lunes, 8 de mayo de 2017

Los hombres las siguen prefiriendo rubias




Carisma, encanto, atracción, fascinación… Marilyn Monroe es símbolo de eso y más. La ganadora de tres globos de oro y mundialmente conocida Sex Symbol es más de lo que venden los medios.

Por: Samantha Mesía

Todos la identifican por su belleza, pero ¿Realmente la conocen? Norma Jean Baker -más conocida como Marilyn Monroe- fue más que una cara bonita y la fama que la acompaña; amante de la lectura, inteligente, emprendedora y además, muy buena cocinera. Muchos la consideraron la típica rubia tonta, un estereotipo que la sublevó, impidiendo que la tuviesen en cuenta para papeles más serios. Ella creó en poco tiempo un personaje que el público adora hasta el día de hoy, pero del que ella intentó librarse durante toda su carrera.


Hoy resucitamos a Marilyn Monroe, para que nos cuente acerca de su lucha contra el estereotipo que siempre la marcó.

*Nota: Ésta es una entrevista ficticia basada en distintas biografías, frases célebres y entrevistas reales brindadas por la actriz.



"Se necesita una castaña inteligente para interpretar a una rubia tonta."


Sé que tu imagen ha sido, a lo largo de tu carrera, la de la rubia tonta, ¿qué tan difícil te es sobrellevar esta situación?

Todo el mundo me veía como la rubia tonta... y los estudios no me querían dar otro tipo de papeles. Yo jamás he sido una tonta, ni nací rubia; sin embargo, querían verme de ese modo. Pero, se necesita a una castaña inteligente para actuar como una rubia tonta. Supongo que no podían venderme de otra manera. Y yo entendía que tenían que venderme. Porque entonces me desearían y amarían, y yo necesitaba que me amaran; el amor del público sustituía al que no tuve de niña, el que nunca había recibido, y eso era lo que buscaba como loca. Nadie me dijo que yo era bonita cuando era una niña. A todas las niñas se les debe decir que son guapas, aunque no lo sean.


Hay muchos, que hasta el día de hoy quieren ser como tú, que tú siempre lo tuviste todo...

¿Todo? Yo nunca sentí eso. Incluso al inicio creía ser un absoluto fracaso como actriz, ¡ni siquiera me veía tan bonita como todos me decían! Al ir al plató, me volvía la tartamudez infantil, me pasaba horas maquillándome en el camerino sólo para retrasar el momento de salir ante la cámara. No llegaba tarde al rodaje porque fuera arrogante, como todos creían, sino todo lo contrario: por inseguridad. Es un mundo que gira en torno a las máscaras, a la falsedad...


¿Que pensabas al leer y escuchar todo lo que se especulaba en torno a tu vida?

Chismes, engaños, calumnias... Me enteraba de cosas acerca de mi vida que jamás habían pasado. Desde el inicio, mi nombre artístico me parecía falso, tan distante a mí; mi pelo rubio, artificial y sin sentido ¿Por qué no recibía la misma atención con el pelo más oscuro? Odiaba hasta esa ropa de mujer fatal; pero cuando salía a la calle, todo era devoción, me silbaban, aplaudían, se detenía el tráfico, la policía me escoltaba... Los hombres decían que me amaban, sí, pero... ¿a quién amaban? A Marilyn, no a mí. Para tener éxito, tenía que fingir ser otra. 


A pesar de tu éxito atravesaste una etapa, de depresión debido a este tema…

En realidad, fui incapaz de disfrutar de mi éxito. Las cosas nunca son lo que parecen, me veían como una ganadora, pero realidad me sentía como una fracasada. Me repetía constantemente “¿Por qué estás viva?” “¿Por qué no te mueres?”. Entonces, los médicos de los estudios te recetaban medicamentos para todo: para dormir, para sonreír, para actuar...


¿Cual consideras que fue tu momento más crucial en ese sentido?

Creo que toqué fondo cuando la Fox me despidió por haber ido a cantar a Nueva York, al cumpleaños del presidente Kennedy, mientras estaba de baja en el rodaje. Me hundí totalmente; ya no sólo era la presión del estereotipo en el que estaba enjaulada, me había quedado sin trabajo. Afortunadamente, la balanza se inclinó a mi favor y me volvieron a llamar… aunque no duró tanto tiempo.


¿Con qué directores te hubiese gustado trabajar de haber sido tu elección?

Admiro mucho a David Lean, Alfred Hitchcock y Billy Wilder. Me hubiese encantado trabajar con ellos y creo que me hubiesen dado papeles muy distintos a los que solía interpretar.


¿Cómo crees que lo habría tomado la prensa?

Habría generado mucha crítica, ellos querían que siempre fuera esa rubia tonta que tanto adoraban. Pero como siempre digo, me gustan las buenas historias y los buenos directores. Soy una actriz seria y me hubiese gustado probarlo.


¿Cuál consideras como tu meta máxima en la vida?

Estoy intentando encontrarme a mí como persona, a veces eso no es fácil de hacer. Millones de personas viven toda su vida sin encontrarse. Si hay algo que aprendí de todo esto, es que siempre debes recordar: mantener la cabeza arriba, la barbilla en alto, y lo más importante, mantener tu sonrisa, porque la vida es una cosa hermosa y hay mucho por lo cual sonreír.




Hay que resaltar que Marilyn Monroe fue la segunda mujer en Hollywood en tener su propia compañía productora, Marilyn Monroe Productions Inc.


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