viernes, 25 de diciembre de 2020

5 películas románticas para disfrutar en Navidad

Por: Mariana Loli

Un factor infaltable en nuestra celebración navideña, son las películas temáticas (enciendes la tele, y están por todas partes; ahora también nos aparecen sugeridas en el catálogo de streaming). El catálogo de estas películas es bastante extenso: tenemos comedia, drama, aventura, e incluso terror. 

Sin embargo, no cabe duda de la capacidad que tienen las películas románticas para capturarnos y enamorarnos (siempre y cuando no contengan demasiada azúcar). Y si fusionamos el poder de movernos el bobo, con la Navidad, obtenemos un resultado realmente conmovedor. 

Por eso, a continuación, te dejamos una pequeña lista con los mejores romances navideños para que chorrees todo el día después del atracón de anoche. ¡Feliz Navidad! 

CAROL (2015)

Director: Todd Haynes

Esta película nos transporta a Nueva York durante los años 50, y cuenta la historia de Therese Belivet (Rooney Mara) ─una joven trabajadora de una tienda de regalos navideños─, y Carol Aird (Cate Blanchett), una mujer rica y sofisticada que se encuentra atrapada en un matrimonio infeliz. Al conocerse surge entre ellas una conexión inmediata e intensa que transforma sus vidas por completo. 

Carol es una historia de amor, pero principalmente del amor como una responsabilidad. Ambas protagonistas se ven comprometidas a tomar decisiones difíciles para poder seguir a su corazón sin dejar de ser fieles a sí mismas. Desde el factor cinematográfico, Carol se traduce como una obra de arte, un tributo al cine de época fusionándose con el cine moderno. (Para leer nuestro post completo sobre esta película, da click aquí.)


THE HOLIDAY (2006)

Directora: Nancy Meyers

El amor es una puerta abierta que conduce a infinitas posibilidades, un sentimiento que llena de vida y nos hace creer que todo es posible, siempre y cuando, ambas partes apunten hacia ello. The Holiday cuenta la historia de Amanda Woods (Cameron Diaz) e Iris Simpkins (Kate Winslet), dos mujeres provenientes de EE.UU. y Gran Bretaña respectivamente, que deciden intercambiar hogares durante la temporada navideña después de terminar sus relaciones amorosas. 

Cada una se enamora de un hombre de la localidad; sin embargo, el regreso a casa podría significar el fin de sus romances. La película nos permite vivenciar dos relaciones amorosas de una forma natural, explayándose en sus detalles para atrapar al espectador en un ambiente de entretenimiento y ternura. 

Un factor que se adiciona a la perfección a la historia y la vuelve aún más atrapante, es el contexto de la Navidad, dado que los escenarios se ajustan al ambiente romántico de la historia.


IT'S A WONDERFUL LIFE (1946)

Director: Frank Capra

George Bailey (James Stewart) es un hombre modesto que dirige un pequeño banco familiar. En la Navidad de 1945, tras la repentina desaparición de una importante suma de dinero ─que lleva a la ruina del banco─, decide suicidarse, pero un suceso extraordinario cambiará por completo el rumbo de las circunstancias.

Aunque en su momento no fue el esperado éxito de taquilla, hoy It 's a Wonderful Life es reconocida como una de las mejores películas de la historia debido, especialmente, a la genialidad de su guion y sus excelentes actuaciones. Esta película es un cautivador cuento de Navidad, que nos deja como principal enseñanza el valor de uno mismo y de lo bello que es vivir; un clásico navideño, ideal para compartir con toda la familia. 


LAST CHRISTMAS (2019)

Director: Paul Feig

Last Christmas cuenta la historia de Kate (Emilia Clarke); una joven que se encuentra en fastidiada y disconforme con su vida, trabajando como elfo de Navidad en una tienda. Ello da un giro de 180º en cuanto conoce a Tom (Henry Golding), quien le enseña a Kate a ver las cosas con más optimismo y a mantenerse abierta a las distintas oportunidades que se le aparecen. Sin embargo, la época navideña pone obstáculos a la pareja, enseñándole la importancia de escuchar a sus corazones.

Aunque tampoco fue un éxito de taquilla, Last Christmas es una comedia divertida, irónica y refrescante, que ofrece mucha emoción. Detrás de todos sus momentos hilarantes, nos deja una sensación de magia en el ambiente, y deseos de compartir momentos felices junto a aquellos que más amamos.


LET IT SNOW (2019)

Director: Luke Snellin

Let it snow es una comedia romántica adolescente hecha para desconectar por completo y disfrutar. El argumento nos ubica en el pueblo de Gracetown, en plena caída de una tormenta de nieve que deja incomunicado a un grupo de estudiantes de secundaria. Ello conlleva una serie de sucesos satíricos y emocionalmente impactantes que moverán sus vidas.

El principal factor a destacar en la película es la química entre sus personajes, que lideran romances sazonados con mucho humor y momentos de aventura. La película es ligera y divertida, ideal para relajarse.



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jueves, 3 de diciembre de 2020

“La Valla”: una distopía muy 2020

Por: Alexiel Vidam

Y en una jugada Orwelleana ─atención a la ironía─, Netflix captó mi sed de películas y series distópicas, y decidió mostrarme La Valla en sus recomendaciones. Fue así que caí de lleno en otro escenario decadente y sumamente adictivo.

La Valla, de Daniel Écija, nos traslada a España en el año 2045, después de la III Guerra Mundial. A modo de premonición, la serie nos presenta un mundo al borde del colapso por la escasez de recursos y la aparición de un virus mortal que se extiende rápidamente entre la población, y que hasta el momento no tiene cura (¿les suena en algo?). 

El miedo y la inseguridad han puesto en jaque a la monarquía parlamentaria, llevándola hasta su disolución, y poniendo el poder en manos de una dictadura militar con ciertos rasgos que recuerdan al régimen Francisco Franco.



"Las personas tenían mucho miedo y querían gobiernos muy fuertes que garantizasen su seguridad. (...) Lo malo, es que esos gobiernos fueron los que provocaron la guerra (...). Y en nombre de esa seguridad, pues nos quitaron lo más importante que tenemos las personas, (...) la libertad".

La ciudad se encuentra dividida en dos sectores: En el sector 1 se encuentran los ricos y poderosos, vinculados al régimen; en el sector 2, se encuentran todos los demás, sobreviviendo en medio de la pobreza, los cortes de luz, la falta de agua y la opresión de la ley marcial. 

La división de sectores, es marcada por una inmensa valla que evita que los ricos se mezclen con los pobres, que son los primeros en caer victimas del noravirus. Para cruzar la valla se necesita un salvoconducto especial firmado por alguien del sector 1.

En medio de este escenario, seguimos la lucha de una familia que bien podría representar a todos los que viven en el sector 2 ─con excepción, tal vez, de los “informantes”, espías que reciben cierta protección, a cambio de vender a cualquiera que se atreva a cuestionar el poder estatal─.

Begoña (Ángela Vega) es la odiosa informante del edificio donde
viven los protagonistas.


Los protagonistas son Julia (Olivia Molina), su cuñado Hugo (Unax Ugalde), y Emilia (Ángela Molina) ─su madre─.  El meollo del asunto empieza cuando Hugo llega a Madrid junto a su hermano Álex (Daniel Ibáñez) y su hija Marta (Laura Quirós) para encontrarse con Emilia, la madre de su difunta esposa. Casi de inmediato, Marta le es arrebatada a Hugo con la excusa de que él aún no tiene trabajo (los fines detrás de esto, son bastante oscuros, por cierto). 

En paralelo, Julia se ve casualmente envuelta en el asesinato de un policía muy cercano al Presidente. Estas circunstancias trágicas irán uniendo sus caminos y a la vez despertando viejos vínculos familiares con el grupo de la Resistencia.

Los personajes están muy bien construidos, en especial, los roles femeninos, que tienden a liderar a los masculinos. Entre las mujeres más interesantes de la serie, encontramos a Emilia ─sumamente astuta y de mucha acción, a pesar de su edad─, Julia ─con un marcado sentido de la justicia, que, irónicamente, la lleva a cometer un crimen─, y, por supuesto, Alma (Eleonora Wexler), la retorcida esposa del ministro de sanidad, quien ejerce el poder a través de la manipulación y resulta ser el personaje más dominante de la historia. 

Como “mención honorífica”, me gustaría mencionar a Rosa (Elena Seijo), la ama de llaves de la casa del ministro; un personaje tan gris que a veces nos resulta difícil identificarla como aliada o como enemiga.

De los personajes masculinos, podríamos destacar a Luis (Abel Folk), Carlos (Juan Blanco) e Iván (Nicolás Illoro). Luis, es el ministro de interior; un hombre que se ha resignado y acomodado a las circunstancias, pero que va despertando a la vez que la realidad le explota en las narices. Carlos, es el novio de Julia, un militar en retiro que actúa de aliado en las sombras. 

Iván, por su parte, es el engreído hijo mayor de Luis, quien pasa de ser un completo idiota, a mostrar su lado más sensible y valiente. En este caso, la mención honorífica sería para Fernando Navarro (Óscar de la Fuente), un sádico policía que se ve ahogado en la tragedia y acaba por convertirse en héroe.

Cabe resaltar que estos personajes, tan bien pensados, no terminarían de convencer si no fuese por el nivel de las actuaciones. La expresividad con que plasman la evolución y los matices de los roles que representan, es sencillamente admirable. 

A mi parecer, la que más sobresale, es la interpretación de Eleonora Wexler, pues considero que Alma López-Durán no se consagraría como la villana detestable que es, si no fuese por su brillante interpretación.

En cuanto a la parte estética, la producción enfatiza en el anacronismo, haciendo metáfora de una de las más lamentables paradojas de la humanidad: la de retroceder pretendiendo avanzar. A diferencia de otras historias distópicas, donde al menos se observa un claro avance tecnológico, La Valla nos presenta un evidente retroceso (al punto en que los celulares prácticamente no existen). 

Esta sensación de contramarcha se ve enfatizada por los ambientes deteriorados y una fotografía que prioriza en colores opacos y desaturados. Por si fuese poco, el himno de Nueva España le pone la nota escalofriante a toda esta atmósfera.

Como cierre, veo necesario señalar que esta metáfora es la reflexión más profunda que la serie pretende ─y consigue─ transmitir, pues la misma se mantiene y se reafirma ─cual cachetada─ al final de la historia.

Ficha técnica

Creado por: Daniel Écija
Guion: Daniel Écija, Inés París, Clara Botas, Roberto Martín Maiztegui, Jorge Valdano Sáenz, Veronik Silva, Ángela Armero, Tatiana Rodríguez, Arantxa Cuesta
Dirección: David Molina Encinas, Oriol Ferrer, Luis Oliveros, Jesús Rodrigo
Producción ejecutiva: Daniel Écija, Sonia Martínez, Inés París, David Molina
Reparto: Unax Ugalde, Olivia Molina, Eleonora Wexler, Abel Folk, Ángela Molina
Música: Daniel Sánchez de la Hera
Fotografía: Néstor Calvo
País: España
Idioma: Español
N.º de temporadas: 1
N.º de episodios: 13
Género: Suspenso, drama, ciencia ficción

martes, 24 de noviembre de 2020

“Si algo me pasa, los quiero”, el corto más bello y más triste del mundo

Por: Alexiel Vidam 

Y de pronto entras a Netflix, y en tus sugerencias aparece la siguiente reseña: “Un recorrido emocional de dos padres que se refugian en recuerdos para intentar superar una trágica pérdida”. 

La descripción va acompañada por un tráiler animado hecho a partir de puros gráficos a lápiz, sencillos, y sin embargo, con una expresividad penetrante; a esto se suma una melodía de piano que te genera un extraño vacío en la boca del estómago, y la sensación de que algo en el pecho se te está diluyendo, y que pronto se caerá.

Sabes que vas a llorar, así que estás a punto de cerrar la pestaña y ponerte a ver algo más animado. Después de todo, es tarde, y te mereces algo feliz después de un día tan largo. Pero no puedes. Inmediatamente regresas Netflix y te dejas llevar por la curiosidad, y por ese impulso masoquista de sentir algo intenso, aunque sea doloroso.

El corto inicia con ese piano sutilmente desgarrador, a la vez que los dos protagonistas ─el padre y la madre─ se encuentran sentados en una mesa demasiado larga. Sin mirarse. Sus rostros se observan vacíos. Juegan con la comida.

En ese momento, descubres que todo es gris. Los dibujos están hecho a base de trazos torpes adrede, y no tienen color: sólo blanco, negro, y diferentes tonos de gris. Detrás de los padres se levantan sus sombras, que representan el remolino que llevan por dentro.

Sin darte cuenta, ya estás llorando, pero aún es poco. Casi de manera imperceptible ha aparecido esa fina y afilada hoja que acaricia por dentro. Su caricia se va volviendo más marcada y más profunda a medida que la historia avanza. La madre ha encontrado una prenda de su hija y está a punto de quebrarse. El travieso gato no comprende qué sucede. 

La pelota de la más joven de la casa se ha caído accidentalmente y ha abierto la puerta de la habitación. El gato la sigue y el tocadiscos se enciende de manera casi espontánea al toque de la pelota.

La madre escucha esa canción tan familiar. La canción que su pequeña de 10 años escuchaba siempre; la que llevaba en los auriculares durante todos los paseos. Se sienta en la cama y frota la mano sobre el edredón para recordar a su pequeña. El padre la ve. Entra, se sienta a su lado, pero casi no la mira. Está desolado, y no sabe observar más allá de su dolor.

De pronto aparecen los primeros colores. Hermosos tonos pasteles tiñen los recuerdos más bonitos. Los padres observan a su recién nacida; sonríen, están unidos, y unidos la acompañan a crecer. Ella los ama. Ellos los aman. Ella es feliz. Ellos también lo son.


Sin embargo, ¿quién podría imaginar que aquella mañana en que se despidiera sonriente para ir al colegio, sería la última vez? Las sombras se ven consternadas e intentan impedir que la niña se marche. Ella no las ve. Sigue con su camino. Feliz. Las sombras se angustian, pero no pueden impedirlo.

Ella ingresa. La bandera de los Estados Unidos luce brillante en el sobre la pared a la entrada del aula. La bandera luce incluso más brillante que los recuerdos felices. Será que lo que está por suceder es tan americano…

“¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!” Se oye desde adentro. Contienes la respiración. Se observa un celular. En la pantalla se lee “si algo me pasa, los quiero”. El mensaje se diluye. Y “¡bang! ¡bang! ¡bang!”, otra vez.

Te desmoronas.

Los padres siguen sentados en la cama. Dándose la espalda. Parece que un muro de hielo los divide. Un poco más, y estarán completamente solos. De pronto el gato ha notado algo que ellos no han visto. Salta y juguetea con una mano invisible. ¿Qué puede ser? Ellos voltean y lo observan. Es su hija.

Una pequeña sombra se agranda y abraza a los padres. Se convierte en una inmensa bola de luz. Ellos se unen. Ella estará con ellos por siempre.

Ahora ve a limpiarte los ojos…


Ficha técnica

Dirección: Will McCormack, Michael Govier
Producción: Maryann Garger, Gary Gilbert, Gerald Chamales, Michael Govier
Guion: Will McCormack, Michael Govier
Música: Lindsay Marcus
Edición: Peter Ettinger
País: Estados Unidos
Género: Drama, animación


*No dejes de ver este cortometraje en Netflix


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"3%": la distopía del mérito

Por: Alexiel Vidam

Quienes me conocen, ya saben de mi afición hacia las historias distópicas: 1984, Blade Runner, Ghost in the Shell, Akira, Los Juegos del Hambre, V de Vendetta… En su mayoría, todas estas historias tienden a seducirme con sus antihéroes y temáticas de mundos futuros decadentes. Sin embargo, pocas me resultan tan originales como 3%, la primera producción brasilera de Netflix, creada por Pedro Aguilera.

3% nos traslada a un escenario en el cual Brasil ha agotado sus recursos y la gente vive en extrema pobreza (no tienen luz, viven comiendo alimañas, sus casas están todas destartaladas y hechas de materiales desechables, etc.). Sin embargo, anualmente, los jóvenes de 20 años, tienen la posibilidad única de acceder a una vida mejor a través del Proceso, un procedimiento que consta de diferentes pruebas, en las cuales el candidato debe demostrar que es “digno”. 

Las pruebas eliminarán al 97% de candidatos; sólo el 3% se hará merecedor de migrar hacia Mar Alto, una isla utópica donde tendrán la vida hecha, y a la cual sólo se puede llegar vía submarino.

Para esto, los retos que el Proceso pone a los candidatos, pueden llegar a ser brutales, colocándolos en situaciones extremas en las cuales se les priva de comida o agua. En estos retos, no sólo se premian la inteligencia y la astucia, sino también el sentido de individualidad y, sobre todo, la fidelidad al Proceso. Es importante destacar estos dos últimos puntos, dado que, para llegar a Mar Alto, debe dejarse todo lo anterior atrás, incluyendo los vínculos familiares (todos llegan solos a Mar Alto).

La fuerza de oposición a Mar Alto y al Proceso, es La Causa, un grupo subversivo que lucha por destruir el orden establecido para construir uno nuevo, con mayor igualdad (no por eso, sin embargo, con mejores métodos).

Por otro lado, tenemos a los protagonistas, quienes, por distintos motivos se verán involucrados en el Proceso, y cuyas perspectivas del mismo, de La Causa y de lo que es bueno o malo, justificable o injustificable, se irán transformando de manera progresiva. En este grupo tenemos a Michele (Bianca Comparato), Fernando (Michel Gomes), Joana (Vaneza Oliveira), Rafael (Rodolfo Valente) y Marco (Rafael Lozano); cada uno de ellos con su propia personalidad, con sus propios puntos fuertes y débiles, sus propios valores, imperfecciones y zonas grises; esto último, precisamente, es lo que los hace tan ricos. 

Ninguno de ellos se escapa de tener momentos de egoísmo, ni de cometer algún tipo de crimen; sin embargo, tampoco dejan de tener instantes de nobleza, desinterés o valentía. Estas situaciones tan contrastantes, brillan casi al mismo nivel, de modo que, en algún momento de la historia sentiremos rechazo por ellos, y en otro, llegaremos a encariñarnos, y a comernos las uñas cuando tambaleen en escenarios de vida o muerte.

De izquierda a derecha: Michele, Marco, Joana, Rafael y Fernando

Personalmente, resaltaría Michele, una joven inteligente, audaz y con mucha astucia, que en las primeras temporadas suele ser esa figura que trabaja un poco a la sombra, moviendo los hilos por detrás del telón, manipulando por aquello que considera justo. 

Más adelante se mete más en la acción, demostrando su habilidad para el liderazgo, y sobresaliendo como la cabeza más política de quienes la siguen (en esta historia, hay más de un personaje que lidera, incluso dentro de un mismo bando).

Michele Santana, interpretada por Bianca Comparato.

Otro personaje sumamente interesante, es Ezequiel (João Miguel), un “villano” bastante peculiar y uno de los más camaleónicos que recuerdo en el mundo de la ficción. Ezequiel, es un sujeto que parece defender el Proceso a toda costa, y que lo aplica de manera una estricta, e incluso cruel. 

No obstante, Ezequiel tiene sus propias motivaciones y planes en agenda que van más allá de Mar Alto o de La Causa. Él, además, tiene razones muy personales que guían cada una de sus decisiones, lo cual lo convierte en un personaje indiscutiblemente complejo.

Ezequiel, interpretado por João Miguel

Ahora, 3% tiene más que personajes profundamente interesantes para ofrecer: uno de sus puntos más fuertes, como indiqué al principio, es su singularidad; una singularidad que, de hecho, está muy vinculada a su país de origen. 

Brasil, es uno de los países con mayor desigualdad en el mundo, y esto se observa en esa marcada diferencia entre el estilo de vida de las personas de Mar Alto y el de las personas del Continente (el resto del mundo). Se observa también, en el parecido que tienen los escenarios del Continente, con la precariedad que se vive en las favelas

En cuanto a detalles más específicos, destaca una escena de desfile festivo que recuerda un tanto carnaval; se observa la influencia de los trajes típicos brasileros en ciertos atuendos del Continente (aunque, claro está, en una versión decrépita) y la música, está toda en portugués y sazonada con sonidos folclóricos.

Para finalizar, quisiera redundar en el punto desigualdad, porque, en este universo, la misma depende del mérito. Nos encontramos, pues, ante una meritocracia, lo cual hace de 3%, una serie bastante audaz, que se atreve a retar aquello en lo que casi todos creemos: que el mérito debe definir nuestro lugar en la sociedad. 3% lleva esta idea a un punto extremo, en el cual unos tienen absolutamente todo y otros tienen absolutamente nada, sin punto medio

La serie, además, pone sobre la mesa la pregunta de qué es lo que te hace mejor (o peor)… finalmente, lo que es bueno o funcional para una sociedad o en un determinado contexto, puede no serlo en otro completamente distinto.

Ficha técnica

Idea original: Pedro Aguilera 
Dirección: César Charlone, Daina Giannecchini, Dani Libardi, Jotagá Crema 
Producción ejecutiva: César Charlone, Tiago Mello 
Reparto: Bianca Comparato, João Miguel, Michel Gomes, Rodolfo Valente, 
Vaneza Oliveira, Rafael Lozano, João Miguel 
País: Brasil 
Idioma: Portugués 
N.º de temporadas:
N.º de episodios: 33 
Duración: 60 minutos 
Género: Drama, suspenso, ciencia ficción, distopía


*Esta serie se encuentra completa en Netflix.


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sábado, 31 de octubre de 2020

El maestro del suspense: Alfred Hitchcock

“Mi amor por el cine es más grande que mi moral” - Alfred Hitchcock

Por: Mariana Loli

¿Qué mérito debe uno cumplir para ser reconocido como “maestro”? “Maestro” es aquel que aprende y comparte su aprendizaje, aquel que busca ir más allá, transformar mentes, evolucionar ideas y generar un pensamiento crítico en sus aprendices. Un maestro siempre dejará un legado.

El 13 de agosto de 1899 en Leyston, Inglaterra, nació Alfred Joseph Hitchcock, un niño de familia de clase media que se ganaba la vida gracias al comercio de verduras. Alfred estudió Ingeniería hasta 1914, año en el cual su padre falleció y debió dejar los estudios para trabajar. 

Fue recién en 1920 cuando consiguió su primer trabajo relacionado a la industria cinematográfica, diseñando rótulos para la famosa Paramount Pictures. Así como su pasión, poco a poco, pasó de ser un sueño a una realidad.

Desde los años 20 hasta los años 70, trabajó con diversos géneros cinematográficos, destacando el thriller y el policial, motivo por el cual se le conoce hasta hoy como “maestro de suspense”. Su estilo de narrativa visual inspiró a reconocidos directores de cine como Steven Spielberg, Guillermo del Toro, entre otros; generaciones de directores que, hasta la actualidad, sostienen a Hitchcock como referente del cine debido a sus aportes técnicos y narrativos.  

Su técnica

Para Hitchcock, el cine era un arte visual por encima de todo. Él decía que el diálogo podía complementar la historia, pero la verdadera trama se contaba a través de las imágenes; éstas llevaban el sentido de la historia. Esta preferencia por lo visual lo condujo a desarrollar distintas técnicas que, aun con el paso de los años, no han dejado de impresionar.

Un elemento fundamental para la creación del suspenso en sus cintas fue el “tiempo artificial”, que consiste en alterar la secuencia de las tomas para extender el tiempo real a la vista del espectador. Por otro lado, los argumentos usados en las filmaciones no eran demasiado complejos, puesto, que como se mencionó anteriormente, para Hitchcock la riqueza se encontraba en la imagen. 

No era muy común prestar tanta atención a los recursos audiovisuales en dicha época; esto llevó a que la crítica tildara más de uno de sus proyectos de “inconsistentes”, provocándole números bajos en taquilla.

Según Hitchcock, el verdadero mensaje debía transmitirlo el actor a través de sus gestos faciales y acciones. Otro elemento fundamental para él, era el sonido (considerando la música y los efectos, mas no los diálogos): así como las imágenes se encargaban de transmitir el argumento, el sonido debía generar emoción y conectar al espectador con la historia. 

Paso por la pantalla chica

Entre 1955 y 1965 se emitió la serie de televisión americana La hora de Alfred Hitchcock, presentada por el director mismo. Fiel a su estilo, el género principal fue el suspense; sin embargo, trabajó también con una mezcla de drama, terror psicológico y misterio. 

La serie fue creada y producida por él mismo y está compuesta de una recopilación de pequeñas historias bastante particulares, acompañadas siempre del característico humor negro de Hitchcock. 

Al comienzo de cada episodio se presentaba frente a los espectadores con un “buenas noches”, y reaparecía en la escena final del episodio para brindar su interpretación personal de la historia.

Inicialmente la serie llevaba el nombre de Alfred Hitchcock presenta, pero luego cambió a La hora de Alfred Hitchcock por el tiempo de duración de los episodios. En total se emitieron 10 temporadas: 7 de Alfred Hitchcock presenta y 3 de La hora de Alfred Hitchcock, y si bien Hitchcock presentaba cada uno de los episodios, solo llegó a dirigir 18, ya que al mismo tiempo dirigía otros proyectos.

Para un director, realizar diferentes proyectos simultáneamente no es cosa sencilla. Ésta es una sólida prueba del talento, las habilidades y capacidades de Hitchcock como gran referente de la industria del cine. 

Su filmografía

Alfred Hitchcock durante el rodaje de Psicosis (1960).

Dentro de sus películas más destacadas se encuentra la famosa Psicosis, película de horror psicológico moderno estrenada en 1960, innovadora en su manejo de la violencia y la sexualidad cosa atípica en una época marcada por la censura. Psicosis, además, sentó las raíces para un género que se asentó por fin en 1978 ─con el estreno de Halloween─: el slasher, subgénero del terror con violencia explícita y contenido sexual, protagonizado por un asesino psicópata y un grupo de adolescentes. 

Tal fue el éxito de esta película (tuvo 4 nominaciones al Oscar), que tuvo dos secuelas de distintos directores y en 2013 se estrenó la serie de televisión Bates Motel, a modo de precuela.

Escena más recordada de Psicosis (1960)

Rebecca (1940) es su largometraje más atípico y el primero que realizó en Estados Unidos. Basada en la novela folletinesca Rebecca, escrita por Daphne du Maurier, este filme cuenta con un estilo de narración y filmación mucho más lineal que el resto de sus obras. Aun así, al estilo romántico y gótico de la novela, se añade el suspense característico del director, convirtiéndose en un clásico de su filmografía y uno de sus largometrajes más reconocidos.

Rebecca (1940)


A esta lista podemos añadir Vértigo (1958), que en su momento fue un fracaso de taquilla debido a su trama no convencional, centrada en la masculinidad y la obsesión. Sin embargo, el tiempo la reivindicado como una de las mejores películas de la historia del cine. 

Vértigo se caracteriza por su narrativa audiovisual, destacando el juego con los espejos, las persecuciones, los planos picados y la escena del campanario. Considerada, técnicamente, una obra maestra.

Vértigo (1958)


La soga
(1948) es otra de sus películas más ricas en suspense. Nos cuenta la historia de dos estudiantes que estrangulan a un compañero de la universidad y posteriormente organizan una fiesta, a la cual invitan a los familiares del muerto. Generó mucha controversia en dicha época por su representación tan real de la muerte y la suposición de que ambos protagonistas eran homosexuales. 

La película se considera un “experimento” del director, ya que deja de lado el rodaje clásico para desarrollar escenas largas y continuas (cada escena dura 10 minutos sin interrupciones). Además, el filme casi en su totalidad, se desarrolla en un sólo escenario (con excepción del exterior mostrado en la aparición de los créditos).

La soga (1948)


Por último, Con la muerte en los talones (1959) destaca como una de sus películas más originales, al fusionar el thriller con el humor. Aquí se intercala secuencias de acción y giros argumentales, consiguiendo un ritmo ágil y disfrutable. Fue la película más cara que hizo Hitchcock, pero también un éxito de taquilla con 3 nominaciones al Oscar. 

Con la muerte en los talones (1959)

Su legado

Hitchcock tiene más que merecido el apelativo de “maestro del suspense, pues su principal aporte a la industria, además de su rica y extensa filmografía, es su estilo audiovisual, que perdura a lo largo de décadas y convierte su travesía por el mundo del cine en un legado.

Existen 4 factores principales que conforman la filmografía de Hitchcock: perturbación, narrativa, innovación e influencia; todo esto en conjunto conforma su estilo único, alejado de los esquemas tradicionales de la época. 

Además, introducir el factor psicológico ha sido determinante para generar un horror diferencial en el público. Éste, mezclado con su manejo de la intriga, tan característico, asegura un producto sumamente disfrutable.

Hitchcock merece ser recordado con merecida admiración. Su innovación y su técnica pusieron a prueba el pensamiento crítico y la capacidad de análisis de sus espectadores, marcando la huella a generaciones posteriores de cineastas.

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