Por: Alexiel Vidam
Había leído algunos comentarios sobre La Tumba de la Luciérnagas
-dirigida por Isao Takahata y
escrita Akiyuki Nosaka- hace algún
tiempo. Había leído, por ejemplo, que es una de las películas de animación más
fuertes y desgarradoras que existen, y que, junto a La Lista de Schindler (de Steven Spielberg) y El Pianista (de Roman Polanski), es reconocida como una de las mejores
películas antibelicistas de todos los tiempos.
De entre los que la vieron, escuché también, que era necesario contar con unos 30 paquetes de kleenex. Catalogada como obra de arte y como bomba lacrimógena. A mí me provocó una sensación algo diferente. Sentí impotencia, incomodidad y una fuerte dosis de angustia.
De entre los que la vieron, escuché también, que era necesario contar con unos 30 paquetes de kleenex. Catalogada como obra de arte y como bomba lacrimógena. A mí me provocó una sensación algo diferente. Sentí impotencia, incomodidad y una fuerte dosis de angustia.
Tenemos a dos hermanos: Seita
y Setsuko. El primero es un
adolescente de 14 años aproximadamente; su hermanita menor, tiene unos 4 o 5.
Todo comienza cuando ambos se retrasan de ir al refugio debido a los
bombardeos. Estamos en Japón en el año
1945, en la ciudad de Kobe, durante la II Guerra Mundial. Su madre enferma ha partido antes que ellos,
pero irónicamente, por ese motivo es afectada por las bombas, mientras sus dos
hijos llegan a salir ilesos.
Ella fallece al poco tiempo y los dos niños se ven obligados a refugiarse en la casa de una tía; ésta inicialmente los recibe de buena forma. Como Seita y Setsuko son hijos de un importante marino, los racionamientos mejoran. Sin embargo, rápidamente el comportamiento de la tía se vuelve hostil hacia ellos, quienes, sintiéndose maltratados, acaban mudándose a un refugio abandonado.
Ella fallece al poco tiempo y los dos niños se ven obligados a refugiarse en la casa de una tía; ésta inicialmente los recibe de buena forma. Como Seita y Setsuko son hijos de un importante marino, los racionamientos mejoran. Sin embargo, rápidamente el comportamiento de la tía se vuelve hostil hacia ellos, quienes, sintiéndose maltratados, acaban mudándose a un refugio abandonado.
Si bien el escenario inicial ya es bastante crudo, aquí es
donde arranca la verdadera lucha por la supervivencia. Todo está racionado y resulta prácticamente imposible vivir
fuera del sistema. Seita debe arriesgar
su vida durante los bombardeos, saqueando las casas abandonadas. Se
acostumbran a comer ranas secas, frutos de los alrededores e incluso robados. Pronto empiezan también a ser atacados por
los bichos del propio refugio y la pequeña Setsuko muestra claras señas de
malnutrición.
La sensación de desesperanza nos acompaña de inicio a fin, y
aunque la situación es realmente para llorar, Seita no suelta ni una lágrima.
Tal vez porque sabe que su hermana depende de él, o quizás porque le han
golpeado tanto que ya ni duele. Yo, en mi lugar de espectadora, me sentí en el
lugar de Seita; con un vacío en la boca del estómago, pero sin llorar. Esta
película me hizo sentir ahogada.
Eso no es un punto en contra. Por el contrario, el filme me
transmitió toda la crudeza que vivió Nosaka
durante los bombardeos; ya que, cabe señalar, la historia está basada en su
propia experiencia de vida. Él es Seita. Él vivió los bombardeos de 1945
siendo un adolescente; perdió a su madre enferma y a su hermana de 4 años,
Keiko. Pienso que es como un golpe seco final a toda esa desolación que provoca
la película.
Definitivamente, una patada a la sensibilidad. Algunos
llorarán, otros no, pero siento que en general quedarán sin aire.
Ficha técnica:
Dirección: Isao Takahata
Producción: Toru Hara
Guión: Isao Takahata, Akiyuki
Nosaka (autor de la novela original)
Música: Michio Mamiya
Arte: Nizou Yamamoto
Voces: Tsutomu Tatsumi, Ayano
Shiraishi, Akemi Yamaguchi, Yoshiko Shinohara
Estudio: Studio Ghibli
País: Japón
Género: Drama, animación
Duración: 88 min
**VELA TÚ MISMO**
Película completa en Español latino
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