miércoles, 16 de diciembre de 2015

El final de la rebelión: “Los Juegos del Hambre: Sinsajo – El Final”



Por: Alexiel Vidam

Como buena fan de Los Juegos del Hambre, había esperado la segunda parte de Sinsajo con muchas ansias. Sin embargo, no pude agarrar la película durante la primera semana de estreno, y en los días que transcurrieron para verla por primera vez (la he visto tres veces antes de escribir este post), no faltaron comentarios que la calificaban como “la peor película de la saga”.

Si es o no es cierto eso, creo que es bastante discutible.


Por una parte, debo admitir que este último episodio no me dejó esa sensación “alucinada” que me dejaron sus antecesoras, pero tampoco creo que deba ser calificada como mala película. El problema, pienso yo, radica en el afán forzoso de expandir la saga a más episodios por motivos comerciales. Sí, me refiero al hecho de haber dividido el último libro de la saga, en dos películas, como ya se hiciera con Harry Potter, o la insoportable Crepúsculo. Es por este motivo que mucha gente salió molesta luego de ver Sinsajo 1, debido a poca acción que le caracteriza, mientras que aquí sucede lo contrario: acciones muy rápidas y que uno no termina de conectar con sus antecedentes, a no ser que haya vuelto a ver el episodio anterior días antes de asistir al cine.

Yo no fui de aquellos espectadores que se enfadaron con Sinsajo1 (por el contrario, tengo mis motivos para considerarla la mejor adaptación de los libros… y puedes leerlos aquí). Tampoco salí molesta con la segunda parte, pero sí con la sensación de que “me faltaba algo”.


Creo que el hecho de que a mí no me halla fastidiado la desproporcionada forma en que se dividieron la acción y la estrategia en estas dos partes, tiene que ver con que yo ya había leído los libros, de modo que me lo veía venir. La primera parte de la novela es pura estrategia: presentación de los líderes militares, planeamiento de la propaganda político-militar, colocar al Sinsajo como ícono oficial de la rebelión. La segunda parte, es acción al 90%, dejando en segundo plano todo el tema conceptual que ha estado más presente en las anteriores películas. Si visualizamos el conjunto como una sola unidad, funciona perfectamente… pero volvemos al tema de los dos episodios. Tal vez la solución más inteligente hubiese sido hacer una sola película de tres horas, o, mejor aún –desde mi perspectiva-, regalarle media hora más a cada episodio de Sinsajo, para crear un corte más equilibrado; quizás ello hubiese permitido también desarrollar mejor ciertas escenas dramáticas, o la personalidad de algunos personajes secundarios.


En Sinsajo 2, las muertes de varios personajes se sienten llegar de manera demasiado acelerada. Por una parte, se puede comprender que, por el contexto (desplazándose en pleno campo minado), no hay demasiado tiempo para ponerse a llorar, pero creo que el manejo de la cámara y de los cortes puede ayudar bastante a aumentar el dramatismo de ciertas escenas. Hay personajes cuyas muertes quizás no interesen tanto al espectador, pero otras que realmente sí le importan, porque se trata de personajes que ha seguido, con los que se ha encariñado desde las primeras películas y por los que merece la pena sufrir. Estos personajes específicamente, merecían que sus muertes transmitan mayor desgarro.

Al mismo tiempo, los nuevos compañeros de equipo de Katniss: Jackson, Mitchell y las hermanas Leeg 1 y Leeg 2 son personajes que entran y salen sin mayor importancia en el contexto. Lo único interesante es que Jackson se opone a Katniss en algún momento, y finalmente le cede su lealtad. En el libro, estos personajes tienen un poco más de desarrollo. Siguen siendo secundarios, es cierto, pero aportan más a la acción. Avanzan más en el recorrido y sus salidas de escena también marcan más huella. Otra cuestión que se resalta en la novela original, es la importancia de contar con nativos del capitolio dentro del escuadrón rebelde: Cressida, Castor y  Pollux, al conocer la ciudad, aportan información valiosa a la hora de desplazarse (esto apenas se aprecia ligeramente en la película, cuando se encuentran en el subterráneo y descubrimos un poco sobre el pasado de Pollux).


No obstante, con estas deficiencias, Los Juegos del Hambre: Sinsajo – El final, no sólo se deja ver, sino que engancha con la emoción del avance, del declive de todo, de la aproximación hacia el inminente final. El personaje de Peeta, como ya he mencionado en posts anteriores de la saga, está mucho mejor dibujado en su versión cinematográfica: es más carismático, más preciso en sus diálogos, y menos llorón; se nos presenta como un tipo inteligente y hábil con la palabra. En los libros también posee esta cualidad, es cierto, pero se la pasa dando tantas vueltas en sus discursos cursis y victimizándose a sí mismo, que da ganas de sacrificarlo en una. Del mismo modo, Gale también es más simpático en la pantalla; más dueño de sus propias ideas. En la novela, aunque valiente y metido en su rollo ideológico, a veces peca de convertirse en el perrito faldero de Coin (100 puntos menos).


Petta Mellark

Gale Hawthorne

Las actuaciones cumplen. No se lucen tanto como en otras partes de la saga, donde la mayor cantidad de diálogos y un acercamiento más próximo a cada personaje permitía que, por lo mismo, las interpretaciones se luzcan más; sin embargo, están bien; expresan lo que tienen que expresar en su momento: agitación, estrés, fuerza, miedo. Se deja sentir la ausencia de Philip Seymour Hoffman, quien falleció en plena época de rodaje y no culminó de grabar sus escenas. El director Francis Lawrence se las supo ingeniar bien para compensar sus apariciones (mediante intervenciones de otros personajes o el uso de cartas), pero sin duda, un actor de la talla de Seymour Hoffman, siempre se hará extrañar. En lo personal, la actuación que más convenció en esta última película, fue la de Donald Sutherland, quien interpreta al elegante y maquiavélico presidente Snow. Él transmite todo ese contraste entre sofisticación y suciedad; toda esa "aura de serpiente" que rodea al personaje, según descripciones del libro.

Donald Sutherland como el presidente Snow

La dirección de arte es otro de los puntos fuertes de la película: los decorados, los trajes, el uso del color. Las dos partes de Sinsajo, a comparación de sus antecesoras, son extremadamente sombrías, oscuras; plasman toda la atmósfera deprimente de la guerra: colores opacos, grises, blancos. Las formas rectas en las construcciones también prevalecen como íconos imponentes de sistemas totalitarios que buscan aplastarse unos sobre otros. El propio maquillaje de la protagonista se torna oscuro. Katniss ya no es una niña; ha sido obligada por su entorno a convertirse en mujer y en líder militar con sólo 17 años. Así como ella, los otros tributos han sido desgarrados… algunos de ellos, han enloquecido completamente.

En cuanto a las escenas, me quedo con el encuentro entre Katniss y Buttercup, el gato de su hermana Prim. Me parece que esa escena encierra el punto más dramático de toda la película (y también el más psicológico, en medio de tanta acción). Katniss se involucró en los juegos –y por ende, en la rebelión- por un motivo en particular… que de un momento a otro –siquiera por unos instantes-, parece perder totalmente el sentido. Katniss ha estado conteniéndose. En ese momento, explota. Buena construcción de la escena, buena interpretación de Jennifer Lawrenece.




En contrate, pienso que lo menos verosímil y por lo tanto, lo menos logrado de toda la película, fue la resolución de la historia. El momento en que el Sinsajo debe lanzar su flecha hacia Snow mientras Coin emite su discurso. Sin afán de soltar spoiles a quienes aún no la hayan visto, el giro que se da ahí resulta nada creíble. En el libro lo supieron explicar de una manera más detallada e inteligente, que no deja lugar a comentarios del tipo “eso ni hablar se hubiese dado en la realidad”. Luego las escenas del distrito 12, el reencuentro con Peeta y esa escena con Buttercup nos distraen un momento de la incomodidad (momentos muy bien construidos), pero el epílogo nos devuelve cierta sensación de fastidio. Tenemos la impresión de que nos hallamos ante un calco del final de Harry Potter… igual de monse. Es verdad que en esta parte, la película ha seguido fielmente la narración del libro, pero el problema no necesariamente está en el qué, sino en el cómo. La forma en que se presentan las últimas imágenes nos sienta un tanto ridícula, un tanto cursi… Pero sí; en líneas generales se lo disculpamos... Después de todo, es The Hunger Games. 


Ficha técnica

Dirección Francis Lawrence
Producción: Nina Jacobson, Jon Kilik
Idea original: Suzanne Collins (basada en la novela homónima)
Guión: Danny Strong, Peter Craig1
Música: James Newton Howard
Maquillaje: Linda Flowers
Fotografía: Jo Willems
Montaje: Alan Edward Bell, Mark Yoshikawa
Efectos especiales: Matt Neapolitan
Reparto: Jennifer Lawrence, Julianne Moore, Josh Hutcherson, Liam Hemsworth, Woody Harrelson, Donald Sutherland, Philip Seymour Hoffman
País: Estados Unidos
Idioma: Inglés
Año: 2015
Género: Ciencia ficción, aventura, drama
Duración: 137 min




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