lunes, 13 de enero de 2014

La furia de Smaug

Lucha por el reino perdido


Por: Lauro Minaya

El Hobbit: La Desolación de Smug, tiene más acción que su antecesora (El Hobbit: Un Viaje Inesperado). La narrativa, sin embargo, es la misma de la entrega anterior: el hilo conductor de toda la trama es llevado por una comunidad que busca un fin supremo. Es decir, los enanos que se dirigen a la montaña para matar al dragón, y así recuperar su antiguo dominio.

El grueso de la historia es invadido por otras líneas argumentales que dan pie al nacimiento de nuevos héroes y villanos, los cuales van cobrando relevancia a lo largo del filme. Un ejemplo claro es la aparición repentina de Bard el barquero; es un hecho que su papel es clave para el desenlace de la siguiente película.

Esta secuela muestra a un Legolas distinto. Al adquirir un rol más protagónico deja de ser aquel personaje obediente a la causa, que hace oídos sordos a los reproches continuos de un enano. Ahora es un orgulloso príncipe elfo que no oculta su desprecio hacia los parientes de Gimli. Los elfos, seres superiores, ven a los enanos como criaturas feas y grotescas, pero de aquella arrogancia surge el interés de una elfa hacia un enano: Tauriel siente curiosidad por un guerrero de nombre Kili. El príncipe elfo siente celos pero poco puede al respecto.


La película hace mención expresa a la ambición de los enanos. Beorn, un personaje con la capacidad de transformarse en una enorme bestia, alude el tema con desprecio, pero es el enano Balin quien hace mea culpa de esta debilidad, al preocuparse por el futuro de su rey. Al igual que su padre, Thorin podría quedar cegado por el oro.



El dragón Smaug es maldad pura. Es un ser creado con el único propósito de castigar la ambición de los enanos. Para el mundo del hombre, la ambición en exceso es una falta a la moral. Por el contrario, en el código de moral de los enanos, la fascinación por los metales preciosos parece no abarcar límites.

La ambición de los enanos es castigada con la furia de Smaug, quien les arrebata su reino. Pelear para recuperar lo que por derecho te pertenece no requiere de mayores explicaciones. Sin embargo, no corregir los defectos que nos llevaron hacia la ruina, podría la atención de otro dragón más adelante.

Ficha técnica:


Dirección: Peter Jackson
Producción: Carolynne Cunningham, Peter Jackson, Fran Walsh, Philippa Boyens (coproducción)
Guión: Fran Walsh, Philippa Boyens, Guillermo del Toro, Peter Jackson
Idea original: J. R. R. Tolkien
Reparto: Ian McKellen, Martin Freeman, Richard Armitage, Benedict Cumberbatch, Orlando Bloom
Países:  Estados Unidos, Nueva Zelanda
Año: 2013
Género: Aventura, Fantasía



*Para leer más posts de Lauro Minaya, visita Cineclub, el blog de cine de RPP.

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