Por: Sergio
Cueto
El
camino de la Fuerza se ha completado. Enfrentarse
al miedo es el destino de todo Jedi y Rey llega al clímax de su historia en Star
Wars Episodio IX: El Ascenso de Skywalker.
La acción empieza poco tiempo después del episodio anterior, pero con un cambio muy importante: el Emperador Palpatine (Ian McDiarmid) ha vuelto a la carga y resulta ser la figura detrás de todas las tribulaciones de la Primera Orden. ¿Pero cómo ha sobrevivido? ¿Será este el fin de la Resistencia?
La acción empieza poco tiempo después del episodio anterior, pero con un cambio muy importante: el Emperador Palpatine (Ian McDiarmid) ha vuelto a la carga y resulta ser la figura detrás de todas las tribulaciones de la Primera Orden. ¿Pero cómo ha sobrevivido? ¿Será este el fin de la Resistencia?
Esta reseña no contiene spoilers más allá
de la anunciada presencia de Billy Dee
Williams como Lando Calrissian o
el uso de metraje inédito de Carrie
Fisher para darle un emotivo final al personaje que todos amamos: la
incansable Princesa Leia. Tremendo
homenaje.
Y es que todos los personajes que conocimos
en Star
Wars Episodio VII: El despertar de la Fuerza, conforman una cinta centrada,
más que nunca, en tres personajes clave: Rey
(Daisy Ridley), Finn (John Boyega) y Poe Dameron (Oscar Isaac), protagonistas
absolutos de la aventura principal, que cierra el círculo galáctico de los Skywalker.
Aquí podemos ver actuaciones un tanto más
equilibradas y orientadas a cimentar su relación de amistad, unidad y hermandad
que en Star Wars Episodio VIII: Los últimos Jedi, además de la
búsqueda de una nueva generación de líderes a futuro (un futuro no tan
promisorio, como vemos al inicio de esta esperada confrontación del bien
vs. el mal).
Star Wars Episodio IX: El Ascenso de Skywalker nos presenta todo lo que podemos esperar y más: momentos de
introspección muy intensos, duelos con espadas de luz e impresionantes batallas
espaciales al estilo J.J. Abrams; y es que las películas de Star Wars
tienen ya una fórmula narrativa de éxito. Entonces, ¿es ésta una nueva versión de El
Retorno del Jedi?
Pasan tantas cosas y a un ritmo tan frenético que casi no tenemos tiempo de
ponernos en modo hater para responder a ello, y es que el ritmo es uno de los puntos más fuertes de este cierre: desde el primer minuto de la película hasta
el emotivo y conmovedor final, no hay margen de aburrimiento. Sus 2 horas y
21 minutos de duración pasan casi a menos de doce pársecs.
En ese sentido, combinar a todos estos
personajes y que a la vez atan los múltiples cabos sueltos de entregas anteriores
es toda una labor de ingeniería
cinematográfica por parte de J.J. Abrams y su equipo.
¿Qué
hay del apartado técnico? Sin llegar al grado de
excelencia que presentaba Star Wars Episodio VIII: Los últimos Jedi,
aquí hay algunos planos realmente portentosos, gracias a un diseño artístico
muy acertado. Atención a la oscura
fortaleza desde la que Palpatine orquesta su terrible plan.
La historia amor/odio de los protagonistas
principales sigue un camino bien planteado por el guión, apoyado por la
intensidad física de Ridley y por un Adam Driver absolutamente entregado a su
papel (pueden apreciar su poderío
interpretativo en Marriage Story
junto a Scarlett Johansson)
Y es que muchos habían acusado al sombrío Kylo
Ren de ser un "villano de segunda". Aquí se muestra polifacético,
torturado y tremendamente poderoso. Driver
nos muestra un personaje con más capas de lo que muchos quieren reconocer.
Por supuesto, la música de John Williams está a la altura de las circunstancias
y, aunque no se presenta ninguna partitura nueva, las mezclas de clásicos temas nos ayudan a rememorar hitos importantes
en esta historia de una galaxia muy muy lejana.
¿Lo
mejor? El intenso ritmo que se mantiene en el
metraje. Lo bien que se combina la relevancia de los personajes clásicos.
Visualmente, es un film completo. C-3PO se
alza como un secundario de lujo, que aporta a la trama de la película
momentos divertidos y emotivos hasta las lágrimas.
Uno de los puntos negativos es, sin lugar a dudas, la falta de tiempo para desarrollar completamente a algunos personajes
y la necesidad de acudir a fuentes externas —como la novelización o los cómics—
para encontrar respuestas más sólidas y contundentes. Un ejemplo claro es el
desarrollo de los misteriosos Caballeros
de Ren, que prometían mucho en entregas anteriores.
A pesar de ello, acaba por ser el episodio
más sólido y equilibrado de la nueva trilogía de películas. J.J. Abrams consigue orquestar una
historia coherente con su legado y centrada en lo que, de verdad, tiene que
contar. Hay fan service, sí. Humor,
acción y drama. Pero sobre todo, mucha, mucha nostalgia.
Dependiendo de la generación en la que
hayamos nacido, sentiremos más como "nuestra" la trilogía original,
la de las precuelas o la más reciente, pero hay algo que debemos tener claro: Star Wars es algo más grande que cada uno
de nosotros y existen muchas perspectivas para disfrutarla: sentiremos que mil generaciones de Jedi
viven en nosotros.
Dirección: J.J. Abrams
Producción: Kathleen Kennedy, J. J. Abrams, Ram Bergman
Guion: J. J. Abrams, Chris Terrio
Sonido: John H. Williams
Maquillaje: Zoe
Clare Brown
Fotografía: John Schwartzman
Montaje: Maryann
Brandon, Stefan Grube
Protagonistas: Carrie Fisher,
Mark Hamill, Adam Driver, Daisy Ridley,
John Boyega, Oscar Isaac, Lupita Nyong'o
País: Estados Unidos
Idioma: Inglés
Año: 2019
Género: Ciencia ficción, Space Opera, Aventura
Duración: 142 minutos
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