viernes, 4 de julio de 2014

Il Castrato



Por: Alexiel Vidam

Joven, atractivo, adinerado, famoso por su extraordinaria voz. Toda una estrella del escenario. ¿Qué más podía pedir Carlo Broschi, apodado “Farinelli”? Pues algo básico: ser un hombre completo.

Carlo Broschi "Farinelli"
Carlo Brochi “Farinelli” fue uno de los cantantes más importantes del S. XVIII. Nació en Andria-Italia, pero cantó también en cortes y teatros de Austria, Inglaterra y España. El maestro Händel lo quiso para interpretar sus óperas, mas nunca lo consiguió. Era capaz de cantar 250 notas en un solo aliento, sostener una nota durante más de un minuto, realizar trinos y adornos imposibles para otros cantantes, y respirar sin hacer sonido. Se dice que tenía “voz de ángel”.

¿Pero en dónde radicaba la prodigiosidad de Farinelli? Dicho a lo bruto, en los huevos. Más específico: En los huevos que no tenía.

Farinelli era un “castrato”. Quiere decir que cuando niño fue castrado para mantener su voz aguda. Si bien esta práctica estaba prohibida, las autoridades solían hacerse de la vista gorda. En general era popular en el sector pobre, donde los padres pensaban que sus hijos tendrían una mejor vida si llegaban a desarrollarse como cantantes (de no alcanzar el nivel esperado, por lo menos acabarían en los coros de las iglesias).

Farinelli, interpretado por Stefano Dionisi.

El caso de Farinelli era particular, pues pertenecía a la baja nobleza, de modo que contaba con un estilo de vida acomodado. Sin embargo, se piensa que al morir su padre, ante la inestabilidad económica, su hermano Riccardo tomó decisión de operarle. También existe una versión oficial, que dice que Farinelli debió ser operado a causa de un accidente de caballo. No obstante, esta versión resulta sospechosa tomando en cuenta la tradición de músicos que había en su familia, y que la descendencia podía continuar a través de Riccardo.


Carlo y Riccardo

La película Farinelli Il Castrato repasa sobre estos puntos. Nos pinta a un Farinelli orgulloso de su propio canto, pero a la vez perturbado por su condición de castrado. Se muestran en él los contrastes entre un joven divertido, juguetón y gallardo, pero que encierra a su vez la tristeza y la frustración de no poder tener hijos e incluso ser menospreciado como hombre.


Él adora a su hermano; va con él a todas partes, interpretando sus óperas (Riccardo es compositor), y compartiendo con él absolutamente todo; hasta las amantes. Riccardo le ha hecho creer a Carlo que su operación fue a causa de una caída de caballo que pudo quitarle la vida. El momento de quiebre, llega cuando Carlo descubre la verdad.


Vale decir que la película se distancia del personaje histórico en algunos puntos importantes, como en el hecho de crearle un romance a Farinelli, con una joven del teatro de Porpora (famoso compositor). En la historia real, es cierto que los castrati gozaron de mucha fama como amantes (las mujeres no temían de quedar encinta). Sin embargo, no se le conoce a Farinelli alguna amante destacada. De hecho, según su biografía, murió solo a los 70 años. Lleno de regalos de sus nobles admiradores, pero solo.


Otro detalle importante, es que la interpretación de Farinelli no se bastó de un solo “actor”. Sus movimientos y actitudes fueron interpretadas por el actor italiano Stefano Dionisi, pero para reproducir su voz al cantar, fue necesario  mezclar digitalmente las voces de Ewa Malas-Godlewska (una soprano de origen polaco) y Derek Lee Ragin (un contratenor estadounidense).

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