domingo, 6 de marzo de 2016

Hermandad criminal



 Por: Claudia Alfaro

Leyenda: La profesión de la violencia, es una película basada en la historia real de Ronald y Reginald Kray: dos hermanos gemelos gansters –los más famosos de Londres, de hecho- que, pese a los complicaciones, peleas y  desacuerdos, logran mantener un lazo particular de “unión y de respeto” (una relación de amor-odio, para ser más precisos).

Realizada dentro de un contexto histórico de los años 50 y 60, y  ambientada con características relevantes del cine negro, el filme nos lleva a un mundo plagado de contrastes, donde resalta el estilo suspicaz y comicidad irónica de los personajes.


Protagonizados doblemente por Tom Hardy, es el actor en quien cae el mayor peso de la película, logrando, con su precisa actuación, marcar una diferencia entre dos protagonistas totalmente distintos.

Por un lado, el hermano Ronny es un hombre cuyo perfil está basado en avaricias, torpezas, impulsos y desenfrenos; él, en sí mismo, personifica a la mafia cruda y ensangrentada. En cambio Reggie, su gemelo, es quien mantiene la estabilidad emocional. Tiene una mente astuta, lo cual hace que “sus negocios” funcionen. Es él quien da equilibrio a esta dualidad, a los arrebatos de su hermano. Pero luego, conforme transcurre la historia, conocemos un poco más sobre los puntos débiles de este personaje, y por consecuencia, de sus verdaderos impulsos y quiebres.


Más allá del mundo de la fortuna y la avaricia, el argumento nos introduce en los sentimientos de Reggie Kray, así como en su historia de amor con Frances Shea (Emily Browning). Una pareja que en distintas oportunidades te deja con ganas de más. Empieza con una tierna aventura de amor, y poco a poco va sumergiéndote en una loca historia de dos mundos opuestos y contradictorios, que lucha contra viento, marea y tragedia. Un plot point que nos revuelca y nos hace cómplices con el verdadero insight de Reggie, donde el quiebre en su relación es un detonante fundamental a diversos sucesos perjudiciales, y un descenso catastrófico dentro de sus “triunfos”.


Por otro lado, el lenguaje audiovisual, se caracteriza por utilizar contrastes de luz, con sombras definidas, colores cálidos y un movimiento de cámara estable. El ritmo es cauteloso, pero digerible. Se maneja un lenguaje en donde la comicidad y picardía toman protagonismo en gran cantidad de escenas, particularmente manejadas por giros. El ambiente funciona, y la fotografía nos termina por trasladar completamente a la época; sin embargo, su punto débil es que, por momentos, la estilización de recursos llega a pecar de ser algo forzada

En conclusión, una película bastante entretenida y con una destacada interpretación.



Ficha técnica

Dirección: Brian Helgeland
Producción: Tim Bevan, Eric Fellner, Chris Clark, Quentin Curtis, Brian Oliver
Guión: Brian Helgeland
Idea original: John Pearson (de su obra The Profession of Violence)
Música: Carter Burwell
Fotografía: Dick Pope
Montaje: Peter McNulty
Reparto: Tom Hardy, Emily Browning, Paul Bettany, Taron Egerton, Colin Morgan
Países: Reino Unido, Francia, Estados Unidos
Idioma: Inglés
Género: Biopic, cine negro, suspenso

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