jueves, 28 de febrero de 2019

Alita: La guerrera cibernética



Por: Nicole Giuffra

James Cameron nos deja sorprendidos nuevamente con su capacidad para crear films visualmente impresionantes. Después de Avatar se había dejado la barrera bastante alta, y a pesar de que Alita: Battle Angel sea –en un aspecto amplio- inferior, se muestra igual de impresionante, a nivel visual, que sus otros productos.



En el transcurso de un par de meses, uno de los cineastas más exitosos de nuestros tiempos, James Cameron, entregó las riendas de este proyecto, con el cuál se sentía muy apasionado. Cameron decidió que de ahora en adelante sólo dirigirá las películas de Avatar, por lo que le entregó el proyecto a Robert Rodriguez.

Robert Rodriguez resalta por ser -en cierta forma- indie e inconformista; sin embargo, esta última película no se parece en nada a lo que alguna vez haya realizado anteriormente. De hecho, tiene más similitudes con las películas de Cameron, tanto desde el punto de vista técnico como narrativo.


Alita: Battle Angel tiene una serie de elementos geniales: violencia robot, buen CGI, amor, drama y Jennifer Connelly. La película se desarrolla alrededor de 300 años después de una guerra que destruyó la mayor parte del mundo y creó un abismo entre ricos y pobres. 

Las grandes ciudades se ubican flotantes en el cielo gracias a los avances de la ingeniería, pero su propósito no es otro que intensificar estas divisiones, sirviendo como puntos de referencia para que los oprimidos las miren y sueñen con un futuro mejor.

Es un mundo descuidado y sucio, poblado por una multitud multiétnica, donde los vendedores de dulces se codean con los cazadores de recompensas de élite. Sin embargo, lo que une a la mayoría de estas personas en este futuro distópico es que todos han sido aumentados/mejorados de alguna forma por la tecnología. Todos tienen un brazo prostético, un ojo artificial o una pierna con poderes impresionantes.


La creación más maravillosa del film es la propia Alita, incluso más que los increíblemente detallados ambientes CGI y los diseños de personajes de la película. Este excelente personaje interpretado por Rosa Salazar, es un faro de decencia en este mundo post-apocalíptico donde los valores han sido dejados atrás.

Era obvio, desde los primeros destellos del personaje principal de la película, que Rodríguez y la compañía no estaban frenando el detalle en la parte estética. Los ojos de Salazar se han ampliado digitalmente para imitar el aspecto del manga cyberpunk de 1990 Battle Angel Alita de Yukito Kishiro (manga que sirve de base para este filme). 

Alita se presenta rodeada de tecnología, pero ella no es como el resto de ciudadanos de Iron City; es una cyborg, recogida de la basura e implantada en un cuerpo robótico fallecido.



Alita, como nos expresan en la película, tiene la cara de un ángel y el cuerpo listo para la batalla. Ella es descubierta en un depósito de chatarra por el Dr. Dyson Ido (interpretado por Christoph Waltz), quien la reconstruye y la devuelve a la vida. Alita es incapaz de recordar su vida pasada, pero poco a poco irá descubriendo habilidades ocultas.

Alita no es como las princesas guerreras y heroínas de acción que hemos visto antes. Ella es, emocionalmente, una niña, con una capacidad de sorpresa que enternece y llena de ingenua lealtad. Sin embargo, es muy fácil sentirse frustrado con este personaje, especialmente cuando gasta su talento en su incompetente novio, bueno para nada.



Rosa Salazar se muestra fenomenal en el papel, la actriz aporta una gran dosis de humanidad a un personaje que es más robot que humano. Su optimismo inquebrantable y su genuino deseo de ser buena se ha convertido en algo extraño en los éxitos de taquilla modernos, que nos muestran más que nada una fascinación por personajes grises y antihéroes.

Al tener un casting casi completamente latino y poner como protagonista a Salazar, Rodríguez presenta una posición política bastante clara. Ésta es reforzada por las alusiones a las ideologías de división de Donald Trump. Dichas características suponen la más importante contribución del director en el film, ya que en su mayoría sigue el estilo de Cameron.



Como ya hemos mencionado líneas arriba, Alita se basa en una popular serie manga (específicamente, en la primera parte de este manga, para luego seguir su propio camino narrativo). 

La mayoría de narraciones japonesas se caracteriza por una trama envolvente que exige al lector/espectador emplear atención para ir descubriendo detalles y resolviendo enigmas. Si no estás acostumbrado a este enfoque, puede resultar tedioso y desorientador (para mí lo fue).  

La contribución de Japón al género cyberpunk es fascinante. Entre Akira y Ghost in the Shell, la década de 1980 en Japón le ha dado al mundo algo de literatura, arte y cine increíblemente potente. Alita es sólo un hijo de ese cyberpunk antiguo, que recibe un aspecto moderno de CGI.


Manga Battle Angel Alita
En contraste, hablando de los puntos débiles, podemos decir que, si bien Rodríguez brinda un sentido de construcción de mundos fuera de lo común y un estilo bastante fantástico embriagador, la película se ve frustrada por el débil guión coescrito por Cameron y Laeta Kalogridis. 

Las motivaciones de los personajes son descuidadas, las historias flojas y los detalles un poco al azar. La inconsistencia de este aspecto ha llevado a que la opinión general del público apunte a que 20th Century Fox está a punto de perder muchos millones por esta producción, poniendo en duda los planes futuros.

Haciendo un balance entre el deslumbrante aspecto visual y los huecos narrativos, yo a esta película, le doy un 3/5. ¿Qué opinan ustedes?



Ficha técnica

Dirección: Robert Rodriguez
Producción: James Cameron, Jon Landau, Robert Rodriguez
Idea original: Yukito Kishiro (inspirada en el manga GUNNM/Battle Angel Alita)
Guión: Laeta Kalogridis, James Cameron
Música: Junkie XL
Fotografía: Bill Pope
Montaje: Stephen E. Rivkin
Protagonistas: Rosa Salazar, Christoph Waltz, Keean Johnson, Mahershala Ali, Jennifer Connelly
Países: Estados Unidos, Canadá, Argentina
Idioma: Inglés
Año: 2019
Género: Acción, aventura, ciencia ficción, romance

miércoles, 27 de febrero de 2019

“Bao”: Un bello y emotivo relato oriental con sabor a Min Pao



Por: Alexiel Vidam

Checando la lista de ganadores del Oscar, atrajo mi atención el afiche del ganador en la categoría “Mejor Cortometraje de Animación”; me refiero a Bao, el corto de Disney-Pixar dirigido por la canadiense Domee Shi y estrenado en las salas de cine antecediendo a Los Increíbles 2. Desde este afiche, un simpático bollito (más conocido en estos lares como “Min Pao”) asoma su cabeza y dos pequeñas y pálidas manos desde una canastilla.

El encanto de este póster (que te roba el corazón al primer vistazo), así como la fama de la que se ha hecho Pixar como casa de filmes de animación inteligentes y sumamente conmovedores, me llevó de inmediato a ponerme en busca del corto en los más recónditos rincones del Internet.


El corto, cuya calidad animada es sencillamente exquisita, va sobre ciertos cambios que generan un impacto fuerte en nuestras vidas, generándonos dolor e impulsándonos desesperadamente a aferrarnos a lo ya conocido

Ésta, pues, es la historia de una madre chino-canadiense, que, ante un natural alejamiento, termina adoptando y dando vida a hombrecito-Min Pao. Ella, pues, se convierte en la madre del hombrecito, con quien construye una tierna relación. Sin embargo, como en todo ciclo de vida, al nuevo hijo le toca crecer, y esto desencaja por completo a la madre, desencadenándose un acto crudo y desesperado.


La reacción de la madre deja en shock al espectador. Quizás porque, a pesar de que comprendemos su dolor, en el fondo conservamos una imagen idealizada de cómo deberían ser los padres.

Esto, sumado a la increíble expresividad que presenta el bollito -al cual acabamos percibiendo como a un ser humano- nos desgarran a un nivel en que no podemos evitar sentir cierto rencor hacia la madre.

Sin embargo, pronto el guion nos sorprende con un nuevo giro que nos devuelve bruscamente a la calma, que descubre la alegoría y nos coloca nuevamente en una posición empática hacia la madre. De modo literal o en silencio, lloramos con ella, abrazamos su sufrimiento y nos dejamos abarcar por esas ganas tremendas de consolarle.


Sin duda alguna, Bao –“tesoro”, en Chino- se traduce en 8 minutos de purito arte de ese que te remece las fibras. Un Oscar muy bien merecido.



Ficha técnica:


Dirección: Domee Shi
Producción: Becky Neiman-Cobb
Guión: Domee Shi
Música: Toby Chu
Fotografía: Patrick Lin, Ian Megibben
Edición: Katherine Ringgold
Países: Canadá, Estados Unidos
Género: Drama, animación
Duración: 8 minutos

lunes, 25 de febrero de 2019

Lo que no sabías del Oscar



Por: Nicole Giuffra

Ayer fue la entrega de los premios de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, más conocidos como “los Oscar”. Esta gala mundialmente celebrada en la cual películas, directores, actores y técnicos son premiados por su trabajo, año a año, se gana la atención de millones de personas y, por supuesto, es responsable de más de una controversia.

De hecho, es común que los expertos en cine se sorprendan con los ganadores y otorguen más peso al Cannes; sin embargo, el impacto mediático de los Oscar es innegable, por lo que Cinematosis les trae algunos datos curiosos de estos –tal vez sobrevalorados- premios.

Un poco de historia



La primera ceremonia tuvo lugar en el Hotel Hollywood Roosevelt el 16 de Mayo de 1928, donde hubo un almuerzo privado con una audiencia de aproximadamente 270 personas. Desde entonces, los premios han sido públicamente emitidos, primero por radio y -a partir de 1953- por televisión.

Los 10 primeros años, los ganadores fueron revelados en los periódicos al día siguiente de la ceremonia, pero esto fue arruinado cuando el L.A. Times anunció los ganadores antes de que empezara. Como resultado, en 1941 la Academia comenzó a utilizar sobres sellados para revelar el nombre de los ganadores solamente en la ceremonia.

En el 2002, el Teatro Kodak se volvió el nuevo lugar para la entrega de premios.


La estatuilla del Oscar, elaborada por primera vez en 1928, representa a un hombre desnudo con una espada sobre un rollo de película de cinco radios. Cada radio simboliza las cinco ramas originales de la Academia: Actores, Escritores, Directores, Productores y Técnicos.

El diseñador responsable de la estatuilla fue el escenógrafo Cedric Gibbons. Un dato interesante es que, durante la Segunda Guerra Mundial, en apoyo al esfuerzo Americano, las estatuillas fueron hechas de yeso (hasta el final del conflicto, en que cambiaron a oro nuevamente).

Curiosidades



Se le conoce con el nombre de “Oscar” desde 1931, año en que -según se cuenta-, Margaret Herrick, bibliotecaria de la Academia, exclamó al verla que se parecía bastante a su tío Oscar. Otra teoría, es que la gran actriz Bette Davis al ver la estatuilla por atrás, mencionó que le hizo acordar a la espalda y glúteos de su primer marido, llamado Oscar.

Una tercera versión, finalmente, señala que el nombre se le ocurrió a Eleanor Lilleberg, secretaria ejecutiva Louis B. Mayer -productor y co-fundador de Metro-Goldwyn-Mayer Studios-, quien, al ver la exclamó que se parecía al rey Oscar II.


Las estatuillas han sido legalmente grabadas por el requerimiento, de que ningún ganador o su heredero, puede venderlas sin primero ofrecerlas a la Academia por el precio de un dólar. Si el ganador se rehúsa a aceptar esta condición, la Academia debe quedarse con la estatuilla.

Al año se realizan entre 50 y 60 estatuillas; las que no pasan los controles de calidad, se parten y son fundidas nuevamente. Se dice que para elaborar cada una, se necesitan 12 personas y 20 horas de trabajo.

Alfombra roja



Los premios son mundialmente emitidos en vivo desde Los Ángeles. Antes de la ceremonia, las estrellas de Hollywood caminan por la alfombra roja, donde muestran al mundo las creaciones de los diseñadores de moda más aclamados.

Es común ver a hombres y mujeres vistiendo sus más elegantes trajes, que -en más de una ocasión- llegan a ser extravagantes u ostentosos (lo cual genera divertidas “críticas constructivas” sobre los mismos).



La ceremonia empieza con la entrada del anfitrión, quien es casi siempre un comediante para mantener la velada entretenida. La noche está llena de sorpresas y -a pesar de que existen favoritos-, es casi imposible predecir los ganadores.

Criterios de valoración



Los productores de las películas a presentar, deben inscribir el film en un plazo concreto y asegurarse de que siga ciertas normas. Las películas deben haber sido estrenadas en Los Ángeles durante el año previo a los premios (se da una excepción geográfica en el caso de las películas de lengua extranjera).

Deben durar 40 minutos como mínimo -salvo los cortometrajes- y ser presentadas en un formato de 35 o 75 mm o con resolución mínima de 2048x1080 píxeles y a 24 o 48 cuadros por segundo.

La Academia consta de 6000 miembros votantes: artistas y expertos en la industria del cine eligen de acuerdo a su especialidad (actores votan por Mejor Actor, guionistas eligen el premio a Mejor Guión, etc.); en las categorías como Mejor Cortometraje o Mejor Película se elige un comité de diferentes profesionales.


Las películas extranjeras deben representar a su lugar de origen, por lo que se puede presentar sólo una al año por país; los films seleccionados para competir no necesariamente son éxitos de taquilla a nivel mundial.

Coyuntura



Hollywood puede ser lo que queramos, pero no le falta criterio (¿?); cada año trata de ser más y más políticamente correcto e a incluir minorías o grupos oprimidos en la votación (mujeres, negros, latinos, asiáticos, comunidad lgtbi, etc).

En el 2016 se inició el hashtag #OscarsSoWhite y al año siguiente, ¿qué film gana a Mejor Película? Moonlight… que narra la historia de amor de dos negros homosexuales –ok, Hollywood, eso fue sutil-.


Aunque siempre se niegue, la Academia de Hollywood pertenece -al fin y al cabo- a una industria que gana millones de dólares al año; por lo tanto, los intereses económicos y tendencias en la sociedad son también tomados en cuenta para la elección de las películas participantes y ganadoras.

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miércoles, 6 de febrero de 2019

“Un ladrón con estilo”: Despidiéndonos de Robert Redford



Por: André Horruitiner

El director Pete Lowery, fiel a su estilo de deleitarnos con películas que reflejan la esencia del ser humano (con títulos como Una Historia de Fantasmas y Los Amantes de Texas), nos trae -en esta ocasión- la última película protagonizada por la leyenda del cine Robert Redford; esto debido a su reciente anuncio de retirarse de la actuación. 

La historia está basada en un artículo de la revista americana The New Yorker, llamada simplemente El Anciano y la pistola, que se inspira en la vida real de un ladrón profesional y su estilo de vida peculiar. El largometraje también lo protagonizan actores de peso como el ganador del Oscar a mejor actor Casey Affleck, Danny Glover, Sissy Spacek, Tom Waits y Tika Sumpter.



Forrest Tucker es un ladrón de 61 años que ha pasado la mayor parte de su vida cometiendo robos, de forma individual o trabajando en grupo. Él, a pesar de haber sido capturado incontables veces, consigue seguir saliéndose con la suya. Esto cambia cuando el detective de la policía John Hunt encuentra un patrón singular en los actos delictivos: Un anciano muy amable como el principal sospechoso.

Redford es quien interpreta a Forrest, un hombre que no pierde la serenidad a pesar de las en circunstancias tensas que vive. Se trata de un tipo bastante particular para el oficio que lleva. Es amable, romántico, se muestra empático con sus víctimas para que no pierdan los papeles. Podríamos notar cierto perfil psicopático en todo esto, ya que su motor principal no es otra cosa que la adrenalina.



Luego tenemos al menor de los Affleck interpretando al detective Hunt: un hombre que está pasando por la crisis de los cuarenta y no encuentra cómo equilibrar su trabajo de policía con su rol de padre de dos niños. Es un hombre que ha perdido todos los ánimos, y no es hasta que se le asigna el caso de Tucker que empieza a volver a vivir y a emocionarse.

Sobre los otros actores y personajes no hay tanto que decir -ya que Lowery se enfoca primordialmente en los dos mencionados- con excepción de Sissy Speck en el papel de Jewel, el interés amoroso de Tucker. Ella resulta importante dado que logra transformar el estilo de vida del ladrón, haciendo que él tome ciertas decisiones importantes por el bien de ella.



En cuanto a la estética, uno de los factores más resaltantes es el uso de luces y colores: el director emplea colores cálidos y luces fuertes sobre todo en los momentos identificados con Forrest, haciendo que sintamos cercanía y afecto hacia el personaje, conectándonos con su emoción durante los robos y persecuciones. 

En el caso de Hurt, al inicio tenemos a un hombre rodeado de luces bajas y colores fríos -como el azul-, que reflejan su perspectiva deprimente de haber llegado a los cuarenta; sin embargo, tras haber empezado la investigación, estos colores y luces se van tornando en los mismos que caracterizan a Forrest, como si el propio ladrón le estuviese dando una razón para cambiar su percepción de la vida.



La música es otro elemento significativo, destacando la presencia del jazz. El compositor a cargo es Daniel Hart, quien ha colaborado anteriormente en otras películas de Lowery como Los Amantes de Texas, El Dragón de Pete y Una historia de Fantasmas

El jazz se adapta perfectamente a la época en que se desarrolla la historia y sobre todo al género: Los años 80’s y el policial. Las melodías son rápidas pero relajantes; mantienen al espectador atento a lo que pueda pasar, pero sin anticipar la tragedia; esto, debido al sello del director, quien quiere evitar -a toda costa-, que su película de policías y ladrones sea igual que las demás.


En cuanto a puntos negativos, podríamos mencionar el hecho de que la película pasa tan rápido que nos queda corta. Queremos saber más sobre Forrest y sus incontables hazañas y escapes, pero sólo nos muestran una versión resumida de éstas al margen de la historia principal.

Para finalizar, hay que agradecer a Redford por tremenda trayectoria cinematográfica y forma de despedirse con este excelente largometraje. Mi apreciación personal, es que el actor ha querido que lo recordemos como a este último personaje: alguien que siempre disfrutó la emoción del momento; en este caso, del momento de actuar.

Ficha técnica

Dirección: David Lowery
Producción: Scott Kuzio
Guión: David Lowery, David Grann
Fotografía: Joe Anderson
Dirección de arte: Miles Michael
Vestuario: Annell Brodeur
Edición: Lisa Zeno Churgin
Música: Daniel Hart
Reparto: Robert Redford, Casey Affleck, Danny Glover, Sissy Spacek
País: Estados Unidos
Idioma: Inglés
Año: 2018
Género: Biografía, comedia, cine negro