“No Strings Attached” (“Amigos con Derechos”), una comedia actual y sumamente divertida
Por: Alexiel Vidam
El argumento puede ser algo típico, predecible, simplón, pero las situaciones hacen que uno realmente se arrastre de la risa, y el final lo deja a uno un poquito o muy conmovido (dependiendo de tus ánimos, del ambiente en que la veas, y de qué tan cercanas te sean una o más de las situaciones que presenta, claro está).
Todo comienza en un ambiente muy actual y con una parejita de adolescentes algo desadaptada, algo complicada –como los adolescentes suelen ser-, conformada por Adam (Ashton Kutcher) y Emma (Natalie Portman), quienes se conocen en un campamento de verano. Él se encuentra remecido por el divorcio de sus padres y ambos lucen un poco solitarios. Adam le pregunta a Emma si puede tocarla, y ella responde que no. Años después, vuelven a encontrarse en la fiesta de la fraternidad y ella le pide a él que la acompañe a “una estupidez”, estupidez que acaba siendo, ni más ni menos, que el velorio de su padre. A la hora de despedirse, Adam le propone salir un día, a lo cual ella responde con que él es un buen chico y tendría mucha suerte si no se volviesen a ver. Cierto o no, la “suerte” los vuelve a encontrar.
El padre de Adam es el típico sujeto gracioso e irresponsable a quien te encantaría conocer, pero definitivamente no te gustaría tener de padre. Una tarde cualquiera, Adam va a visitarlo y se da con la ingrata sorpresa de que el señor está saliendo con su ex novia, Vanessa; como es de esperarse, el muchacho se deprime y decide tomar medidas desesperadas para liberar toda su frustración: llamar a todas las chicas que figuran en su lista de contactos del celular y ver cuál de ellas acepta tener sexo con él; es así como, sin recordar cómo, termina en el departamento de Emma, donde despierta “un poco” asustado pues se encuentra totalmente desnudo en un sofá y no sabe si ha tenido relaciones con alguna de las tres mujeres presentes, o, acaso, con ese desatado hombre grande, gordo y homosexual que vive con ellas. Se tranquiliza cuando descubre que simplemente no tuvo sexo aquella noche.
Luego Emma le dice que llegó borracho por la noche e hizo el ridículo bailando desnudo sobre una mesa y después poniéndose a llorar mientras contaba que su papá y su novia estaban liados. El avergonzado Adam y Emma se encuentran conversando del asunto en el cuarto de ella, sin nadie que los observe, y, como quien no quiere la cosa, acaban teniendo sexo. Y, como no hay primera sin segunda, vuelven a tener sexo una, y otra, y otra, y otra vez, y así sucesivamente en la habitación, en el baño, en una camilla (pues Emma es médico), etc, etc, etc. Pero como a la chica no le gustan los problemas, las peleas ni las heridas profundas, le pone una condición al juego: no vale enamorarse; si alguien se enamora, todo se acaba. Adam acepta, un poco porque le gustan esos encuentros, un poco porque en el fondo confía en que se enamorará de él.
Como quien no quiere la cosa, y dado que nuestro protagonista es uno de esos tipos sensibles (romántico el chico, artistón, le gusta escribir, trabaja en la tele como asistente y aspira a convertirse en guionista), la cuestión se va poniendo “algo” muy dulzona, lo cual significa alerta roja para la coprotagonista quien, por el contrario, es bastante calculadora y práctica; es entonces cuando ella decide que no deben volver a acostarse hasta que ambos se encuentren saliendo con otras personas. A Adam, cabizbajo, no le queda otra que aceptar el trato.
¿Pero la cosa es así de sencilla? ¿Acaso no surgen los celos de manera estrepitosa cuando la persona con la que te has estado acostando, y por quien además sientes bastante cariño, empieza a salir de fiesta en fiesta y mete a dos chicas en su departamento? Ojo, no se dejen engañar, esas dos chicas son lesbianas y te están usando de hotel gratuito, pero todo está bien mientras la víctima a la que les has enviado la foto-"prueba" del delito, no lo sepa. ¿Cuál será la reacción de ella? ¿Logrará él que la cosa se solidifique o sólo será un poco más de lo mismo? El momento crucial de la película llega cuando ella, a pesar de todas las señales de enamoramiento que presenta, se niega a reconocerlo y entablar una relación, por lo cual, él decide abrir su camino y comenzar a salir con una guapa aunque algo “safada” compañera de trabajo.
Les recomiendo seguir esta película de principio a fin, no sólo para descubrir cómo acaba (pues, en este tipo de películas, ya sueles tener una idea cuál es el final), sino por las situaciones tan cómicas y tan actuales que presenta: parejas disparejas, parejas oficiales, parejas no oficiales, padres irresponsables que se llevan a tu novia y consumen mucha marihuana, padres gays con hijos muy heterosexuales, ligues, escenitas de celos, etc, etc. Véanla, se van a divertir.
El padre de Adam es el típico sujeto gracioso e irresponsable a quien te encantaría conocer, pero definitivamente no te gustaría tener de padre. Una tarde cualquiera, Adam va a visitarlo y se da con la ingrata sorpresa de que el señor está saliendo con su ex novia, Vanessa; como es de esperarse, el muchacho se deprime y decide tomar medidas desesperadas para liberar toda su frustración: llamar a todas las chicas que figuran en su lista de contactos del celular y ver cuál de ellas acepta tener sexo con él; es así como, sin recordar cómo, termina en el departamento de Emma, donde despierta “un poco” asustado pues se encuentra totalmente desnudo en un sofá y no sabe si ha tenido relaciones con alguna de las tres mujeres presentes, o, acaso, con ese desatado hombre grande, gordo y homosexual que vive con ellas. Se tranquiliza cuando descubre que simplemente no tuvo sexo aquella noche.
Luego Emma le dice que llegó borracho por la noche e hizo el ridículo bailando desnudo sobre una mesa y después poniéndose a llorar mientras contaba que su papá y su novia estaban liados. El avergonzado Adam y Emma se encuentran conversando del asunto en el cuarto de ella, sin nadie que los observe, y, como quien no quiere la cosa, acaban teniendo sexo. Y, como no hay primera sin segunda, vuelven a tener sexo una, y otra, y otra, y otra vez, y así sucesivamente en la habitación, en el baño, en una camilla (pues Emma es médico), etc, etc, etc. Pero como a la chica no le gustan los problemas, las peleas ni las heridas profundas, le pone una condición al juego: no vale enamorarse; si alguien se enamora, todo se acaba. Adam acepta, un poco porque le gustan esos encuentros, un poco porque en el fondo confía en que se enamorará de él.
Como quien no quiere la cosa, y dado que nuestro protagonista es uno de esos tipos sensibles (romántico el chico, artistón, le gusta escribir, trabaja en la tele como asistente y aspira a convertirse en guionista), la cuestión se va poniendo “algo” muy dulzona, lo cual significa alerta roja para la coprotagonista quien, por el contrario, es bastante calculadora y práctica; es entonces cuando ella decide que no deben volver a acostarse hasta que ambos se encuentren saliendo con otras personas. A Adam, cabizbajo, no le queda otra que aceptar el trato.
¿Pero la cosa es así de sencilla? ¿Acaso no surgen los celos de manera estrepitosa cuando la persona con la que te has estado acostando, y por quien además sientes bastante cariño, empieza a salir de fiesta en fiesta y mete a dos chicas en su departamento? Ojo, no se dejen engañar, esas dos chicas son lesbianas y te están usando de hotel gratuito, pero todo está bien mientras la víctima a la que les has enviado la foto-"prueba" del delito, no lo sepa. ¿Cuál será la reacción de ella? ¿Logrará él que la cosa se solidifique o sólo será un poco más de lo mismo? El momento crucial de la película llega cuando ella, a pesar de todas las señales de enamoramiento que presenta, se niega a reconocerlo y entablar una relación, por lo cual, él decide abrir su camino y comenzar a salir con una guapa aunque algo “safada” compañera de trabajo.
Les recomiendo seguir esta película de principio a fin, no sólo para descubrir cómo acaba (pues, en este tipo de películas, ya sueles tener una idea cuál es el final), sino por las situaciones tan cómicas y tan actuales que presenta: parejas disparejas, parejas oficiales, parejas no oficiales, padres irresponsables que se llevan a tu novia y consumen mucha marihuana, padres gays con hijos muy heterosexuales, ligues, escenitas de celos, etc, etc. Véanla, se van a divertir.
Pensamiento después de ver la pela: Alex escribe demasiado bien y reseña mejor...Y, pueden ser tan seductoras sus letras que hasta una película que pertenece al montón, parece atractiva.
ResponderEliminarHe visto el film y aún sigo con las ganas de ver la película que te emocionó tanto...al menos advertiste que "el argumento puede ser algo típico, predecible, simplón".
Jaja, gracias por los elogios a mi manera de escribir ^^.
ResponderEliminarDe hecho es una peli bastante predecible, pero es divertida; a mí me hizo reír muchísimo. Y Natalie Portman es una excelente razón para verla, jaja xD.
- Alex
En realidad ES LA RAZÓN :P
ResponderEliminarJajaja ^^".
ResponderEliminarLa verdad yo tuve muchas dudas en cuanto a ver este film, debido a que estaba fresca en mi mente la imagen de una Natalie Portman salida de The Black Swan, aún seguía con las maravillosas emociones que emanaron de mi al ver tan gran actuación merecedora del Oscar.
ResponderEliminarCuando me decidí a verla, tuve la compañia de un ex al que no veía hace mucho tiempo y por insistencia. llegamos al cine.
La trama como se mencionan al principio es super predecible,pero las situaciones que vienen minuto tras minutos son demasiado cómicas. Te encariñas con los personajes y se podría decir que más de uno podría identificar.
Yo creo que en uno de mis momentos de arrebato podría volver a verla en una de mis maratones de comedias románticas
En mis momentos de arrebato, la he visto 4 veces, lol.
ResponderEliminarSeh, lo q dices es cierto.
- Alex