográficas en “live-action” de animes populares. Los pocos intentos que ha habido han sido catastróficos y penosos, tanto del lado occidental (Dragon Ball Evolution, Fist of the North Star) como el del propio Japón (Gantz, Ranma ½, Devilman). Con este prejuicio me senté a ver esta película, sin expectativas, pero me lleve la grata sorpresa de equivocarme. Un cast muy bien elegido, peleas vistosas, una narrativa fresca y nueva, hacen de Rurouni Kenshin un film capaz de ser disfrutado por toda clase de personas, y que transmite a cabalidad la esencia de un personaje tan complejo y edificante como el Battousai Himura.


PUESTO #1

THE DARK KNIGHT RISES

Director: Christopher Nolan


La culminación de una trilogía espectacular, que supera con creces las limitaciones del medio escrito del que se origina su personaje y esencia, creando una nueva y actualizada mitología para el Hombre Murciélago, debatiblemente el personaje de cómics americanos mejor construido. Muchos amigos, con opiniones más o menos puristas, reniegan de los cambios que la última entrega introduce en el mito de Batman, sobre todo el destino final, atípico e innovador, del protagonista. Creo que Nolan ha sobrepasado la simple adaptación y establecido un nuevo capítulo en la existencia del Caballero Oscuro, eligiendo un medio atípico (el cine) para plasmar una historia con un poder de definición tan fuerte como la obra de Moore (The Killing Joke, Year One), Miller (All-Star Batman & Robin, The Dark Knight Returns) o Morrison (Batman R.I.P., Batman INC.)

miércoles, 9 de enero de 2013

"El otro" Top


Por: Christian García La Matta

Este ranking es una opinión 100% transparente, libre de influencias mediáticas y obviando si los filmes en cuestión son o no son taquilleros. Simplemente son las películas que, a mi juicio, fueron las más resaltantes del año 2012. Aclaro que mi perfil no es complicado. Profesionalmente estoy arrimado a las artes y a la publicidad, tal vez un poco sociópata, bastante misántropo, amante del cine de horror, crítico de clichés, llorodramas y rainbow-happy-endings. Así que no esperen ver una peli al estilo Sex and The City en el puesto uno. También aclaro que no he visto todas las películas que hubiera querido en el 2012, por lo que haré mención posterior de cuales me perdí y parecían prometedoras.

Estas son mis 5 mejores películas del año. Obviamente hay spoilers no intencionales, así que tomen sus providencias.


Puesto 5: The Hobbit: An Unexpected Journey




Es un hecho. A Peter Jackson le quedaron cortos los millones recaudados en la saga de El Señor de los Anillos y ahora nos exprime los bolsillos con su nueva trilogía basada en el universo de Tolkien.

Pareciera que hacer una trilogía con un libro relativamente mediano como El Hobbit es usura pura, pero resulta que Jackson expande la narrativa ya establecida de forma exitosa y nos cuenta una historia mucho más rica en detalles, extraídos con gotero de El Silmarillion, armonizando de forma brillante lo contado en sus otros filmes.

Como era de esperarse el cgi es impecable a lo largo de toda la película y hay que resaltar lo mejorado que está Gollum, que no sólo es más expresivo, sino que está mejor integrado en sus escenas.

Aclaro. No soy fan de Lord of the Rings ni de Jackson, así que sin ningún tipo de efusividad desmedida, digo que esta peli vale la pena... Aunque claro que da pereza tener que esperar años enteros para que culmine la trilogía.


Puesto 4: The Dark Knight Rises


Excelente manera de cerrar el círculo de la que sin dudas es la mejor visión de un personaje de comic hacia la gran pantalla. Adicional a las escenas de acción y a la mecánica de la historia, Nolan pone como premisa la moral quebrantable que es, en mi opinión, inherente al ser humano, y que Wayne es uno de los pocos privilegiados en tener un coraje incorruptible y una voluntad de acero con la  motivación de salvar Gotham de su infeliz destino.

Es cuestionable la presencia de Catwoman, un personaje que no se funde con el resto de la historia y un Bane (tal vez) demasiado “sir”, con una dicción impecable como para ser un terruco de alcantarilla y media mandíbula. En lo personal, me incomodó la ausencia del Joker en esta película, considerando que existía un gobierno criminal instaurado.

Dark Knight Rises no apuesta por el perfeccionismo, es mucho más fantástica, artificial y agringada que sus predecesoras, pero es sin duda una excelente conclusión para la trilogía de Nolan


Puesto 3: Beyond the Black Rainbow


Alerta. Entramos a partir de este puesto en un nivel un poco trasgresor y retorcido.

Cierto día un científico decide crear un centro psíquico que tiene como objetivo la utópica meta de la felicidad absoluta. Mediante plantas y fármacos, el Dr. Arboria asegura llegar a esta surreal meta en sus instalaciones. Nuestra historia comienza en este complejo donde, curiosamente, nadie sonríe y pareciera que la única “paciente” es una muchacha llamada Elena.

Beyond the Black Rainbow es poesía pura. Un film sumamente sensorial. Opresiva y claustrofóbica visión del avezado director Panos Cosmatos, que en su debut se arriesga a llevar al espectador a un mundo hipnótico, donde lo real y lo divino convergen y detonan dentro de las instalaciones del complejo Arboria.

Pues, bueno, diré que su argumento podría contarlo en 10 minutos tomándome un cafecito, ya que no tiene mucha complejidad. Su riqueza artística radica en ese lenguaje tan caótico, en  la belleza fotográfica psicoestimulante y como el ideal que entendemos por felicidad va de la mano con el conocimiento absoluto y con otros temas que escapan de la capacidad de entendimiento de cualquier mortal. Una joya.


Puesto 2: La Piel que Habito


Al comenzar a redactar este top 5 aún no había visto este filme. Y, de hecho, The Divide estaba ubicado en el conteo.  Al ver este peliculón, me enamoré perdidamente de sus personajes y la posicioné como se merece.

Almodóvar es un tipo al que le tengo respeto (mas no soy su fan). Admito también que este gordito definitivamente tiene un gran talento para crear atmósferas en las que lo atípico y lo absurdo se percibe como cotidiano, y sobre estas premisas se cuentan historias retorcidas en lugares llenos de vida y color. Esta obra en particular es un thriller de ciencia ficción, cosa que no es muy del director pero en la práctica se consigue ese cine artesanal que tanto nos deleita con tomas llenas de intensidad, pasión y sentimiento.

Alexiel hizo un excelente trabajo haciendo una reseña, y gracias a su recomendación tuve el placer de verla http://cinematosiscronica.blogspot.com/2011/12/bajo-piel-ajena.html


Puesto 1: Holy Motors


Holy Motors es una película que requiere de un nivel de atención más activo por parte del espectador. A tal punto que incluso finalizando el film quedan muchos cabos sueltos que, creo yo, posiblemente tengan más de una sola interpretación.

La historia narra un día en la vida del Sr Oscar. Siendo recogido en su limo, se percata de que tiene un día pesado con una agenda llena de reuniones. Cada reunión nos muestra una película totalmente diferente. Oscar interpreta diferentes papeles en cada ocasión y cada vez con menos coherencia e ilación con la historia eje pero, curiosamente, con más mensajes entrelíneas.

Ángeles enviados por un ser todopoderoso para causar caos en el mundo mortal. Una metáfora crítica hacia una sociedad llena de máscaras. El despertar de un hombre harto de una vida vacía y automatizada. Posiblemente cada espectador le encontrará un significado distinto al filme. Sin duda alguna, es una película muy densa y en ocasiones indescifrable. Al terminar la película me quedé con más preguntas que cuando recién empezaba y lo curioso es que esas ideas siguieron girando en mi mente por días. Una experiencia muy compleja que recomiendo.


Menciones honrosas y desaciertos


He dejado atrás muchas otras. De haber sido un Top 10 habría incluído definitivamente The Divide, Melancholia, Hugo, entre otras. Este año que pasó también tuve muchas desilusiones, como Prometheus -que no fue pésima, pero se tiene demasiadas expectativas de Ridley Scott- y Cosmópolis.

Hago una mención especial para la mejor película animada del año: Bataman-Dark Knight Returns parte I, filme que trata ese otro lado de Batman que Nolan prefirió no tocar; el Batman paranoico, que nunca espera nada bueno de la gente pero a quien, a la vez, su egocentrismo hace pensar que sólo él puede dar justicia en Ciudad Gótica.


Otra mención especial para una “especie de” miniserie, pero que a mi parecer es más una serie de cortometrajes con una calidad argumental exquisita. Se trata de Black Mirror. Producción inglesa que se terminó de emitir a inicios del año pasado. Tres capítulos con historias y contextos independientes entre sí, que critican la naturaleza destructiva del ser humano.


Éste sería mi aporte.

Compartir siempre es bueno así que si alguien está interesado en que le envíe algún filme aquí mencionado pueden escribirme al xtn.factory@yahoo.es