Psicosis de Bloch
Vs. Psicosis de Hitchcock
Por: Alexiel Vidam
Hace un par de meses, en un remate de libros, tuve la suerte
de encontrar la obra en la que se inspiró una de mis pelas favoritas: Psicosis (1960),
de Alfred Hitchcock. En el acto,
procedí a llevármela, y hace unos días me sumergí en la lectura. Libro
terminado y pela vuelta a ver, toca hacer las comparaciones del caso. **ATENCIÓN A SPOILERS**
Confusiones de nombre: “Psychosis” en lugar de “Psycho”
Para comenzar, quiero señalar que tanto en la obra original de Robert Bloch como en
la adaptación de Hitchcock, hay un problema bastante grande que puede confundir al lector/espectador, probablemente producto de falta de investigación, o del mal uso que se suele dar en el habla cotidiana a ciertos términos psicológicos. El título original, tanto de la obra, como de la película, es Psycho,
que en inglés significa “psicopatía”.
Este trastorno suele ser confundido con la psicosis
en el lenguaje común, pero la verdad es que uno no tiene nada que ver con el
otro. Como ya lo hemos señalado en algún post anterior, la psicopatía es un trastorno antisocial que consiste en la falta de
empatía con el otro; vale decir, falta total de identificación con el dolor
ajeno y, por lo tanto, ausencia de
culpa (a pesar de que SÍ existe conciencia sobre el daño provocado). Por otra parte, la psicosis
se refiere a algún tipo de confusión o desconexión del individuo con respecto
de la realidad. Algunos ejemplos serían el esquizofrénico, el paranoico, el hipocondríaco o quien sufre de
trastorno de personalidad múltiple. Quienes ya conocemos la historia, por
lo tanto, podemos comprender que el título en español es correcto, mientras que
el título en inglés debió ser “Psychosis”
en lugar de “Psycho”.
Un Norman completamente distinto
Una de las primeras cosas que pude percibir al iniciar la lectura (yo vi la pela primero), fue que me encontraba ante un Norman físicamente distinto. Mientras el Norman de la película –interpretado por Anthony Perkins- es un muchacho alto, delgado y con rostro infantil, el Norman del libro es un tipo cuarentón, gordo, con poco pelo y corto de vista. Tuve la impresión de que el autor buscaba ridiculizarlo contrastando estas características tan marcadas como “adultas”, con una actitud retraída, tímida, sometida, temerosa. Por el contrario, Hichcock nos muestra a un Norman capaz de conmovernos, de convencernos con su cara de “yo no fui” y su apariencia frágil. Mientras que en un primer caso se juega con el contraste, en el segundo se juega con la armonía. Personalmente, me quedo con el encantador Norman cinematográfico. Me parece que conecta más fácil con el espectador, y que su aspecto ayuda a mantener la intriga hasta el final, a mantener oculta su verdadera identidad. De hecho, el rostro de Anthony Perkins me quedó tan conectado a la imagen de Norman después de ver Psicosis de Hitchcock, que aun con las descripciones del libro, había momentos en que no podía dejar de imaginar al protagonista con la cara del actor.
Una de las primeras cosas que pude percibir al iniciar la lectura (yo vi la pela primero), fue que me encontraba ante un Norman físicamente distinto. Mientras el Norman de la película –interpretado por Anthony Perkins- es un muchacho alto, delgado y con rostro infantil, el Norman del libro es un tipo cuarentón, gordo, con poco pelo y corto de vista. Tuve la impresión de que el autor buscaba ridiculizarlo contrastando estas características tan marcadas como “adultas”, con una actitud retraída, tímida, sometida, temerosa. Por el contrario, Hichcock nos muestra a un Norman capaz de conmovernos, de convencernos con su cara de “yo no fui” y su apariencia frágil. Mientras que en un primer caso se juega con el contraste, en el segundo se juega con la armonía. Personalmente, me quedo con el encantador Norman cinematográfico. Me parece que conecta más fácil con el espectador, y que su aspecto ayuda a mantener la intriga hasta el final, a mantener oculta su verdadera identidad. De hecho, el rostro de Anthony Perkins me quedó tan conectado a la imagen de Norman después de ver Psicosis de Hitchcock, que aun con las descripciones del libro, había momentos en que no podía dejar de imaginar al protagonista con la cara del actor.
Cambio brutal en la perspectiva y en la narrativa: ¿uno o dos
psicóticos?
Ya que mencionamos la palabra “protagonista”. Quienes ya vieron la pela, habrán notado
que, atípicamente, tiene dos protagonistas. Todo comienza con Marion y el
robo de los 40 mil dólares. La seguimos en toda su tensión (la cual experimentamos
en carne propia), y, recién después de su desaparición, Norman pasa a ser el
protagonista.
En el libro no sucede así. En
el libro, Norman es el único protagonista desde un inicio; es con él que
arranca la historia, y Mary Crane (Marion Crane en el filme) tiene apenas una
breve aparición, que da solamente la excusa para investigar a Norman. Este detalle afecta significativamente a la
narrativa, que en el caso de la película es bastante lineal, mientras que en el
libro utiliza flashbacks. Norman recuerda la relación de su madre con el “tío
Joe”, mientras que Mary Crane recuerda las circunstancias en las cuales tomó el
dinero. Al mismo tiempo, cada tipo de narración tiene una justificación
distinta de acuerdo con los intereses del autor. Bloch busca desarrolla más a fondo la personalidad de Norman,
destacar su inestabilidad y el tipo de relación patológica que existe entre él
y su madre.
Por otra parte, Hitchcock pone más énfasis en el tema de la psicosis desde un inicio, sólo que no la centra únicamente en Norman. Si prestamos atención a las emociones que transmite la película, y conocemos previamente el concepto de la patología, reconocemos la psicosis también presente en el personaje de Marion. Ella experimenta una paranoia constante que se presenta como voces en su cabeza: voces que le “informan” sobre lo que estará pasando en su oficina mientras ella escapa, o sobre cuál sería la reacción de su novio al verla. Aquí tenemos, pues, otro tipo de psicosis. La película, entonces, tiene como protagonistas a dos psicóticos, mientras que el libro sólo tiene a uno.
Marion Crane |
Norman Bates, interpretado por Anthony Perkins |
Por otra parte, Hitchcock pone más énfasis en el tema de la psicosis desde un inicio, sólo que no la centra únicamente en Norman. Si prestamos atención a las emociones que transmite la película, y conocemos previamente el concepto de la patología, reconocemos la psicosis también presente en el personaje de Marion. Ella experimenta una paranoia constante que se presenta como voces en su cabeza: voces que le “informan” sobre lo que estará pasando en su oficina mientras ella escapa, o sobre cuál sería la reacción de su novio al verla. Aquí tenemos, pues, otro tipo de psicosis. La película, entonces, tiene como protagonistas a dos psicóticos, mientras que el libro sólo tiene a uno.
Las negligencias de Hitchcock
Si bien hay que reconocer que Hitchcock es un genio
manteniendo la tensión en todo momento, y se le añade el haber recreado a un Norman
mucho más convincente, hay cuestiones en
el desarrollo de la historia que se le escapan; que están mucho mejor dibujadas
y resultan más verosímiles en la novela.
Las intenciones de Mary
con respecto al dinero están más explicadas en el libro. Se entiende que
ella en ningún momento lo tomó para sí misma, se desarrollan más las
frustraciones de su vida, y se enfatiza también más en el arrepentimiento que
experimenta. En la película, estos detalles están un poco pasados por agua
tibia, y si bien la cuestión se sugiere, no queda del todo claro cuál fue el
motivo real que llevó a Marion a cometer el delito, ni marcado el deseo de
enmendarlo.
Marion y Sam |
Sin embargo, me parece que el punto más importante que se le
pasó a Hichcock, y que le resta credibilidad a la narración, es la forma en la que Sam y Lila (novio y
hermana de Mary/Marion respectivamente) se desenvuelven en la habitación del
asesinato. En el libro, ellos descubren la habitación donde la
hermana/novia estuvo hospedada, reconociendo la letra de la misma en el
registro del hotel. Es entonces cuando Lila exige a Norman que le de esa
habitación pues “el número 6 es nuestro número de la suerte”, alegando también
que representaba la fecha en la que ella y Sam se habían casado (información
falsa, obviamente). Habiendo acorralado a Norman, a éste no le queda otra que
darles la habitación, confiado de haber eliminado toda evidencia. Es en ese
momento que Lila y Sam descubren el pendiente ensangrentado de Mary (detalle
que a Norman se le había escapado); entonces, Lila engaña a Sam diciendo que
buscará al Sheriff para ir a inspeccionar la casa de Bates (cosa que no hace,
prefiriendo ir a indagar de una vez ella misma).
Lila y Sam |
En la película, las
cosas se dan de modo diferente. Marion estaba hospedada en la habitación
número 1. Sam y Lila toman una habitación cualquiera y, cuando notan la
ausencia de Norman, deciden hurgar en las otras habitaciones, comenzando por la
número 1. ¡Oh sorpresa!, la puerta del cuarto estaba abierta. Para esto, a
Norman se le había olvidado recolocar la cortina de la ducha (que se había
caído durante el crimen). Lila descubre también un papel roto con anotaciones
de su hermana. En ese momento, ella decide ir a interrogar a la señora Bates y
se lo comunica a Sam, cosa que él asume con naturalidad (sin advertir a Lila sobre
posibles riesgos). Hasta ahí, ninguno de ellos parece imaginar que Marion
podría estar muerta, lo cual es bastante extraño por el modo en que se han
desarrollado los hechos hasta ese instante (incluyendo la desaparición del
detective Arbogast)… A mi parecer, demasiado
descuido por parte del director.
El detective Arbogast |
Apreciaciones finales
Disfruté bastante, tanto con la lectura del libro, como viendo
la película. La lectura de la novela
resultó bastante ágil y envolvente, mientras que el filme te mantiene en
tensión constante. Considero que ambas historias tienen sus puntos fuertes
y débiles. A mi parecer, el equilibrio perfecto se da respetando la narrativa
del libro –ahondando mucho más en Norman-, pero colocándole mentalmente en el
cuerpo y el rostro de Anthony Perkins.
No hay comentarios:
Publicar un comentario