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miércoles, 30 de septiembre de 2015

“Lusers”: Una verdadera oda a la amistad



Por: Sergio Lescano

Lusers es la más reciente producción de Tondero, en alianza con la productora chilena Bamboosa. Protagonizada por Carlos Alcántara (Perú), Pablo Granados (Argentina) y Felipe Izquierdo (Chile); dirigida por el chileno Ticoy Rodríguez (quien hace su debut como director) y con guión de Fernando Castets (más recordado por el guión de la galardonada El hijo de la novia).

Lusers, contraria a su nombre, es una “winner” en muchas maneras. A pesar de no explorar nuevo territorio en lo absoluto, triunfa haciendo suyas fórmulas ya exitosas como son el sub-género del road movie y la comedia episódica, de la mano de actores cuya trayectoria combinada en la comedia es tan vasta, que tenerlos a los tres en la misma película es el sueño de todo director de comedias. Es precisamente esta la fórmula ganadora que encuentra Ticoy: darle rienda suelta a los innegables talentos y desbordante carisma de sus tres protagonistas, al mismo tiempo que los ciñe a formatos y géneros fílmicos que ya han sido probados y establecidos como exitosos.


Todo se inicia con una persecución en medio de la selva peruana. Un ornamento valiosísimo ha sido robado, desencadenando una búsqueda exhaustiva del mismo por parte de las autoridades y del museo que lo albergaba. Ellos ofrecen una recompensa de trescientos mil dólares –nada menos- a aquel que lo devuelva. Este evento totalmente aleatorio termina por enlazar los destinos de Edgar (Alcántara), Rolo (Granados) y Aníbal (Izquierdo), quienes a su vez atraviesan momentos difíciles en sus vidas y se sienten, de una forma u otra, perdidos. La luz al final del túnel aparece; los tres extraños encuentran el ornamento y deciden ir a por la recompensa, pero antes, deberán atravesar divertidos obstáculos que van desde superar pruebas impuestas por tribus nativas, hasta eludir a un grupo de enervados brasileros.


Es a partir de la unión en escena de los tres protagonistas, y de la sucesión de eventos cómicos que atraviesan juntos, que Lusers empieza realmente a brillar, dejando que sus personajes lleven el peso de la película. A lo largo de la siguiente hora, cumple su cometido de hacer reír a rajatabla. Carlos Alcántara reafirma su estatus como uno de los actores más carismáticos de la actualidad. Su picardía, gestualidad, y excelente timing cómico, son notables. Menos no puede decirse de Felipe Izquierdo y Pablo Granados, quienes también hacen suyos los personajes y les brindan notas cómicas a todos sus diálogos. A pesar de haber tanto talento en escena, no hay ningún tipo de ego. Ninguno de los tres actores busca ser más gracioso que el otro, sino que se alimentan el uno del otro. Algunos de los momentos más hilarantes y memorables, de hecho, son los diálogos que resaltan las diferencias culturales entre los tres protagonistas. Alcántara, Granados e Izquierdo, combinan y elevan su comicidad, como si estuviesen en un torneo amistoso de humor, donde el único ganador es el espectador. Haciendo eco de esto, debo destacar que Lusers es, en muy pocos aspectos, original. Muchos de sus gags han sido ya hechos hasta el cansancio en diversas películas anglosajonas. Sin embargo, estos gags funcionan, justamente, por la entrega y la química de los tres actores, y por el guión que logra realzar, al mismo tiempo que satirizar, las diferencias culturales entre Perú, Chile y Argentina.


Dentro de los aspectos técnicos, la película cuenta con algunos encuadres inspirados que realzan los momentos de aislamiento y soledad de los protagonistas al principio del film. Luego no hay mayor profundidad, pero tampoco es necesaria. Diría incluso que los momentos profundos son, en realidad, los menos logrados del guión. La reflexión acerca de la soltería y si ésta es la mejor forma de vida, encuentra a los actores recitando clichés. Dichos momentos son tan escasos en número que, afortunadamente, no afectan el ritmo de la historia; ésta persiste en su fluidez. El acompañamiento musical es clave y recurso bien utilizado para hilar o aumentar el humor en algunas situaciones. Por su parte, la fotografía no solo resalta sino que le imprime vida y color, tanto a las locaciones, como a las situaciones ante las que ve se ven expuestos los personajes.


En cuanto al mensaje, el filme cuenta con doble intención: por un lado nos hace creer en la amistad que nace y se desarrolla en escena entre los tres protagonistas; por otro, nos hace mirar dentro de nuestro propio círculo, y analizar si realmente estamos lo suficientemente agradecidos de tener amigos de verdad, así sean “contados con los dedos de la mano”, como dice la canción central del film, cantada por el propio Granados. En última instancia, Lusers es una verdadera oda a la amistad, y trabaja tan bien este tema central, que al término de la película uno no más tiene ganas que de una cosa: llamar a sus patas y encontrarse en el bar de siempre; sólo porque sí. 




Ficha técnica:

Dirección: Ticoy Rodríguez
Producción: Paola Barrera, Carlos Espinoza, Alejandro Carboni, Miguel Valladares, Carlos Alcántara
Guión: Fernando Castets
Dirección de arte: Clara Notari
Fotografía: Mauro Veloso
Música: Ángelo Pieratini
Reparto: Carlos Alcántara, Pablo Granados, Felipe Izquierdo
Empresas productoras: Bamboo SA, Tondero, Labhouse
Países: Perú, Chile
Idioma: Español

miércoles, 7 de mayo de 2014

Apreciaciones incómodas

Sobre “A los 40”


Por: Alexiel Vidam

Sé que escribir un blog supuestamente te da libertad para hablar de lo que quieras y como lo quieras, pero eso no es del todo real. Hoy, por ejemplo, siento un poco de nerviosismo a la hora de lanzar una crítica sobre la película que está rompiendo taquilla y que, además, es peruana (sentimientos encontrados). Creo que estoy algo incómoda, como las primeras veces en que me preguntaron “qué tal Asu Mare”, y me vi obligada a responder que no me gustó. Porque, a pesar de todo, mantengo la costumbre de decir la verdad.

Pero, “a lo hecho, pecho”, como dice el refrán, y ya que elegí el oficio de bloggera, diré lo que pienso, sin piedad alguna, y sobre todo, sin ver la nacionalidad del producto. Y es que para ser imparciales no hay que dejarse ganar por el “filin”.


A los 40 -primera película de Bruno Ascenzo- me pareció una película mediocre. Que “entretiene”, pero no trasciende. Es cierto que tiene secuencias graciosas, pero tampoco morí de risa, y creo que ése era su objetivo: arrancar carcajadas. La historia, de hecho, me pareció flojísima. Entendí que el motivo de la reunión era poco recordar y poner sobre la mesa los conflictos de los personajes, pero creo que el guión no lo supo manejar. El diálogo entre Gianella Neyra y Sofía Rocha me pareció una de las partes más sosas del filme. Se veía el esfuerzo de las actrices para que sea verosímil, pero la verdad es que no sólo las líneas en sí, sino que la situación en sí era tan cliché, que resultaba acartonada. En verdad creo que no me banqué para nada el rollo de que, más de 20 años después, las jovencitas de colegio siguieran sintiendo cosas la una por la otra. En especial tomando en cuenta lo volátiles que son las emociones a esa edad. Podría haberme creído una curiosidad o atracción vigente, pero el rollo así, tan dramático, tan telenovelezco, no me lo tragué en absoluto.

Gianella Neyra

La mejor actuación fue –según yo- la de Katia Condos: natural, estaba en el papel. A pesar de que Carlos Alcántara tenga fama chistoso, creo que estoy demasiado acostumbrada a verlo haciendo las mismas caras, los mismos chistes. Sonreí un poco, pero “ahí nomás”. No me sorprendió. Sentí que estaba repitiendo su papel de Asu Mare (esa película cuyo máximo mérito es haber convocado a tanta gente –por lo mediático que es este actor- pero cuya trama en sí me pareció un larguísimo comercial de Brahma). Por el contrario, a Katia Condos, sin un papel tan exagerado, sí la noté creyéndose el conflicto de la mujer enamorada del “tipo equivocado”. Johanna San Miguel, en general, superó mis expectativas (hay que tener presente que Esto es Guerra le desfigura brutalmente la imagen). La vi bien en su papel de “tía” que vive de las apariencias. Curiosamente, la única escena en que no me convenció, fue la de la playa salvo, ésa que pretendía meterle dramatismo a la situación y se quedó a medias (creo, nuevamente, problema del guión).

Wendy Ramos, Johanna San Miguel y Sofía Rocha.

Para redondear, sentí que a la película le faltó peso. No había clímax. Esta película sigue una estructura de cine clásico: inicio-nudo-desenlace. En el nudo es donde va el clímax, el punto cumbre de la emoción, y aquí faltaba eso (tampoco es que hubiera demasiada emoción a lo largo de la trama). Ni drama marcado ni situación hilarante. Nada.

Es cierto que los recordados Pataclaun tienen ya una imagen querida por el público, pero me parece que no basta con poner “gente de la tele” en una película para que ésta sea buena. Hay que trabajar en eso mucho más, crear una situación interesante y un guión inteligente.  Y si el objetivo es hacer reír, realmente hacer reír, y que uno sienta que no había forma de no hacerlo, y que si el objetivo es conmover, uno realmente se sienta atravesado. Pero no que “me reí pero un toque” o “la sufrí pero un toque”. Asimismo, hay que cuidar con las escenas que están “de más”. Soy una persona liberal (y creo que eso el público lo sabe), pero el diálogo del “pan con hot dog” fue tan “por gusto”, que hasta sonó grosero. Supongo que es una jerga tan usada, que usarla otra vez es volverlo explícito. Cuidado con eso.

Carlos Alcántara

En fin… Me parece que éste ha sido un intento optimista de un joven actor que quiso empezar a hacer cine. Demasiado optimista, lamentablemente. Creo que la idea estaba “ahí”; eso de crear una excusa para cruzar situaciones de distintos caracteres, es válido; es una fórmula que suele funcionar, pero el tema es que para ello, las historias separadas deben manejarse con solidez. Hay que darse cuenta también de que cuando el chiste se cuenta dos veces ya no da risa, y me da la impresión de que a estas alturas el “neo cine peruano” está cayendo en el error de abusar de la fórmula.



(Lamento decir que el trailer genera expectativa, pero no pasa de ser una película "simpática".)