jueves, 23 de junio de 2016

“Nunca rendirse, seguir luchando”

Suffragette: La lucha por el voto femenino


Por: Alexiel Vidam

No nos engañemos. Las mujeres y los hombres aún no somos tratados como iguales ante la ley en todas las partes del mundo. De hecho, ni siquiera en los países más desarrollados, las mujeres son tratadas igual que los hombres en sus centros de trabajo; no reciben los el mismo pago por sus horas ni tienen las mismas posibilidades de acceder a los puestos importantes. Para conocimiento de muchos, apenas el año pasado (2015), fue reconocido el derecho a voto de las mujeres en Arabia Saudita.

Todas estas reflexiones son puestas sobre la mesa por Suffragette (2015), película de Sarah Gavron, protagonizada por Carey Mulligan y Helena Bonham Carter, con una corta pero contundente aparición de Meryl Streep. La historia va sobre las primeras militantes del movimiento británico por el voto femenino.

El significado de ser sufragette



Ante todo, hay que señalar señalar que la traducción “sufragista” que se ha usado en España y Latinoamérica para el término suffragette, no es correcta, pues no son exactamente lo mismo. Ambos términos se aplicaron a grupos que defendían el voto femenino. Sin embargo, los sufragistas (mujeres y algunos hombres), se caracterizaron por una actitud más mesurada y siempre acorde con la ley. Por el contrario, las suffragettes, decepcionadas de la ineficiencia del máximo pacifismo, recurrieron a marchas, huelgas y revueltas. Llegaron a incurrir al sabotaje de medios de comunicación, e incluso a la infracción de la propiedad privada (incendiando la residencia de algún político… previa revisión de que no hubiese nadie adentro).

Esto, de buenas a primeras, podría sonar a actos de vandalismo. Casi-casi, a terrorismo, si partimos de que se utilizaba la fuerza (y el miedo) para conseguir un objetivo. Sin embargo –y remarcando en el hecho de que no se buscó asesinar-, una vez que nos hallamos en contexto, es mucho más sencillo entender la actitud de estas revoltosas.



Estamos, pues, a inicios del siglo XX. Vemos el mundo a través de los ojos de Maud Wattes (Carey Mulligan), personaje inspirado en la figura real de Hannah Mitchell (1872 – 1956). Casada, madre de un niño, y con 24 años de edad, Maud es víctima y testigo de la injusticia en su centro de trabajo. Ella y sus compañeras son explotadas, obligadas a trabajar en condiciones que incluso ponen en riesgo su salud, acosadas sexualmente por sus jefes sin poder chistar. No tienen derecho sobre sus propios hijos. Varias son maltratadas o echadas por sus maridos. La ley no defiende su integridad.

¿Lo más indignante? Ver a la propia autoridad golpeando brutalmente a las mujeres; a esas mujeres que –sin agredir a nadie- protestan porque se les niega el voto. Es ante tal situación, que cobra sentido –y poder- el discurso de la revolucionaria Emmeline Pankhurst (personaje real interpretado por Meryl Streep):


"Luchamos por una época en la que cada niña que llegue a este mundo tenga las mismas oportunidades que sus hermanos varones. Jamás subestimen el poder que tenemos las mujeres para definir nuestro propio destino. No queremos quebrantar las leyes; queremos hacer leyes. (...) Si debemos ir a prisión para conseguir el voto, que sean las ventanas del gobierno las que se rompan, no el cuerpo de una mujer. Incito a todas las presentes y a todas las mujeres británicas a una rebelión. Prefiero ser una rebelde que una esclava."

La propia Maud, quien ama a su marido, acaba siendo maltratada y rechazada por el mismo y alejada de su pequeño. Es por todo esto que termina abrazando la causa de las suffragettes, inspirada por el discurso de la activista Edith Garrud (Helena Bonham Carter), y de la propia Emmeline Pankhurst, líder suprema del movimiento.


Hablando desde el aspecto cinematográfico, siendo sincera, Suffragette no me embelesó. A mi parecer, le faltó bastante trabajo en los aspectos fotográfico y musical. Aunque consigue impactarnos con ciertas escenas muy bien logradas (sobre todo las más violentas), pienso que, con un uso mucho más preciso de estos elementos, la sensación de desgarro e incomodidad habrían sido mil veces más potentes. No obstante, el argumento consigue su objetivo principal, que es envolvernos y llevarnos hacia una reflexión; a concientizar en el maltrato que ha tenido que soportar la mujer por siglos, y en la necesidad de crear una sociedad más justa e igualitaria.

Ficha técnica:


Dirección: Sarah Gavron
Producción: Alison Owen, Faye Ward
Diseño de producción: Alice Normington
Guion: Abi Morgan
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Eduard Grau
Montaje: Barney Pilling
Reparto: Carey Mulligan, Helena Bonham Carter, Meryl Streep, Anne-Marie Duff, Natalie Press
País: Reino Unido
Año: 2015
Género: Drama histórico
Duración: 106 minutos
Idioma: Inglés



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