Por: Alexiel Vidam
Hace ya algún tiempo, uno de mis amigos hinchas de la
ciencia ficción, me comentó acerca de este clásico
del sci-fi llamado Dune (1984),
basado en el bestseller homónimo de Frank Herbert. Resulta que hace unos
meses, andaba yo de viaje, y me encontré la película en una tienda de pelis
clásicas (si se dan una vuelta por Buenos Aires, presten atención a la calle
Corrientes; no recuerdo el nombre de la tienda, pero su contenido es bastante
llamativo a la vista).
Sé que en general los fanáticos de la saga literaria no
estuvieron muy contentos con la película. Curiosamente, su director, el
reconocido David Lynch, tampoco lo
estuvo, y evita –sobre todas las cosas- profundizar con respecto a ella. El director contaba con 8 horas de rodaje
que él mismo decidió recortar a 5 para su exhibición en el cine.
Como ya se
imaginarán, los productores obligaron a
Lynch a reducir mucho más el material, dejando como resultado una cinta de 137
minutos, hecho que provocó diferencias marcadas con respecto del original,
y bastante frustración en el director. Cabe anotar, por cierto, que luego se lanzaron
versiones extendidas de alrededor de
3 horas de duración (incluso hay un final alternativo); sin embargo- Lynch no
se siente más identificado con estas otras versiones.
A pesar todo, puedo decir que encontré bastante encanto en este fallido filme. No he leído aún la novela (pero ya
la tengo en lista), de modo que mis apreciaciones y críticas se limitarán
netamente a la adaptación cinematográfica.
Es el año 10 191 y nos
encontramos en algo así como un “futuro espacial distópico”. El ser humano
ha conquistado el espacio, pero al mismo tiempo, se percibe un retroceso
importante en cuanto a estructuras políticas e incluso a ciertos aspectos
tecnológicos.
Hemos regresado a la
era feudal. El universo conocido es gobernado por tres casas: Atreides -encabezada
por el Duque Leto Atreides-, Harkonnen
-dirigida por el Barón Vladimir Harkonnen-, y Corrino, siendo esta última la casa principal por ser a la que
pertenece gobernante supremo del universo: el
Emperador Shaddam IV.
Casa Atreides |
Casa Harkonnen |
En esta nueva era, el
material más preciado, es la “Especia Melange”, una sustancia que expande
la mente de los seres humanos, haciendo que puedan vivir muchos más años, e
incluso obtener habilidades psíquicas. Existen,
para esto, dos hermandades especializadas en desarrollar la mente a partir de
la especia: Bene Gesserit y La Cofradía.
La primera, únicamente integrada
por mujeres, desarrolla la clarividencia, la lectura y el control de la mente de
otras personas, e incluso la observación de la propia memoria genética; esta
hermandad busca –sobre todas las cosas- la mejora del linaje a fin de traer al
mundo a un Kwisatz Haderach (un
macho Bene Gesserit capaz de llegar adonde ellas no llegan).
La Cofradía Espacial, por
su parte, es capaz de cruzar el espacio sin desplazarse, siendo capaces de
discernir las rutas más seguras para los navegantes. Dado al tremendo poder que
les confieren sus propias habilidades, estas
dos hermandades son capaces de manipular el poder político desde las sombras.
Bene Gesserit |
Cofradía Espacial |
Cabe anotar también, que la especia se obtiene únicamente de un planeta llamado Arrakis, al
cual, debido a su condición desértica, se conoce vulgarmente como “Dune”. En este planeta, habitado por
una tribu llamada “Fremen”, existe
la leyenda de un mesías, que llegará para producir la “Guerra Santa” y salvarlos de la oscuridad.
En este contexto, la
casa Atreides, es víctima de un complot por parte del Emperador, quien se
siente amenazado por la creciente popularidad del Duque. El plan del Emperador
consiste en conceder al Duque el poder absoluto Arrakis –y sobre la extracción
de la Especia- con el fin de generar una reacción violenta por parte de los
Harkonnen y que éstos se encarguen de eliminar a los Atreides.
Paul Atreides |
El protagonista, es Paul
Atrides, hijo del Duque Leto Atreides, quien, víctima de las circunstancias,
quedará solo en compañía de su madre –la
Bene Gesserit Lady Jessica- en el planeta Dune, donde unirá fuerzas con los Fremen para derrotar a los Harkonnen y al
Emperador.
Paul y Jessica |
Encantos y puntos débiles del filme
Creo que el principal atractivo de la película, es la forma en que se presenta este universo
completamente nuevo, misterioso y complejo. La oscuridad de los ambientes y
el aspecto estrambótico de sus personajes genera intriga a la vez que rechazo;
se construye una atmósfera tan
perturbadora como fascinante, despertando con morbo el espíritu explorador
del espectador.
La trama, al mismo tiempo, está
bastante bien construida a pesar de los huecos que resultaron de los múltiples
cortes. La tensión se mantiene de inicio
a fin, provocando el deseo constante de querer saber más. Los personajes, a
su vez, están dotados de un aura
enigmática, como si –de un momento a otro- nos fuesen a revelar un gran
secreto. Esto –a mi parecer- se da especialmente en las Bene Gesserit, mujeres intimidantes por su capacidad para dominar las
mentes.
La segunda voz que utilizan para ejercer su poder sobre otros es,
en una sola palabra, escalofriante; similar al sonido hipnotizante de las
serpientes. Si tengo que elegir a un personaje, me quedo con Jessica, quien, a pesar de su rol secundario consigue demostrar su inteligencia,
audacia y temperamento, que la hacen dueña de sus propias decisiones (por
encima de los deseos de su hermandad).
Por otra parte, el punto débil de la película consiste en que, la
cantidad de personajes –y la escasez de metraje- impide la posibilidad de un
desarrollo profundo de cada uno. Incluso hay varios detalles sobre el propio universo que desconocemos por completo si
no tenemos el background de las novelas (o un wikipediazo previo para saber de
qué van).
En las versiones extendidas se llega a explicar cómo surgen las
hermandades y cuál es su verdadera importancia –cosa que en la versión oficial comprende
de manera vaga-; sin embargo, se nos cuenta también otros detalles que quedan
totalmente el aire, como la existencia de máquinas inteligentes que luego
fueron derrocadas del poder por el ser humano (y de las cuales nunca más
llegamos a saber nada).
Dr. Yueh |
Personalmente, me quedé con ganas de saber cuál fue el verdadero destino que corrió la esposa del Doctor Yueh, cuál fue el origen de la enfermedad del Barón Harkonnen y qué representaba ese cerebro gigante que lideraba a los miembros de la Cofradía (podríamos intuir que se trata de un cerebro humano que ha llegado a independizarse del cuerpo gracias a la Especia, pero esto tampoco llega a precisarse en algún momento).
También siento
que las motivaciones de la Reverenda
Madre, Gaius Helen Mohiam, quedan en el aire, ya que en un momento se le ve
poniendo a prueba al joven Paul Atreides, y en otros se le ve apoyando al
Emperador.
La Cofradía |
Barón Vladimir Harkonnen |
Si bien estos huecos se ven
completados al buscar información correspondiente a la saga literaria, nos queda
claro que una adaptación cinematográfica
debería funcionar como producto en sí mismo, de modo que la sensación de vacío
no se justifica en lo absoluto.
Puedo concluir entonces, que Dune es una película imperfecta que –a pesar
de su pésimo recorte- revela la existencia de un buen proyecto detrás. Una
película que brilla por su excelente
trabajo de producción y por la complejidad del universo que presenta, pero
que a su vez genera descontento por la cantidad de cabos que deja en el aire.
Dirección:
David Lynch
Producción:
Raffaella De Laurentiis
Idea
original: Frank Herbert (de
su novela homónima)
Guión:
David Lynch
Música:
Toto
Fotografía:
Freddie Francis
Montaje:
Antony Gibbs
Reparto:
Kyle MacLachlan, Francesca Annis, Sting, Sean Young, José Ferrer, Max Von Sydow
País:
Estados Unidos
Idioma:
Inglés
Año:
1984
Género:
Ciencia ficción
Duración:
137 min, 190 min (edición especial), 177
min (versión extendida)
Versión oficial del cine
Versión extendida
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