Por: Alexiel Vidam
Admito que hace unos años tenía ciertos prejuicios sobre las
comedias. Tenía la mala costumbre del soso humor gringo, o –hay que admitirlo-,
del chiste fácil y vulgarón del cine nacional. Sin embargo, años después, los
argentinos me fueron haciendo ver que también existía el humor del “otro”, del sofisticado, del inteligente.
El argumento va sobre Gabriel
Cabau (Diego Peretti), un casi-arquitecto
(“me faltan tres materias”) que se dedica a vender instrumentos musicales en la
tienda heredada de su abuelo. Lleva 4
años divorciado, y desde entonces, la
única mujer de sus ojos, es su hija Sofía de 9 años (Guadalupe Manent). En
el momento menos esperado, se encuentra
con un viejo amor: Vicky (Maribel Verdú), una mujer interesante,
independiente, y loca por él. Pero hay un “pequeño problema”, y es que ella
tiene como regla fundamental para salir con alguien: que no tenga hijos. Este dilema,
arrastrará a Cabau a comenzar una doble vida… lo cual implica –por ejemplo-
remodelar su departamento, día a día, según le toque verse con su novia o con
su niña.
La historia, aunque
bastante simple y cercana a la realidad de cualquier tipo común –con las
exageraciones del caso-, está narrada de una manera súper ágil y entretenida. Los personajes son bastante carismáticos y es
nada difícil encariñarse con ellos. Cabau es lo que llamaríamos un “pavo”
muy buena onda, medio sonsón pero bueno en lo suyo y excelente padre. Vicky tiene
sus momentos exasperantes, pero en general es una mujer que seduce con suma
facilidad. Y la que se lleva el corazón de todos, a mi parecer, es la pequeña Sofía, interpretada por Guadalupe Manent; una niña súper despierta, aguda, inteligente, bastante madura para su
corta edad; diríamos incluso que es ella quien maneja al padre, le aconseja y
le enseña cómo debería actuar.
Estéticamente hablando, estamos ante una puesta en escena en
general sencilla. Los colores cálidos y escenarios luminosos buscan acercarnos
a los protagonistas y sus situaciones. Destaca, aun así, el interés del
director y el director de arte para concebir el departamento de Cabau: peluches, dibujos y juguetes desperdigados
por todas partes no podían describir mejor el peso que tiene su hija en la vida
del personaje.
En cuanto a la música,
aparece de manera destacable en pocos momentos. Uno de ellos en la fiesta a la
que asisten Vicky y Cabau, donde sirve para construir la atmósfera alegre que
están viviendo. Sin embargo, aquella en la que más resalta es en la escena final, cuando la letra
interpretada por Sofía y su padre terminan siendo prácticamente una declaración
de sentimientos.
Resumiendo; si buscan algo de diversión y de relax con
bastante humor fino, Sin hijos es una excelente elección.
Dirección: Ariel Winograd
Guión: Mariano Vera
Idea original: Pablo Solarz
Música: Darío Eskenazi
Fotografía: Félix Monti
Montaje: Alejandro Brodersohn
Reparto: Diego Peretti, Maribel Verdú,
Guadalupe Manent
Países: Argentina, España
Año: 2015
Idioma: Español
Género: Comedia romántica
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