Por: Alexiel Vidam
Hasta hace poco tenía bastante marcada la idea de que todas,
o casi todas las películas de Navidad, eran malas. Que, con excepción por ahí
de alguna pela de Tim Burton (como El
Extraño Mundo de Jack o El Joven Manos
de Tijeras), todas eran, básicamente, comedias sobre conseguir regalos
imposibles o sobre padres incrédulos que deben reemplazar a Santa Claus (porque
éste se rompió una pata, se metió una indigestada, porque el reno le voló un ojo,
o lo por lo que fuera). Sin embargo, Joyeax Noël (Feliz Navidad), de Christian Carion, rompió completamente mis
esquemas. Esta película, basada en acontecimientos reales ocurridos durante la I Guerra Mundial, no sólo escapa al
cliché empalagoso y comercialón de las películas navideñas americanas, sino que
además, sabe “tocar” al espectador de manera inteligente, sin caer la
cursilería.
Milagro en tiempos de guerra
Corre el año 1914.
Ha estallado la Gran Guerra. Hombres
de Francia, Escocia y Alemania son
reclutados a las trincheras de sus respectivos ejércitos. Dejan atrás a sus
seres queridos, la comodidad de su hogar, y sus trabajos habituales para sufrir
el hambre, el frío, el cansancio, y encontrarse cara a cara con la muerte.
Resignados a recibir el 25
de Diciembre en el campo de batalla, cada bando hace lo posible por conservar
algo del espíritu navideño. Durante la Noche Buena, los escoses tocan sus
gaitas y los alemanes escuchan un concierto de ópera realizado por uno de los
soldados (que era cantante antes de ser reclutado). Los franceses permanecen
desconfiados y en alerta, pero al ver que los jefes de las otras dos trincheras
han decidido hacer alto al fuego por aquella noche, bajan también la guardia.
Todos estos hombres, aunque con fines distintos, están ahí forzados por las
circunstancias, y anhelan, desde lo más profundo, que la paz llegue cuanto
antes para poder regresar a sus casas.
La guerra no se definirá en una noche, así que establecen
una tregua momentánea y se juntan todos a celebrar. Beben champán francés,
comparten chocolates alemanes, y escuchan la misa dada por el sacerdote escocés
(enlistado también en el ejército). Se abrazan, intercambian fotos y hablan de
sus ciudades y de sus vidas. Durante la mañana del 25, deciden extender la tregua por un día más para poder enterrar a
sus muertos y dejar, por lo menos, que la festividad culmine en completa
tranquilidad. Luego de esto, retomar sus roles iniciales resultará
excesivamente difícil (por no decir imposible); ya no se trata de desconocidos,
sino de rostros amigos. ¿Cómo apuntar el arma contra ellos…?
Un filme navideño que sí conmueve…
Personalmente, creo que lo más interesante de este filme es
que pretende transmitir un mensaje de paz en medio de una época cruel y
sanguinaria, en la que se pasan por alto todos los derechos de la persona. A
pesar de lo deshumanizante de la guerra, los soldados no dejan de ser seres con
sentimientos, que extrañan sus casas y a sus familias, que son capaces de
colocarse en el lugar del otro, y que respetan a sus muertos.
Los protagonistas son personajes complejos y controvertidos.
Podrían ser vistos como traidores a la patria por simpatizar con sus enemigos;
sin embargo, uno, como espectador de la película, puede comprender que todos
ellos se sientan mucho más identificados entre sí, por vivir las mismas
penurias, que con sus superiores, quienes les dictan las órdenes bien
resguardados y viviendo una opulencia descarada.
El argumento se desarrolla de tal forma que consigue
mantener la atención de manera constante. Hay momentos que resultan sumamente interesantes,
como cuando el teniente alemán y el teniente francés reflexionan sobre la
posibilidad de haber sido amigos en otro escenario, o cuando el tenor se
encuentra con su mujer y se avergüenza de encontrarse infestado de piojos. Uno
de los momentos más dramáticos y desgarradores, es cuando los escoceses disparan
contra un soldado francés vestido como alemán (había sido ayudado por uno de
estos a cruzar la barrera enemiga para poder ver a su madre).
Personalmente, no me considero alguien cuyo espíritu
navideño esté particularmente desarrollado, pero esta película realmente logró
conmoverme, especialmente sabiendo que estaba basada en hechos
verídicos. A pesar de que uno no comparta ciertas creencias, es interesante
cómo ciertos ritos tienden a sensibilizar y unir a las personas, hasta en los
momentos más críticos y cruentos de la historia.
Dirección: Christian Carion
Producción: Christopher Rossignon
Guión: Christian Carion
Música: Philipe Rombi
Fotografía: Walter Vande Ende
Protagonistas: Daniel Brühl, Guillaume Canet, Diane
Kruger, Benno Fürmann, Gary Lewis, Bernard Le Coq.
Género: Drama bélico
Año: 2005
Países: Francia, Alemania, Reino Unido, Bélgica y Rumanía.
..."padres incrédulos que deben reemplazar a Santa Claus (porque éste se rompió una pata, se metió una indigestada, porque el reno le voló un ojo"... jajaja me provocaste una gran carcajada. Excelente review.
ResponderEliminarGracias :3!
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