Quizás Mañana es una película sobre esas veces en que conoces a alguien
especial en el momento menos indicado; una situación que a todos nos ha quebrado
alguna vez…
Natalia (Gisela Ponce de León) es una chica
histriónica, histérica, divertida, loca… bastante insegura. Su punto débil, es
querer contentar a todos, y no escucharse sí misma. Juan Carlos (Bruno Ascenzo), por su parte, es un
joven algo resentido y solitario, que acaba de perder a alguien muy importante
en su vida, y no sabe bien cómo afrontar su situación frente a quienes le
rodean. Ellos se conocen por pura casualidad, cuando ella, confundida y
resaqueada, se cruza con él en un parque y decide empezar a desahogar todas
esas cosas que tiene atoradas en la garganta. Él no se muestra muy abierto a la
conversación, pero ella consigue intrigarle y, en el fondo, él también ansía encontrar
a alguien con quién expresarse.
La situación inicial es de choque; parecen universos
opuestos, personalidades tan contrastantes que la empatía es prácticamente imposible.
El enlace aparece cuando ambos son capaces de abrirse y escucharse, expresando
sus propios miedos y dudas, y descubriendo en el otro a alguien capaz de
comprenderle.
Sin embargo, en esta historia “como la vida misma”, no todo tiene un final ideal, y a veces conoces a la persona indicada en el momento menos indicado; entonces sólo te queda partir y consolarte con la idea de que “quizás mañana…”.
Sin embargo, en esta historia “como la vida misma”, no todo tiene un final ideal, y a veces conoces a la persona indicada en el momento menos indicado; entonces sólo te queda partir y consolarte con la idea de que “quizás mañana…”.
Una iniciativa entusiasta que consigue “tocar”
El equipo de Big Bang
Films (la empresa productora) está formado por gente que se ha hecho a sí
misma; gente que ha aprendido a hacer cine en el camino, impulsada básicamente
por la pasión. El propio director (Jesús
Alvarez Betancourt), asegura que él se considera más un espectador que un
cineasta, y que tuvo “todos los maestros que una tienda de videos puede ofrecer”,
de modo que puede que algún crítico
implacable no perdone ciertos defectos técnicos (tomas en las que faltó “techo”
-“aire” hacia la parte superior del encuadre- o en las que se hubiese esperado
alguna toma más cercana, que permita apreciar con más nitidez la emoción en el
rostro de los personajes). No obstante, debo enfatizar en que el filme tiene muchos más puntos a favor que en contra, y que
aquellos puntos en contra consisten en los típicos errores de quienes están
aprendiendo y trabajando arduamente para desarrollar un mercado de cine que
prácticamente no existe en nuestro país.
Lo que más me gustó, fue que se tratase de una historia sumamente cercana, con la
cual es fácil identificarse. Los personajes inicialmente resultan un poco
trillados y exagerados en sus formas, pero según vamos descubriendo sus
historias de vida y los motivos que los llevan actuar de tal manera, conectamos
con ellos rápidamente. En lo personal,
pienso que con un poco más de presupuesto se hubiese logrado conseguir un mejor
efecto en escenas como la del inicio (digamos que ese “vómito” de Natalia no me
convenció del todo), o la escena en la que ella, de los nervios, empieza a
perder el aire; pero estos detalles se perdonan tomando en cuenta que el equipo
de producción, presionado por los altos costos de hacer cine, tuvo que culminar
la filmación en sólo seis días y medio (toda
una hazaña); teniendo esto presente, me atrevo a decir que los resultados
fueron bastante buenos.
Con respecto a la banda
sonora, sólo me queda decir que está muy bien elegida. Me desconcertó para
bien; normalmente no soy muy de apostar por la música romántica, pero en este
caso debo decir que cayó como anillo al dedo. Por el contrario de caer dentro
de los sosos clichés de lo edulcorado y cursi, los temas musicales concuerdan perfectamente con las escenas y
enfatizan en el “feeling” de lo que se quiere expresar. El tema que más me
gustó fue Mis Puentes y Mi Aliento, interpretado por Ricardo Núñez, y la
propia Gisela Ponce de León (pienso que es el que más "conecta").
Hablando con honestidad, el mensaje de fondo del filme, me
conmovió, y con entusiasmo les recomiendo ir a verlo. Creo que es una muestra interesante del potencial
que el cine peruano tiene por desarrollar.
Dirección: Jesús Álvarez
Producción: Sandro Ventura
Guión: Jesús Álvarez
Protagonistas: Bruno Ascenzo, Gisela Ponce de León
Género: Drama romántico
Año: 2013
País: Perú
Fecha de estreno: 14 de febrero de 2013
Compañía productora: Big Bang Films
Totalmente de acuerdo, una propuesta nueva, un nuevo camino para el cine Peruano.
ResponderEliminarHola. Gracias por tu visita y tu comentario. Me alegra que pienses así :).
ResponderEliminar- Alexiel