Por: Luciana Fonseca
Para muchos que vivimos en la ciudad, nuestra habitación
contiene lo mejor de nuestro mundo. Podríamos pasarnos horas en ella, pero no
todo el día ¿verdad? El ritmo de la ciudad nos expulsa de nuestras habitaciones
o departamentos, con hijos o siendo solteros. Esta es una película que nos invita a apreciar este tipo de libertad,
que muchas veces olvidamos por ser tan obvia hasta ser considerada inherente a
nosotros… pero no lo es.
Normalmente, el
primer contacto humano que tenemos, es con nuestra madre. Luego ese espacio
entre ella y nosotros se va haciendo cada vez más grande. Primero, cuando
dejamos de lactar y empezamos a gatear y luego a caminar. Probablemente ella
tenga que ir a trabajar y dejarnos al cuidado de diferentes personas. Si la
extrañamos o no, creo que no es un tema para preocuparse, porque en el mundo
actual esta separación se da a una edad tan temprana que ni si quiera nos da
tiempo para darnos cuenta. Sin embargo podemos
decir que en algún momento de nuestras vidas, nuestra madre es nuestro hogar,
nuestro mundo, nuestra habitación.
Para Jack el
protagonista de Room, no ha existido
tal separación con respecto de Joy,
su madre. Joy (Ma’) cayó en un hoyo más
negro que el de Alicia en el país de las maravillas, del que no ha podido salir
en 7 años. Este hoyo, por supuesto, no la llevo a ningún país maravilloso.
Todo lo contrario; la llevó a un cuarto oscuro en el que tuvo que aguantar sola
a su secuestrador por dos años, hasta que naciera su hijo Jack: “Lo más hermoso
había visto”. Aunque suene increíble,
los dos viven juntos con permiso de su secuestrador al que llaman “el
viejo Nick” y al que Jack jamás ha visto bien, excepto por los atisbos de
rostro que se muestran a través de las rendijas de su armario, donde duerme.
Para Jack, el viejo Nick es mitad real porque es mitad parte de su experiencia
diaria.
La dicotomía en el
mundo de este niño, es que todo lo que está en el cuarto es real, y todo lo que
está afuera es el espacio exterior y los planetas de la televisión.
Imagínense cumplir cinco años y descubrir que hay mundo exterior, del que no
sabes absolutamente nada. La adaptabilidad del ser humano puede ser infinita,
tanto así que podemos atarnos a la idea de que la realidad es sólo lo que
vemos. Esto le sucede a Jack cuando llega el momento de escapar del cautiverio
en el que nació. Cual animal salvaje, le
veremos en su proceso de adaptación al mundo que tan bien conocemos, pero que a
sus ojos es aún desconocido (y por lo tanto, peligroso). Podría parecer al
comienzo del film que Ma’ es la protagonista, y la que nos va a llevar en la
historia; sin embargo, es Jack y su mirada infantil y pura hacia el mundo, lo
que nos emociona y nos lleva a reflexionar sobre nuestra mirada aburrida de
nuestro entorno.
El hermetismo que hay
al comienzo de Room, no sólo del
espacio sino también del sonido, separa un antes y después en la película.
El ritmo de la trama se acelera a medida que Jack va descubriendo, recién a sus
cinco años, el mundo exterior, con los árboles y sus hojas verdes y sus hojas
marrones muertas.
La dirección de Lenny
Abrahamson, con su predominancia de planos cerrados (objetos y rostros
enfocados muy de cerca), plasma a la perfección la esencia de la historia basada en el libro de Emma
Donoghue, quien estuvo a cargo del guión. Las actuaciones son otro elemento
muy importante. Tanto Brie Larson
(ganadora del Oscar a Mejor actriz) y
Jacob Tremblay (galardonado como Mejor actor joven en los Choice Awards),
con tan sólo 9 años, con toda su expresividad, te sumergen en la historia de
principio a fin. La visión del director
nos permite alternar entre la perspectiva de Ma (Joy) y la perspectiva de Jack.
Hablando con
sinceridad, se trata de una película dura y triste, pero deliciosamente reveladora
a la vez, en el sentido de que cuestiona nuestra visión sobre el mundo, nos
enfrenta con maldad humana, y nos conecta también con la fortaleza de Ma’ y
Jack, y su valentía de volver a vivir.
Dirección: Lenny Abrahamson
Producción: Ed Guiney, David Gross
Idea original: Emma Donoghue (basada en su novela
homónima)
Guión: Emma Donoghue
Dirección artística: Michelle Lannon
Música: Stephen Rennicks
Fotografía: Danny Cohen
Montaje: Nathan Nugent
Reparto: Brie Larson, Jacob Tremblay,
Joan Allen, Sean Bridgers, William H.
Macy
Países: Canadá, Irlanda
Año: 2015
Idioma:
Inglés
Género: Drama
Duración: 118 minutos
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