Por: Sergio Cueto
Justice League o La Liga de la Justicia, llegó a
nuestros cines de la mano de Warner
Bros. Pictures. Tras más de un año de espera, Batman (Ben Affleck) y Wonder Woman (Gal Gadot) regresan juntos a una nueva historia del Universo
Cinematográfico DC para continuar la construcción de los cimientos que nos
cuentan cómo se formó el grupo más poderoso de DC Comics: La Liga de la Justicia. ¿Podrán salvar todos juntos a la humanidad de
un nuevo y temible enemigo?
La película está
ubicada cronológicamente un año después de los hechos narrados en Batman v Superman: Dawn of Justice y Suicide Squad. Batman sigue con su plan de reunir a un grupo de metahumanos
(personas con habilidades especiales) con los que hacer frente a una invasión
alienígena, predicha por Lex Luthor,
aún en prisión.
La Humanidad se ha hundido en la desesperación y parece
haber perdido la fe. Es aquí cuando, en ausencia de Superman (Henry Cavill),
el Caballero Oscuro y la Mujer Maravilla deben reclutar al misterioso corredor
escarlata Barry Allen/The Flash (Ezra
Miller), al cibernético mariscal de campo Victor Stone/Cyborg (Ray Fisher) y al elusivo atlante Arthur Curry/Aquaman (Jason Momoa).
Ellos deberán dejar sus diferencias de lado para detener la inminente llegada del supervillano Steppenwolf (Ciaran Hinds) general del planeta Apokolips cuyo fin es reunir las tres Cajas Madre, cuya fusión tiene la capacidad de desatar el apocalipsis.
Ellos deberán dejar sus diferencias de lado para detener la inminente llegada del supervillano Steppenwolf (Ciaran Hinds) general del planeta Apokolips cuyo fin es reunir las tres Cajas Madre, cuya fusión tiene la capacidad de desatar el apocalipsis.
"Superman fue un faro para
el mundo. Él no sólo salvó a la gente, sino que también les hizo ver lo mejor
de sí mismos."
Quizá Justice League
no sea la película que el Universo
Cinematográfico de DC merezca, pero sí la que necesitaba. Y es que, al
igual que su predecesora, la crítica no la ha tratado muy bien. Casi todos coinciden en que se trata de un radical
cambio de registro, alejado de su discurso sombrío que hasta el momento DC
había tratado de poner como bandera (realista y oscuro).
Ahora, el trabajo de
Zack Snyder y Joss Whedon pretende diferenciarse del tono impreso en las
películas realizadas hasta el momento, distanciándose de Man
of Steel o Batman V Superman
y acercándose más a la exitosa Wonder Woman; al mismo tiempo añade elementos
propios de clásicos como los clásicos films de Batman (1989) y Superman (1978).
Para este fin, se
toman numerosos elementos de los cómics. La principal referencia argumental
es la historia del Origen de la Liga de
la Justicia de Geoff Johns y Jim Lee (The New 52) adaptada también a la
película animada Justice League War, además de una marcada influencia de los
videojuegos como Injustice: Gods Among Us y Batman: Arkham.
¿Lo mejor? La Wonder
Woman de Gal Gadot se roba completamente el show: es la verdadera líder del
grupo -con las disculpas del kriptoniano y el guardián de Gotham- y sigue
siendo un placer verla pelear -atención a la escena de los rehenes.
Por otra parte, con esta película, DC finalmente parece haber encontrado la cuota de humor necesaria y la
forma de explotarla -sin caer en los excesos que se le reprochan a Marvel- en
contraste con la seriedad y crudeza del mundo del Caballero Oscuro, que parecía
ser la tónica dominante en sus películas. Aunque esta “oscuridad” no se
abandona del todo, la nueva tónica sirve como punto de arranque para héroes un
tanto más optimistas, como Flash o
el mismo Superman, que abandona su pose
divina para bajar al llano, sonreír y hacer bromas.
Sobre los puntos
débiles, colocamos en primer lugar sus notorios efectos especiales, como el abuso de CGI (sobre todo en el tan
comentado bigote de Superman), así como la intrascendencia de la trama y varios huecos que dejan espacios
inverosímiles dentro de la misma.
Con respecto al
reparto, el problema más evidente de la cinta es el Batman de Ben Affleck.
El actor parece interpretar el papel con desganado y no tiene química con
ninguno de sus compañeros de reparto; es algo que se le ha criticado duramente
en redes sociales.
La Liga de la Justicia no es un proyecto que deba tomarse con
excesiva seriedad, es más bien una película para pasar el rato; una
correcta pero no demasiado brillante adaptación de un cómic de superhéroes, con
un supervillano que tiene el típico plan de conquistar el mundo.
Si pudiésemos resumirla en tres palabras, serían: épica, colorida y entretenida. Este
puede ser el punto de inicio para el desarrollo de DC Comics en el cine,
regalándonos easter-eggs y referencias a otras películas, pero en un tono mucho más
optimista y luminoso, que favorece el visionado para los más jóvenes.
Sin entrar en detalles ni spoilers, les comentamos que deben
quedarse a ver dos escenas post-créditos: la primera responde a una clásica pregunta en los cómics, mientras que la segunda nos muestra el (posible) origen de uno de los
grupos más temibles del Universo DC. ¡Atentos!.
Dirección: Zack Snyder
Producción: Charles Roven, Deborah Snyder, Jon Berg, Geoff Johns
Guión: Chris Terrio, Joss Whedon
Idea original: Gardner Fox (del cómic La Liga de la Justicia de América, de DC
Comics)
Música: Danny Elfman
Fotografía: Fabian Wagner
Montaje: David Brenner, Richard Pearson, Martin Walsh
Protagonistas:
Ben Affleck, Henry
Cavill, Gal Gadot, Ezra Miller, Jason Momoa, Ray Fisher, Amy Adams, Jeremy Irons, Diane Lane, Connie Nielsen, J.K. Simmons, Ciarán Hinds
País: Estados Unidos
Año: 2017
Género: Ciencia ficción, Acción,
Superhéroes
Duración: 120 min.
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