miércoles, 13 de marzo de 2013

Y encontrar la salida de este gris laberinto…


Una de “locas”, romances, y terroristas


Por: Alexiel Vidam

Ya que Almodóvar está de moda (gracias a su nueva película Los Amantes Pasajeros), quisiera dedicarle un post, pero un post a esa faceta de Almodóvar que muchos ya no recuerdan. Bastante se ha hablado de Todo Sobre Mi Madre, de Volver, de La Piel que Habito… mejor dicho, del Almodóvar actual, del más “pro”, del que se rige a ciertos cánones estéticos. Ya casi ni se menciona del “viejo” Almodóvar, de ése de inicios de los 80, cuyos filmes fueron varias veces tachados de “bodrios” debido a su poca técnica, y a sus tramas extremadamente provocadoras.

Hablemos, pues, del Almodóvar de los tiempos de “la movida”*, y hagámoslo a través de una de las películas que marcaron sus inicios como director: Laberinto de Pasiones.

Gran ganga

Sexilia y sus amantes
Todo comienza en Madrid, “la ciudad más divertida y salvaje del mundo”, donde encontramos a Riza Niro (Imanol Arias), hijo del embajador de Tirán, pasando de incógnito para divertirse libremente en los “bares de locas”. Por las casualidades del destino, Riza (bajo el pseudónimo de “Johnny”), acaba siendo vocalista de una banda underground llamada “Ellos”, lo cual le lleva a conocer a la seductora Sexilia (Cecilia Roth), cantante, ninfómana desde niña, y con una extraña fobia a la luz solar. El flechazo es instantáneo, y tan letal, que a Sexilia se le da por dejar la ninfomanía, y Riza deja de fijarse en hombres.

Sexilia y Riza Niro
Dado el enamoramiento, la parejita decide irse a vivir a la Isla Contadora –donde vive Riza-, y que luego Sexi se convierta en su emperatriz; para ello, la joven hace un acuerdo con Queti (Marta Fernández Muro), una admiradora suya que trabaja en una tintorería. Queti cambiaría su vida por la de cualquiera, y mejor aun si se trata de la de Sexilia, de modo que accede a someterse a una cirujía que imite la apariencia de ésta para poder suplantarla.

Riza y Sadec
No obstante, la cosa se complica. Sadec (Antonio Banderas), uno de los antiguos amantes de “Jhonny”, reaparece, y resulta ser un subversivo tiraní tras sus pasos. Al mismo tiempo, Toraya (Helga Liné), la despechada tía de Riza, ansía acostarse con él para vengarse del emperador, quien la dejó y la destituyó como emperatriz. En medio del caos, Sexilia piensa que ha sido traicionada por Riza y sale corriendo del apartamento de él (dejándole “en pelotas”). Sin embargo, Queti ya se ha sometido a la operación, de modo que es muy tarde para cambiar de planes…


Un filme que te “pasa de vueltas”


Es una película que puede resultar chocante para quienes estén acostumbrados al cine clásico howllywoodense e inclusive para quienes sólo conozcan la faceta más actual de Almodóvar, dado que, para sus primeras producciones (Laberinto de Pasiones es su segundo largometraje) contó con muy poco presupuesto y su técnica cinematográfica era muy torpe (o casi nula). A pesar de ello, puedo decir que la película me encantó, por lo disparatada y lo divertida; es una de esas películas que te “pasan de vueltas” por lo extraño o lo exagerado de sus situaciones, por lo estrambótico de sus protagonistas, y porque los diálogos son, muchas veces tan absurdos, que simplemente no puedes parar de reír.

Las líneas absurdas de Fabio McNamara.

De los personajes, personalmente, me quedo con Sexilia, por su ingenio para resolver enredos y por la frescura con la que habla de su propia promiscuidad, en contraste con la timidez de Riza, quien, al conocerla, se cohíbe y no es capaz de confesarle su homosexualidad. El encuentro y la transformación de esa parejita es interesante, pues se trata de dos sujetos con fondos atípicos y perturbadores que, al encontrarse y caer prendados el uno del otro, cambian radicalmente y comienzan a actuar con la inocencia de dos colegiales enamorados.

Sexilia, ninfómana (adicta al sexo) y fengofóbica
(fobia a la luz solar).

Por otra parte, la ambientación carece de los colorinches estridentes que caracterizan los filmes posteriores de Almodóvar (se siente la ausencia del rojo encendido), dando preferencia a tonos más claros y opacos. Se siente el ambiente “sucio” y decadente característico de lo contracultural, de esos movimientos que surgieron a fines de los 70 en Madrid (y luego en toda España) a modo de liberación tras la caída del franquismo. Para completar el panorama, el propio Almodóvar añade su dosis personal de escándalo (su “firma”, por así decirlo), apareciendo él mismo ante la cámara, vestido con estridente indumentaria de lentejuelas y entonando canciones tan incoherentes –y cómicas- como Suck It To Me, junto a Fabio McNamara.


Such It To Me, interpretada por Almodóvar y McNamara



Ficha técnica

Dirección: Pedro Almodóvar
Producción: Andrés Santana
Guión: Pedro Almodóvar
Protagonistas: Cecilia Roth, Imanol Arias, Helga Liné, Marta Fernández Muro, Antonio Banderas.
País: España
Año: 1982
Género: Drama, comedia, romance
Duración: 98 minutos


Véanla ustedes mismos

Para que la  vean con sus propios ojos, les dejamos la peli completa.

3 comentarios:

  1. Muy buena, a mí me recordó las primeras pelas de Alex de la Iglesia, ¿has visto Acción Mutante?
    La encuentras en youtube.

    ResponderEliminar
  2. Nola, la veré :O.

    Gracias por tu visita :)!

    - Alex

    ResponderEliminar
  3. Lo sencillo nunca fue moderno

    ResponderEliminar