Cinematosis Crónica le desea un feliz cumpleaños al papá de Alien. Véanlo ahí, tan buen niño, a punto de cenar.
Por los 74 añitos del director de Alien: El Octavo Pasajero, Blade Runner, Thelma y Louise, Gladiador, entre otros éxitos cinematográficos, el dibujante y diseñador Carlos Lavida ha preparado este divertido regalo de cumpleaños.
Si quieren conocer más sobre el trabajo de Carlos Lavida, les recomendamos visitar su blog: http://carloslavida.blogspot.com/
miércoles, 30 de noviembre de 2011
lunes, 28 de noviembre de 2011
5 películas de Woody que debes ver antes de morir
Woody Allen es uno de mis directores favoritos. Es un tipo con mucho sentido del humor, el cual está plasmado sobre todo en sus diálogos y en la manera en que contrasta las situaciones cotidianas con elementos disparatados. Como actor, además, es un sujeto muy carismático, con mucha gracia (y una gestualidad que recuerda mucho a la de Chaplin), casi siempre representando a algún sujeto “algo” neurótico, con problemas familiares, y debilidad por las mujeres, a quienes, por suerte, casi siempre resulta encantador.
A continuación, les dejo un ranking personal con cinco películas de Woody que no deberían dejar de ver.
5. El Dormilón
Miles Monroe (Woody Allen) es un sujeto normal, del siglo XX, que se gana la vida con un restaurante de comida sana. Un día, ingresa a la clínica para ser operado de las amígdalas, y, por un error del destino, es congelado y despertado doscientos años más tarde, por unos científicos que forman parte de un plan subversivo. El escenario es una especie de parodia de “1984” (de George Orwell), en la cual, se plantea un gobierno totalitario, con un solo partido y un ente que todo lo observa y todo lo controla. En esta película, el “Jefazo” los vigila y los tiene enumerados. Miles, al ser un tipo de otro tiempo, no tiene número y por eso, el grupo revolucionario “AIRES” quiere contar con su ayuda. En un inicio, él intenta escapar, pero luego de una serie de disparatadas situaciones y de su encuentro con una mujer llamada Luna, a quien secuestra para que le brinde ayuda, Miles termina uniéndose a las filas de la resistencia.
4. Zelig
Leonard Zelig (Woody Allen) es un sujeto con la extraña habilidad de mutar según la gente de la cual se rodee y el medio en que se encuentre, motivo por el cual es reconocido como “El Hombre Camaleón”. Este personaje llama la atención de la psicoanalista Eudora Fletcher (Mia Farrow), quien decide tratar a Zelig e investigar cuál es el motivo que lleva a Zelig a transformarse según el contexto y no poseer una personalidad propia. Ella irá resolviendo varios misterios sobre la vida de Zelig, y, entre ambos, como no quiere la cosa, comienza a surgir un romance.
La historia está narrada a modo de documental, pero introduciendo una serie de elementos exagerados y fantásticos que la sazonan, como, por ejemplo, esa escena en la que vemos a Zelig cambiando de color de piel porque se ha juntado con un grupo de negros o, cuando le crece la barba de rabino porque se encuentra con un grupo de judíos ortodoxos. Una película, sin duda, muy divertida.
3. Manhattan
Isaac Davis (Woody Allen) es un hombre cuarentón que trabaja realizando gags para la televisión. Se ha divorciado dos veces, y la segunda, fue porque su esposa (Meryl Streep) se enamoró de otra mujer. Ahora ella y su nueva pareja viven juntas con el hijo de Isaac y ella se encuentra escribiendo una novela en la que relata detalles de su vida íntima con él.
Luego de semejantes patinadas, Isaac lleva una relación bastante tranquila y agradable con una muchacha de diecisiete años, llamada Tracy (Mariel Hemingway), quien está verdaderamente enamorada de él, y se siente decepcionada cuando Isaac le dice que deben separarse porque ella es una niña y lo suyo no podía llegar muy lejos.
La verdad, es que Isaac se ha enamorado de Marie Wilkie (Diane Keaton), la problemática y conflictuada amante de su mejor amigo.
2. Vicky Cristina Barcelona
Esta película ya pertenece a la segunda etapa del cine de Woody Allen. Esa etapa en la que el hombre se libera un poco de su manía de aparecer en cámaras (y más aún, en el papel protagónico), y da un giro también a su manejo de narrar historias y construir personajes. La atmósfera del film, personalmente, me recuerda a las películas de Almodóvar en su última etapa, bastante menos estrambótica.
Aquí se nos presenta a dos amigas, Vicky (Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson), quienes visitan juntas Barcelona en las vacaciones de verano. Vicky es arquitecta, con una visión conservadora del mundo, sensata, y con intenciones de casarse con su novio de años. Cristina, por su parte, es una fotógrafa aventurera, que busca experimentar nuevas emociones. Ambas se ven metidas en una relación poco convencional con un pintor llamado Juan Antonio (Javier Bardem), quien aún mantiene una conflictiva relación con su ex esposa, María Elena (Penélope Cruz).
1. Annie Hall
Es cierto que la mayoría de películas mencionadas en este ranking pertenecen a la primera etapa de Woody, cuando todavía le gustaba robar cámaras, pero admito que me parece lo mejorcito de él. Sus películas de hoy me siguen gustando, pero siento que han perdido un poco el “feeling” y esa chispa de humor tan característico de Woody. De entre todas sus películas, Annie Hall es mi favorita.
Alvy Singer (Woody Allen) es un hombre que desde niño supo que estaba destinado a fijarse en la mujer equivocada, cuando fue al cine a ver Blancanieves, y mientras sus amiguitos se enamoraron de la protagonista, él se enamoró de la bruja malvada. Vivía reflexionando, además, sobre cuestiones que ningún otro niño de seis años se preguntaba, como si pronto el universo acabará de expandirse y todos moriremos.
Luego de dos matrimonios fallidos, Alvy conoce a Annie (Diane Keaton), una chica tan neurótica como él, que sueña con ser cantante, con una tía que tiene prejuicios sobre los judíos (y Alvy es judío), y un hermano que fantasea con estrellarse con el auto mientras los lleva de pasajeros. Ellos entablan una relación de dos años, que se va narrando a modo de documento de amor de los años 70. Se dice también que esta película es un reflejo de lo que fue la ruptura entre Allen y Keaton, quienes fueron pareja en la vida real.
Por: Alexiel Vidam
martes, 22 de noviembre de 2011
No te metas a mi Facebook
Por: Alexiel Vidam
Hace unos días le di una oportunidad a una película que, honestamente, no tenía la más mínima gana de ver. ¿Por qué? Porque me pareció una película de temática demasiado oportunista, que buscaba vender colgándose del vicio de mucha gente, de pasar horas de horas en las redes sociales, para ser más específicos, en Facebook. Sí, me refiero ni más ni menos que a la película “The Social Network” (“Red Social”).
¿Por qué decidí darle una oportunidad? Por una simple y sencilla razón: el director es David Fincher, quien dirigió mi película favorita de todos los tiempos y todos los géneros cinematográficos: “Fight Club” (“El Club de la Lucha”). Una razón de peso para darle chance, y debo decir, que valió la pena.
La historia, básicamente, gira alrededor de la creación de la famosísima red social “Facebook” y de todas las intrigas legales, sociales y sentimentales que giran en torno a ella. Muestra cómo Mark Zuckerberg (protagonizado por Jesse Eisenberg), despechado y ebrio tras el rompimiento de su novia, logra hackear la red de la Universidad de Harvard (a la cual pertenecía) y crear un sitio web llamado “Facemash”, en el cual se atribuía puntajes a las chicas de la universidad a modo de competencia. A pesar del lío en el cual se mete Mark con las autoridades de la universidad, su habilidad para programar llamó la atención de los gemelos Cameron y Tyler Winklevoss, fundadores de la compañía ConnectU, y de su amigo Divya Narendra; los tres, miembros del equipo de remo de la universidad, e interesados en crear una red social exclusiva para los estudiantes de Harvard. Ellos deciden incluir a Zuckerberg en el equipo para que se encargase de programar esa nueva red social a la cual llamarían “Harvard Connection”.
En la película, Zuckerberg se nos muestra como un sujeto totalmente falto de escrúpulos, que desaparece de la vista de los Winklevoss, tomando su idea para crear sus propia red social mejorada: “The Facebook”, para lo cual contó con el apoyo económico de su amigo Eduardo Saverin (Andrew Garfield), a quien más adelante también terminaría perjudicando, reduciendo al máximo su cantidad de acciones, cuando “The Facebook” había pasado a ser sólo “Facebook” y se había transformado en un verdadero monstruo de la red, se estaba abierto para todo el público en diferentes países, alcanzando el millón de usuarios subscritos. Zuckerberg tendrá que enfrentar la denuncia de los Winklevoss por el robo de su idea original, y la de su antiguo amigo, Eduardo Saverin, por la reducción de sus acciones, de 34%, a 0,03%.
Otro personaje central es Sean Parker, fundador de Napster, interpretado por Justin Timberlake, quien actúa como un generador de discordia entre Zuckerberg y Saverin. Él entra, fundamentalmente para aportar ideas de marketing, pero termina influyendo mucho en las decisiones de Zuckerberg, y hace lo posible por alejarlo lo más posible de Eduardo, a quien considera un tipo poco innovador y sin grandes aspiraciones para el negocio. Por su parte, Saverin desconfía desde un inicio de Parker debido a su mala fama acerca de problemas con drogas y escándalos con menores de edad.
La película no es un relato exacto de cómo se creó Facebook. No está basado en hechos reales, sino en la novela “Millonarios por Accidente”, de Ben Mezrich, que narra la creación de la archiconocida red social.
La forma en que se desarrolla la trama es bastante ágil y entretenida. Nos presenta a Zuckerberg como un nerd, alienado, desadaptado, que busca destacar sobre todas las cosas por su habilidad para programar y se obsesiona completamente con su creación; para él sólo existe Facebook, y no importa cuántos obstáculos deba enfrentar o a cuánta gente tenga que cargarse en el camino con tal de que Facebook siga creciendo y renovándose. Por su parte, los son bastante rápidos y directos, lo cual crea la interesante sensación de que uno se encontrase frente una ventana de chat hablada.
Red Social es una película con la cual el público contemporáneo, especialmente los jóvenes, se engancha rápidamente. Para comenzar, por el tema, tan actual y cada vez más presente en la vida de todos. Luego, por todos los detalles curiosos, irónicos y divertidos que presenta el film (como, por ejemplo, que Facebook tuviese sus primeras raíces en la borrachera de un “friki” despechado). Finalmente por la serie de intrigas que se entrelazan dentro de la trama, lo cual mantiene la atención del espectador de manera constante. El tema no es precisamente el más complejo o profundo, pero Fincher y su guionista Aaron Sorkin, han sabido crear una adaptación fílmica interesante y entretenida.
Hace unos días le di una oportunidad a una película que, honestamente, no tenía la más mínima gana de ver. ¿Por qué? Porque me pareció una película de temática demasiado oportunista, que buscaba vender colgándose del vicio de mucha gente, de pasar horas de horas en las redes sociales, para ser más específicos, en Facebook. Sí, me refiero ni más ni menos que a la película “The Social Network” (“Red Social”).
¿Por qué decidí darle una oportunidad? Por una simple y sencilla razón: el director es David Fincher, quien dirigió mi película favorita de todos los tiempos y todos los géneros cinematográficos: “Fight Club” (“El Club de la Lucha”). Una razón de peso para darle chance, y debo decir, que valió la pena.
La historia, básicamente, gira alrededor de la creación de la famosísima red social “Facebook” y de todas las intrigas legales, sociales y sentimentales que giran en torno a ella. Muestra cómo Mark Zuckerberg (protagonizado por Jesse Eisenberg), despechado y ebrio tras el rompimiento de su novia, logra hackear la red de la Universidad de Harvard (a la cual pertenecía) y crear un sitio web llamado “Facemash”, en el cual se atribuía puntajes a las chicas de la universidad a modo de competencia. A pesar del lío en el cual se mete Mark con las autoridades de la universidad, su habilidad para programar llamó la atención de los gemelos Cameron y Tyler Winklevoss, fundadores de la compañía ConnectU, y de su amigo Divya Narendra; los tres, miembros del equipo de remo de la universidad, e interesados en crear una red social exclusiva para los estudiantes de Harvard. Ellos deciden incluir a Zuckerberg en el equipo para que se encargase de programar esa nueva red social a la cual llamarían “Harvard Connection”.
En la película, Zuckerberg se nos muestra como un sujeto totalmente falto de escrúpulos, que desaparece de la vista de los Winklevoss, tomando su idea para crear sus propia red social mejorada: “The Facebook”, para lo cual contó con el apoyo económico de su amigo Eduardo Saverin (Andrew Garfield), a quien más adelante también terminaría perjudicando, reduciendo al máximo su cantidad de acciones, cuando “The Facebook” había pasado a ser sólo “Facebook” y se había transformado en un verdadero monstruo de la red, se estaba abierto para todo el público en diferentes países, alcanzando el millón de usuarios subscritos. Zuckerberg tendrá que enfrentar la denuncia de los Winklevoss por el robo de su idea original, y la de su antiguo amigo, Eduardo Saverin, por la reducción de sus acciones, de 34%, a 0,03%.
Mark Zuckerberg (derecha) y Eduardo Saverin (izquierda), fundadores de "The Facebook"
Otro personaje central es Sean Parker, fundador de Napster, interpretado por Justin Timberlake, quien actúa como un generador de discordia entre Zuckerberg y Saverin. Él entra, fundamentalmente para aportar ideas de marketing, pero termina influyendo mucho en las decisiones de Zuckerberg, y hace lo posible por alejarlo lo más posible de Eduardo, a quien considera un tipo poco innovador y sin grandes aspiraciones para el negocio. Por su parte, Saverin desconfía desde un inicio de Parker debido a su mala fama acerca de problemas con drogas y escándalos con menores de edad.
La película no es un relato exacto de cómo se creó Facebook. No está basado en hechos reales, sino en la novela “Millonarios por Accidente”, de Ben Mezrich, que narra la creación de la archiconocida red social.
Mark Zuckerberg y su nuevo socio, el conflictivo Sean Parker.
La forma en que se desarrolla la trama es bastante ágil y entretenida. Nos presenta a Zuckerberg como un nerd, alienado, desadaptado, que busca destacar sobre todas las cosas por su habilidad para programar y se obsesiona completamente con su creación; para él sólo existe Facebook, y no importa cuántos obstáculos deba enfrentar o a cuánta gente tenga que cargarse en el camino con tal de que Facebook siga creciendo y renovándose. Por su parte, los son bastante rápidos y directos, lo cual crea la interesante sensación de que uno se encontrase frente una ventana de chat hablada.
Red Social es una película con la cual el público contemporáneo, especialmente los jóvenes, se engancha rápidamente. Para comenzar, por el tema, tan actual y cada vez más presente en la vida de todos. Luego, por todos los detalles curiosos, irónicos y divertidos que presenta el film (como, por ejemplo, que Facebook tuviese sus primeras raíces en la borrachera de un “friki” despechado). Finalmente por la serie de intrigas que se entrelazan dentro de la trama, lo cual mantiene la atención del espectador de manera constante. El tema no es precisamente el más complejo o profundo, pero Fincher y su guionista Aaron Sorkin, han sabido crear una adaptación fílmica interesante y entretenida.
lunes, 7 de noviembre de 2011
Peleadores noctámbulos
Fight Club: Cuando el insomnio se pone violento
Por: Alexiel Vidam
El sujeto decide tomar el segundo consejo del médico, y descubre una solución a sus problemas de sueño. En esos grupos puede abrirse, llorar, desestresarse, y luego llegar por la noche a su casa a dormir como un angelito. Pero todo se arruina cuando aparece ella, Marla Singer, una mujer que, al igual que él, asiste a todos los grupos de autoayuda. Es evidente que se trata de una farsante, como él, pues nadie puede tener tantas enfermedades juntas, mucho menos, si se trata de cáncer de testículos. Marla le hace sentirse observado, por lo cual ya no puede abrirse, y vuelve a sufrir de insomnio.
Entonces, aparece Tyler Durden, un tipo rudo, descreído, enemigo del sistema. “Todo lo que posees acabará poseyéndote”, dice Tyler, “tenemos trabajos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos”. Ellos se conocen en un viaje de negocios, Tyler le deja el número de teléfono, y el protagonista, sin entender bien por qué, termina llamándole luego de que su departamento se incendiara por una fuga de gas. Necesita dónde quedarse por un tiempo, y Tyler acepta darle un sitio en su casa con una única condición: “Dame un golpe… ¡Me has jodido la oreja! ¡Toma esto!”… y un golpe, y otro, y otro, y terminan agarrándose a puñetazos en plena calle. Esto les hace sentirse mejor. Se toman una cerveza, y deciden fundar un club: El Club de la Lucha, sólo para hombres, completamente secreto, tendrían que enfrentarse dos luchadores sin zapatos ni camisa, hasta que uno se rinda. Está terminantemente prohibido hablar del Club de la Lucha.
Gracias al Club de la Lucha, el protagonista consigue dormir nuevamente.
Pero el secreto, se convierte en secreto a voces, y el club crece cada vez más. Al mismo tiempo, entre el protagonista y Tyler se crea un vínculo casi simbiótico. Se pasan todo el tiempo juntos, se entienden bien a pesar de sus personalidades casi opuestas, y se ayudan en lo que pueden. “Éramos como el matrimonio perfecto”, hasta que… nuevamente aparece Marla y lo arruina todo. Ella llama para avisar que quiere suicidarse, y quien acude, es Tyler. ¿Por qué a Tyler le importaría Marla? El protagonista no lo entiende, lo que sí entiende es que a partir de entonces, Marla se la pasa en la casa con ellos, la mayoría del tiempo, en la cama de Tyler.
En paralelo, el personaje principal va asustándose cada vez más con las actitudes de su compañero. quien se va volviendo cada vez más radical. No sólo es El Club de la Lucha, sino una especie de conspiración mayor, el “Proyecto Estragos”, que consiste en realizar distintos actos de vandalismo junto con los miembros del club. ¿Su finalidad? Destruir el sistema. "La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados." Tyler se asegura de que no haya gente en los lugares que atacan; quieren acabar exclusivamente con los pilares económicos de la sociedad consumista, con lugares y objetos… pero las cosas pueden no salir del todo bien.
Un día, Tyler desaparece, y el Proyecto Estragos parece estar completamente fuera de control. ¿A dónde se ha ido Tyler? Es necesario buscarlo, subirse a un avión y buscarlo por todos lados. Cuando el protagonista sale en su búsqueda, nota que en cada lugar que pisas, hay una sucursal de El Club de la Lucha, y del Proyecto Estragos. De pronto, no sólo él se encuentra en problemas, Marla también. Por alguna razón, Tyler quiere a Marla fuera del camino. Pero Tyler sigue inubicable. De pronto, la voz de un mesero con la cara golpeada empieza sorprende al protagonista llamándole de “Señor Durden”.
Es aquí, cuando todo lo que esperabas de esta película, cobra un giro de 180°…
Fight Club según yo:
Amé esta película. ¿Por qué? Porque sorprende. Porque durante más de la mitad del film tienes un concepto bien prendido acerca de la trama, y luego resulta que nada de lo que creías, era como se veía. Es una pela que hay que ver más de una vez, para prestar más atención a los detallitos en la segunda mirada, cuando ya conoces el final.
Al principio el ritmo puede resultar un poco lento, pero vale la pena tenerle paciencia; el giro que da la historia pasando de la mitad, es verdaderamente sorprendente. Además, los personajes enganchan. Tyler es un sujeto con unas frases muy precisas, muy críticas acerca de la sociedad; muy radical es cierto, hasta el punto de convertirse en un vándalo, pero sus idea de fondo tienen varios puntos acertados que a uno lo dejan pensando; además, las actuaciones son excelentes, y cuenta con un reparto de lujo: Edward Norton en el papel del protagonista-narrador, Brad Pitt como Tyler Durden, y Helena Bonham Carter como Marla Singer, un personaje que le va como anillo al dedo: ácido, desencantado, lúgubre, rebelde.
La ambientación está bastante bien construida, con sus colores oscuros, fríos, sus escenarios urbanos y decadentes. Hay bastante contraste en cuanto a las sombras a pesar de que predominan los colores opacos.
Musicalmente, también es una joyita. Al director, David Fincher, le preocupaba encontrar productores que supieran atar pistas de música experimental de manera adecuada. Pensó inicialmente en Radiohead, pero finalmente se decidió por el dúo de productores Breakbeat Dust Brothers. Ellos crearon una banda sonora postmoderna que incluye loops de batería, scratchers electrónicos, y samples computarizados. Se buscaba una banda sonora poco convencional.
El tema musical que se utilizó para la última escena de la película, me pareció una elección espectacular: “Where is my mind?” de The Pixies, un tema fuerte, que encaja perfectamente con la toma de unos grandes edificios destruyéndose y la frase final del protagonista: “Me has conocido en un momento extraño de mi vida”.
Pero el secreto, se convierte en secreto a voces, y el club crece cada vez más. Al mismo tiempo, entre el protagonista y Tyler se crea un vínculo casi simbiótico. Se pasan todo el tiempo juntos, se entienden bien a pesar de sus personalidades casi opuestas, y se ayudan en lo que pueden. “Éramos como el matrimonio perfecto”, hasta que… nuevamente aparece Marla y lo arruina todo. Ella llama para avisar que quiere suicidarse, y quien acude, es Tyler. ¿Por qué a Tyler le importaría Marla? El protagonista no lo entiende, lo que sí entiende es que a partir de entonces, Marla se la pasa en la casa con ellos, la mayoría del tiempo, en la cama de Tyler.
En paralelo, el personaje principal va asustándose cada vez más con las actitudes de su compañero. quien se va volviendo cada vez más radical. No sólo es El Club de la Lucha, sino una especie de conspiración mayor, el “Proyecto Estragos”, que consiste en realizar distintos actos de vandalismo junto con los miembros del club. ¿Su finalidad? Destruir el sistema. "La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados." Tyler se asegura de que no haya gente en los lugares que atacan; quieren acabar exclusivamente con los pilares económicos de la sociedad consumista, con lugares y objetos… pero las cosas pueden no salir del todo bien.
Un día, Tyler desaparece, y el Proyecto Estragos parece estar completamente fuera de control. ¿A dónde se ha ido Tyler? Es necesario buscarlo, subirse a un avión y buscarlo por todos lados. Cuando el protagonista sale en su búsqueda, nota que en cada lugar que pisas, hay una sucursal de El Club de la Lucha, y del Proyecto Estragos. De pronto, no sólo él se encuentra en problemas, Marla también. Por alguna razón, Tyler quiere a Marla fuera del camino. Pero Tyler sigue inubicable. De pronto, la voz de un mesero con la cara golpeada empieza sorprende al protagonista llamándole de “Señor Durden”.
Es aquí, cuando todo lo que esperabas de esta película, cobra un giro de 180°…
Fight Club según yo:
Amé esta película. ¿Por qué? Porque sorprende. Porque durante más de la mitad del film tienes un concepto bien prendido acerca de la trama, y luego resulta que nada de lo que creías, era como se veía. Es una pela que hay que ver más de una vez, para prestar más atención a los detallitos en la segunda mirada, cuando ya conoces el final.
Al principio el ritmo puede resultar un poco lento, pero vale la pena tenerle paciencia; el giro que da la historia pasando de la mitad, es verdaderamente sorprendente. Además, los personajes enganchan. Tyler es un sujeto con unas frases muy precisas, muy críticas acerca de la sociedad; muy radical es cierto, hasta el punto de convertirse en un vándalo, pero sus idea de fondo tienen varios puntos acertados que a uno lo dejan pensando; además, las actuaciones son excelentes, y cuenta con un reparto de lujo: Edward Norton en el papel del protagonista-narrador, Brad Pitt como Tyler Durden, y Helena Bonham Carter como Marla Singer, un personaje que le va como anillo al dedo: ácido, desencantado, lúgubre, rebelde.
La ambientación está bastante bien construida, con sus colores oscuros, fríos, sus escenarios urbanos y decadentes. Hay bastante contraste en cuanto a las sombras a pesar de que predominan los colores opacos.
Musicalmente, también es una joyita. Al director, David Fincher, le preocupaba encontrar productores que supieran atar pistas de música experimental de manera adecuada. Pensó inicialmente en Radiohead, pero finalmente se decidió por el dúo de productores Breakbeat Dust Brothers. Ellos crearon una banda sonora postmoderna que incluye loops de batería, scratchers electrónicos, y samples computarizados. Se buscaba una banda sonora poco convencional.
El tema musical que se utilizó para la última escena de la película, me pareció una elección espectacular: “Where is my mind?” de The Pixies, un tema fuerte, que encaja perfectamente con la toma de unos grandes edificios destruyéndose y la frase final del protagonista: “Me has conocido en un momento extraño de mi vida”.
*Dato curioso: Cabe anotar que la película se basó en la novela del mismo nombre, escrita por Chuck Palahniuk.
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