martes, 4 de junio de 2013

Cazador de androides


Por: Alexiel Vidam

Futuro decadente. El planeta sufre los estragos de la contaminación y la superpoblación. Los humanos huyen a colonias en el Espacio. Sólo se quedan los marginados. Estamos en Los Ángeles, en el año 2019. Rick Deckard es el encargado de eliminar a unos androides inteligentes que llegan a la Tierra a causar disturbios. Estos androides, los Nexus-6, poseen sentimientos, y están cansados de su esclavitud.


“Más humanos que los humanos”

El cyberpunk es un subgénero de la ciencia ficción que nos muestra la cara más deshumanizante de la “evolución”, del “progreso”, de la ciencia, de la ambición por el poder. Blade Runner (1982), de Ridley Scott, es cinta de culto dentro de este subgénero. Presenta una Tierra completamente oscurecida y venida a menos, donde sólo han quedado las clases bajas y los seres humanos “defectuosos”. Los demás han huido de la contaminación y de la escasez, hacia colonias espaciales, donde son servidos por androides esclavos construidos por la Tyrell Corporation.

El lema de la corporación Tyrell es “más humanos que los humanos”, pues se esmeran perfeccionar sus creaciones al punto de hacerlas casi indistinguibles de las personas de carne y hueso. Sus cybrogs más desarrollados son los Nexus-6, que son mucho más fuertes que los humanos y por lo menos tan inteligentes como sus creadores. Estos “replicantes” (androides) han desarrollado sentimientos, lo cual les lleva a plantearse una serie de preguntas que desencadenan su rebelión. Para sopesar un poco esta “inestabilidad” emocional, la Tyrell comienza a dotarles de falsos recuerdos, llegando inclusive a convencerles de que son humanos de verdad.

El argumento del filme gira en torno a Rick Deckard (Harrison Ford), un ex Blade Runner (cazador de replicantes) que se ve obligado  retomar el oficio cuando cuatro Nexus-6 rebeldes llegan a la Tierra a crear el caos. En medio de su investigación sobre los Nexus-6, Rick conoce a Rachael (Sean Young), una replicante que está segura de ser humana. Ella sufre una fuerte crisis al descubrir su verdadera identidad, y huye de la Tyrell Corporation, por lo cual es declarada prófuga. Rick debe cazarla, pero desarrolla sentimientos hacia ella, los cuales se intensifican al máximo cuando ella le salva de ser asesinado por otro Nexus-6.


Miedos y dudas existenciales


Todos los personajes de la película son ricos en matices morales, psicológicos y emocionales. No existen los buenos-buenos ni los malos-malos. Todos están un poco corruptos y todos poseen un lado inocente. Deckard es un tipo que no está completamente seguro de lo que hace, que siente culpa al asesinar a unos seres parecidos a él, pero se encuentra en la disyuntiva de ser cazador o ser cazado. Roy (Ruger Hauer) y los otros replicantes son seres resentidos hacia sus creadores, quienes les han dotado de escasos cuatro años de vida por miedo a su fuerza física e inteligencia. Ellos actúan con crueldad, matando a cualquier humano que se les cruce; sienten desprecio por los hombres que les ha creado y esclavizado. Sin embargo, son capaces de amarse entre ellos (como lo vemos entre Roy y PrissDaryl Hannah-), e incluso de llegar a sentir algún rasgo de piedad en el último soplo de su existencia, cuando llegan a valorar tanto la vida, que hasta la de sus enemigos les parece preciada.


Personalmente, creo que los cuestionamientos más interesantes los plantea Rachael. Ella, la más humana de los replicantes, es quien coloca a Deckard en un tremendo dilema moral y emocional, quien le lleva a rebelarse ante los suyos, plantea la pregunta de si acaso somos tan distintos de aquellos que –cual dioses- hemos creado imagen y semejanza nuestra.

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