domingo, 5 de octubre de 2014

Viernes sangriento


Por: Alexiel Vidam

Hoy vi Cada Viernes Sangre (2011), de Fernando Montenegro. La verdad, es que no tenía pensado arrancar mi maratón de pelas con una película peruana, ni mucho menos independiente. Considero que para el cine independiente hay que tener una predisposición especial, y después de muchas desveladas, yo no andaba con tantas ganas de forzar mis neuronas. Sin embargo, casi de casualidad (luego de probar varios discos rayados), me atreví a colocar Cada Viernes Sangre en mi DVD. No me arrepiento en lo absoluto. Hacía tiempo que no me entusiasmaba tanto con una película nacional… De hecho hacía tiempo que no experimentaba esa emoción particular que pruebas cuando descubres algo diferente.


Que Fernando Montenegro es atrevido, eso ya lo sabía. En Entonces Ruth, su siguiente película (que yo tuve oportunidad de observar antes que ésta), ya había notado la osadía del director, al experimentar con un género como la ciencia ficción, tan poco popular en nuestro país debido al alto presupuesto que normalmente demanda. Montenegro le “sacó la vuelta” a la regla. Con poco presupuesto, nos presentó un filme futurista y distópico, que, por el contrario de lo que sucede con el cine comercial de este tipo, nos presentaba una mirada abstracta, psicológica y surrealista; una mirada que, de paso, se arriesga a introducir el ingrediente limeño a la fórmula.


En Cada Viernes Sangre, sucede algo similar, sólo que aquí nos acercamos al cine negro clásico y al comic underground. Pude encontrar -lo cual me causó mucha emoción- varias escenas que recordaban a Sin City, sobre todo aquella en que la ladrona sadomasoquista va al volante y observamos sus ojos en el retrovisor. El espejo se muestra en escala de grises, y la vista a través de la luna del auto, completamente enrojecida; de un rojo vivo, además, eufórico, que recuerda permanentemente a la proximidad de la sangre. Sus ojos, en tonos plomizos, revelan su naturaleza oscura, su melancolía y su desencanto-. Caso similar ocurre en la escena similar en la que ella conduce nuevamente, pero esta vez la calle se observa en tonos pasteles encendidos; casi molestan la vista, es el fastidio de un personaje estancado en una realidad chirriante.


Ella, Denise (Claudia Burga), tiene una relación mórbida y simbiótica con Chris Cayo (Fernando Montengro), un criminal de carácter bastante particular. Su forma de vestir, rasgos físicos y modo de hablar revelan a quien no ha tenido necesidades. Ni él ni ella parecen haber pasado hambre, pero disfrutan del asalto y la muerte; les une la atracción por lo ilícito y una necesidad por parte de uno y otro de dar y recibir dolor. Chris es un sujeto excéntrico; posee una extraña sensibilidad que le impide matar a alguien cercano que le estorbe, pero no enviar a otros a matarle. Otra particularidad suya es la afición a salir enmascarado para hacer su “tarea”… pero no con cualquier pasamontañas -como normalmente esperaríamos-, sino con una máscara bastante llamativa, que recuerda mucho a la de Tom Cruise en Ojos Bien Cerrados (de Stanley Kubrick).

Cada Viernes de Sangre VS. Ojos Bien Cerrados

Y a propósito de Kubrick, hay otro personaje de Cada Viernes de Sangre en el que sentí un ligero guiño. Me refiero al personaje de Darío Abad, el “Señor Del Río” (“por favor, llámame Coco”), en cuya interpretación encontré ciertas similitudes con la de Peter Selles en Lolita, o en su rol de Dr. Strangelove. Este sujeto es un maniático sexual con una actitud bastante patética y perturbadora. Es gerente de una empresa mediocre que se convierte en blanco de los dos delincuentes y sus  aliados (“Rulo” -Roberto Cuba-, Aiko -Jane Yogi- y “Verona” -Ysela Castañeda-).

Darío Abad como el Sr. Del Río

Pero no se confundan. No se trata de una película cuyo éxito se base en las referencias. Para nada. De hecho, Fernando rompe completamente con el esquema clásico que imponen los géneros. Si bien esta película cuenta con ambientes de cine negro (tal y como Entonces Ruth -con todos sus experimentos- de algún modo entra en la ciencia ficción), su forma de narrar, subjetiva y metafórica, así como el juego audaz de lentes, ángulos y filtros, nos colocan frente a un filme que exige más atención e interpretación de los recursos. La combinación de grandes angulares (lentes que alargan las distancias y redondean los objetos), ángulos contrapicados (ángulos de abajo hacia arriba) y oblicuos (en diagonal), muestra una imagen distorsionada que provoca claustrofobia y mareo, que nos ubica en la mirada subjetiva de un loco.

Inclinación "aberrante"o ángulo oblicuo muestra "mirada de loco".

Otro recurso interesante, es el de ensuciar el lente. A través de ello, se transmite la visión de una ciudad mórbida, sucia, embarrada. Esto último también se refleja en forma de utilizar el sonido en secuencias específicas; en ellas la nitidez del diálogo se ve interrumpida por los ruidos del exterior.


Lente gran angular distorsiona la imagen

La música es otro de los platos fuertes. Como siempre, Montenegro buscando los temas precisos para completar la atmósfera de sus escenas y conectarnos con el mundo interior de sus personajes. En este caso, ha recurrido a sonidos del rock subterráneo nacional. Letras de seres desgarrados, melancólicos y callejeros; letras de marginales que calzan perfectamente con el perfil de cualquiera de los protagonistas. De todo el soundtrack, destaco dos temas que me gustaron en especial: El Amante, de Moldes, el cual está claramente asociado con el personaje de Denise, y Cuasimodo Apasionado, de Se Busca, ligado, aunque con menos estrechez, al personaje de Chris. Estos dos temas, fueron los que más me conectaron emocionalmente con la historia, y los que, desde mi punto de vista, suenan mejor.


Sólo para cerrar, quisiera añadir que esta película obtuvo el reconocimiento a la mejor película peruana del 2011, otorgado por la revista Godard!, y que actualmente Fernando Montenegro se encuentra entre los más destacados realizadores de la movida independiente limeña.


Ficha técnica:

Director: Fernando Montenegro
Guión: Fernando Montenegro
Productor general: Roberto Cuba
Fotografía: Fernando Montenegro, Roberto Cuba
Reparto: Claudia Burga, Fernando Montenegro, Darío Abad, Ysela Castañeda, Pamela Lloclla, Roberto Cuba, Natalia MontoyaMarkko Cruz, Boris Vizcarra, Jane Yogi, Kike Saco Vértiz, José Medina
Música: Se Busca, Moldes, La Secreta
Productora: Perromostro Producciones
Año: 2011
País: Perú
Género: Cine negro, cine experimental
Duración: 60 minutos



1 comentario:

  1. Creo que es es el mejor trabajo de Montenegro ,Cada viernes sangre...Llegué a verla ya hace un buen tiempo en su estreno;pero el artificio escénico no me hizo entrar al clima del cine noir,quizá esa economía dela puesta en escena neutralizaba esa atmósfera tan clásica,y sobre todo simbólica del cine negro ...por lo demás, Entonces ruth, me pareció mas un pastiche ,con mucho guiños cinéfilos y que se dedica a recitar a Sartre, telegrafiando el valor expresivo de la cinta..
    Un amante del cine.

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