El padre de los asesinos seriales
Norman en “Psycho”
Con su contextura delgada, su porte larguirucho y su cara de “yo no fui”, nadie que no hubiese visto “Psycho” (“Psicosis”) de Alfred Hitchcock, hubiese sido nunca capaz de imaginar que Norman Bates sería el padre de los asesinos seriales de la Historia del Cine. A pesar de estar basado en el personaje original de la novela “Psycho”, de Robert Bloch, quien a su vez se había inspirado en el caso real del asesino Ed Gein, Hitchcock transformó considerablemente la apariencia de su protagonista: mientras que el Norman original era un cuarentón gordo, bajo y gordo, el del film es mucho más joven (alrededor de los 22 años), y tiene una apariencia mucho más normal, simpática y hasta conmovedora, puesto que Hitchcock quería lograr que los espectadores se identifiquen con él y sintieran los traumas de infancia que éste había vivido.
Si algo podemos destacar en Norman, es su timidez, él es un “niñito grande” que tartamudea al sentirse nervioso por una situación amenazante o por la atracción que le provoca alguna mujer, ello porque desde casi veinte años vivió completamente solo con su madre viuda, quien era una mujer represiva y maltratadora que siempre le hablaba del sexo y de las mujeres como algo sucio y prohibido. Sin embargo, después de tanto tiempo encerrados en su mundo de dos, establecido entre las paredes de su vieja casa en una colina, la madre se hizo de un amante, lo cual despertó los celos del joven Norman, quien de inmediato se sintió desatendido y optó por asesinarlos a ambos.
Un tímido Norman Bates entablando conversación con Marion Crane, quien luego sería su primera víctima en el film.
Horrorizado por el crimen que había cometido, Norman se negó a sí mismo la muerte de su madre hasta caer en el desquicio. Desenterró el cadáver, lo llevó al desván de su casa, y comenzó a vestirse por momentos con las ropas y pelucas que ella usaba, desarrollando una segunda personalidad con las características de la de su madre, manteniéndola viva dentro de su cabeza y entablando largas conversaciones consigo mismo, en las cuales la personalidad “madre” seguía reprimiéndolo, absorbiéndolo por completo y, sobre todo, celándolo de las mujeres. Por otra parte, la personalidad “Norman” se porta como un “chiquillo grande”, torpe en sus formas, y asustadizo, siempre pendiente de cuidar a la “madre” y viviendo sólo para cuidarla y para mantener el (mal) negocio familiar: un motel que lleva diez años en quiebra.
Cuando Norman conoce a Marion, la protagonista de la primera parte de la película (curiosamente, hasta casi la mitad del film, Marion es la protagonista; luego, el protagonismo pasa a Norman), se siente fuertemente atraído hacia ella. Se muestra amable, sumamente detallista y cuidadoso en sus formas. Dándose cuenta de lo que siente Norman, la personalidad “madre” despierta para celar al hijo y asesinar a la intrusa que ha aparecido para robárselo. Es entonces cuando acontece la famosa escena de la ducha, cuando una enorme sombra en la cual llegamos a distinguir la forma de un camisón y una peluca de anciana, sorprende a Marion con un cuchillo y la ataca despiadadamente.
Psycho: La escena del crimen
Norman contraataca:
En las secuelas del filme original, Bates es liberado del sanatorio luego de veintidós años de encierro, pero, eventualmente, la personalidad “Madre" resurge y vuelve a asesinar. Después de ser atrapado y encerrado por segunda vez, se casa con una de las enfermeras del hospital, a quien, luego de dejar embarazada, intentará asesinar y después cometer suicidio. A último momento se arrepiente y logra contener a la personalidad “madre” tras el nacimiento de su hijo.
También se intentó realizar una serie de televisión llamada “Bates Motel”, que nunca llegó a salir al aire. En ella vemos a Norman en el sanatorio entablando amistad con Alex Kelly, quien se encontraba ahí por haber asesinado a su padrastro, y decide heredarle el Bate Motel antes de morir de vejez.
¿Por qué me gusta Norman?
Porque rompe totalmente con la imagen del serial killer común. No se trata del típico asesino a sangre fría. Por el contrario, tiene toda la pinta de un “pajarito indefenso” (como uno de esos pájaros disecados que se aprecian en la pared del saloncito en el cual conversa con Marion) que no se atreve a rebelarse contra su madre; se sentiría culpable si lo hiciera. Por el contrario, siempre justifica la forma en que la “madre” (que en realidad es la personalidad alterna que él mismo ha desarrollado) lo trata, alegando que está “mal de los nervios” y que no puede abandonarla, pues él es lo único que ella tiene en el mundo. En el fondo él siente mucho lo que hace su “madre”, por eso discute con ella todo el tiempo, le dice que no lo haga, pero ella finalmente se impone, y él no puede detenerla, tal vez porque en el fondo todavía se siente culpable por el matricidio que cometió. Además, al creer que es la madre quien asesina a las chicas por las cuales se siente atraído (y posteriormente también al detective Arbogas, quien se encontraba investigando acerca de la misteriosa desaparición de Marion), él trata de borrar todas las pruebas, como buen hijo, para que “ella” (que en realidad es él mismo) no sea inculpada.
El Actor
Definitivamente, la imagen oficial de Norman Bates es la del actor Anthony Perkins, quien lo representó en la primera versión filmográfica de Psycho (posteriormente, sería personificado por Vince Vaughn en la adaptación de 1998 realizada por Gus Van Sant).
Anthony Perkins nació el 4 de abril de 1932 en Nueva York (Estados Unidos). Siendo hijo del actor Osgood Perkins, desarrolló desde muy pequeño su talento hacia la actuación, apareciendo en el teatro de Brodway y en la pantalla chica desde la adolescencia.
Debutó en el cine en 1953, en la película "The Actress", de George Cukor. Sus papeles siguientes se caracterizaron, en general, por una nota neurótica y extraña que llegaría a su máxima expresión al encarnar al padre de los asesinos en serie del cine, Norman Bates, en el Psycho de Hitchcock. También cabe destacar que obtuvo el Oscar al mejor actor secundario por su actuación en "La Gran Prueba" (1956), dirigida por William Wyler.
Después de Psycho, Anthony Perkins llegó a su cumbre al caracterizar a Joseph K, protagonista de la película "El Proceso", de Orson Welles, basada en el clásico de Kafka.
Volvería a interpetar a Norman en las secuelas de Psucho realizadas en los años 80: Psycho II, dirigida por Ricard Franklun, y Psucho III, la cual fue realizada por el propio actor.
Por Alexiel Vidam
Es el papá de todos los serial killers
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