Máxima precisión, dirigida por Andrew Niccol, es la antítesis de una película de guerra. Es más, si la ponemos al costado de Rescatando al soldado Ryan (Steven Spielberg), Apocalypse Now (Francis Ford Coppola) o Cartas desde Iwo Jima (Clint Eastwood), sería la oveja negra del grupo sin lugar a dudas. Y es que Máxima Precisión presenta un lado de la guerra que no se ve muy seguido en el cine: el moral. Esta película, en vez de mostrarnos las vicisitudes que vive un grupo de soldados en terreno enemigo, ensordecernos con explosión tras explosión, o exacerbar la guerra y presentarla como algo victorioso y rimbombante, se preocupa por adentrarnos en la psique de su protagonista, Thomas Egan, interpretado por un casi irreconocible Ethan Hawke. Es la guerra interna que lucha Thomas contra sí mismo la que nos presenta Niccol… y vaya que es una confrontación interesante de presenciar. En este sentido, podríamos decir que Máxima Precisión está en el mismo grupo al que pertenecen la galardonada The Hurt Locker (Kathryn Bigelow) y la menos conocida Brothers (Jim Sheridan). Estas tres películas, incluso, podrían conformar una especie de trilogía no oficial, con la culpa experimentada a raíz de la guerra como eje central en las tres.
Thomas
Egan, piloto de la fuerza aérea norteamericana, es
transferido a la unidad UCAV (vehículos aéreos de combate no tripulados) cuando
la demanda por aviones piloteados baja. Conforme avanza la película, Egan no
solo trata de adecuarse al ritmo de un piloto
de drones, sino que se ve inmerso en situaciones que lo obligan a preguntarse
por qué es que extraña tanto el combate directo, y a la vez, por qué recién
ahora, que se encuentra alejado del campo de batalla, ha comenzado a sentir
algo que antes le era totalmente esquivo: la
culpa y el remordimiento. Aturdido por estos sentimientos, Egan examina, a lo largo de la película,
sus verdaderas motivaciones, y experimenta cómo la guerra lo va disociando poco
a poco de su vida familiar.
La
película pinta un retrato sumamente sombrío de la guerra, y este es su mayor mérito. Una cinematografía sobria, opaca y tan
cruda como la guerra misma, es el fondo perfecto para diálogos carentes de
clichés y abundantes en realismo. Cuenta –además-, con actuaciones convincentes, lideradas por un asombroso Ethan Hawke –absolutamente
distinto al Ethan del que muchos se enamoraron en Before Sunrise-. La acertada
dirección de Niccol se evidencia más en las escenas en las que Egan y su equipo
reciben órdenes de la CIA de lanzar misiles a espacios geográficos específicos.
Viendo en la pantalla a aquellos que morirán, segundos después de apretar
un botón desde su cómoda y muy bien ventilada cabina de control, Egan comienza
a tener una crisis de moral, justo
delante de nuestros ojos. Algo admirable de la película es que esta crisis sale de la pantalla y llega
hasta el espectador mismo, tomándolo por sorpresa. Y es que cuando vemos
películas de guerra, estamos acostumbrados a dejar colgada la conciencia y a
“disfrutar” con el arsenal de explosiones y balazos que visualizamos. Estamos
bastante desensibilizados en lo que respecta al dolor ajeno, y más a aquel
presentado en las películas de guerras más “típicas”. Lo que Niccol logra en Máxima Precisión es justamente que
sintamos de nuevo. Nos hace cuestionarnos y, sin caer en lo manipulativo, nos
incita a tomar una posición frente a la realidad que vemos. Nos devuelve la sensibilidad, en otras palabras
y es un viaje nada menos que fascinante el que nos hace tomar.
Por su originalidad; por la gran actuación de
Hawke que ancla el film, y por el test de moral que viene adjunto a la
película, Máxima Precisión es una muy
buena opción para disfrutar en el cine. Eso sí; no esperen un Pearl Harbor, sino un relato que refleja el lado más oscuro de una de las más oscuras
realidades de la humanidad.
Ficha técnica
Dirección: Andrew Niccol
Producción: Andrew Niccol, Mark Amin, Nicolas Chartier, Zev Foreman
Guión: Andrew Niccol
Reparto: Ethan Hawke, January Jones, Zöe Kravitz
Música: Christophe Beck
Idioma: Inglés
Género: Drama bélico
Duración: 102 minutos
Ficha técnica
Dirección: Andrew Niccol
Producción: Andrew Niccol, Mark Amin, Nicolas Chartier, Zev Foreman
Guión: Andrew Niccol
Reparto: Ethan Hawke, January Jones, Zöe Kravitz
Música: Christophe Beck
Idioma: Inglés
Género: Drama bélico
Duración: 102 minutos
No hay comentarios:
Publicar un comentario