sábado, 29 de julio de 2023

“Maus”: cruda, sincera y emotiva

Por: Jean Piero Camarena Sanabria
(Staff del círculo de anime de la ULima)

Leer Maus, de Art Spiegelman, es un viaje muy personal e íntimo hacia las memorias del protagonista. Y hago énfasis en “personal”, porque Vladek (nuestro personaje principal), es el padre del autor, quien vivió en carne propia uno de los más trágicos momentos de la historia: La Segunda Guerra Mundial. Por esto, y con información de primera mano, Spiegelman es capaz de reconstruir la cara más cruda, humana y realista de esta época, y en especial, humana, del oscuro episodio del Holocausto

El autor construye una novela gráfica basada en entrevistas a su propio padre: Vladek Spiegelman, un judío polaco. Su objetivo: explorar a profundidad las vivencias de su familia durante uno de los más atroces episodios de la humanidad.

Cuando se comenzó a publicar en 1980, el cómic no era tomado como un medio de expresión lo suficientemente serio como para representar este tipo de temáticas, por lo que Art tuvo que innovar en la narración de su obra. Su forma de hacerlo fue utilizando animales y su comportamiento en la cultura popular para representar a cada grupo de personas con una especie distinta. Así, los judíos son ratones, los nazis son gatos, los estadounidenses son perros, etc. Cada animal escogido cumple un rol durante los hechos de la Guerra, los ratones son cazados por los gatos, pero ellos son perseguidos por los perros.

La elección de los animales también fue realizada como crítica hacia los países y su accionar durante la guerra, esto provocó que su obra fuera prohibida durante algunos años en varios de ellos (como en Polonia, donde sus habitantes fueron representados como cerdos), ya que se sintieron ofendidos por su representación. La novela gráfica se dividió en dos tomos: Mi padre sangra historia (publicado en 1986) y Allí empezaron mis problemas (1991), relatando respectivamente la vida de su padre como judío antes y durante la guerra y su posterior traslado a Auschwitz (uno de los campos de concentración nazi más hórridamente famosos).

Esta obra no solo es el primer comic en ganar un premio Pulitzer (1992), sino que fue (y sigue siendo) una experiencia narrativa fuera de lo normal. Con cierta frecuencia, los medios de comunicación nos muestra a los protagonistas de estos relatos de manera idílica, remarcando especialmente en su nobleza y sus actos heróicos. Por el contrario, Maus es un golpe de realidad; el autor desde un inicio no muestra la mínima intención de idealizar la figura de su padre o la de su familia.

Esto lo observamos durante el desarrollo de la historia, donde se narra simultáneamente dos líneas temporales: las vivencias de su padre durante los años de la Guerra (1930-1945), y la relación que tenía con su padre durante la concepción y creación de la obra (1977-1979). Usando estas líneas narrativas, Art nos presenta a una “persona real”, señalando los defectos y virtudes de su padre antes, durante y después de la Guerra.

Vladek es un personaje atípico; durante la mayor parte del tiempo puede llegar a caernos bastante mal, dado que es tacaño, interesado y bastante prejuicioso. Sin embargo, es imposible no conectar con él durante los horribles pasajes de la guerra: el hambre, la enfermedad, el maltrato, la pérdida de amigos, parientes… hijos. Una serie de calamidades tan atroces que dejan huellas profundas en los supervivientes aún muchos años después.

Lo que sentimos hacia Vladek durante esos pasajes es sincero, cada momento de angustia, terror y felicidad que le sucede, podemos sentirlo como si fuésemos él. Porque en Vladek vemos a un padre, esposo, hijo o amigo; y aunque sepamos desde el comienzo de la historia que él sobrevivió, realmente queremos conocer los detalles de lo que tuvo que pasar para llegar a contarnos su historia. En este punto, la obra nos lleva a preguntarnos si nosotros, quienes la leemos, hubiésemos tenido su fortaleza o voluntad para vivir un día más. 

Todo lo anterior se amplifica en el final de la novela gráfica, que consigue un efecto diferente en cada persona: tristeza, alegría, desesperanza o una profunda reflexión. Es posible que leer Maus sea “denso” por todas las emociones que nos hace sentir mientras nos adentramos en su historia, pero es precisamente que se convierte en una lectura imprescindible. 

jueves, 27 de julio de 2023

No hay chamba: el anime

Por: Azucena Elguera
(Staff del Círculo de Estudios del Anime de la Ulima)

Siendo tan popular la temática de zombies en la cultura americana, resultará curioso saber que ésta no tiene tanta explotación en la cultura nipona (o por lo menos, no como se toca en occidente). Por ello, resulta destacable la popularidad que ha ganado el recién estrenado anime Zom 100: Cien cosas que quiero hacer antes de convertirme en zombie (2023), basado en el manga de 2018 escrito por Haro Aso e ilustrado por Kotaro Takata para la revista Sunday GX de la editorial Shogakukan.

¿De qué va esta alocada historia? Pues de Akira Tendo, un tipo que, en lugar de perder la cabeza ante el apocalipsis zombie –como sería lógico– parece disfrutarlo, y su razón es de lo más peculiar: él agradece ya no tener que trabajar. Y es que la historia de Akira se convierte en la excusa perfecta para mostrarnos las terribles condiciones laborales que vive la mayoría de japoneses: siendo minimizados, presionados, explotados hasta altas horas de la madrugada, sin regresar a sus casas y sin ver a sus familias. En otras palabras, los japoneses viven para trabajar, en vez de trabajar para vivir. Por si fuera poco, el corazón del pobre Akira es pisoteado por otra cruda realidad de su ambiente de trabajo: el acoso por parte del jefe hacia la chica que le gusta.

Sumergidos en los tonos grises que representan el estado pesimista y depresivo de Akira, el apocalipsis se muestra, paradójicamente, como una posibilidad de salvación. Así, después de toparse con los primeros zombies y correr instintivamente, el protagonista se da cuenta de que su verdadero infierno ha terminado, y recupera el optimismo y la alegría que alguna vez tuviese.

Ahora en un mundo cubierto de zombies, Akira buscará la manera de aferrarse a su nueva vida, y es por eso que hace una lista de 100 cosas que quiere hacer antes de convertirse en zombie.

Para este punto, ya es evidente que Zom 100: Cien cosas que quiero hacer antes de convertirme en zombie no es un thriller de zombies, a diferencia de otros títulos populares de esta temática como The Walking DeadHighschool of the DeadGakkou GurashiThe Las of Us o Resident Evil. Por el contrario, se trata de una comedia acerca de un joven que corre tras sus sueños. Así, en medio de un contexto apocalíptico, veremos a Akira declarar su amor, robar una moto que siempre soñó, tomar cerveza a cualquier hora, etc. Es un protagonista inusual que rompe con el estigma de ser un héroe y salvar al mundo, pues su objetivo principal, es recuperarse a sí mismo.

Entre los personajes secundarios también tenemos figuras destacables. Por un lado está Kenichiro Ryuzaki, alias “Kencho”, viejo amigo y antítesis del protagonista. Kencho es exitoso, guapo, atlético y bueno con las mujeres. Antes del apocalipsis solía ser un vendedor de bienes raíces con buenos contactos, una novia y, en teoría, una vida perfecta. Dueño de una personalidad enérgica, es un personaje que siempre agrega momentos divertidos a la historia, especialmente cuando descubrimos que su verdadero sueño de vida es convertirse en comediante.

Shizuka Mikazuki por su parte, es una chica muy inteligente, analítica y racional, que percibe el apocalipsis como su oportunidad para rebelarse y dejar de seguir órdenes de otros. Tiene una apariencia inocente y frágil, pero puede ser muy aguerrida y fuerte en los momentos precisos. En un principio se muestra fría y distante; no obstante, a medida que avanza la trama, ella va mostrando más sus sentimientos y demuestra ser alguien agradable y confiable. Al igual que Akira, ella tiene su propia lista: una lista de 100 cosas que hacer para NO convertirse en zombie.

Por último, tenemos a Beatrix Amerhauser, una joven alemana fanática de la cultura japonesa. Ella llegó a Japón para cumplir su sueño, pero cuando su avión aterrizó vio cómo el país que tanto admiraba se sumergía en el caos de la invasión zombie. Beatrix es alegre, carismática y de espíritu libre. Tal vez el único punto flojo de este personaje es que su introducción resulta algo apresurada, a comparación con los demás.

Hablando de puntos flojos, algo que no me convence de la narrativa del manga (esperemos que se corrija para el anime, que apenas lleva 3 episodios), es la forma en que se manejan algunas muertes. En lugar de sacar el máximo provecho de las situaciones trágicas, Haro Aso tiende a tocarlas de manera superficial y rápida, sin dejar que nos encariñamos previamente con los personajes. Crea personajes irrelevantes que no generan gran impacto, y los manda al más allá sin mucha pena ni gloria.

Lo mismo sucede con los antagonistas, los cuales tienden a resultar flojos en su construcción. Un buen ejemplo de esto es el caso de Higurashi Kanta, uno de los primeros antagonistas del manga. Este personaje es un ex compañero de Akira durante la universidad, y la razón por la cual quiere hacerle la vida imposible es bastante tonta: porque Akira era feliz durante esa etapa y él no. Es un personaje muy poco trabajado y con varias incongruencias. Odia a la sociedad porque ésta lo hizo de lado, pero él mismo se aisló de ésta convirtiéndose en un nini. Al igual que el protagonista hizo una lista de 100 cosas que quiere hacer, pero en vez de que sea en beneficio propio lo utiliza para ocasionar daño a otros.

Sobre el estilo gráfico cabe destacar que la parte visual del anime brilla por su fidelidad al estilo original de Kotaro Takata. Me fascina la forma grotesca en que dibuja a los zombies (algunos hacen recordar a los titanes de Attack on Titan), la cual resulta original dentro de la industria del anime y manga, que, culturalmente, presenta una imagen bastante variada y distinta del muerto viviente, de la que tenemos en el mundo occidental. Un caso destacable es el de Zombie Land Saga, en el cual los zombies son idols* dibujados de manera tierna, dulce y limpia. (*Idols = jóvenes artistas que representan el ideal de la mujer o el hombre japonés).

En cuanto a los personajes, el dibujante tiene un destacado dominio sobre las expresiones, plasmando a la perfección la personalidad de cada personaje. Así, Akira presenta trazos delgados y curvilíneos, asociados a un carácter alegre pacífico y algo sumiso. En contraste, personajes problemáticos como el ex jefe de Akira predominan en trazos duros y gruesos, dándoles un estilo monstruoso para reforzar su personalidad catastrófica.

Redondeando, aunque la historia a ratos peque con ciertos vacíos y clichés, se deja gozar con sus situaciones absurdas, que resultan una crítica directa a la sociedad nipona. Al mismo tiempo, sus personajes principales están llenos de carisma, y llenan la trama de situaciones divertidas que logran mantenerte enganchado.

Actualmente el anime se encuentra disponible Netflix y Crunchyroll; estrena un nuevo episodio cada domingo. El manga, por su parte, se encuentra a la venta en la cadena de librerías Crisol.

Ficha técnica del anime


Dirección: Kazuki Kawagoe
Idea original: Haro Aso
Guion: Hiroshi Seko
Estudio: BUG FILMS 
Cast de voces: Shuuichirou Umeda, Tomori Kusunoki, Makoto Furukawa, Minami Takahashi,
Música: Makoto Miyazaki
Primera emisión: 9 de julio de 2023 (actualmente en emisión)
Episodios: 12



miércoles, 26 de julio de 2023

“Joan es horrible”: el espeluznante espectáculo de lo real

Por: Alexiel Vidam 

¿Cuántas veces descargaste una app y presionaste el botón “acepto” en la casilla de “términos y condiciones” sin siquiera leerlos? Probablemente muchas. Y para qué revisar semejante sabanón de texto que probablemente sea un copy-paste de tantos otros sitios y no dice nada importante… ¿no es así? Eso mismo es lo que pensó Joan (Annie Murphy), la protagonista de Joan Is awful (Joan es horrible), episodio 1 de la 6ta temporada de Black Mirror.

Joan (Annie Murphy) es una mujer promedio. Con sus treinta y tantos años, un frustrante trabajo de oficina y una relación tan mediocre como las insípidas recetas de su novio. Ella asiste a terapia, donde a menudo se desahoga sobre tener que encargarse de los despidos de la empresa y por no acabar de superar a su ex.

Una noche, después de algunas malas decisiones, regresa a casa y decide ver algo en Streamberry (una app de streaming claramente inspirada en Netflix) en cuyo catálogo aparece una nueva serie llamada Joan es horrible, protagonizada por una Salma Hayek con un look sospechosamente parecido al de nuestra protagonista. Joan no tarda mucho en descubrir que el programa es una versión dramatizada de su propia vida, exaltando sus lados oscuros para convertirla en la comidilla del público. Esto, como es de esperarse, afecta a la vida real de la propia Joan, cuya vida personal y laboral se ponen completamente de cabeza, y cada una de sus desgracias se convierte en el nuevo giro que mantiene a Joan es horrible como la serie más exitosa de Streamberry.

El episodio reflexiona acerca de dos temas muy actuales y muy polémicos: el cómo las marcas emplean los datos que nosotros –confiadamente—les entregamos, y sobre los nuevos dilemas éticos de la IA. Este último punto, precisamente, en muchos aspectos refleja uno de los temores que han manifestado los actores que se encuentran el día de hoy en huelga: las formas en que la IA sería capaz de reproducir su imagen y su voz, y los límites que habría que poner a este uso. Precisamente, este último problema explorado, es el que le dará a Joan una aliada poderosa: Salma Hayek, quien interpretase a su “yo televisivo”.

Pronto, Joan y Salma Hayek descubrirán que la realidad es más compleja de lo que parece, y tanto ellas, como nosotros, los espectadores, nos vemos sumergidos en una caja china de realidades virtuales que se superponen una tras otra (presta atención y prepárate para quemar una que otra neurona). Un recurso simplemente genial.

Y a propósito de recursos, la ironía es un elemento sumamente presente en el capítulo. Por un lado Annie Murphy se entrega por completo al papel de una cada vez más delirante Joan, mientras que Salma Hayek aprovecha su interpretación de sí misma para burlarse de ciertos detalles propios. El propio Netflix no se queda atrás, pues con una osadía poco esperada, se parodia a sí mismo y hace autocrítica del negocio al que pertenece. En muchos aspectos, nos encontramos frente a un capítulo audaz y envolvente, eficaz para entretener y llevarnos a la reflexión.

Ficha técnica

Serie: Black Mirror
Temporada: 6
Dirección: Ally Pankiw
Idea original: Charlie Brooker
Guion: Charlie Brooker
Reparto: Annie Murphy, Salma Hayek, Himesh Patel, Michael Cera
Duración: 56 minutos

domingo, 16 de julio de 2023

La melancolía premonitoria de unas Crónicas Marcianas

Por: Alexiel Vidam

Terminar de leer Crónicas Marcianas, de Ray Bradbury, genera un inevitable sentimiento de melancolía… y algo de frustración. El mensaje del libro es claro: a pesar de tantos años de Historia, no aprendemos nada.

Ray Bradbury fue contemporáneo a la II Guerra Mundial, y el impacto que le dejó la foto de una casa vacía posterior a la bomba atómica, inspiró directamente uno de los cuentos de su libro (titulado Vendrán lluvias suaves). En él, una casa inteligente, cuyos habitantes han muerto en contexto de guerra, lucha por “mantenerse viva”. Pero el mundo se acaba.

Y este pensamiento apocalíptico fue, precisamente, el que impulsó la carrera espacial entre 1955 y 1988. Estados Unidos y la URSS, temerosos de acabar con la Tierra a raíz de sus propios juguetes bélicos, comenzaron a buscar nuevos lugares en los que la humanidad pudiese sobrevivir, y sus respectivas banderas colonizar. En esa búsqueda fue que llegamos al espacio en 1961, y específicamente a la Luna, en 1969.

Sin embargo, Bradbury escribió Crónicas Marcianas entre 1945 y 1950. La carrera espacial aún no había empezado; este hombre la visualizó. Nuestra supervivencia la pedía a gritos. Así que, tal vez a modo de advertencia, tal vez por mero placer artístico, plasmó en cada página, desde la premonición de futuras guerras (hoy, con el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, este libro no deja de estar vigente), hasta el efecto invernadero, cuyas consecuencias son cada vez más innegables. En el primer cuento de la antología, titulado El verano del cohete, se habla ya de temperaturas climáticas muy por encima del estándar.

Otro detalle sobremanera interesante, es la estructura propia del libro. Cuenta con 28 relatos ubicados entre 1999 y 2026 (aunque la versión en inglés de 1997 traslada la acción, 31 años más adelante, entre 2030 y 2057), iniciando las primeras exploraciones humanas en el Planeta Rojo y continuando con la migración progresiva de quienes persiguen un nuevo “sueño americano”. Aunque los cuentos funcionan a la perfección de manera independiente, todos pertenecen a un mismo contexto y línea cronológica, de modo que lo más adecuado es leerlos en orden secuencial (hay personajes que vuelven a ser mencionados, por cierto).

En esta versión futurista del “encuentro entre dos mundos”, los seres humanos pasamos a ser los invasores, y los marcianos los invadidos. Ellos pertenecen a una sociedad más evolucionada que la nuestra. Han desarrollado poderes telepáticos y han aprendido a vivir en armonía, logrando compatibilizar incluso conceptos a simple vista discordantes, como ciencia, arte y religión. ¿Su único pecado? Olvidarse de la guerra, y de que los peores enemigos siempre son invisibles.

El ser humano, por su parte, aunque primitivo, actúa como una plaga que infesta todo y genera decadencia. Destruye lo clásico para imponer lo propio (“porque es mejor”), lleva sus vicios al espacio exterior y olvida que los mismos fueron los causantes de su propio éxodo. Así, un virus humano toma por sorpresa a los nativos, y los va extinguiendo hasta que nos hacemos dueños del planeta, hasta que nos volvemos los nuevos marcianos.

No obstante, nuestra Historia persiste en ser una paradoja, y así como llegamos, nos vamos, y así como creamos, abandonamos. La guerra llama a los soldados a casa, y también a los melancólicos que, atraídos por la curiosidad, prefieren morir en tierra conocida, junto a gente conocida. Tras la destrucción de su cultura ancestral, Marte será abandonado… hasta que acabemos con lo que queda de la Tierra, y nos veamos obligados a volver marchar, esta vez sin retorno.

sábado, 8 de julio de 2023

¡Bienvenidos a Pantalla Geek!

Desde hace algún tiempo venimos anunciando, a través de nuestras redes, una renovación. Ese momento ha llegado. Cinematosis se nos va… para abrir paso a ¡PANTALLA GEEK!

Este cambio de nombre es el resultado de una evolución natural de nuestra marca. Si bien el cine, las películas y las series han sido el foco principal de nuestro contenido hasta ahora, nos dimos cuenta de que hay una comunidad apasionada de las historias que simplemente no se conforma. Ustedes siempre quieren más, y eso nos encanta. Están tan ansiosos como nosotros por descubrir y explorar el mundo de la ficción en todos los formatos que la modernidad nos ofrece, sin limitarse a un solo lenguaje o plataforma. Queremos estar a la altura de sus expectativas, así que decidimos expandir nuestros horizontes para abarcar una variedad más amplia de intereses, siempre relacionados con el mundo de las historias y la cultura geek.

Ahora inicio un nuevo episodio. Buscamos crear una comunidad más diversa y acogedora, en la que los amantes de todas las formas de entretenimiento geek puedan encontrar contenido relevante y enriquecedor. Queremos conectar a personas apasionadas, fomentar conversaciones interesantes y ofrecer un espacio donde todos se sientan parte de la experiencia PANTALLA GEEK.

Agradecemos sinceramente su apoyo continuo a lo largo de este emocionante viaje. Esperamos que estén tan entusiasmados como nosotros por este relanzamiento. Nos vemos en PANTALLA GEEK, un lugar dedicado los amantes del cine, las series, la literatura, los videojuegos, y todas las formas en las que el mundo de la ficción puede sorprendernos.