Por: Andre Horruitiner
Halloween es una
temporada especial para todas las edades: Dulces, disfraces, fiestas o salidas
en la noche y todo con una temática de brujas, esqueletos, calabazas y demás
cosas terroríficas. Para los fanáticos
del cine, también es un tiempo especial, en el que se puede revisitar un género
icónico: El cine de terror.
¿Qué es lo
que hace del cine de terror tan especial? ¿Es acaso la historia? ¿La
dirección? ¿Los efectos especiales? ¿Las actuaciones? En algunos casos es nada menos que los propios antagonistas quienes se
llevan todo el crédito.
Con el paso del tiempo, estos personajes van cambiando de temática, siempre de acuerdo a las necesidades del público, como lo es ahora con los fantasmas o demonios que aterran a familias inocentes o un grupo que amigos que solo quería divertirse.
Con el paso del tiempo, estos personajes van cambiando de temática, siempre de acuerdo a las necesidades del público, como lo es ahora con los fantasmas o demonios que aterran a familias inocentes o un grupo que amigos que solo quería divertirse.
Pero antes era diferente, allá por las décadas de 1910 hasta 1940, los villanos eran en su
mayoría adaptaciones de obras literarias
clásicas, y aquí veremos a cinco de
los más emblemáticos:
Basado en el personaje de la obra de Bram Stoker sobre el vampiro más famoso de la historia; ambos
actores llegaron a la fama de manera instantánea con sus actuaciones. Lugosi era exagerado a la hora de mostrar
expresiones y movimientos, pero su voz y acento marcaban una autoridad,
misterio e intensidad que cautivaban a la mayoría de espectadores.
Por su parte, Lee se priorizaba más en las expresiones y acciones del conde que en la voz. Gracias a su interpretación y a las tomas de primer plano en sus películas se hizo famoso el concepto de darle colmillos a los vampiros, mostrando el lado animal del personaje.
Por su parte, Lee se priorizaba más en las expresiones y acciones del conde que en la voz. Gracias a su interpretación y a las tomas de primer plano en sus películas se hizo famoso el concepto de darle colmillos a los vampiros, mostrando el lado animal del personaje.
Aparte de su enorme contribución en la saga de películas de La Momia, Chaney Jr. es más conocido por su papel del hombre lobo. Gracias al
poder del maquillaje y muchas horas de preparación, creaba una criatura salvaje que era apenas visible con
claridad por los ambientes oscuros de la noche, momentos que aprovechaba para
atacar sorpresivamente.
Cuando se analiza la obra
Frankenstein de Mary Shelley, ya
sea en los libros o versiones cinematográfcas, muchos consideran que el
verdadero antagonista era en realidad el doctor Victor Frankenstein, quién
decidió creer que podía ser Dios.
Sin embargo, nosotros nos enfocamos en el monstruo con la actuación icónica de Karloff; un ser frío e inexpresivo que intimidaba a cualquiera con su sola mirada o su porte brutal, muy acorde con su descomunal fuerza.
Sin embargo, nosotros nos enfocamos en el monstruo con la actuación icónica de Karloff; un ser frío e inexpresivo que intimidaba a cualquiera con su sola mirada o su porte brutal, muy acorde con su descomunal fuerza.
Aunque no muchos lo saben, esta película tuvo dos secuelas
que, lamentablemente, no tuvieron el mismo impacto que la original. En una época en la que se experimentaba con
los primeros intentos de cine 3D, el largometraje original demostraba cómo
la creatividad podía romper barreras. El diseño de monstruoso y aterrador de la
criatura era algo fuera de lo usual.
Vale decir también que, durante la filmación se necesitó dos actores para interpretar a la criatura: Chapman en las escenas de tierra y Browning (un nadador profesional) en los momentos bajo el agua.
Vale decir también que, durante la filmación se necesitó dos actores para interpretar a la criatura: Chapman en las escenas de tierra y Browning (un nadador profesional) en los momentos bajo el agua.
Cuando hablamos del cine de terror clásico, a muchos expertos
o fanáticos de este arte se les viene a la mente el actor y maestro del maquillaje Lon Chaney, también conocido como
“El Hombre de los Mil Rostros”, cuya
contribución al cine ha sido notable hasta el día de hoy.
Su papel más icónico ha sido el de Erick, el fantasma de la Opera, basada en la novela del mismo nombre. Chaney nos muestra un personaje trágico, pero sumamente inteligente y capaz de hacer todo por conseguir lo que quiere.
Es la atmósfera que transmite al estar oculto entre las sombras o disfrazado entre el público, lo que genera esa intriga por ver el hombre detrás de la máscara. Esa intriga durará hasta la escena más famosa del largometraje mudo, donde vemos su rostro por fin, aterrándonos con su reacción.
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Su papel más icónico ha sido el de Erick, el fantasma de la Opera, basada en la novela del mismo nombre. Chaney nos muestra un personaje trágico, pero sumamente inteligente y capaz de hacer todo por conseguir lo que quiere.
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