“En un monte de calaveras en el Castillo del Dolor
yo me sentaba en un trono de sangre.
Lo que era, volverá a ser, lo que es, dejará de ser...
¡Ahora empieza la era de la maldad!”
Por: Sergio Cueto
Cinco años han
pasado. Y algo raro sucede (otra vez) en Nueva York. Ghostbusters II (1989)
inicia con el descubrimiento de una
extraña viscosidad rosa que emerge del pavimento. Parece que es la culpable de alentar
el odio que los neoyorquinos sienten unos por otros. Mientras tanto, una vieja
conocida nuestra, Dana Barrett
(Sigourney Weaver), contempla cómo
el cochecito de su pequeño bebé (que no es del Dr. Venkman) adquiere vida
propia.
Sin duda, éste es otro
trabajo para los Cazafantasmas, pero mucho ha cambiado desde que nuestros héroes vencieran al dios Gozer: Su popularidad
está en cero, no hay registros de actividades fantasmales, nadie necesita sus
servicios, y para sobrevivir han tenido que desempeñar distintas y curiosas labores.
Peter Venkman (Bill
Murray) se presenta en programas de televisión para hablar de Ocultismo, Egon (Harold Ramis) sigue sus
investigaciones en el campo de energía psico-magnética, Ray (Dan Aykroyd) y Winston
(Ernie Hudson) se ganan la vida animando fiestas infantiles (sí, con sus trajes
de Cazafantasmas).
Si bien, la secuela
generó 215 millones de dólares (cifra alejada de los 291 de la original), no logró encandilar al público del mismo
modo. Mismo director, mismos guionistas, mismo reparto. ¿Si tenían todo para volver a conectar con
el público, por qué no lo hicieron?
Se buscó aprovechar
el éxito de la serie de dibujos animados, gracias a la cual la franquicia
volvía a estar de moda. Algunos matices de esta secuela se diseñaron pensando
en dar continuidad a lo que se mostraba en TV (el aspecto de Janine o el
protagonismo de Pegajoso). Con esto en
mente, se diseñó una Cazafantasmas II
que iba a ofrecer nuevas aventuras… recayendo en el patrón de antaño.
Pero no todo es malo.
Uno de sus mayores aciertos fue
el villano: Vigo, el Cárpato. Y es que Vigo
Von Homburg Deutschendorf es un malo de antología. A fin de cuentas, ¿quién
más ha vivido 105 años y muerto apuñalado, ahorcado, fusilado, atormentado y
descuartizado? Su imagen en el cuadro es todo un ícono del cine que encandiló a
los fans.
Si hablamos de los
efectos especiales, en cinco años la técnica evolucionó considerablemente.
Al parecer el punto flojo de la película no fue ése. Destacan las escenas de Vigo dentro del
cuadro, la lucha en el juzgado y la variopinta invasión fantasmal. En lo musical,
destaca la canción On Our Own, que ganó el premio a la mejor canción en los BMI Film
and TV Awards.
Cazafantasmas 2 es entretenida, pero cae en el error de repetir
la misma estructura de la anterior. Y por eso no despegó del todo. El fallo
fundamental entonces, fue el guión. Ramis
y Aykroyd no arriesgaron lo suficiente y se contentaron con tratar de emular la
misma fórmula de éxito que resultó años atrás.
Esta repetición mató
la magia original. Y es que todo nos remite al principio: (*ATENCIÓN A
SPOILERS*) Dana pide ayuda a los Cazafantasmas; los Cazafantasmas se reunen;
Dana y Veckman se lanzan miradas; Dana tiene un pretendiente que caerá bajo el
influjo del mal, el alcalde –en un inicio desconfiado- les da el beneficio de
la duda y los deja hacer lo suyo.
Si antes, el lugar donde vivía Dana era una antena receptora
de fantasmas, ahora es una adherencia rosa la que se concentra en el museo
donde trabaja; los fantasmas desatan el caos; la Estatua de la Libertad, cobra vida y camina por Nueva York en
lugar del gigante Hombre de Malvavisco; la lucha final contra el fantasma de
turno; los rayos, y finalmente los Cazafantasmas ganan. La gente los aplaude,
recuperan la confianza. Dana y Veckman se besan. FIN. ¿Les suena familiar? (*FIN DEL SPOILER*)
Ni la mayoría de los
espectadores ni los propios actores quedaron contentos con el resultado.
Por todos es sabido que Bill Murray fue uno
de los mayores detractores de que se hiciera una tercera parte, fastidiado
de que cambiaran todo lo que le había gustado en el guión original de esta
secuela.
Probablemente, el marketing, las decisiones a medio rodaje y
las ganas de tener contento al gran público hicieron mella en una película
menos personal que la primera. Aun así,
el filme tampoco está mal para pasar un rato agradable.
Sigue siendo una comedia divertida, una secuela de visión
obligada con momentos bastante divertidos, que nos dejan (de nuevo) mucha nostalgia
ochentera. ¿Todo tiempo pasado fue
mejor? La respuesta la tendremos esta semana, en nuestra crítica de la nueva
versión cazafantasma.
Ficha técnica
Dirección: Ivan Reitman
Producción: Ivan Reitman
Guión: Dan Aykroyd, Harold Ramis
Música: Randy Edelman
Reparto: Bill Murray,
Dan Aykroyd, Sigourney Weaver, Peter
MacNicol, Harold Ramis, Rick Moranis, Ernie Hudson, Annie Potts,
Wilhelm von Homburg
País: Estados Unidos
Año: 1989
Género: Ciencia ficción, Fantasía, Comedia, Aventura
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