lunes, 14 de marzo de 2016

“Spotlight”: La religión de las manzanas podridas


Por: Fabiola Martínez Oquendo

Cuando una película es basada en hechos reales, inevitablemente genera intriga y expectativa en la audiencia. Pero si a esto le sumamos un tema tabú para la sociedad, conceptos como “iglesia”, “pederastia” y “prensa”, y el tacto necesario para tratarlos sin caer en el facilismo de lo explícito; entonces tenemos a Tom McCarthy dirigiendo Spotlight de una manera admirable.

Spotlight, el equipo de investigación del periódico The Boston Globe, está formado por Walter Robinson (Michael Keaton) –un perspicaz y agudo editor- y su equipo de reporteros: Sacha Pfeiffer (Rachel McAdams), Mike Rezendes (Mark Ruffalo) y Matt Carroll (Brian d’Arcy James). Todos con formación católica, son asignados a investigar a fondo los casos de sacerdotes pederastas registrados en Boston. El fin es revelar a la sociedad el verdadero y oscuro funcionamiento de la iglesia católica en la ciudad –claro-, bajo la premisa de elevar las ventas del periódico. La formación católica de los personajes es un factor clave en el desarrollo de la historia, pues la investigación se torna muy personal e incómoda para ellos.



Contar la historia desde la óptica del trabajo de investigación hecha por el equipo Spotlight, le permite a McCarthy ser todo un caballero mientras que, con mucho tino y  toques de sarcasmo, destruye la imagen –ya bastante manchada- de la iglesia católica a nivel mundial. La película retrata de forma muy cercana a la realidad, lo adoctrinados (o será adormecidos) que se encuentran los cerebros de los creyentes. Y es que la fe ciega es el motor de la hipocresía en muchos casos.

McCarthy y Josh Singer (los guionistas), han sabido insertar las frases precisas durante el trascurso de la película, estableciendo un claro rechazo hacia la iglesia católica por el manejo de desastres tan graves como lo son los casos de niños violados por sus sacerdotes en muchas ciudades del mundo. Haciendo un esfuerzo por mantenerse siempre correctos, abordan y exponen el caso concreta y preocupadamente. Logran que el espectador se sienta cercano al problema, mostrando, por ejemplo, escenas en las que un parque está frente a una iglesia, o niños que juegan cerca a la casa de un ex sacerdote pederasta. Recursos sencillos te acercan a la vulnerabilidad de la infancia en las calles.

Mark Ruffalo representa la sensibilidad humana, mientras que Michael
Keaton representa el pragmatismo de quien busca el bien mayor.

“La iglesia es una institución hecha por el hombre; mi fe está en lo eterno, intento separarlo” reza una línea del guión ganador al Oscar,  refiriéndose a un “sobreviviente” de abuso sexual por un sacerdote católico. Y es así que se establece la posición del discurso narrado en la película, es decir, no se busca ir tras la religión sino más bien de ir contra el sistema creado por los hombres que representan dicha religión. Porque decir que “son solo algunas manzanas podridas”, ya lo dicen las pruebas, no es una excusa para la negligencia.


Haber contado la historia desde el punto periodístico, hace que Spotlight sea una declaración estable y racional. Ya que sin dejar de lado que se trata de una película, hay factores innegables que hacen del film un documento importante para concientizar.



Ficha técnica:


Dirección: Thomas McCarthy
Producción: Steve Golin, Michael Sugar, Nicole Rocklin, Blye Faust
Guión: Thomas McCarthy, Josh Singer
Música: Howard Shore
Fotografía: Masanobu Takayanagi
Reparto: Mark Ruffalo, Michael Keaton, Rachel McAdams, Liev Schreiber, John Slattery, Stanley Tucci
País: Estados Unidos
Año: 2015
Idioma: Inglés
Género: Drama, suspenso

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