Por: Alexiel Vidam
Este fin de semana fui a ver Thor: Un Mundo Oscuro. A pesar de que no
tuve mucha expectativa, me veo en la obligación moral de decir que salí del
cine bastante decepcionada. Siempre he sabido que las películas de superhéroes
no son tremendos “peliculones”, pero la 1 de Thor me pareció bastante
entretenida y, dentro de sus cánones de blockbuster, medianamente buena. Eso no
sucedió con esta segunda parte, floja de inicio a fin.
Para comenzar, nos topamos con el relato de Odín acerca de Malekith, el elfo oscuro que casi provoca la destrucción de Asgard, y que causó la muerte de sus
propios hombres para poder salvarse. Ahora, ¿cómo consigue salvarse
exactamente? No queda claro. Tampoco se entiende por qué si Odín es el narrador
del relato, más adelante lo encontramos negando la existencia de los elfos
oscuros. Otra cuestión que queda sin resolver es por qué la alineación de los
planetas liberaba al famoso elfo.
El enemigo en
cuestión, para esto, es un sujeto sin personalidad, sin motivación clara
para sumir al Universo en la oscuridad (salvo el cliché de que, bueno, él es el
malo de la película). En ningún momento es que provoque verdadero pavor ni que
destaque por su inteligencia; por el contrario pica de inmediato el anzuelo que
le tienden Thor y su momentáneo
aliado Loki.
La alianza entre los dos hermanos podría haber sido el punto
más fuerte de la película; de hecho, con este dato es que se estuvo marketeando
el filme desde que se anunció. Sin embargo, no es un detalle que se haya sabido
explorar como se debe. Para todos los altercados provocados por Loki, se deja convencer demasiado rápido.
Igualmente, rápido se le ve caer en batalla y Thor no suelta una sola lágrima (tomando en cuenta la excesiva fe
que ha demostrado siempre en que su hermano pudiese cambiar). Apenas lanza un
grito y luego la acción se corta. No hay más lamentos. De hecho, pocos minutos
después hay un cambio brusco hacia una situación “cómica” que deja al
espectador con cara de “WTF!”.
Personalmente, esperaba ver mucho más de esta alianza, que
tuviese más peso se extendiese más a lo largo de la película, en lugar de dar
tanta importancia al personaje vacío de Jane
Foster. Me queda claro que Natalie
Portman es una excelente actriz, pero su personaje no daba para mucho. Se
nota el esfuerzo desesperado de la producción por vender un romance mal armado
y más caras bonitas (dicho sea de paso, el único comentario “memorable” que he
recibido hasta ahora de quienes han ido a ver este filme es algo así como “hasta
ahora no sé quién está mejor: Thor, Loki… o Natalie Portman”). Es una pena que
la carrera de esta actriz se vea manchada por un papel tan hueco y tan “de
relleno” (… aunque, con su background, supongo que puede darse el lujo de
cuando en cuando).
No voy a decir que la película no tuvo sus momentos
entretenidos (de hecho, arranca bien, pero se cae rápidamente), ni que alguno
que otro chiste no me hizo reír, pero en general el argumento deja mucho que
desear y tampoco es que los ratos de acción contengan mucha intensidad. En
ningún momento sentí el dolor de los personajes ante la muerte, ni la
ansiedad de que todo pudiese acabarse de pronto.
Esperemos, pues, a ver si el siguiente superhéroe o la próxima
entrega de The Avengers mejora esta situación…
A mi sì me gustó la peli pero también tienes razón en varios puntos. Como el papel vacío de Portman y la facilidad con que matan a Loki y practicamente, no le dan mucha importancia.Me gustó el final.
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