Por: Alexiel Vidam
Charles Foster Kane, es uno de los personajes más representativos de la
historia del cine, al ocupar el papel protagónico de la mejor película que se
ha inventado hasta hoy según la crítica especializada (El Ciudadano Kane). Creado y representado
por el cineasta Orson Welles, Kane está basado en William Randolph Hearst,
creador de la prensa amarillista.
Charles Foster Kane
era un niño de familia humilde que se divertía jugando en la nieve con su
trineo, hasta que la “suerte” (¿?) llamó a su puerta, cuando su madre decidió
entregarlo en adopción al millonario banquero Walter Parks Thatcher, quien le educó para convertirle en su
heredero. Sin embargo, Charlie Kane
no estaba interesado en los negocios de Thatcher; para él, mucho más
interesante resultaba administrar y dirigir el Inquirer, un pequeño
periódico venido a menos, con el fin de cambiar su imagen y convertirlo en la
verdadera voz del pueblo.
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Charlie Kane en su primer encuentro con Tatcher. |
Como nuevo director del Inquirer,
Kane buscó tocar los temas que más interesaban al “populorum”, desde crímenes
hasta anécdotas ocurridas en los sectores socioeconómicos bajos, así como
denunciar los abusos e injusticias de los gobernantes, para lo cual redactó un
estricto código de honor que publicó en la primera plana de su nuevo periódico.
Sin embargo, el inicio de su carrera periodística significó también el comienzo
de una vida de escándalos y guerras personales: con los gobernantes, con sus
aliados, amigos, y mujeres.
La política
Al igual que William Randolph
Hearst, la persona real que inspiró a Orson
Welles para crear su personaje, Kane participó activamente en la política,
tanto como “la voz del pueblo”, como también para su propio beneficio
(traicionando más de una vez su propio código de honor). Kane ocasionó una guerra y evitó otra. Al
fomentar la guerra
Hispano-Estadounidense, “consiguió” el canal de Panamá, y a la vez se hizo
de las principales noticias antes que cualquier otro medio de prensa. Sin
embargo, por lo que más resaltó Kane en este terreno, fue por sus tres intentos
fallidos de llegar al puesto de gobernador
de Nueva York. Invirtió millones, y
los perdió siempre a último minuto, como el pan que se quema en la puerta del
horno. Mediante el Inquirer, Kane se
dedicaba a apoyar su propia campaña a la vez que criticaba abiertamente a sus
enemigos políticos. Una de esas tantas candidaturas, no sólo le costó dinero,
también una doble amenaza contra su familia, y su matrimonio.
Primer Matrimonio: Emily Monroe Norton
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Emily Monroe Norton, primera esp |
Primero, Kane desposó a Emily
Monroe Norton, sobrina del presidente, quien se convirtió en la madre
de su único hijo. El matrimonio tuvo una buena época, aunque interrumpida por
algunas discusiones debido a que Kane parecía más enamorado de su periódico que
de su mujer, dedicándole muchas más horas al primero que a la segunda. Poco a
poco estas discusiones se fueron volviendo más intensas y frecuentes,
deteriorando cada vez más la relación y llegando a un punto de crisis cuando Kane
empezó a atacar al tío de Emily.
El matrimonio tuvo un final dramático que casi coincidió con
la derrota de Kane en las elecciones. Kane había comenzado a atacar
directamente a su competidor: Jim W.
Gettys, quien acabó amenazando a Kane de desprestigiarle publicando en los
diarios acerca de un supuesto romance entre él y la cantante Susan Alexander. Kane tuvo que elegir
entre la política y su familia, y eligió la política. A los pocos días de su
separación, Emily y su hijo murieron en un accidente, y Kane perdió las
elecciones.
Segundo matrimonio: Susan Alexander
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Susan Alexander, segunda esposa de Kane. |
Susan Alexander
era una aprendiz de cantante de ópera con muy poco talento y menos interés en
trascender como artista. Era lo que Kane reconocía como un perfecto ejemplo de
la manera de pensar del pueblo, porque Kane le veía fácil de persuadir y de
dominar, al igual que se creía capaz de manipular a las masas mediante
titulares electrizantes y llamativas noticias nada imparciales.
La conoció por casualidad en la calle, bajo la lluvia. Susan
Alexander se burló de él, y acabaron en una velada nocturna en la casa de ella.
¿Qué sucedió ahí…? No se sabe; recuerden que la censura de Hollywood en los
años treinta era bastante fuerte, pero las amenazas de su enemigo político Jim W. Gettys, acerca de publicar su romance con la cantante, dan mucho que pensar.
Tras el fracaso de su primer matrimonio, Kane desposó a
Susan, y se obsesionó con convertirla en una gran estrella de ópera, un poco
porque estaba enamorado, mucho más porque quería demostrar que se podía
inventar una artista mediante publicherries y la construcción de un exclusivo
teatro. No sólo fracasó, sino que la presión acabó casi desquiciando a su mujer,
quien más adelante le abandonaría en Xanadú,
la “ciudad de placer” (y soledad), que Kane construyó sólo para ella.
Fin último y decadencia de Charlie Kane
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Charles Foster Kane y Jedediah Leland. |
El máximo deseo de Kane,
era ser amado por todos, quizás marcado por una infancia solitaria, alejado de su verdadera familia, en un mundo en el que el vacío se llenaba con juguetes
caros. Inventó el amarillismo para ser amado por el pueblo, construyó un teatro,
y hasta una lujosa ciudad para complacer a su segunda mujer. Además, creía
firmemente en que la prensa podía dominar las creencias de las masas y llegar a
construir verdades.
Sin embargo, Kane no tenía verdaderos amigos. Compraba
aliados gracias a su inmensa fortuna y rompía
relaciones con aquellos que no compartiesen y apoyasen sus ideales. Fue
de este modo que perdió a Emily, y
también a quien pudo haber sido su único amigo: Jedediah Leland, crítico de teatro que se atrevió a dar juicios severos sobre los conciertos de Susan Alexander (esposa de Kane).
La muerte de Kane se da casi inmediatamente después de que
lo abandona la última persona para la cual podía tener significancia
sentimental: su segunda esposa. Luego de eso, el magnate de la prensa amarillista
luce derrotado, y cae sin vida no sin antes pronunciar una palabra que le
remonta a recuerdos de su infancia: “Rosebud”
(el filme comienza con el significado oculto de esta palabra, que da pie a que
un periodista llamado Jerry Thompson decida
investigar la historia de Kane).
William Randolph Hearst
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W.R. Hearst |
El magnate William
Randolph Hearst, fue el personaje histórico que inspiró a Orson Welles para crear a Charlie Kane. Fue, ni más ni menos, que
una de las personas más importantes de la escena política y empresarial de los
Estados Unidos, dueño de 28 periódicos
(su periódico principal fue The San Francisco Examiner),
empresas editoriales, compañías y emisoras radiales, y revistas tan afamadas
como Cosmopolitan.
A él se atribuye, además, la invención de la prensa amarillista, un estilo
periodístico basado en titulares incendiarios, alejados de la neutralidad, cuyo
objetivo es vender la mayor tirada posible sin tomar mucho en cuenta la
veracidad u objetividad de la información.
Alcanzó tanto poder, que prácticamente nadie era capaz de enfrentarse a
sus publicaciones.
Al igual que Charlie Kane, William R. Hearst utilizó la
prensa para beneficiar a sus propios fines políticos y económicos, promoviendo
activamente la guerra
Hispano-Estadounidense (logrando las primicias para su periódico) y
pronunciándose en contra de la Revolución
Mexicana (debido a la gran cantidad de haciendas y propiedades que poseía
en México). También la luchó por alcanzar la alcaldía y luego el puesto de gobernador de Nueva York, y fracasó en
ambas ocasiones, pero consiguió un lugar en el congreso por el Partido Demócrata.
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Charles Foster Kane |
Su vida, como bien lo refleja Welles en su película, estuvo
llena de ambiciones, extravagancias, acciones despóticas y arbitrarias. Se le
ha tachado muchas veces de xenófobo, pronazi y partidario de la caza de brujas,
así como de ser un promotor del asesinato de presidentes. No obstante, no se
puede negar que dio aportes interesantes a la prensa actual, como el estilo
personal en los artículos, el interés por los temas masivos y de trasfondo
humano, el diseño de los periódicos
“tabloide”
que utilizamos hasta el día de hoy, y la promoción y desarrollo de la
historieta moderna, a la cual supo ver
con astucia y visión empresarial.
Cuando se enteró de la realización del a película El
Ciudadano Kane (Citizen Kane), W. R. Hearst, intentó deshacerse de ella antes del estreno,
ofreciendo 805 000 dólares a la
productora a cambio de que se destruyeran todas las copias y se quemasen todos
los negativos. Sin embargo, Welles defendió su obra a capa y espada. Fue
entonces cuando Hearst prohibió la
mención de la película en todos sus periódicos y emisoras, y se dedicó a atacar
a Welles. Consiguió también que varios cines prohibiesen su exhibición. El
resultado fue que El Ciudadano Kane fuese un fracaso comercial, pero es
reconocida hasta el día de hoy como una fuerte crítica al amarillismo, y una de
las mejores películas de todos los tiempos.
Trailer de Citizen Kane (El Ciudadano Kane)