Por: Alexiel Vidam
Cuando pensamos en Scott Pilgrim, algunas de las ideas que vienen a nuestra mente son: colores fosforescentes, comedia absurda, muchos guiños a la cultura geek, y la chica más irresistible que jamás hayan visto nuestros ojos de niños nerd: Ramona Flowers, esa enigmática joven de cabello camaleónico que trae, no uno, ni dos, sino SIETE malvados ex novios a la espalda (se pasó).
Mary Elizabeth Winstead interpreta a Ramona Flowers en el live action de Scott Pilgrim. |
Y como los comics, videojuegos y la película live action no son suficientes para saciar nuestras ansias de tramas tan ridículas que son geniales, Netflix nos hizo el favor y extendió el universo Scott Pilgrim; esta vez, mediante una animación llamada Scott Pilgrim Takes Off (Scott Pilgrim da el salto en Latinoamérica).
La historia empieza de manera bastante similar a lo visto en los comics, película y videojuegos: Scott Pilgrim es un chico de Toronto-Canadá. Tiene 23 años, no trabaja, toca el bajo en una banda de rock y vive de arrimado en la casa de Wallace, su amigo gay. Scott sale con una chica de 17 años llamada Knives Chau, al mismo tiempo que intenta superar su desastrosa ruptura con Envy Adams, una archi-famosa estrella de la música.
En medio de todo esto, Scott conoce a Ramona Flowers, quien es, literalmente, la chica de sus sueños (sí, Ramona es capaz de movilizarse por los sueños de Scott). Pronto empieza a salir con ella (¡cof! ¡cof!... sin antes romper con su novia de secundaria) y descubre que, si quiere mantener esa relación, debe vencer a la Liga de los malvados ex novios de Ramona.
**ATENCIÓN A SPOILERS**
A partir de este punto es que las cosas cambian. En entregas anteriores de la franquicia, vemos a Scott enfrentando, uno a uno, a cada miembro de la liga, pero aquí, Scott desaparece repentinamente en medio de su pelea contra Mathew Patel (el primer ex novio malvado). Aunque todos lo creen muerto (y hasta le hacen un funeral), Ramona tiene indicios de que Scott sigue con vida, y empieza una ardua investigación sobre el paradero de Scott, y el responsable de su aparente secuestro.
Debo decir que este giro inicialmente me sacó de cuadro, pues, hasta el momento, tenía la idea de que me encontraba viendo otra adaptación de los comics de Scott Pilgrim; luego supuse que me encontraba frente a un reboot, lo cual no acabó de convencerme, pues sentí que le estaban metiendo demasiados cambios al planteamiento original. A pesar de ello, las situaciones cómicas, la música, y el colorido estilo de animación (en el diseño sí se apegaron bastante al comic), terminaron atrapándome. Seguí viendo, además, intrigada por saber hasta qué punto llegarían los cambios.
Lo cierto es que al final todo cobra sentido, pues Scott Pilgrim Takes Off –en una jugada muy a su estilo–, nos presenta su propia versión del multiverso, a partir de un despechado Scott Pilgrim del futuro, que intenta cambiar los sucesos más importantes de su vida. Esto es excusa para dar una mirada alternativa del reencuentro entre Ramona y sus ex, y se aprovecha perfectamente para desarrollar a los personajes y darles más trasfondo. En otras palabras, los ex dejan de ser simples villanos estereotipados y llegamos a entender mejor cómo fue su relación con Ramona. Al mismo tiempo, Ramona es explorada con más detalle, a la vez que su búsqueda de Scott se convierte también en su búsqueda de redención; esta Ramona quiere solucionar sus problemas del pasado antes de iniciar algo con el susodicho (una visión bastante más madura del personaje).
No es que lo que vimos en otras entregas ya no exista; todo eso pasó, pero ya no es la única versión de la historia, puesto que ya no es la única línea del tiempo. Personalmente, disfruté de esta nueva entrega, pero creo que la hubiese disfrutado más de haber sabido desde un principio que me encontraba ante una continuación/spin off. Al principio extrañé la versión más tóxica de la Liga de los malvados ex, y ver a Scott peleando en todo momento. Me gustó mucho ver más de Ramona, pero se sintió raro que el personaje de Scott estuviese tan ausente. Eso, cuando tu expectativa es una adaptación, llega a molestar. Sin embargo, cabe destacar la inteligencia del guion para generar situaciones divertidas, pues, con todo y todo, me quedé viendo, hasta que comprendí la verdadera propuesta.
Entre otros detalles, considero un acierto haberle dado más protagonismo a Wallace, un personaje que se hizo querer mucho en el live action a pesar de sus pocas apariciones. Este personaje, sin duda, se convirtió en mi favorito de esta nueva serie, con ese atrevimiento e irreverencia tan propios de él.
Por último, se aplaude el esfuerzo de la producción por
contratar a los actores de la película para hacer las voces de sus versiones
animadas. Directo a la nostalgia de una generación que se enamoró del filme
(y de Ramona).
¡Ah...! ¡Ni se les ocurra saltar los créditos!
Ficha técnica
Dirección: Abel
Góngora
Idea original: Bryan Lee O'Malley (de su serie de comics Scott Pilgrim)
Guion: Bryan
Lee O'Malley, BenDavid Grabinski
Producción: Edgar
Wright
Reparto: Michael
Cera, Mary Elizabeth Winstead, Kieran
Culkin, Brie Larson, Ellen Wong, Anna Kendrick, Chris Evans, Brandom Routh,
Jason Schwartzman
Empresas productoras: Science SARU, Netflix, Universal Pictures
Distribuidora: Netflix
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