Por: Samantha Mesía
Desde el 2003 somos testigos de los infortunios de este
singular pirata, que junto a su Perla Negra (aunque ésta siempre termine bajo
el mando de otro capitán) recorre los mares en busca de fama y riqueza, como de
costumbre, topándose con alguno de sus muchos enemigos. Nos quedó muy claro, 6
años atrás, en el estreno de Piratas del
Caribe: En mareas misteriosas, que Jack
Sparrow necesitaba recuperar su
suerte y esta vez viene decidido a recobrarla.
¿Vivir aventuras en alta mar? ¿Muchas botellas de ron? ¡Y
que conozcan tu nombre en cada puerto y bahía del Caribe! ¿Cuántos de nosotros
soñamos con ser piratas? Es imposible no identificarse con este ideal, aunque
sea en un sentido fantasioso y -obvio-, platónico. Con el estreno de la nueva
película de la saga Piratas del Caribe: La venganza de Salazar este 26 de Mayo, nos volvemos a encontrar con
nuestro anti-héroe, que en esta ocasión se enfrentará a un grupo de piratas-fantasmas (sí, volvemos a los no-muertos
como en la primera entrega de la saga), comandado por uno de sus antiguos
enemigos, el Capitán Salazar (Javier
Bardem). Este último escapó del Triángulo del diablo con el sólo propósito
de exterminar a los piratas de la faz de la tierra (o el mar, en este caso),
con un especial interés por Sparrow.
La única posibilidad de
Jack para seguir vivo, es conseguir el Tridente del Tritón, cuyo legendario poder
hace que quien lo posea sea capaz de dominar el mar.
Tu cara me es familiar, ¿te he amenazado antes?
Por los aires de desventura que siempre lo siguen, es
imposible imaginarnos a Jack sin sus típicos séquitos de rivales. En cada una
de sus películas, te das cuenta de que, lo que más colecciona Jack, obviamente
no son tesoros ni barcos; son némesis, y esta vez no es la excepción.
Una importante
similitud con la primera película, es el regreso del megalomaniaco capitán
Barbossa, volviendo a sus raíces con su papel de villano. Además, como
sustituyendo a Calypso, mejor conocida como la Tía Dalma, ingresa al elenco una nueva bruja del mar, llamada Shansa. Por otra parte, se integran personajes que
toman el rol que desempeñaban los icónicos Will
Turner (Orlando Bloom) y Elizabeth
Swann (Keira Knightley): su propio hijo Henry Turner (muy bien interpretado por Brenton Thwaites), cuyo único objetivo es romper una maldición para
reencontrarse con su padre, y Carina
Smyth (Kaya Scodelario), una muy inteligente astrónoma acusada de bruja debido
a su ingenio. Lo genial acerca de este personaje, es que se separa de su
antecesora Elizabeth; las diferencias son muy marcadas. Ellos dos representan el nuevo eje amoroso de la película.
Algo desconcertante
fue ver al joven Jack Sparrow en la pantalla. Muchos se preguntaron quién
era el actor que interpretaba a esta joven versión, pero todo fue resultado de
un proceso digital de rejuvenecimiento; una imagen generada por computadora del
mismo Johnny Depp, sólo que unos años más joven.
El elenco que conforma esta película nos sorprende muchísimo ,con el regreso de Orlando Bloom y Keira Knightley (quienes no estuvieron en la cuarta entrega), y la integración del español Javier Vardem como el tenebroso antagonista; este actor ya es conocido por sus roles de villano (como en No country for old men). Además, la desafiante actriz Iraní Golshifteh Farahani, quien interpreta a Shansa, una bruja del mar.
Para crear el papel del pirata, Johnny Depp se inspiró en su amigo cercano Keith Richards (dato que
me fascinó, ya que me encanta The Rolling Stones). Él pensó que su actitud
y su apariencia eran ideales para el personaje, alegando que "los piratas
eran las estrellas de rock de su época". Por este motivo, en la tercera
película de la saga, el mismo Richards interpretó el papel del padre de Jack; a
fin de cuentas, si se habían inspirado en él, había que incluirlo, ¿no?
Y bueno, él no es el único rockero inglés que aparece en la
saga. Siguiendo con esta línea, en esta
película, aparece el Beatle Paul McCartney como el tío de Jack. ¡Esta
familia de piratas está llena de joyitas!
Es mejor no saber cuál momento puede ser el último.
Y cuando piensas que ya todo acabó, es momento de prestar
más atención. Ya lo dijo el mismo Sparrow, en la cuarta entrega: “Es mejor no
saber cuál momento puede ser el último”; así que, si esperabas pararte de tu butaca al momento en que empiecen los
créditos, piénsalo dos veces, porque te podrías perder lo que significaría
el rodaje de una posible sexta película.
Los directores
Noruegos Ronning y Sandberg lo lograron; hicieron fluir la aventura y la
historia sin que baje el ritmo y el interés del espectador. Consiguieron algo
que, para muchos a esa altura, era muy difícil de alcanzar: realzaron la franquicia, manteniendo
pegados a quienes nunca se desembarcaron de esta travesía pirata, y volviendo a enamorar a quienes -como yo-, le
habían perdido fe a las secuelas (por volverse muy repetitivas), a quienes
entraron a verla sin querer saber más de la saga y salieron pensando que de
todas maneras verán la sexta.
Dirección: Joachim Rønning, Espen Sandberg
Producción: Jerry Bruckheimer
Guión: Jeff Nathanson
Música: Geoff Zanelli
Fotografía: Paul Cameron
Montaje: Joel Cox
Reparto: Johnny Depp, Javier Bardem,
Geoffrey Rush, Brenton Thwaites, Kaya Scodelario, Orlando Bloom, Keira Knightley, Paul McCartney
País: Estados Unidos
Idioma: Inglés
Año: 2017
Género: Aventura, acción, comedia, fantasía
Duración: 129 minutos
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