lunes, 24 de diciembre de 2012

Navidad en las Trincheras



Por: Alexiel Vidam

Hasta hace poco tenía bastante marcada la idea de que todas, o casi todas las películas de Navidad, eran malas. Que, con excepción por ahí de alguna pela de Tim Burton (como El Extraño Mundo de Jack o El Joven Manos de Tijeras), todas eran, básicamente, comedias sobre conseguir regalos imposibles o sobre padres incrédulos que deben reemplazar a Santa Claus (porque éste se rompió una pata, se metió una indigestada, porque el reno le voló un ojo, o lo por lo que fuera). Sin embargo, Joyeax Noël (Feliz Navidad), de Christian Carion, rompió completamente mis esquemas. Esta película, basada en acontecimientos reales ocurridos durante la I Guerra Mundial, no sólo escapa al cliché empalagoso y comercialón de las películas navideñas americanas, sino que además, sabe “tocar” al espectador de manera inteligente, sin caer la cursilería.


Milagro en tiempos de guerra

Corre el año 1914. Ha estallado la Gran Guerra. Hombres de Francia, Escocia y Alemania son reclutados a las trincheras de sus respectivos ejércitos. Dejan atrás a sus seres queridos, la comodidad de su hogar, y sus trabajos habituales para sufrir el hambre, el frío, el cansancio, y encontrarse cara a cara con la muerte.

Resignados a recibir el 25 de Diciembre en el campo de batalla, cada bando hace lo posible por conservar algo del espíritu navideño. Durante la Noche Buena, los escoses tocan sus gaitas y los alemanes escuchan un concierto de ópera realizado por uno de los soldados (que era cantante antes de ser reclutado). Los franceses permanecen desconfiados y en alerta, pero al ver que los jefes de las otras dos trincheras han decidido hacer alto al fuego por aquella noche, bajan también la guardia. Todos estos hombres, aunque con fines distintos, están ahí forzados por las circunstancias, y anhelan, desde lo más profundo, que la paz llegue cuanto antes para poder regresar a sus casas.


La guerra no se definirá en una noche, así que establecen una tregua momentánea y se juntan todos a celebrar. Beben champán francés, comparten chocolates alemanes, y escuchan la misa dada por el sacerdote escocés (enlistado también en el ejército). Se abrazan, intercambian fotos y hablan de sus ciudades y de sus vidas. Durante la mañana del 25, deciden extender la tregua por un día más para poder enterrar a sus muertos y dejar, por lo menos, que la festividad culmine en completa tranquilidad. Luego de esto, retomar sus roles iniciales resultará excesivamente difícil (por no decir imposible); ya no se trata de desconocidos, sino de rostros amigos. ¿Cómo apuntar el arma contra ellos…?



Un filme navideño que sí conmueve…

Personalmente, creo que lo más interesante de este filme es que pretende transmitir un mensaje de paz en medio de una época cruel y sanguinaria, en la que se pasan por alto todos los derechos de la persona. A pesar de lo deshumanizante de la guerra, los soldados no dejan de ser seres con sentimientos, que extrañan sus casas y a sus familias, que son capaces de colocarse en el lugar del otro, y que respetan a sus muertos.

Los protagonistas son personajes complejos y controvertidos. Podrían ser vistos como traidores a la patria por simpatizar con sus enemigos; sin embargo, uno, como espectador de la película, puede comprender que todos ellos se sientan mucho más identificados entre sí, por vivir las mismas penurias, que con sus superiores, quienes les dictan las órdenes bien resguardados y viviendo una opulencia descarada.


El argumento se desarrolla de tal forma que consigue mantener la atención de manera constante. Hay momentos que resultan sumamente interesantes, como cuando el teniente alemán y el teniente francés reflexionan sobre la posibilidad de haber sido amigos en otro escenario, o cuando el tenor se encuentra con su mujer y se avergüenza de encontrarse infestado de piojos. Uno de los momentos más dramáticos y desgarradores, es cuando los escoceses disparan contra un soldado francés vestido como alemán (había sido ayudado por uno de estos a cruzar la barrera enemiga para poder  ver a su madre).


Personalmente, no me considero alguien cuyo espíritu navideño esté particularmente desarrollado, pero esta película realmente logró conmoverme, especialmente sabiendo que estaba basada en hechos verídicos. A pesar de que uno no comparta ciertas creencias, es interesante cómo ciertos ritos tienden a sensibilizar y unir a las personas, hasta en los momentos más críticos y cruentos de la historia.

Ficha técnica:

Dirección: Christian Carion
Producción: Christopher Rossignon
Guión: Christian Carion
Música: Philipe Rombi
Fotografía: Walter Vande Ende
Protagonistas: Daniel Brühl, Guillaume Canet, Diane Kruger, Benno Fürmann, Gary Lewis, Bernard Le Coq.
Género: Drama bélico
Año: 2005
Países: Francia, Alemania, Reino Unido, Bélgica y Rumanía.

2 comentarios:

  1. ..."padres incrédulos que deben reemplazar a Santa Claus (porque éste se rompió una pata, se metió una indigestada, porque el reno le voló un ojo"... jajaja me provocaste una gran carcajada. Excelente review.

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