domingo, 21 de febrero de 2016

“La chica danesa”: Nunca tan fuera del clóset



Por: Alexiel Vidam

La chica danesa, de Tom Hopper, es una película que provoca sentimientos encontrados. He visto la película en dos ocasiones; la primera, sabiendo poco (casi nada) sobre el personaje real que la inspira, y la segunda ya con una visión plenamente informada.

¿A qué viene la anotación? A que la sensación que te deja el filme tras un visionado completamente ignorante, deja ciertos dilemas de credibilidad argumental, pero una vez que te estrellas contra la realidad histórica, la sensación negativa puede volverse insoportable… Surge un conflicto poderoso entre actuaciones brillantes, excelente dirección artística y construcción dramática espectacular (hasta el desgarro)… y un esfuerzo desmedido del director por presentar una visión tradicional y ortodoxa de la historia… llegando incluso a alterar considerables datos con este objetivo.



El argumento trata de Lili Elbe (primera mujer transexual conocida de la historia), quien nació en Dinamarca en 1882 y vivió por lo menos hasta los 22 años bajo el nombre de Einar Wegener. Era un talentoso pintor en su época, y estaba casado también con una talentosa pintora: Gerda Gottlieb. En una ocasión, la modelo de Gerda falla a la reunión para culminar su retrato, por lo cual Einar accede a ayudarle, usando la vestimenta de la modelo. Esto provoca cierto “despertar” en él… Descubriendo que se siente mejor como mujer que como hombre. Como dato interesante, se ha postulado en varias ocasiones que Einar nunca fue un hombre al 100% ni siquiera en el sentido físico, sino que era intersexual. De hecho, hay varias fuentes que señalan que, durante una de las cinco cirugías que se realizó, se le encontraron unos ovarios atrofiados. 


La película presenta un par de interpretaciones brillantes –como ya hemos señalado-. Eddie Redmayne es la encarnación del conflicto; comenzando por el conflicto de descubrir, en su interior, una identidad que desconocía… o que él mismo había reprimido para no llegar a conocer. Recordemos que en esa época no se había creado las palabras “transexual” ni “transgénero”; no había referentes; era como sentir que uno es algo que sencillamente no existe… Recordemos también que eran tiempos en los que la homosexualidad era tratada de perversión, y uno podía acabar encarcelado o encerrado en un manicomio. Era entonces, un conflicto primero de auto-aceptación, luego de confrontación social… y finalmente emocional, pues él amaba a su esposa y no pretendía herirla.

Alicia Vikander, por su lado, es la clara manifestación del amor. Ella es una mujer extravagante y osada para su tiempo. Una mujer que “¡oh, qué horror, muestra los tobillos!”, que demuestra carácter y toma la iniciativa (en contraste con su amable e introvertido Einar). En un comienzo se siente muy segura con su relación, de modo que la repentina transformación de su marido es un choque intenso para ella… Sin embargo, decide apoyarle, a pesar del sufrimiento que para ella implica perder a su compañero. Alicia transmite con precisión los sentimientos encontrados de esta mujer; nos conecta con su drama; nos conmueve.



Estamos pues, ante dos personajes que, de una u otra manera se quieren, y sufren a su modo. Uno por imponer su identidad y alcanzar una vida plena; la otra por el dolor que supone su amor incondicional. Como ya hemos dicho, él tampoco pretende herirla, pero tiende a hacerlo con frecuencia. Llega un punto en el que su deseo de desconectarse completamente de su antigua identidad le lleva a caer incluso en actitudes frívolas y egoístas.

En este punto es que empieza el conflicto en el interior del espectador, y cuando la curiosidad por conocer la verdadera realidad surge con fuerza. ¿Estamos ante historia de Lili o la de Gerda? ¿El director pretende rescatar a Lili o generar antipatía hacia ella? ¿Las cosas se dieron tal y como se nos muestra? Aquí pues… nos vamos a Google.

... Y… Tatatatán!



*ATENCIÓN A SPOILERS*

Primera sorpresa: Lo que no nos dice la película, es que Gerda Wegener tenía muchos indicios de ser lesbiana; que incluso antes de comenzar travestir a Einar y volverlo en su modelo favorita, ya había realizado varios cuadros eróticos sobre amor entre mujeres. De hecho, muchos autores señalan cuando la pareja se fue a vivir a Francia, Gerda vivió su homosexualidad abiertamente. Eso, en definitiva, no sólo trae abajo el conflicto del filme, sino que lleva a resaltar detalles que en el mismo no nos llegan a convencer del todo… ¿Cómo a una mujer 100% heterosexual le puede divertir tanto travestir a su marido?.... Que para fetiches ahora hay de todos los gustos, pero tomemos en cuenta la época. Esto explicaría también –una vez más, partiendo de la mentalidad de entonces-, por qué Gerda apoyó en todo momento a Lili.

Personajes reales: Gerda Wegener junto a su esposo Einar... y detrás lo que
sospechamos es un autorretrato suyo junto a su "chica danesa".

Otra cuestión que la película no enfatiza desde su arranque, es que el androginismo de Einar era BASTANTE marcado (antes de su transformación ya era confundido con una mujer en ropa de hombre). Teniendo en cuenta su intersexualidad, posiblemente el conflicto de identidad surgiera desde mucho antes, sólo que el pintor lo tenía oculto por miedo social. Es probable también que esto fuese lo que llevó a Gerda a casarse (con el hombre más femenino que encontró). La cuestión es que en la película, mas bien vemos cómo un hombre-muy hombre (sólo que algo delgado), se pone un vestido y… tarán! Mágicamente se empieza a sentir mujer. De hecho, al principio, presenta una suerte de doble personalidad (con vestido… sin vestido), hasta que una termina por aplastar a la otra. Por supuesto que sus inclinaciones también sufren un cambio brusco y radical de 180°… lo cual nos deja bastante confundidos.


Einar... y Lili.

Todo esto me lleva a pensar que, por una parte, el director fue lo suficientemente optimista como para plantearse hacer visible un tema tabú (mucho más tabú que la “homosexualidad tradicional”… si acaso existe el término), pero luego… arrugó alucinantemente, seguramente intimidado por la censura o por sus propios prejuicios y desconocimiento del tema. Estamos entonces, ante una pela que “arriesga pero nunca tanto”, “muestra pero nunca tanto”, “pone un pie afuera del closet… y luego se esconde bajo la cama”.



Es una pena que, a pesar de todos sus valores artísticos en la parte visual e interpretativa, la mojigatería que presenta conlleve a discordancias bastante forzadas.




Ficha técnica:

Dirección: Tom Hooper
Producción: Tim Bevan, Eric Fellner, Anne Harrison, Tom Hooper, Gail Mutrux, Linda Reisman
Idea original: David Ebershoff (de la novela biográfica del mismo nombre)
Guión: Lucinda Coxon
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Danny Cohen
Reparto: Eddie Redmayne, Alicia Vikander, Matthias Schoenaerts
Idioma: Inglés
País: Estados Unidos
Año: 2015
Género: Drama

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