A sólo siete días de su realización, el Tono Cinematosis ya está en boca de todos. Se trata de la primera fiesta pensada para aficionados al cine, la cual contará con una ambientación especial tematizada, música de soundtracks a cargo de la DJ Vanessa Vialardi, bandas que interpretarán los temas más rockeros de películas (CIAN y The Cocainers), concurso de disfraces, premios, sorteos, y los mejores tragos y piqueos a precio de bolsillo.
El tono se llevará a cabo este Viernes 28 de Junio a partir de las 10 PM en ElLocal (Gonzales Prada 384 – Miraflores). El precio de las entradas es de S/. 10 y se pueden obtener en puerta o en preventa a los teléfonos que aparecen en el evento (http://www.facebook.com/events/122289854644729/?fref=ts).
Cabe anotar también que Cinematosis acaba de confirmar la presencia de una invitada especial: Marcela Luna, actriz de stand-up comedy conocida por su imitación de Gloria Trevi en la segunda temporada de Yo Soy.
Ella presentará a los ganadores del concurso de disfraces y pondrá la nota de humor a la fiesta. Además, estará anunciando nuevo show Marcela Tripolar, que se dará todos los martes de Julio y Agosto en el Jazz Zone de Miraflores a partir de las 8:30 pm (para mayor información, buscar el Fan Page del mismo nombre).
Para que se vayan animando a participar en el concurso de disfraces del Tono Cinematosis, le dejamos la foto de una de nuestras dos modelos estrella (que estará presente en el evento): Umi Hyuga, quien reencarnó en la Catwoman de Christopher Nolan.
Acabo de ver El Hombre de Acero –el nuevo Superman de Snyder (director)
y Nolan (productor)- en el cine. De por sí, la idea de un Superman más oscuro,
más humano –y sin el ridículo calzoncillo rojo-, ya me parecía atractiva. Debo
decir, para esto (y aunque me tiren piedras), que a mí el Batman de Nolan me agradó
“ni mucho, ni poco, ni para volverse loco”… y que me sigo quedando con la
versión de Burton. Aun así, saber que Nolan estaba detrás del nuevo Superman,
me intrigó. ¿Qué pretendía Nolan para con el boy scout gringo por excelencia? Eso
había que verlo.
El Superman clásico de Christopher Reeve
Antes de Man of Steel, tenía un concepto de Superman como el superhéroe más “pavo”
de todos. Moralista hasta el patetismo, representante máximo de la política gringa
y de su discurso chovinista de “nosotros somos los buenos”. Tan “perfecto” en
sus formas que acababa por aburrir.
Mucho más carismático fue siempre el
atormentado Batman; al margen de la ley, más humano, sin superpoderes, pero
dueño de una inteligencia superior y una habilidad prodigiosa para el combate.
El nuevo Superman (Henry Cavill)
Después de Man of Steel, varias de estas ideas terminaron
mutando. Acabé agarrándole respeto a Superman, y diría que bastante más que a
Batman (al menos en estas últimas pelis). Ojo… Batman es Batman; es un héroe
que tiene encanto debido a su rebeldía, a la incomprensión que sufre, al hecho
de ser un marginado que hace el bien saltándose las reglas. Por el contrario,
Superman trata de ir siempre de la mano con la ley establecida, con la policía,
con la Casa Blanca.
En esta ocasión, sin embargo, tenemos a un Superman mucho
más reflexivo, cuestionador, y por ende, trasgresor. Clark Kent sabe que es distinto a los demás y trata de entender a
qué se debe, cuál es su origen, qué es lo que hace entre nosotros.
Es un sujeto
que tiene un conflicto inicial con sus propios poderes, que se siente rechazado
por quienes le rodean, que se mete en líos, que choca con sus padres y huye de
casa. Es también alguien que lleva la cruz de una muerte que no evitó.
Superman en problemas
Ya no estamos ante el indestructible alien de Krypton que no le teme a nada. Ahora tenemos
un hombre. Un hombre de otro planeta y con las ventajas que esto engloba, pero
que es capaz de sufrir y experimentar el miedo, que pasa por circunstancias
complicadas que le vuelven vulnerable y que debe enfrentarse a enemigos que sí
dan la talla.
Por si fuera poco, Clark (cuyo
nombre original es Kal-El), se
encuentra en la disyuntiva de que tales enemigos, son, ni más ni menos, que los
últimos supervivientes de su propia raza, de modo que debe elegir entre
proteger a los terrícolas (que lo rechazan) o permitir que su propia especie resurja
aun a costa de la extinción de la humanidad.
El mal también viene de Krypton
Sobre esta película he escuchado comentarios de todo tipo,
incluyendo las críticas destructivas de quienes defienden de modo acérrimo la
imagen tradicional del superhéroe. No obstante, para los que no le hemos
seguido con tanta pasión desde sus primeras páginas (quizás porque nos atraen
más los personajes “defectuosos”), esta nueva mirada de Superman resulta
particularmente cercana y atractiva.
Me encantó ver a Clark destrozando la
camioneta del matón del bar; figura que marca contraste con el puritanismo que
normalmente se le atribuye.
El Superman más rudo que jamás se haya visto.
Nos encontramos, pues, frente a un Superman con matices, emocional-psicológica-y
moralmente complejo, capaz de sentir furia y resentimiento, pero al mismo
tiempo motivado hacia el bien. Es interesante además, que a diferencia de
Batman –el héroe políticamente incorrecto-, Superman–el héroe apegado a las normas-, mate, muy a su pesar,
pero mate.
El directo peruano Jesús Alvarez Betancourt, reconocido por el éxito de su primera película Quizás Mañana, nos habló un poco sobre su más reciente película, Japy Ending, que se estrenará el próximo año. En este filme también participan como directores Sandro Ventura, Hugo Shinki, John Mayta y Fernando Ruiz Odría.
Al final de la entrevista, Jesús invitó a todos los cinéfilos a asistir al primer Tono Cinematosis.
Aunque muchos me miren con cara de sorprendidos, les digo que recién
ayer vi No se lo Digas a Nadie, cinta de Francisco Lombardi basada en la
atrevida novela de Jaime Bayly. La película reventó las salas de cine limeñas
durante su estreno (allá por 1998) y ha sido pasada varias veces por
televisión, pero será el tabú que le pusieron durante su estreno (época en la
que yo, además, tenía sólo 12 años) o por mi poca simpatía hacia la TV, que
había pasado de ella. Ayer me detuve un momento a pensar en el cine
peruano y se me antojó buscarla.
Gay en los 70s
Ésta es la historia de un muchacho reprimido y su oscuro
secreto. Joaquín Camino (Santiago Magill) tiene un padre
agresivo y machista, y una madre sobreprotectora cuyo fervor religioso es
llevado hasta el patetismo. Se ha criado en la esfera de la clase alta limeña
de fines de los 60’ e inicios de los 70’: clasista, racista, extremadamente
conservadora. Débil de carácter y atemorizado por la hostilidad que le rodea,
Joaquín se siente obligado a ocultar su homosexualidad.
Desde niño, ha tenido que soportar los golpes e insultos de
su padre y las prohibiciones de su madre, el primero esmerado en que el chico
se vuelva macho, y la segunda esmerada en hacerle cura. Durante la adolescencia
huye de casa e inicia su verdadera revolución, convirtiéndose en un
universitario rebelde, tirado al abandono y adicto a las drogas. La única capaz
de salvarle, parece ser Alexandra (Lucía Jiménez), una joven de la
facultad interesada en él y en salvarle del “trauma” que le impide excitarse
con mujeres.
Para Joaquín, Alexandra se convierte en la llave que le salvará de vivir en una
condición que le convierte en marginado social. El “problema”, surge cuando
conoce a Gonzalo (Christian Meier), novio de la mejor
amiga de Alexandra, por quien se siente fuertemente atraído… y correspondido.
Del libro, de la película, y otros demonios
Portada de la novela
Leí la novela original allá por el 2004, a escondidas (les
recuerdo que era un libro “tabú”), y no me gustó. Me sacó un poco de quicio
tanta explicitud sin estilo.
No estoy en contra de lo explícito, pues Bukowski
es bastante explícito y es uno de mis escritores de cabecera, pero con No se
lo Digas a Nadie, sentí estar leyendo los vómitos deformes y
pestilentes de un ultra reprimido Bayly (lo
cual no me sucedió con otras novelas suyas que leí posteriormente). Sin
embargo, antes de esta adaptación cinematográfica ya había visto varias
películas de Lombardi, y me gustaban, así que decidí darle
una oportunidad… y
me gustó.
Curiosamente, a pesar de ser un producto audiovisual, la
versión fílmica sabe suavizar –o recortar- aquellas escenas de sexo explícito de la
novela que no justifican absolutamente nada salvo el puro afán morboso. Su
centro está en el drama interno del personaje, en explorar sus miedos y
frustraciones; no en los encuentros sexuales del mismo.
Joaquín (Santiago Magill) y Gonzalo (Christian Meier)
Me pareció destacable la actuación de Santiago Magill. Él es quien debe interpretar a ese perturbado
protagonista, desde su faceta más frágil hasta su momento cumbre, cuando furioso
y drogado, encara a su padre en la mesa del comedor. La actuación de Christian Meier también me agradó, pero
no captó atrapó tanto mi atención como la de Giovanni Ciccia en el papel de Alfonso
(segundo romance de Joaquín). Alfonso
es un sujeto de contraste; en apariencia, el macho-bruto, el que disfruta
golpeando travestis, pero en el fondo, también tiene su “lado homosexual”. Machista,
racista como el padre de Joaquín… para él no está mal “vacilarse” con hombres…
lo malo es ser cholo y maricón a la vez. Si eres blanquito, si tienes plata y
de viejo “sientas cabeza”, no pasa nada.
Cuando vean la película (si es que no
la han visto ya), quizás sientan lo mismo que yo ante la pareja
Joaquín-Alfonso: que ahí había una completa paradoja… o alguna suerte de Edipo
no resuelto.
Joaquín (Santiago Magill) y Alfonso (Giovanni Ciccia)
Del lado contrario, debo decir que las actuaciones femeninas
no me convencieron. Tanto la madre de
Joaquín como la novia (Alexandra) presentan un marcado dejo español que las
actrices no supieron disimular. A pesar de esto –y es curioso-, el personaje de
Alexandra logra conectar; quizás por el rol que cumple y la manera en que está
construido, presentándose como la última esperanza de Joaquín.
Joaquín (Santiago Magill) y Alexandra (Lucía Jiménez)
En general, No se lo Digas a Nadie es una
película que se deja ver: mantiene la atención, consigue un vínculo entre
espectador y personaje, y muestra varios de los demonios que envolvían a la
rígida sociedad limeña de aquellos años. Cabe anotar también que la banda sonora sabe satisfacer el paladar nostálgico de los niños noventeros -me incluyo-, con voces que en esos tiempos sonaban siempre por la radio: Fito Paez... Mar de Copas... etc.
Ficha técnica:
Dirección: Francisco José Lombardi
Producción: Andrés Vicente Gómez
Guión: Jaime Bayly, Giovanna Pollarolo
Reparto: Santiago Magill, Christian Meier, Lucía Jiménez, Giovanni Ciccia, Carlos Fuentes y Carme Elías
País:Perú
Año:1998 Clasificación: +18
Género: Drama Idioma: Español Duración: 120 minutos
Gracias a Radio San Borja por apoyar al Proyecto Cinematosis. Estuvimos en el programa Otra Mirada, en la sección Bueno, Bonito y Barato, hablando sobre los objetivos y próximas actividades del Proyecto Cinematosis, sobre el Tono Cinematosis, y recomendando lo mejorcito del Cine.
Para facilitar la pre-venta de las entradas para el Tono Cinematosis, hemos colocado promotores en diferentes zonas, tomando ciertas universidades de referencia.
Aquí les dejamos los nombres, facebooks y números de contacto de las personas con las que pueden obtener la pre-venta de entradas:
Recomendamos comprar las entradas en pre-venta debido a que, por la alta demanda que recibimos, es posible que, al quedar muy pocas entrada en puerta, el precio (S/. 10 en preventa) se llegue a elevar hasta /. 15.
Futuro decadente. El planeta sufre los estragos de la contaminación y
la superpoblación. Los humanos huyen a colonias en el Espacio. Sólo se quedan
los marginados. Estamos en Los Ángeles, en el año 2019. Rick Deckard es el
encargado de eliminar a unos androides inteligentes que llegan a la Tierra a
causar disturbios. Estos androides, los Nexus-6, poseen sentimientos, y están
cansados de su esclavitud.
“Más humanos que los humanos”
El cyberpunk es
un subgénero de la ciencia ficción
que nos muestra la cara más deshumanizante de la “evolución”, del “progreso”,
de la ciencia, de la ambición por el poder. Blade Runner (1982), de Ridley Scott, es cinta de culto dentro
de este subgénero. Presenta una Tierra completamente oscurecida y venida a
menos, donde sólo han quedado las clases bajas y los seres humanos “defectuosos”.
Los demás han huido de la contaminación y de la escasez, hacia colonias
espaciales, donde son servidos por androides esclavos construidos por la Tyrell Corporation.
El lema de la corporación Tyrell es “más humanos que los humanos”, pues se esmeran perfeccionar sus
creaciones al punto de hacerlas casi indistinguibles de las personas de carne y
hueso. Sus cybrogs más desarrollados son los Nexus-6, que son mucho más fuertes que los humanos y por lo menos
tan inteligentes como sus creadores. Estos “replicantes”
(androides) han desarrollado sentimientos, lo cual les lleva a plantearse una
serie de preguntas que desencadenan su rebelión. Para sopesar un poco esta “inestabilidad”
emocional, la Tyrell comienza a dotarles de falsos recuerdos, llegando
inclusive a convencerles de que son humanos de verdad.
El argumento del filme gira en torno a Rick Deckard (Harrison Ford),
un ex Blade Runner (cazador de
replicantes) que se ve obligado retomar
el oficio cuando cuatro Nexus-6
rebeldes llegan a la Tierra a crear el caos. En medio de su investigación sobre
los Nexus-6, Rick conoce a Rachael (Sean Young), una replicante que está segura
de ser humana. Ella sufre una fuerte crisis al descubrir su verdadera identidad,
y huye de la Tyrell Corporation, por lo cual es declarada prófuga. Rick debe
cazarla, pero desarrolla sentimientos hacia ella, los cuales se intensifican al
máximo cuando ella le salva de ser asesinado por otro Nexus-6.
Miedos y dudas existenciales
Todos los personajes de la película son ricos en matices
morales, psicológicos y emocionales. No existen los buenos-buenos ni los
malos-malos. Todos están un poco corruptos y todos poseen un lado inocente. Deckard es un tipo que no está completamente
seguro de lo que hace, que siente culpa al asesinar a unos seres parecidos a él,
pero se encuentra en la disyuntiva de ser cazador o ser cazado. Roy (Ruger Hauer) y los otros replicantes son seres resentidos hacia sus
creadores, quienes les han dotado de escasos cuatro años de vida por miedo a su
fuerza física e inteligencia. Ellos actúan con crueldad, matando a cualquier
humano que se les cruce; sienten desprecio por los hombres que les ha creado y
esclavizado. Sin embargo, son capaces de amarse entre ellos (como lo vemos
entre Roy y Priss –Daryl Hannah-), e
incluso de llegar a sentir algún rasgo de piedad en el último soplo de su
existencia, cuando llegan a valorar tanto la vida, que hasta la de sus enemigos
les parece preciada.
Personalmente, creo que los cuestionamientos más
interesantes los plantea Rachael.
Ella, la más humana de los replicantes, es quien coloca a Deckard en un tremendo dilema moral y emocional, quien le lleva a
rebelarse ante los suyos, plantea la pregunta de si acaso somos tan distintos
de aquellos que –cual dioses- hemos creado imagen y semejanza nuestra.
Cinematosis, en cooperación con los chicos de El Garaje, visitó la casa de la actriz Vanessa Saba, quien amablemente nos abrió sus puertas y nos dio la primicia de sus próximas películas. En estos filmes, ella participa como actriz y co-guionista (junto con su esposo el director Frank Pérez Garland).
Al final de la entrevista, Vanessa anunció el Tono Cinematosis, invitando a todos a asistir.