viernes, 22 de enero de 2016

"Los 8 más odiados": El nacimiento de una nación según Tarantino




Por Gonzalo “Sayo” Hurtado
(Crítico de cine y corresponsal en Perú de la publicación mexicana Cine Toma.)


Dos cazarrecompensas despiadados (Kurt Russell y Samuel L. Jackson), una salvaje asesina (Jennifer Jason Leigh), un novato sheriff (Walton Coggins), un jovial verdugo (Tim Roth), un posadero mexicano (Demián Bichir), un amargado ex militar sureño (Bruce Dern) y un sucio cowboy (Michael Madsen). Debido a una tormenta, estos ocho se ven forzados a convivir en una cabaña en el salvaje y sin ley territorio de Wyoming. La nueva incursión de Quentin Tarantino en el western nos trae una pieza teatral en 6 actos; en ella, el contexto del final de la Guerra de Secesión no podía ser más oportuno.

Con las heridas de guerra frescas, la inminente parada de los viajeros trae a colación los motivos que han dividido al país; cuyas mayores taras son exacerbadas en el comportamiento de cada uno. El escenario de Los 8 más odiados alude a los restos de una sociedad sobre la cual se debe levantar un nuevo orden. Por supuesto, para que ese nuevo orden se imponga, es necesaria una cuota de sangre, que, lejos de purificar pecados, deja en claro los terribles cimientos sobre los que ha de levantarse ese paradigma de civilización que son los Estados Unidos (esclavitud, armamentismo, pena capital, postergación de derechos civiles y abusos de toda índole).


A esta mirada brutal y descarnada no escapa nadie. Ahí donde el abuso forjó a sangre y fuego el temperamento, los apetitos y descontroles de los protagonistas, cada uno ha adoptado una máscara para sobrevivir a una suerte de desquiciada selección natural. Es en esa faceta, donde los personajes explayan sus más salvajes deseos y represiones. Se devela un brutal inconsciente, como contrapunto al mundo de apariencias en el que la línea entre el delirio y la realidad es frágil.



A resaltar: 1. La introducción del factor intriga como en las clásicas novelas policiales negras. 2. La soberbia caracterización de Jennifer Jason Leigh, cuya revelación como terrible asesina en una época de absoluto postergamiento de la mujer, no resulta nada casual. Su explosión homicida no puede tomarse sino como la expresión espontánea y demencial contra un orden nefasto, rebelando los rostros de toda una galería de mujeres diabólicas u oprimidas del cine: desde la pequeña Megan en El Exorcista, pasando por Carrie, Aileen Wuornos (Monster) o la descocada Tralala de Camino sin salida. 3. La banda sonora de Ennio Morricone le da el acompañamiento adecuado a la historia, logrando una atmósfera que transita entre el suspenso y el terror, brindando un siniestro y oportuno acompañamiento.


… Y que conste que la gran postergación del Oscar no ha sido el supuesto complot contra los afroamericanos, sino contra el mismo Tarantino, siendo privado groseramente de los rubros de mejor película, director y guión original. A fin de cuentas, el conservadurismo de la Academia no quiere saber de una violenta mirada a su propia sociedad.




Ficha Técnica

Dirección: Quentin Tarantino
Producción: Shannon McIntosh, Stacey Sher, Richard N. Gladstein
Guión: Quentin Tarantino
Música: Ennio Morricone
Fotografía: Robert Richardson
Reparto: Kurt Russell, Samuel L. Jackson, Jennifer Jason Leigh, Tim Roth
País: Estados Unidos
Año: 2015
Género: Western
Idioma: Inglés

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