Por: Alexiel Vidam
Martin Seamus McFly –más conocido como Marty McFly-, protagonista de la
trilogía Back to the Future (Volver al Futuro), es el chico que todo infante de los 90s deseó
ser al llegar a los 17: aguerrido, ingenioso, intrépido… pero sobre todo, capaz
de vivir las más emocionantes aventuras de viajes en el tiempo.
¿Quién es Marty McFly?
En principio, un
adolescente como cualquiera: va a la escuela, llega casi siempre tarde, no
saca las mejores notas pero tampoco las peores, y tiene una novia linda que lo
quiere. Además, es un maestro de la patineta y un apasionado de la música rock.
De hecho, le encanta tocar en la
guitarra los temas de sus rockeros favoritos: Chuck Berry, Van Halen, Huey
Lewis and the News, ZZ Top.
Hasta ahí, nada fuera de lo común.
Sin embargo, Marty
tiene un punto débil, y éste es su carácter de “fosforito”. Es imposible
llamar al muchacho “gallina”, sin que salte de inmediato y te agarre a
puñetazos. No soporta que le tachen de cobarde o de bueno para nada. No soporta, en otras palabras, que le identifiquen
con su padre.
La familia de Marty
es una banda de losers. Su padre, George McFly, un nerd fracasado que
trabaja para el sujeto que le hacía bullying en el colegio; su madre –Loraine-,
una alcohólica empedernida; sus dos hermanos mayores, otro par de pelmazos. A Marty le deprime esa realidad; es por
ello que busca estar casi todo el tiempo lejos de ella, junto a su novia
Jennifer Parker, o con su amigo el científico loco Emmet Brown.
Marty y su amigo el Dr. Emmet Brown |
Este último, es quien le cambia la vida.
Cuando Emmet
convierte un auto DeLorean en máquina del tiempo, circunstancias inesperadas
terminan enviando a Marty al pasado; para ser exactos, al año 1955, durante
la juventud de sus padres. Ahí, Marty, bajo el apodo de “Calvin Clein” –grabado
en sus calzoncillos-, buscará la manera
de ayudar a un joven George McFly, a ganar valor y ser alguien en la vida.
Marty y su padre, George McFly, en 1955. |
A partir de este
punto y en adelante, podemos observar la valentía de Marty para enfrentar los
problemas y tratar de ayudar a la gente que ama. No obstante, su carácter de “gallito”,
le causa más de una complicación, como cuando estuvo, casualmente, a punto
de interrumpir el enamoramiento de sus padres –y en consecuencia, su propio
nacimiento-. Otro ejemplo es el que observamos en su “yo del futuro” –en la
segunda película-, arruinado por sus arranques de impulsividad que meten en
peleas innecesarias o hasta a fraudes monetarios.
El Marty McFly del año 2015 |
A pesar de ello, cada
viaje en el tiempo representa para Marty una pequeña evolución, logrando
finalmente –en la tercera película, controlar mejor sus impulsos y evaluar situaciones
con mayor frialdad.
Las caras de McFly
Arriba: Eric Stoltz como Marty McFly; abajo: El Marty McFly que conocemos. |
Lo cierto es que
Michael J. Fox, a quien hoy identificamos con el personaje de Marty, había sido
–desde siempre- la primera opción para representarle. Sucede que este actor
se encontraba, por aquel entonces, comprometido con la serie de TV Family Ties (1982 - 1989), y por eso
había rechazado el papel.
Peeeeeeeeero… Cuando
Stoltz no logró convencer a Zemeckis, la oferta se presentó nuevamente ante
Michael J.Fox, quien quedó enamorado del guión y aceptó de inmediato. Vale
decir, que ello no significó que rompiera con la serie en la que ya trabajaba,
de modo que, como tenía las mañanas y tardes ocupadas, el director de la saga
adaptó el guión, de tal manera que la mayoría de escenas de la primera película fuesen de noche o de
madrugada.
Como hoy sabemos bien, el éxito de la trilogía fue rotundo,
y hoy es casi imposible imaginarnos a Marty McFly con un rostro que no sea el
de Michael J. Fox. Lamentablemente para el actor, que había saltado al estrellato,
en 1991 le diagnosticaron Parkinson,
enfermedad que obstaculizó su carrera, limitándole hasta ahora a papeles
secundarios en series de TV o trabajos como doblador de voz; entre ellos el
del ratón Stuart Little y el de Milo James Tatch, protagonista de Atlantis.
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