viernes, 20 de junio de 2014

Baile de despedida


Por: Alexiel Vidam

Dancer in the Dark es un musical fuera de lo común. Tanto en el aspecto musical en sí, como en la parte visual. Muestra el drama de una mujer que es capaz de sacrificar –literalmente- la vida, a cambio de la felicidad de sus seres queridos. Pero no lo presenta de la manera típica en que lo haría un drama hollywoodense; esta mirada es radicalmente distinta.

De hecho, Lars Von Trier, el director, es danés, y participó en un movimiento llamado Dogma 95’, en el cual se prohibía el uso de cualquier filtro, efecto especial, luz artificial, trípode para la cámara, o incluso la mezcla separada de imagen y sonido. De este modo, se buscaba la cotidianidad máxima en la película, crear el efecto de hallarnos ante un hecho real observado por uno de los personajes.


Dancer in the Dark escapa de ese movimiento, al contar con escenas que realmente se dan sólo en la mente de la protagonista, y que incluyen música y baile. No obstante, se nota claramente la influencia en el estilo de manejo de cámara (muchos momentos de cámara en mano), en la ausencia de efectos especiales y esa sensación de realismo que se construye a pesar de ser un musical.

El argumento se centra en la bondad y la inocencia de su protagonista y en la crueldad del entorno. En la forma en que el panorama amigable alrededor de ella se torna repentinamente injusto y amenazante.


Selma Jezakóva es una inmigrante checa en Estados Unidos, en los años 60, en plena Guerra Fría. Tiene un hijo, Gene, que al igual que ella, tiene una enfermedad hereditaria. Selma se está quedando ciega, y ha viajado a USA para conseguir dinero y operar a Gene antes de que sufra lo mismo. Gene no sabe sobre la enfermedad, y todo el tiempo le reclama a su madre que no le dé los juguetes y regalos que reciben los niños de su edad. Selma, para esto, trabaja arduamente en una fábrica de metal y ahorra cada centavo, de modo que vive con Gene en condiciones sumamente modestas.


Para ella, lo único que aplaca un poco el tedio de su rutina, es el teatro. Ama los musicales y está buscando participar en uno, pero el avance acelerado de su ceguera dificulta las cosas. Entonces se dedica a imaginar. Cuando se siente triste o aburrida, agudiza el oído y recurre a su imaginación, convirtiendo la mezcla de sonidos en toda una banda sonora.



Tema I've sseen it all


El verdadero problema comienza con la traición… y lo más doloroso de una traición es que nunca viene de un enemigo.

Bill, uno de sus amigos cercanos, su benefactor, en cierto modo, le confiesa su angustia. Se encuentra arruinado y deprimido. Tiene una esposa plástica, que parece “amarlo” ante todo por su dinero. Por más que quiera, Selma no puede ayudarle, y Bill, en un arranque egoísta y desesperado, roba el dinero de Selma.

Selma y Bill

Entonces todo se vuelve tragedia.

Sin planearlo ni desearlo, Selma acaba siendo culpable de asesinato. Se niega a revelar las causas. Le prometió al muerto no decir nada y se siente incapaz de traicionarle. Tampoco quiere invertir dinero en un abogado, porque todo lo que tiene, es para curar a Gene.

El cuadro es desgarrador.


Quizás lo único que no convence del todo, es la necedad de la protagonista al defender a toda costa el secreto del difunto, a pesar de hallarse en peligro su propia vida. Sin embargo, la naturalidad de la cantante Björk en el rol principal, nos hace creer ciegamente en que la ingenuidad y la benignidad de Selma llegan a ese nivel. Impecable, Björk. Vale decir que ella también fue la encargada de componer los temas del filme, elemento fundamental, sin duda, ya que mediante ellos se transmite la mayoría de sensaciones que experimentan los personajes: desde la búsqueda de esperanza, hasta la máxima congoja.


Tema Scatterheart


Personalmente, uno de los mejores musicales que existen, tanto por su originalidad técnica y su naturalidad, como por su audaz banda sonora. El estilo vanguardista y experimental de Björk cuaja perfectamente con la retadora puesta en escena. Así, con esa mezcla de sonido industrial y la ausencia total de ostentosidad, el filme nos conecta con los personajes de forma íntima, y nos transmite su dolor.



Ficha técnica:

Dirección: Lars von Trier
Producción: Vibeke Windeløv
Guión: Lars von Trier
Música: Björk
Fotografía: Robby Müller
Reparto: Björk, Catherine Deneuve, David Morse, Peter Stormare
Países: Dinamarca, Alemania
Año: 2000
Géneros: Melodrama, musical
Duración: 140 minutos




**TRAILER**




**VÉLA TÚ MISMO**


3 comentarios:

  1. recuerdo cuando fuí a verla, fue al cine que esta en el cc caminos del inca, iba junto a mi novia en ese entonces supuestamente a arreglar un error que cometí. Le propuse ver esta película por la ya reconocida Bjork. De por sí esperaba algo magnífico y no me equivoqué. Fueron minutos intensos. Al final de la película terminé extasiada con los ojos brillosos tipo anime. lo curioso es que me pareció excelente lo que a otros quizás no convenza por el estilo del director. Recuerdo que a la salida del cine todos los que salían de él mujeres y hombres salían llorosos que tal impacto no?. En fin es un gran film. al final fui perdonada jajaja

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  2. Jajajajaja, gracias por compartir tu anécdota XD.

    Estoy de acuerdo: el final es un golpe seco en la boca del estómago.

    - Alexiel

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  3. Mande, vi Dancer in the dark recien en mayo, en el anfiteatro del kennedy al ire libre y todo. En las primeras escenas me quería ir porque no entendia muy bien las manchas del inicio y tambien porque no veia la parte musical que tenía la pela. Hasta que oigo Cvalda. OHHH bjork, luego me remataron con Ive seen it all. En Ive seen it all mis ojos comenzaron a necesitar pañales y no pare. Fue angustiante, me tranquilizaba pero venia otra cancion ,y despues otra y otra. No se como sobreviví a los 107 steps. Cuando termino me hize un mar de lagrimas. Fue extremo ese día.

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