Patrick
Bateman: Psicópata Americano
Por: Alexiel Vidam
Desde hace rato me tentaba ver American Psycho (de Mary Harron)… No
sólo por las alabanzas que en general ha recibido Christian Bale por su
actuación en esa película; también porque admito que el psicópata siempre ha
sido un personaje intrigante para mí. Me intriga sobremanera su falta de
escrúpulos y su habilidad para pasar inadvertido. El mejor actor de Hollywood, o
mejor dicho… de la vida real.
Por fin me senté a ver la película.
Me pareció interesante en varios aspectos. Pienso que
retrata bien la forma en que el psicópata construye sus ideas, su egocentrismo…
su obsesión con ciertos patrones.
Patrick Bateman (Christian Bale) es un sujeto exitoso,
con mucho dinero y mujeres a su disposición. Tiene una personalidad seductora, de hecho. Su capacidad para obtener siempre
lo que quiere se basa en ella… Tiene, además, muy buen gusto para la ropa,
paladar para el buen licor, y un sofisticado gusto musical. Aparentemente, un tipo sensible, capaz
de comprender el arte. Sin embargo, siente una atracción particular por la
sangre y el sexo duro.
Cabe anotar que, de inicio notamos ese peculiar esfuerzo que
pone Patrick en lucir perfecto: el
trabajo perfecto, la ropa perfecta, el piso perfecto… el cuerpo perfecto. Esto
último lo logra con una rutina estricta de ejercicios, un excesivo cuidado en
la alimentación, y una sobre-exposición a cremas para cuidar su piel. Todo en él está
perfectamente trabajado. Cuando acabamos de asimilar que nos hallamos frente a
un maniático, el propio personaje nos revela su performance: “Tengo todas las características de un ser
humano: carne, sangre, piel, pelo. Pero ninguna emoción clara e identificable,
excepto la avaricia y la aversión.”
Pronto observamos cómo Patrick comete asesinatos a sangre
fría: prostitutas, vagabundos, ancianos, antiguas novias, colegas. Le gusta
además, descuartizarlos y grabarlos en video.
Al inicio, como buen psicópata que es, demuestra su alto grado de inteligencia para
planificar sus asesinatos y esconderlos bien. Pero según da rienda suelta a sus
impulsos, empieza a volverse más y más descuidado. Se percibe claramente
también, que tiene tanta confianza en sí
mismo –en el poder que tiene-, que llega a cometer errores bastante torpes,
como no cuidarse de dejar huellas digitales, coleccionar cuerpos mutilados y,
hacia el final de la película, inclusive exhibirse en público. Los fallos
además, aumentan a medida que el asesino se va poniendo nervioso.
No se confundan. No se trata de un nerviosismo relacionado a
culpa. Se trata más bien del miedo a ser atrapado. Patrick se victimiza, llora en el teléfono, le ruega a su abogado que
lo ayude y le dice ser “un sujeto muy enfermo”. Hace lo posible por mostrarse
indefenso y conmover.
¿Y cuánto dura el llanto…? Dura lo que dura el peligro.
Luego no hay más que sonrisas y algarabío.
Todo está bien. Todo está demasiado bien.
Creo que por este lado la película trabajó bien al
personaje, y que Christian Bale sabe
reflejar perfectamente esa crueldad y ausencia de empatía. El psicópata no tiene sentimientos.
Sin embargo, la construcción del mismo no terminó de
convencerme en otro aspecto fundamental de la psicopatía: su habilidad camaleónica; su mitomanía, sus dotes de actor.
¿Han escuchado alguna vez los testimonios del conocido de
algún psicópata en televisión…? “Pero si parecía un sujeto normal…”. Me parece
que en este sentido, a la película le faltó. Sí notamos que nadie en general
sospecha del protagonista, pero no se desarrolló a fondo su actitud
encantadora.
El psicópata conoce las reglas sociales y sabe adecuarse
perfectamente a ellas; es por eso que es tan difícil de identificar. Patrick Bateman en este sentido no es
un psicópata tan “caleta”. Su frivolidad es evidente... salvo que el filme
pretenda justificarlo con el entorno social del personaje. Sus amigos eran unos
yuppies frívolos; tal vez por eso no les parecía raro que él también lo fuera.
De todos modos, esta parte no me dejó satisfecha. Creo que si el psicópata es
especialmente peligroso es por ser “encantador de serpientes”. Me parece, por
ejemplo, que otro psicópata bastante conocido del cine está mejor trabajado: Hannibal Lecter (el tipo es
inteligente, elegante, sofisticado, pinta… es un caballero), o el Conde de Val Mont y la Marquesa de Merteuil
en Las Amistades Peligrosas… Ellos sí
que son los reyes de las apariencias.
Quisiera señalar además, que American Psycho está basada en la novela homónima de Breat Easton Ellis, publicada en 1991, que enfatiza más en esa necesidad que tenía Bateman de ser amado a pesar de saberse incapaz de sentir.
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Me gusta esta reseña, yo alargaría el análisis usando un enfoque de relaciones sociales. Patrick Bateman es un personaje atormentado, cuya sicosis se alimenta de su entorno amical y profesional. Es un mundo vacuo, de estereotipos, de individualismo narcisista, de culto al dinero fácil y tramposo. De personajes que compiten entre si por la mejor marca, el mejor restaurante o el mejor negocio. Es un mundo sórdido que se esconde detrás del glamour y la riqueza. La simulación es la sicosis, y la sicosis de Bateman lo lleva a la violencia, no al vacío pos moderno. Si nació enfermo, su entorno social le desarrolló la sicosis, donde se mueve como un eficaz depredador.
ResponderEliminarSin embargo, la película no es una crítica al mundo de los Yupis o no es su intención, más bien es una exploración de la psique y su relación con el poder, como sugiere Alexiel. La narrativa cinematográfica es límpida, precisa. El actor Cristhian Bale se mete integramente en el personaje y logra convincentemente, equilibrar las dos dimensiones de una misma personalidad confrontada y solitaria. Al final la realidad inmediata termina pesando más que su locura.
Como metáfora final, el poder, en su expresión más deshumanizante y perversa, aparece en el rostro fino y estilo elegante de un Yupi, sin mucho trabajo pesado. Es el juego de las apariencias y las máscaras, camino hacia la nada, que requiere del sadismo, la violencia y la muerte para existir. Es un vivir enagenado, la peor forma de violencia en la modernidad.
Eduardo Bueno
Hola, gracias por visitarnos y por tus aportes, que han sido muy interesantes :). Cabe anotar que éste no es un análisis de toda la película, sino específicamente del protagonista. Igual tus comentarios han enriquecido el post; gracias :).
ResponderEliminarNada más quisiera corregir una cosa: No se trata de psicosis, sino de psicoptía; son cosas diferentes. El psicótico sufre de psicosis, como Norman Bates, el personaje de Hitchcock, que tenía alucinaciones donde su madre le enviaba a matar.
La psicopatía consiste en un desorden del tipo antisocial en el cual el sujeto carece de sensibilidad hacia su entorno; no tiene sentimientos, por ponerla en fácil. Él todo lo finge porque lo conoce por observación, pero las personas no son personas para él, son simples objetos, con los cuales se relaciona según su propia conveniencia.
Vale decir también que este trastorno tiene una parte genética, pero se activa por exposición a situaciones de violencia y abandono durante la infancia. Desgraciadamente, no tiene cura; sólo pueden controlarse los impulsos del psicópata mediante medicamentos, pero la terapia tradicional no funciona; por el contrario, puede ser perjudicial, porque el psicópata (quien, dicho sea de paso, tiene un nivel de inteligencia por encima del promedio) aprende mejor cómo camuflarse y pasar inadvertido.
Mencioné lo de "sicosis", porque me parece que es la enfermedad que padece Patrick Bateman. Una alteracion profunda e irreversible del Yo. En la parte final de la película,hay una persecución y un aquelarre de asesinatos y disparos, pero todo ello ocurre en la mente de Patrick. Va más allá de la esquizofrenia y de la sicopatía (como la defines y describes). La incapacidad para adaptarse socialmente, es típica de la sicosis. Y la película muestra como Bateman, simula una adaptación narcisista que lo lleva a la violencia. Vive dos realidades indesligables.
ResponderEliminarMmm... sí, es cierto, puede que se trate de "comorbilidad" (suele darse).
ResponderEliminarAhora, según leo acerca de la novela, no es que no cometiera ningún asesinato, sólo que varios de los que creyó cometer, efectivamente, estaban en su cabeza.
Un abrazo!
- Alexiel