martes, 18 de octubre de 2011

Cuando la mala se lleva el premio

Por: Alexiel Vidam

Existen historias en las que ser bueno no lleva al triunfo, historias en las que, por el contrario, el malo, o, en otros casos, la mala, es la que sale contenta. “Chicago”, de Rob Marshall, presenta este tipo de historia.

La protagonista, Roxie Hart (Renée Zelleger), sueña con convertirse en estrella del escenario, como lo es la famosa bailarina Velma Kelly (Catherine Zeta-Jones). Por ello, hace lo posible por vincularse con gente cercana al mundo del espectáculo, tomando inclusive varios amantes vinculados al negocio del cabaret. Uno de ellos, un vendedor de muebles llamado Fred, le revela que la ha estado engañando sobre sus supuestos vínculos con el dueño de un club para poder acostarse con ella; luego de eso, la maltrata verbal y físicamente, por lo cual ella reacciona radicalmente, tomando la pistola de su esposo Amos y asesinando inmediatamente al amante. Cuando su esposo llega, le dice que el cuerpo era de ladrón que intentó atacarla, y que ella lo mató en defensa propia. Amos, creyendo ciegamente en las palabras de su mujer, asume la responsabilidad del asesinato frente a la policía, pero, cuando es descubierta la identidad del difunto, Amos descubre la infidelidad de su esposa y la verdad sale a la luz. Roxie es arrestada y encarcelada en el pabellón de las asesinas, donde deberá esperar su momento de ir a la horca.

Roxie se encuentra angustiada. Por si fuera poco, es maltratada psicológicamente por la abusiva celadora, a quien llaman “Mamá”, una mujer que disfruta burlándose y angustiando a las presas, pero que a su vez les consigue favores a cambio de dinero. Además, en el mismo pabellón se encuentra con su admirada Velma Kelly, quien se encuentra pagando condena por haber asesinado a su esposo Charlie y a su hermana Verónica por haberlo encontrado haciendo “la pose número 17, el salto del águila”. Roxie espera que Velma le de un consejo tranquilizador, pero, en cambio, recibe el menosprecio de quien, aun en la cárcel, sigue comportándose como diva.



(Velma Kelly -Catherine Zeta-Jones- interpretando "All That Jazz" antes de ser arrestada)

Sintiéndose atrapada, Roxie decide pagarle $100 a Mamá para que ésta se comunique con Billy Fynn, un abogado famoso por liberar a todas las mujeres encarceladas que defiende. Fynn se está encargando de la defensa de Velma Kelly. Al llegar al pabellón de asesinas para visitar a su clienta, Billy reconoce a Roxie como “la bonita” de la cual le ha hablado Mamá, y le dice que accederá a ser su abogado a cambio de $5000. Roxie no cuenta con ese dinero, pero su sumiso y sacrificado esposo decide pagarle al abogado por partes para que la defienda. Conmovido por la devoción-estupidez de Amos, Billy (Richard Gere) pone manos a la obra. Por estrategia del abogado, Roxie deberá convertirse en una estrella mediática, construir una imagen de pobre mujer arrepentida, que era infiel porque estaba deprimida ante la poca atención de su marido, y que, sin querer, asesinó a un amante que la acosaba y la violentaba. Roxie debe ganarse la atención de la prensa y conmover al público para influir en la decisión del jurado.


Durante el desarrollo de su caso, Roxie deberá afrontar una serie de problemas, como la aparición de nuevas “estrellas” del asesinato que le robarán la atención de su abogado, y de los medios, por lo cual deberá recurrir a más mentiras y trampas, como fingir encontrarse embarazada. Otro problema importante será la rivalidad con Velma Kelly, a quien Billy ha dejado prácticamente relegada desde que apareció Roxie. Velma intentará recuperar su espacio en los periódicos presentándose como testigo en contra en el juicio de Roxie.


Irónicamente, y mediante infinidad de sucias estratagemas, aquí las dos asesinas sin arrepentimiento lograrán la libertad y el estrellato.


De música, luces y actores

En “Chicago”, cada momento es acto de gran show musical. Así es como los percibe Roxie Hart, la protagonista. Cuando sueña con ser cantante y bailarina de cabaret, cuando es interrogada por la policía sobre el asesinato de su amante, cuando es encarcelada, cuando conoce a su abogado, cuando se encuentra en el juicio.



(La mirada de Roxie Hart, todo ocurre como en un show musical.)

Percibimos, por unos instantes, una imagen realista de lo que está ocurriendo, tal cual lo vería cualquier persona de afuera, y luego pasamos a observarlo todo a través de los ojos de Roxie, con un abogado que se enfrenta al fiscal bailando tap, marcando su presencia imponente con cada pisotón; con una rival (Velma Kelly) desesperada por atraer su atención a la hora en que la ve convertida en una gran estrella, y se presenta ante ella en medio de un baile en el cual le dice que, a la falta de su hermana, necesita de una nueva pareja para realizar sus números, por lo cual le gustaría contar con ella; presenciamos a la propia Roxie siendo utilizada por su abogado como un muñeco de ventrílocuo, frente a una multitud de periodistas, expresando posición y forma de sentir ante la manipulación de su abogado. La escena más memorable del film, es, sin duda, la del famoso “Tango del Pabellón” (“Cell Block Tango”), en la cual las reas de pabellón de las asesinas cuentan los motivos pasionales que las llevaron a cometer el crimen.



(Las asesinas pasionales de Chicago, nos presentan "El Tango del Pabellón".)

La iluminación durante casi toda la película es en clave baja, contrastando, sin embargo, con la potencia de los reflectores. Son escenarios oscuros en los que irrumpe de manera violenta una luz apabullante; es una luz molesta, abrumadora, la luz que hace brillar a los del submundo; es una luz sórdida, que nos recuerda todo el tiempo que, en Chicago, no importa qué tan embarrado estés, siempre y cuando tengas fama, dinero, y relaciones de poder. Las secuencias en clave alta, por otro lado, refuerzan esta idea: los personajes se presentan en escenarios con colores vivos y muy diversos, muy característicos de una secuencia satírica, en la cual los caracteres son algo así como payasos de circo. Esto resalta sobre todo en el papel del abogado, quien exagera mucho sus expresiones, hasta el punto en que su discurso se convierte en un monólogo tragicómico (¡Ah, Roxie Hart! ¡Esta pobre chica que venía de una familia “bien”, que se educó en un convento, que era infeliz con su marido que no le prestaba atención y por eso se buscó un amante! ¡Esta pobre muchacha que asesinó casualmente al ex novio que la acosaba! ¡Los dos corrieron hacia el arma!).



(El corrupto y maquiavélico Billy Flynn)

Cabe resaltar la actuación de Richard Gere como el corrupto abogado Billy, egocéntrico, ególatra, orgulloso del poder de manipulación que ejerce, tanto sobre sus protegidas como sobre las autoridades, hambriento de fama y de dinero; él quiere llenarse los bolsillos ganando además la atención de la prensa, robando cámara junto a las pecaminosas protegidas. Catherine Zeta-Jones, por su parte, postuló al Oscar de la mejor actriz de reparto interpretando a Velma Kelly. Ella representa a la diva en decadencia, a la reina que siente cómo su poder y sus influencias se van viniendo abajo, y que desesperada, debe bajar la cabeza ante la nueva diva para no quedar completamente derrumbada. Finalmente, aunque opacada por la de sus compañeros, Renée Zelleger resulta bastante precisa para el papel protagónico, con su imagen delicada y frágil, y ese rostro de “yo no fui”, indicado para esconder un terrible crimen.



(En "Chicago", ser mala vende bien.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario